Jungkook y Jimin eran como hermanos, aunque no habían estado juntos por seguir sus caminos ese afecto y cariño seguían presentes. Incluso el día que se vieron en una junta de negocios para hacer un contrato para ambas empresas, no dudaron en darse un abrazo mientras reían de felicidad por verse de nuevo.
Jungkook sabía que su amigo se había casado, había escuchado en las noticias que se casó con uno de los modelos más comprometedores de su empresa. Nunca había mostrado interés de saber la identidad del muchacho, quizás lo había visto un par de veces en televisión pero no era algo que le impresionara demasiado.
Quizás el error de Jimin fue haber invitado a su mejor amigo a comer un fin de semana en su casa.
Porque cuando Jungkook vio aquella piel blanca como la nieve, ojos rasgados como gato, cabello completamente negro y labios rojizos que adornaban una sonrisa cálida; supo que su amistad podía irse al carajo. Porque aquél hombre que ahora era el esposo de su mejor amigo, era aquél hombre que una vez fue suyo.
Jungkook iba a tomarlo de nuevo, porque no importaba cuantas veces el destino lo alejara de Yoongi. Él siempre sería suyo en esta y en las vidas siguientes.
Holiii, sé que no soy la autora más conocida pero me gustaría mucho que apoyaran este fanfic. Se me ocurrió mientras escuchaba a Romeo Santos, sus canciones son bastante buenas para escribir historias.