Takemichi lo visitó esa mañana y hablaron un poco, Chifuyu notó un poco raro su comportamiento, parecía cansado y un poco distraído y solo pudo pensar que tal vez estaba así por su culpa, por arriesgar su vida.
Creyó que le diría que dejara de participar en el plan ya que habían acordado de que si su vida llegara a peligrar, él saldría de Black Dragon. Obviamente Chifuyu se negaría rotundamente pero se sorprendió que no mencionara el tema.
Takemichi lucía unas grandes ojeras debajo de sus ojos y su rostro estaba pálido, ni siquiera su cabello parecía arreglado. También notó sobre el cuello de este unas marcar rojas que eran apenas visibles, también tenía unas marcas moradas.
No sabía qué ocurría por su cabeza pero parecía que comenzaba afectarlo.
Hanagaki a pesar de eso trataba de sonreírle e informarle un poco sobre lo que había pasado con Inupi, que el plan había sido un éxito y que Bonten lo tenía. También le dijo sobre la tradición que Bonten tenía y que había sido obligado a participar, entonces le contó un pequeño plan que se le ocurrió para ese día.
Después de que el rubio lo dejó al cabo de un rato llegó Baji a visitarlo nuevamente, este lo visitaba cada tres horas o cada que no estaba ocupado.
-¿Cómo te sientes?-preguntó dejándole la bolsa con comida sobre la cama.
-Mejor que antes-respondió con una sonrisa.
Era verdad, ayer estaba aún un poco sedado por la morfina pero eso había servido para no sentir dolor y ese día había amanecido mejor, incluso se podía sentar por su cuenta sin sentir alguna molestía.
Además su ánimo estaba por encima de todo por lo que había pasado ayer con Baji, aún no podía creer que este lo besara pero sin duda se sentía muy feliz, sobre todo por el hecho de que Baji estaba a su lado y no ocultaba su preocupación por él.
-En ese caso será mejor que comas y te recuperes-le dijo revolviendo sus cabellos dorados-no creo que te quieras perder la pelea de Takemichi.
-¿Con quién se enfrentará?-preguntó mientras comenzaba a servirse su comida.
-Con Sanzu.
Chifuyu se ahogó con la comida que se había llevado a la boca.
Al principio les daba igual Haruchiyo pero últimamente parecía sospechar demasiado de ellos, en especial de Takemichi y parecía que su compañero realmente comenzaba a odiarlo.
Temía que Haruchiyo no tuviese piedad con Takemichi y esta vez él no estaba en sus mejores condiciones para poder darle una buena pelea, tenía miedo de que Sanzu lo provocara demasiado que no sería capaz de concentrarse y pelear como era debido.
Comenzó a comer en silencio mientras que Baji tomaba una pequeña porción de su comida. El silencio en la habitación por primera vez en mucho tiempo no se sentía tenso, era un silencio tranquilo y reconfortante.
Entonces comenzó a tener curiosidad, quería saber realmente la razón por la que se había alejado.
-Si tienes algo que preguntar hazlo en vez de observarme en silencio-dijo el pelinegro.
-¿Quién dijo que quería preguntar algo? Tal vez solo quería observarte-respondió mientras le sonreía con picardía.
Baji puso los ojos en blanco mientras sonreía, fingiendo que le creía.
-Es que solo quiero saber la verdadera razón por la que te alejaste de mí.
El más alto suspiró al escuchar esas palabras. Sabía que iba a llegar un momento donde tendría que decirle eso y parecía que ya no podía seguir evitando más ese tema.
Keisuke se levantó y se sentó en la orilla de la camilla, se quedó unos momentos en silencio buscando la manera en explicarle.
-Empecé a sospechar que yo te gustaba pero no dije nada por miedo a perder nuestra amistad, tenía miedo de hacer las cosas y mal perderlo todo.-comenzó explicando, Chifuyu lo miró atento-. Pero luego empezaste a ser más notorio y luego sucedió lo de tu fiesta... Y yo me sentí mal por hacerte eso cuando estabas borracho.
-Ambos lo estabamos-aclaró Chifuyu de inmediato.
Era verdad, ambos lo estaban pero Baji estaba un poco más consciente como para poder evitarlo.
-Después de eso parecías muy feliz a pesar de que no recordabas mucho y yo tuve aún más miedo de que en algún momento yo pudiera borrarte esa sonrisa.
Chifuyu lo tomó de las manos, Baji quería quitarlas pero cuando sintió la calidez de estas no lo hizo.
-Es por eso que me alejé pero tu seguías buscándome-una pequeña sonrisa apareció en su rostro al recordar como el rubio lo buscaba sin parar.- ¿Sabes? En el fondo me gustaba verte esperando en la puerta de mi casa a pesar de que siempre te alejaba. Era como si el mundo estuviera en llamas y nadie podía salvarme, excepto tú.
El rubio al escuchar esas últimas palabras hizo que su corazón latiera fuertemente sobre su pecho.
-Luego Kazutora se metió en problemas con la policía y yo no podía dejarlo a su suerte así que decidí ayudar-cuando Matsuno escuchó ese nombre su sonrisa se borró un poco.
