Nerd 3: rey del tablero [+18]

By AxaVelasquez

1M 108K 111K

«Las mentiras terminaron, pero las obsesiones se multiplican». Sinaí cree ser la reina del tablero, y persegu... More

ADVERTENCIA Y ACLARACIONES
PREFACIO
Capítulo 0 [+18]
1: La Inocente
2: Definitivamente
3: Hoy lo siento
4: Un verano sin ti
6: Volví
7: Happier
8: Freys y Mortem [+18]
9: Odisea [+18]
10: El tiburón y el mini demonio
11: Aysel Mortem
12: Beggin' [+18]
13: Liar
14: Llamado de emergencia [EDITADO]
15: Si tu ex es Axer Frey...
16: Los ángeles de Poison
17: Quédate lejos
18: Obediencia
19: A los enemigos de Víktor Frey [+18]
20: Vas a quedarte
21: Desnudarte
22: La ocasión [+18]
23: I see red [+18]
24: Blanco y negro
25: Ella es el veneno
26: Problemática [+18]
27: Positions [+18]
28: Madrugada
29: Jaque mate
30: No soy celoso, pero...
31: Dama de cristal
32: Doce horas para el gambito
33: Apertura
34: El rey ahogado
35: La satisfacción de un ganador
36: Diáfano
37: De reina a peón
38: La persona en la vida del otro
39: Anillos de esmeralda
40: Misión gambito

5: Tres pecadores y una mentirosa

21.7K 2.5K 3.1K
By AxaVelasquez

Poison

Dominik, aunque entendía y hablaba español desde hacía muchos años, había perdido práctica luego de su escape que lo separó por completo de los Frey. Podía defenderse con el idioma, pero no solo tenía su acento ruso muy marcado sino que se le dificultaba llevarle el ritmo a la conversación que estaban teniendo esa tarde. Poison no tenía ningún acento debido a la vida que había llevado y su preparación con los idiomas, pero el español de Azrel sí, al punto en el que Dominik terminó pidiéndole a su primo que terminaran la discusión en inglés.

Azrel estaba sentado en su sillón con un codo apoyado en el lateral, en esa misma mano tenía su barbilla y dedos jugando sobre su labio de forma pensativa. En esa actitud, a Poison le pareció todavía más interesante. Se veía inmerso en sus interpretaciones como una máquina, daba la impresión de que lo que sea que pudiera salir de ese ensimismamiento sería capaz de quemar Malcom y sus alrededores.

Cambió su pose al llegar a una conclusión, sentándose entonces mucho más relajado con ambos brazos en los costados del mueble. Poison prefirió mirar a otro lado ya que la camisa arremangada y entreabierta de Azrel no la dejaba concentrarse en lo que era urgente.

—Es esta la segunda vez que escucho la historia completa al detalle —expresó Azrel— y sigo pensando exactamente lo mismo que la primera: la solución es la chica.

—¿De qué chica estamos hablando? -preguntó Dom, perdido de nuevo.

—Tu cuñada, corazón —explicó Poison, lo que hizo que Azrel le lanzara una mirada agresiva pues explícitamente le ordenó no dirigirse jamás a su primo.

—¿Sinaí? —interrumpió Aaron, quien había estado hasta entonces sentado en el alféizar de la venta solo concentrado en escupir el humo de su cigarro. Casi volvió al piso de un salto—. Ella no es una opción, Canuto.

Azrel ni siquiera dio indicios de notar que el chico le hablaba y se dirigió a Poison al contestarle.

—¿Me puedes justificar esa locura de que la chica no es opción?

-No tengo idea —Poison se encogió de hombros. Ella estaba sentada al borde de un escritorio, sus manos apoyadas detrás de su cuerpo, sus largas piernas cruzadas y colgando, descubiertas gracias a la abertura de su vestido—. Pero es parte de mi acuerdo con Aaron. Él me daba toda la información si yo juraba no usarla contra ella.

—¿Y desde cuándo cumples al pie de la letra con tu palabra?

—Más vale que a partir de ahora —interrumpió Dominik—, porque sino estamos todos jodidos.

—A Sinaí la dejan en paz —saltó Aaron—, maten a los demás si les da la gana.

—¿Y a ti te importa por...? —inquirió Azrel—. No es mi problema y no debería importarme, salvo que es mi absoluto problema y por supuesto que me importa si esto va a provocar un conflicto de interés en nuestra cochina alianza.

