Etéreo [Saga Luces de colores...

By Martiqueta

12.8K 2.9K 23.4K

🩷🤍FINALISTA EN LOS WATTYS 2023 y 2022🤍🩷 Anna tenía varias preocupaciones: aprobar el curso en la universi... More

SINOPSIS
PRÓLOGO
CAPÍTULO 1
CAPÍTULO 2
CAPÍTULO 3
CAPÍTULO 4
CAPÍTULO 5
CAPÍTULO 6
CAPÍTULO 7
CAPÍTULO 8
CAPÍTULO 9
CAPÍTULO 10
CAPÍTULO 11
CAPÍTULO 12
CAPÍTULO 13
CAPÍTULO 14
CAPÍTULO 15
CAPÍTULO 16
CAPÍTULO 17
CAPÍTULO 18
CAPÍTULO 19
CAPÍTULO 20
CAPÍTULO 21
CAPÍTULO 22
CAPÍTULO 23
CAPÍTULO 24
CAPÍTULO 26
CAPÍTULO 27
CAPÍTULO 28
EPÍLOGO
AGRADECIMIENTOS

CAPÍTULO 25

311 74 677
By Martiqueta

Una semana después del incidente de las llaves con Peter, la vida estaba siendo más tranquila de lo que recordaba. El fin de semana anterior había sido una montaña rusa de emociones y los siguientes días había conseguido relajarme y conseguir avanzar en calma.

En clase había recuperado mi ritmo normal. Pasé algunas tardes esforzándome en algunas asignaturas que tenía un poco olvidadas y me di cuenta de que, a pesar de todo, no tenía muchas cosas atrasadas y mis apuntes para los exámenes finales estuvieron a punto en un par de días. Eso me hizo sentirme aliviada y notar que había al fin un aspecto de mi vida del que tenía el control.

Con Stu todo seguía genial. No nos habíamos visto mucho esos días, pero por las noches dábamos un paseo y charlábamos. Los besos y las caricias iban subiendo de intensidad, aunque había algo que me hacía echarme para atrás cuando se presentaba la oportunidad de llegar a algo más íntimo. Él lo respetaba, pero me preocupaba porque estaba retrasando ese momento y no entendía que me pasaba. 

Me gustaba mucho Stu, pero sentía que había algo en mi cabeza que me impedía llegar más lejos en nuestra relación. Y, aunque me lo negase a mí misma, sabía que cierto hechicero tenía bastante que ver en todo esto. Había ido a algunos entrenamientos, pero evité hablar con él, me pasaba el rato hablando con Lily y Kevin. Estaba un poco avergonzada de como acabó la última conversación que tuvimos y él parecía querer mantener las distancias. No lo culpé y en el fondo lo agradecí.

Lily me comentó que su padre habló con Carol, intentando sacarle algo de lo que había escuchado en la fiesta, evitando que sospechase de mí. Pero la chica era bastante hermética y no había conseguido saber nada. Le pidió a su hija que la vigilase por si hacía algo sospechoso y a mí que evitase a Paula esa semana, lo que no fue difícil porque se había ido a pasar unos días con su familia, pues no tenía clase. 

Llegaba esa misma tarde, motivo por el cual me estaba dado prisa para ducharme y vestirme mientras Lucille me esperaba en la sala. Íbamos a ver el último partido de la temporada para animar a Stu y mi hermano. Se jugaban el pase a las finales estatales y era muy importante para ellos. Me puse unos vaqueros altos y ajustados que acompañados de mis maravillosas bragas hacían que se me estilizase la figura. Una camiseta amarilla y una chaqueta vaquera del mismo color que los pantalones completaban el conjunto.

—Vamos, Anna. Llegaremos tarde —gruñó Luci mirando su reloj mientras me entretenía en colocar mi pelo para que no pareciese una leona.