Kazutora fue el mejor amigo de Baji antes de que él llegara, cuando lo conoció este lo trató muy mal pero no le dijo nada a Baji porque sabía cuando apreciaba a Kazutora, además entendía que se sintiera un poco celoso de que Baji tuviera otro mejor amigo aparte de él.
Su relación con él nunca fue muy buena ya que Kazutora siempre buscaba la forma de que Baji se alejara de él.
-Y es por eso que tuve que ocultarme cuando decidí ayudar a Kazutora, ya te puedes imaginar la gravedad de la situación-soltó una risa vacía-. Busqué a Mikey para que me ayudara con eso.
Entonces Chifuyu se dio cuenta de algo.
Baji le había mencionado que de pequeño entrenaba en un Dojo con un amigo de la infancia llamado Mikey. Ahora se daba cuenta que ese Mikey de la infancia es el actual Mikey líder de Bonten.
-Y así fue que terminé aquí, llámalo como una forma de agradecer la ayuda que Mikey me dio, además creí que al menos así tratarías de no involucrarte de nuevo conmigo si llegaras a buscarme de nuevo.
Levantó su mirada a él y rodó los ojos con diversión, Chifuyu le sonrió con inocencia sintiendo como Baji le apretaba ligeramente las manos.
-Normalmente, tomo el poder aún con las manos atadas a la espalda pero mira como cambian las cosas-le revolvió sus rubios cabellos- porque ahora tú eres el tren y yo estoy atado a la vía.
Todo ese tiempo creyó que era el tren y tenía el control pero realmente no fue así, todo ese tiempo él estaba atado en la vía.
Él no tenía el control, lo tenía Chifuyu y siempre fue así.
-¿Seguirás sin hablar?-preguntó Koko mirando al rubio comiendo en silencio.
No recordaba cuan obstinado era su mejor amigo.
-¿Entonces tu plan es quedarte callado hasta que yo ya no pueda manejar la situación y te maten?
No hubo respuesta.
La pelea que tuvieron la primera vez que Inupi llegó ahí hizo que las cosas se enfriaran aún más y ahora el rubio no quería dirigirle la palabra.
Ese reencuentro empezó con el pie izquierdo. Arreglar las cosas con él parecían más difíciles de lo que creía.
-Solo bastará si me respondes una de las dos preguntas, ¿Dónde están fabricando la nueva droga?
Nuevamente no hubo respuesta.
-¿Quién es realmente el líder de Black Dragon?.
No se sorprendió cuando no hubo respuesta de nuevo. Cansado caminó hacia la pared y recargó su espalda en ella, rendido.
-¿Qué tengo qué hacer para que me respondas?
-Que me dejes libre y no me vuelvas a buscar-contestó.
Los ojos de Kokonoi se iluminaron y sonrió por tener una respuesta, creía que por fin había tenido un avance aun cuando esa respuesta no era la que quería.
-Ya me disculpé por lo que pasó, me he arrepentido de todo estos últimos años.
-Una disculpa no será suficiente por todo el dolor que me casaste por años-bufó el rubio.
El plan originalmente era que debía decirle donde "fabricaban la droga" usando uno de los almacenes que ya no usaban pero la pelea de ayer y el darse cuenta que realmente le seguía doliendo lo que pasó entre ellos hacia que su humor se fuera para abajo y tratara de esa manera a Kokonoi.
Inicialmente le tenía que decirle lo que Koko quería pero en esos momentos era la última persona con la que quería hablar. Sabía que estaba complicando las cosas y que se estaba sentenciando, pero se sentía decepcionado consigo mismo que no podía ver las consecuencias de sus actos.
Antes de ver a Koko creía que había avanzado.
Pero ahora sé dio cuenta que en realidad nunca avanzó. Parecía que Kokonoi sí había cambiado y quería seriamente arreglar las cosas.
Inupi creía que si volvía a compartir su corazón con él, lo destrozaría por que sí las cosas se volvían a repetir, extrañaría como nunca a Koko si lo dejara ir de nuevo.
-Lo sé, sé que una disculpa no lo arreglará pero ya he pagado suficiente estos años, arrepintiendome y sintiéndome una mierda por perderte-expectó contraído-por darme cuenta que eres todo lo que quiero en mí...
-Para-interrumpió el rubio mirándolo con frialdad-. No sigas.
Luchó para que su expresión no lo traicionara, no quería llorar enfrente de Koko, sería lo último que haría aún si estuviera a punto de morir, no volvería a mostrarse vulnerable.
-Tienes menos de una semana para responder mis preguntas-dijo después de un silencio-si no lo haces, me temo que no podré evitar lo que te vayan hacer.
Dicho eso salió de la habitación.
De nuevo habían salido las cosas mal.
-¿Nada aún?-preguntó Draken quien lo estaba esperando fuera de la habitación con los brazos cruzados.
El peliblanco negó rendido.
-Me temo que no dirá nada si eres tú quien lo interroga-comentó-¿Estás seguro que quieres seguir haciéndolo?
-Estoy seguro.