—Es una cuestión moral más que un conflicto de interés —explicó el Jesper al lanzar con exagerado estilo el cigarrillo por la ventana—. Yo le di información a Sinaí de Poison, al igual que le di a Poison de Sina. Colaboro con el beneficio propio de ambas siempre que no implique joderse entre ellas. De igual forma, ustedes pueden matar a Sina si lo necesitan, pero no usándome como colaborador de ninguna forma, lo que incluye joderla con la información que les di para que usen contra los Frey.

Al final de sus palabras, Aaron añadió un encogimiento de hombros. Luego dijo:

—Quiero poder mantener mis amistades al margen de mis hobbies.

—¿Moral? —Azrel le lanzó una mirada perspicaz—. ¿No le vendiste tu alma al diablo, niño? ¿De qué jodida moral me hablas?

—Ignorante —bufó Aaron e hizo una pausa para encender con una calada profunda su nuevo cigarrillo—. No vendí mi alma a nadie. El demonio es una creación netamente cristiana y católica, en mi fe no hay nada semejante.

—¿Y qué fe es esa?

—Ninguna. Ah, no, espera...

Aaron caminó hacia Poison. De pie detrás de ella, pasó sus brazos alrededor de su cuello y le acercó el cigarrillo a los labios, todo con la fría mirada de Azrel de espectador. Mientras Poison inhalaba, Aaron le depositó un beso en la mejilla con una lentitud erótica. Se apartó apenas lo justo para mirar al griego con un brillo arrogante en la mirada antes de volver a hablar.

—Mi fe, querido Canuto, es la autoconfianza. ¿La conoces?

—Perfectamente —respondió el griego con una tranquilidad tensa—. Puedo mostrártela en cualquier momento. Apuesto a que la mía te puede sorprender.

—Hey —cortó Poison, empujando a Aaron lejos de sí misma—. No me está gustando una mierda por dónde va esto, ¿okay? Compórtense, par de lujuriosos. Vinimos a trabajar.

—Trabajaríamos mejor si el zancudo cooperara con respecto a la novia de mi primo.

—Ya no es su novia —saltó a aclarar Aaron, como si fuera relevante—. Y eso no está en discusión.

—¿Sabes que podemos matarte, no? —señaló Azrel.

—Nada de amenazar al zancudo en mi presencia —exhortó Poison con un dedo amenazante hacia el griego—. Además, él me financia la vida.

Aaron primero reaccionó sacándole la lengua a Azrel, pero tan pronto su cerebro procesó la palabra «zancudo», se giró en dirección a Poison con expresión dolida.

—¿Por qué están discutiendo eso? —cuestionó Dominik mientras acariciaba a un lobo blanco entre sus piernas, su mascota inseparable.

Dado que tuvo que mudarse a la guarida de Aaron para participar de la misión, Dom no se mostró flexible en cuanto a llevar a su querido Lesath.

—Implicar a la chica nos deja en el mismo punto por el cual Poison definitivamente no pudo haber sido quien la secuestró, como ella hizo creer a mi hermano: es muy riesgoso —razonó Dominik Frey—. Quedarnos con parte de Frey's empire y movernos dentro de la empresa nos expone. Mi padre nos sacaría en un chasquido y luego muertos todos.

—No necesariamente tenemos que quitarle su parte de la empresa —expresó Azrel—, pero con que Axer lo crea...

—Aun suponiendo que yo vaya a permitirlo, no funcionará —discutió Aaron—. Axer es un estratega. Lo están juzgando como al idiota enamorado que fue en esa situación en particular, pero yo lo conozco como al genio obsesivo que es el resto del tiempo. No hay manera de ganarle con el mismo jaque, tendrá un enroque bajo la manga esta vez.

—Lo dices porque el tipo te prende —comentó Azrel.

—No dije lo anterior porque el tipo me prenda, el tipo me prende justamente por lo que les acabo de explicar.

—¿A quién carajos le importa a quién le prende qué cosa? —regañó Poison, exaltada—. ¿Estos son los temibles criminales súper profesionales con los que me estoy aliando? Ni siquiera pueden mantener la seriedad en nuestra discusión más clave.

—Volvamos a lo que tenemos claro —propuso Dominik—. Tengo que volver a la familia. ¿Cómo?

—¿Y yo qué sé? —espetó Poison—. Ruégale a tu padre. Han pasado diez años, algo de remordimiento tendrá.

Azrel y Dominik intercambiaron una mirada significativa y luego estallaron en risas.

—¿No conoces a Viktor Frey, no? Tal vez no sea un psicópata, pero tiene todos los rasgos narcisistas que a Hitler le faltaron para dominar el mundo —señaló Azrel—. Hablamos de un hombre que mata y estudia los cuerpos de sus esposas, pero que se mete en su cabeza de una manera en que terminan siendo ellas quienes le dan el derecho para ello. No creo que sea mucho de sentir remordimiento.

—Ni siquiera se trata del remordimiento —dijo Dominik—. Es la persona más inteligente que he conocido, si llego de repente queriendo volver a integrarme y sucede algo, lo que sea, por esos días, olerá mi culpa aunque esté a kilómetros y enterrada bajo cemento.

Se quedaron un segundo a pensar y luego Azrel habló.

—Tus hermanos.

—¿Qué con ellos?

—Ellos tienen que invitarte. Que parezca que tú no quieres saber nada de tu padre dado el pasado que tienen, que no le perdonas y bla bla bla. Que sean ellos que insistan, que aboguen por ti ante mi tío.

—Podría funcionar —dijo Dominik con aire pensativo.

—De todos modos te culparán cuando algo suceda —señaló Poison—. Puedes usar la carta de ofendido y la manipulación emocional, tus hermanos te defenderán, pero por lo que cuentan dudo que tu padre...

—Hay que darle una coartada —dijo Azrel.

—Tener coartada te hace más culpable que no tenerla —señaló Aaron, quien parecía no estar escuchando nada mientras sentado en el alféizar seguía fumando.

—Entonces le daremos una coartada y una muestra de lealtad —señaló Azrel, quien, por la manera en que se levantó del sofá y empezó a caminar hacia la ventana, parecía tener algo macabro entre manos.

—¿Qué? —espetó Aaron al voltearse hacia el griego.

—Dijiste que no podemos tocar a Sinaí...

—Y lo sigo diciendo.

—Pero, ¿qué tal están tus relaciones con tu padre?

—¿Qué estás tramando? —preguntó Poison con una sonrisa extasiada.

—Bueno —respondió Aaron con cautela—, no estoy muy seguro de si mi padre me cae bien, pero definitivamente no planeaba matarlo.

—Nadie ha hablado de muerte.

—Habla por ti, sabueso —le discutió Poison a Azrel en voz baja.

—Como decía —enfatizó Azrel por encima de su tono de voz anterior, a la vez que lanzaba una mirada de advertencia a Poison—. ¿Podrías darnos algo que lo incrime? Algo fuerte y contundente, que Dominik pueda usar para negociar su absolución con la familia. Nuestra familia.

—¿Quieren joder mi imperio? —Aaron puso cara de indignado—. No, gracias. Me salgo.

—No tu imperio, idiota. —Azrel le dio un golpe con la mano abierta a Aaron en el lateral de su cabeza—. A tu padre. Puede ser incluso provechoso para ti. Si consigues algo que pueda quitarlo a él y dejarte a ti como el dueño de Parafilia... Estarías sacando algo de todo esto y yo podría confiar más en ti, no me gustan los gestos altruistas, siempre vienen con una patada en el culo detrás.

—Ya, es que yo no quiero ser líder de Parafilia —dijo Aaron con fastidio—. Odio el trabajo. Me gusta más ser heredero, estoy bien con eso. Y más me vale, porque dada nuestra «naturaleza» mi padre no morirá pronto.

—Igual es absurdo —dijo Dominik—. Mi padre no tiene motivos para ver caer a los Jesper o Parafilia. No le agradan, pero son los mejores compradores de Dengus y Dengus es el cliente favorito de mi padre, así que... ¿Por qué le importaría lo que pueda yo tener o no para garantizar su caída?

—Lo dijo Azrel —señaló Poison—, no tiene que querer que caigan los Jesper, solo Sama'el. Eso dejaría el camino libre a Aaron para ascender... —Poison hizo señas hacia Aaron para callarlo, pues ya había empezado a replicar—. No me importa si no quieres ser líder, ve a llorar a otro lado. ¿Dónde me quedé? Ajá, eso deja a Aaron bien posicionado y nos libra del maldito de su padre. Y eso será fácil, lo único que tenemos que hacer es que Viktor crea que todo lo que pase a partir de ahora es obra de Sama'el.