Draken lo observó en silencio.
-No sé que haya pasado entre ustedes pero parece que realmente las cosas acabaron mal.
Kokonoi rió con amargura dándole la razón.
-Fue todo mi culpa-confesó-fue mi culpa que las cosas hayan terminado así.
-No sé que tan grave sea lo que hayas hecho entonces-comenzó diciendo- pero si realmente fueron mejores amigos por muchos años, entonces no lo des todo por pérdido. Debe haber buenos momentos que superen todo lo malo que haya pasado y sí Inupi es tan buena persona como dices, entonces te perdonará.
Puso una mano sobre su hombro dándole un apretón para tratar de reconfortarlo y se alejó, dejando a Koko solo en el pasillo.
-El problema es que han sido muchos malos los momentos que pasamos, que dudo que los buenos opaquen a los malos-se dijo a sí mismo.
Inupi escuchó lo que pudo de la conversación dentro de la habitación, apenas logró distinguir la conversación. Escuchó como los pasos alejarse de quien supuso era Kokonoi.
Se recargó contra una pared y se dejó caer en el piso soltando todo el aire tenso que guardó dentro. Se había tratado de controlar, realmente lo intentó.
Pero cuando se trataba de Kokonoi, el autocontrol en él no existía.
De repente la puerta se abrió de golpe, al principio creyó que Hajime había regresado y se asustó ya que no estaba preparado mentalmente pero quién entró había sido Takemichi.
Inupi miró hacia la cámara y notó que la luz roja no estaba prendida lo que significaba que en esos momentos lo que veían era una grabación de algo que ya pasó en la habitación. Era la única forma en la que Takemichi podía ir a verlo.
-¿Estás bien?-preguntó el recién llegado.
Inupi se preocupó al ver como lucía el rubio, pálido, cansado y con ojeras más prominentes. Tenía miedo de que haya descuidado mucho su salud.
-Cuando no veo a Kokonoi me encuentro mejor-confesó-¿Estás descansando? No luces bien.
Takemichi sonrió con cansancio sentándose a su lado.
-Parece que las cosas con Kokonoi siguen tensas-cambió de tema.
-Creí que ya me sentía preparado para enfrentarlo, para enfrentar nuestro pasado-dijo con una sonrisa triste-pero cuando lo ví de nuevo fue como un golpe de realidad y me dí cuenta que en realidad estos años solo me convencí de haberlo superado.
Takemichi asintió escuchando con atención.
-Sabes que aún estoy a tiempo para sacarte de aquí sí así lo quieres.
Inupi le sonrió agradecido. Realmente lo admiraba.
-Está bien, yo me ofrecí a esto-contestó decidido-. Además, esto me servirá para realmente enfrentarlo y superarlo... Aunque me tomará algo de tiempo.
Hanagaki no insistió ya que creía en Inupi.
Seishu volteó a ver a Takemichi, frunció el ceño cuando vió una marca roja, casi morada, en su cuello. Al principio creyó que se trataba de alguna picadura de algún insecto pero luego se dio cuenta de lo que se trataba.
-¿Esos es...?- no terminó la oración cuando Takemichi supo de qué hablaba, no hizo nada para ocultarlo ya que sería inutil-¿Estás viéndote con alguien?
Siempre creyó que Takemichi nunca amaría a otra persona que no fuera Hinata. Incluso nunca lo vio con alguien más el tiempo que había comenzado a trabajar para él.
Luego cayó en cuenta de que algo no parecía estar bien. La actitud distante del rubio, su apariencia cansada, esas bolsas debajo de los ojos. Luego lo conectó con como Mikey trataba a su compañero cuando Takemichi le contaba. No hizo falta sumar dos más dos como para hacerse una idea de lo que pasaba.
-¿Qué está pasando?
Hanagaki se despeinó el cabello en un signo de irritación.
-¡Yo tampoco sé y no lo entiendo!-griró con frustración pero Inui sabía que esa frustración no iba hacia él-siempre que estoy con Mikey pierdo el control de la razón.
Estar en la misma habitación que Mikey le hacia perder el control y pedir más de él, no entendía por qué pasaba eso, se sentía tan mal pero era tan adictivo.
Desde la primera vez que tuvo sexo con Mikey fue como si todo control que tenía sobre él se perdiera, a veces se encontraba buscándolo solo para enredarse con él u otras veces era Mikey quien lo buscaba y él no hacía nada para evitarlo.
Era como una droga, cuando estás sumergido en ella te sientes eufórico y pidiéndo más pero cuando los efectos pasaban y caías de nuevo en la realidad, aparecía el arrepentimiento.
Inupi y él siempre hablan las cosas sin ningún filtro, es por eso que no negó las cosas cuando este se dio cuenta, confiaba mucho en él.
También confiaba mucho en Chifuyu pero no quería decirle porque temía que este se decepcionara de él.
Matsuno estuvo con él desde el inicio, estuvo presente en todo momento y sabía cuánto odiaba a Mikey por arrebatarle al amor de su vida, ¿Qué pensaría si le confesara que se enredó con quién suponía debía destruir?