»Así que quedamos así: Dominik se deja ver por sus hermanos, estos se conmueven por el reencuentro familiar y abogan para que vuelva a la familia. Dominik da el golpe. Viktor sospecha y lo acusa. Eso es imposible de evitar y no es necesario, tenemos que dejar que sospeche, cualquier otra posibilidad sería demasiado incriminatoria. Luego, con ese conflicto familiar interno, porque sin duda los hermanos odiarán que Viktor acuse a Dominik, Dom volverá ahora con las pruebas determinantes de que todo ha sido culpa de Sama'el. Y así, señores, nos cargamos tres tableros con un solo jaque. Dengus, Parafilia y Frey's empire.

Todos miraron a Poison con la boca abierta y los ojos brillando en distintos matices de sorpresa, deseo y adoración.

Fue entonces cuando Azrel notó a su primo mirando a Poison y le espetó:

—¿Qué haces mirándola?

—Hacia allá está la puerta —se defendió Dom—, ¿no puedo ver la puerta tampoco?

—No. Si hace falta busco una cierra e inauguro una salida al fondo solo para ti, pero esa puerta haz de cuenta de que no existe y mira hacia otro lado.

—Prometiste ser profesional —interrumpió Poison dirigiéndose a Azrel.

—Y tú, mi dulce mentirosa, prometiste no incentivar un ambiente laboral poco favorable.

—¿Y yo qué mierda hice? No me puedes responsabilizar por tu malestar injustificado. Si no apruebas mis acciones, puedes hacer esa salida al fondo para ti y desaparecer tras de ella.

Azrel estaba moviendo la pierna en un tic nervioso. Su compás hacía eco en la habitación, su ritmo un crescendo y constante, como una bomba destinada a detonar. Mientras, sus ojos y los de Poison parecían tener una discusión propia, violenta y denunciable. Lo difícil era discernir quién era la víctima en aquella clara agresión.

—Tú eres la jefa —concedió él—, pero igual me gustaría discutir un par de detalles en privado.

—No —zanjó Poison y batió su ondulada melena caoba al voltear hacia Dominik, como si pretendiera continuar la conversación.

—Insisto.

La voz de Azrel viajó hasta el oído de Poison y su frío casi la hizo erizarse. Ella cerró los ojos y contuvo la respiración, como si clamara paciencia. Pero en realidad buscaba una excusa. Había un claro motivo por el cual no le entusiasmaba la idea de estar a solas con el griego, y no tenía nada que ver con que le temiera.

—¿Es estrictamente necesario?

—Bueno, no son asuntos que crea que quieras arreglar con público presente.

Poison suspiró.

—Que sea rápido.

Cuando ambos se dispusieron a salir de la habitación, ni siquiatra habían cruzado el umbral de la puerta cuando se escuchó a Aaron exclamar:

—¡Usen condón! No tenemos espacio en la misión para ocuparnos de un feto.

Azrel se devolvió. No dedicó más de un par de segundos a agarrar a Aaron por la frente y estrellar su cráneo una vez contra la pared. Luego volvió junto a Poison, pero al chico vampiro no se le había borrado la cínica sonrisa del rostro ni aunque sus dedos entre su cabello ya podían tocar el cardenal que empezaba a formarse.

—Dije rápido —expresó Poison extendiendo una mano hacia Azrel para marcar distancia al ver que se acercaba.

—Camina —dijo el griego al pasarle por al lado y seguir de largo.

Ambos entraron a una habitación con acuarios en las paredes, llenos de corales y tiburones pequeños.

—El zancudo tiene buen gusto —expresó Azrel como si la declaración le raspara la garganta al salir forzada de ella.

—Lo tiene, sí —dijo Poison—. Le gustaste tú.

Azrel se volteó sonriendo.

—Tus halagos son incluso más creativos que tus insultos.

—Jamás he tenido intención de insultarte, Mortem. Como puedes notar, si creo que alguien merece algo semejante de mi parte, no pierdo mi tiempo con palabras.

—Mi dulce veneno —dijo Azrel con ternura y se acercó hacia Poison, acariciando su rostro con un roce de sus nudillos—. Como aliada o como enemiga, es un placer estar en un tablero junto a ti. Simplemente me apasiona ver hasta dónde puedes llegar.

—Dije rápido —susurró Poison, pensando que debería dar un paso hacia atrás.

—Mentiste. Mentimos. No vamos a volver.

—Azrel, tenemos que...

—No hay nada más que hablar y lo sabes, todo está dicho. Los detalles pueden esperar.

—¿Y Aaron? ¿Él también puede esperar? Porque parece que estabas haciendo algunas movidas que Dom y yo solo interrumpimos.

Azrel sonrió como si estuviera al borde de una carcajada.

—No creí que fueras celosa, en especial cuando eres tan enfática con eso de que no hay nada entre nosotros.

—No estoy celosa, simplemente preferiría que no hicieran de las suyas en mi presencia. Quemé la etapa de los tríos a los diecinueve.

Azrel le agarró el rostro a Poison con ambas manos y le besó los labios. Ella no contribuyó, simplemente colaboró al no empujarlo mientras los labios de él acariciaban los suyos de una manera gentil y hasta tierna.

—Él es el hombre más atractivo que he visto en mi vida —susurró Azrel cerca de los labios de ella—, pero yo soy tuyo, si te molesta que lo mire, cierro los ojos cuando esté cerca.

Ella puso los ojos en blanco y alejó su cara. Él tenía la tendencia a decir cosas para las que Poison no tenía una respuesta preparada.

—¿Por qué me trajiste aquí?

—Quería un momento a solas con mi chica.

—Ya, pero yo no soy tu chica.

—¿No? Entonces me veré como un idiota con esto.

Azrel se volteó y le mostró un tatuaje en su nuca, letras rígidas como las de un código de barras, posicionadas en el espacio entre dos ramas espinosas de su tatuaje anterior. «Poison», decía.

Ella tocó el relieve de estas letras. Era un tatuaje reciente.

—Admito que... —musitó ella y empezó a rozar sus labios en la piel de la nuca de Azrel, pasando por el relieve de las enredaderas de espinas que le cubrían entera la espalda—. Admito que tal vez merezcas una tregua de unos minutos. Una recompensa por tu truco.

—Desde que el zancudo me empezó a llamar Canuto me has estado tratando como a un perro. —A pesar de que eso sonaba a queja, al voltear él su rostro para mirar el de Poison, tenía una sonrisa divertida—. El nene te cae bien en serio, ¿verdad?

—Le tengo cariño, sí.

Azrel abrió mucho los ojos con sorpresa y se volteó. Caminó hasta una de las paredes de acuario y se recostó de ella; sus brazos cruzados, el matiz azulado a contraluz delineando su cuerpo.

—Me sorprende que lo admitas con tanta naturalidad. ¿No te da miedo? Él no es leal a nada ni a nadie. Ni siquiera saca gran cosa de esto pues no parece importarle quitarle todo a su padre. ¿Cómo estás tan segura con él?

—No lo estoy —ella se encogió de hombros y comenzó a caminar hacia Azrel, un paso a la vez, cruzando sus tacones al andar, lento, como en una pasarela erótica—. Pero me siento bien a su lado.

—No te reconozco... ¿Lo dices para molestarme?

—No.

—¿Entonces...?

—¿Sabes qué me di cuenta con Aysel?

—¿Que no puedes confiar en nadie? Ah, no, eso no puede ser, porque aquí estás: confiando en Aaron.

—Y en ti.

Azrel sonrió con cinismo.

—En mí no confías.

—¿Y me juzgas?

Él negó, tranquilo.

—Para nada, haces bien.

—Ya, pero te equivocas —discutió ella—. Sí confío en ti. Estoy confiando.

—Por supuesto —concedió Azrel con una sonrisa sarcástica.

—La confianza no es un impulso, Azrel. Es una decisión.

—Que tú rechazas todos los días de tu vida.

—Ya no. Y es gracias a la puta de Aysel Mortem.

—Explícate.

—Ella me jodió, es cierto. Pero no cambiaría jamás lo que fue vivir con ella. No me mal entiendas, si volviera el tiempo atrás sabiendo lo que sé hoy, haría todo distinto. Eso es obvio. Pero... —Poison se detuvo al llegar a la altura de él—. Sin poder volver atrás, y sabiendo todo lo que sé, no me arrepiento de lo vivido con esa loca. Me divertí. Me divertí con la Aysel que ella fue para mí así como con Aaron, que es el mismo Aaron para todos.

»Ella me jodió, y espera que, pase lo que pase, yo jamás pueda volver a vivir eso. Que no pueda «vivir» de ninguna forma. Lo que se espera de mí es que me mate, porque ya, más allá de la venganza, no puedo querer nada. No confío. No amo. No tengo nada a qué aferrarme. Estoy muerta, ¿no? Pero Aysel está jodida, porque nunca tuve tantas ganas de vivir como ahora que mi vida me pertenece.

—Si eso es cierto, ¿por qué no estás con...?

—Jamás la pondría en peligro —zanjó Poison sin poder siquiera escuchar el final de esa pregunta—. Jamás. Sería egoísta de mi parte acercarme a ella solo porque yo necesite esa felicidad. Y eso me lleva a una parte del plan que no discutí con los otros, pero que espero que tú entiendas.

—¿Qué? —Él lo preguntó de mala gana, pues sabía que no iba a gustarle.

—Tienen que estar preparados para continuar esto sin mí...

—Si te suicidas te mato, ¿okay? Te juro que tomaré tu cuerpo y...

—No me voy a suicidar, imbécil, pero estamos basando todo esto en la idea de una Aysel inactiva. La subestimamos. Es tu jefa todavía, ¿tú qué crees?

—Es una perra. Y tú le hiciste más daño que nadie en este mundo. Te dejó libre porque para ella esto no es vida ni libertad, es solo prolongar tu muerte, pero si tiene algún indicio de que estás levantándote...

—Dain actuará —terminó Poison—. Ha estado al margen, pero no lo estará por mucho. No cuando atentemos contra la brigada, que es su mundo. Y si hay alguien en este mundo que puede atraparme, es él.

—Y quieres que sigamos sin ti.

—Sin importar lo que él me haga.

—¿Cómo estás segura de que no hablarás y revelarás todos nuestros planes cuando te torturen o...?

—No lo haré.

—Poison, creo que debemos hablar de la brigga...

—Sé todo lo que hay que saber de la brigga, de eso me encargo yo. No te preocupes, no hablaré.

—Lo tienes muy asumido, ¿no? ¿No te preocupa?

Poison le dio a Azrel una sonrisa rota.

—Me aterra. Pero te espero al final. A ti. A Aaron. A tu primo y hasta a su lobo. Los espero para que me digan que terminaron lo que yo empecé.

Azrel inspiró fuerte y le dijo:

—Tienes que aguantar. No puedes morir.

—No he muerto hasta ahora, ¿no? Lo que más importa ahora es que aguantes tú, que no vayas a hacer nada impulsivo, porque si logras rescatarme de lo que sea que haga Dain pero sacrificas la misión... Te mataré yo misma, ¿entiendes?

—Sí, bueno, esa parte más vale que me la repitas un par de veces. —Entonces Azrel tomó a Poison de la mano y la arrastró hacia sí, lo que enseguida se transformó un intenso beso de ambos.

Nota:

El meme es cortesía de Yuliana, del grupo de WhatsApp. Es tan cierto que me cagué de la risa jajaja. Les amo, adictos.

Y weno... Se puso fuerte la cosa por aquí. ¿Qué les pareció el capítulo? ¿Qué teorías tienen? ¿Qué piensan del plan de esta gente? ¿Qué les pareció la aparición de Dominik y la conversación final entre Azrel y Poison?

Aclaro que estos capítulos no están en la misma línea de tiempo que los de Sina y Axer, lo que no significa que sean de hace un año. Pueden estar sucediendo un mes antes o un día después del capítulo anterior, ustedes solo esperen lo que viene.

Continue Reading

You'll Also Like

26.7K 3.1K 38
Amanda es feliz junto a su esposo, sin embargo, su perfecta y maravillosa vida se empieza a desmoronar a medida que su nuevo jefe; Julen Black, hace...
12.2K 282 22
Hay un Dicho muy conocido "𝘏𝘢𝘺 𝘲𝘶𝘦 𝘵𝘦𝘯𝘦𝘳𝘭𝘦 𝘮𝘢́𝘴 𝘮𝘪𝘦𝘥𝘰 𝘢 𝘓𝘰𝘴 𝘷𝘪𝘷𝘰𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘢 𝘭𝘰𝘴 𝘮𝘶𝘦𝘳𝘵𝘰𝘴" pues el hombre es el...
839K 88.4K 8
Han pasado tres años desde que Leigh sufrió a manos de un monstruo. Y ella se ha dedicado a sanar, finalmente, decide dejar atrás Wilson, y empezar u...
154K 16.5K 33
⚠️ Terminada ⚠️ Y es que nunca pude amar a alguien más con la misma intensidad con la que te ame a ti, te recuerdo día y noche. Jamás olvide nuestros...