Mi amiga llevaba unos pantalones de cintura baja con campana y muchos colores. Un top con el mismo estampado dejaba a la vista su vientre trabajado por tantos días de entrenamientos y llevaba una coleta que estilizaba su rostro. Cogió su abrigo mientras me tomaba del brazo y tiraba de mí hasta la puerta. 

Cuando nos dirigíamos andando al estadio, vimos a Sonia con su nueva amiga. Habíamos coincidido poco esa semana y, la verdad, estaba agradecida de ello. Tenía bastante claro que iba a cortar mi relación con ella y puede que fuese cobarde, pero cuanto menos tratásemos menos probabilidades habría de que acabásemos llegando a las manos.

—¡Chicas! —dijo gritando mientras se acercaba a nosotras— Esperadnos, Esther y yo hemos estado de compras y casi nos perdemos el partido. Menos mal que hemos conseguido que nos guarden las bolsas en la tienda.

Lucille las esperó mientras yo seguía andando. Esa noche quería disfrutar del partido y pasaba de mantener una conversación con ninguna de ellas dos. Me alcanzaron enseguida porque, a pesar de mis esfuerzos, había demasiada gente caminando hacia estadio y no podía avanzar con rapidez.

—Anna, tú conoces a Peter, ¿verdad? —preguntó Sonia, cargada de malas intenciones—. Le he dicho a Esther que es un pardillo y que no tenía que haberse liado con él, pero no me cree.

—Me da igual lo que digas, Sonia —contestó su amiga con una voz que, por alguna razón, me resultaba muy irritante—. Besa muy bien y fue divertido. Los frikis son los más agradecidos.

Empezaron a reír y apreté mis puños mientras me giraba. Lucille se dio cuenta de mis intenciones, pero no pudo impedirlo, mi mano se estampó con fuerza y rapidez en la cara de Sonia haciendo que se llevase su mano a la mejilla mientras en su cara se dibujaba la sorpresa.

—Pero qué... —comenzó mientras me encaraba, pero algo en mi mirada hizo que se parase a mitad de camino y Luci se interpuso entre nosotras.

—Estoy harta de ti, Sonia Lovelane. Llevo evitándote desde hace semanas para no tener esta conversación contigo, pero no puedes evitar buscarme para ser cruel e intentar intimidarme. Estoy harta de que me desprecies, de que te metas con mi físico y el de mis amigos. Estoy harta de escucharte hablar mal de los demás, de tus horribles consejos y de tus amigas desagradables. —Miré a Esther que estaba un poco alejada mientras me lanzaba una mirada de odio—. No quiero que vuelvas a dirigirme la palabra en lo que queda de curso y si el año que viene no te cambias de cuarto, lo haré yo. Adiós, Sonia.

Sin darle tiempo a réplica me di la vuelta alejándome, dejándola desconcertada y más furiosa de lo que la había visto nunca. Mi enfado iba creciendo por momentos mientras llegaba a la puerta del estadio, repasando la conversación y cayendo en cosas que podía haberle dicho. Siempre me pasaba cuando discutía con alguien, luego daba vueltas pensando en ello. Pero todo se esfumó cuando sentí el brazo de Lucille cogiéndome de la mano mientras se reía.

—¡Anna! ¡Has estado genial! Ya era hora de que alguna de nosotras se enfrentase a ella. Le he dicho que ni se le ocurra pensar que voy a apoyarla en esto y que puede irse despidiendo de su preciado armario si decide quedarse en la habitación.

Sonreí mientras le daba un abrazo. Estaba muy feliz de que me apoyase y me había quitado un peso de encima. Ahora solo quería disfrutar del partido con mi mejor amiga. No me podía creer que hubiese pegado a Sonia, era la primera vez que hacía algo así en mi vida. 

Riendo y comentando mi futura carrera en las artes marciales mixtas llegamos a las gradas. El ambiente era espectacular. Toda la facultad, hasta los que no les gustaba el fútbol, había venido a celebrar. Vimos a Peter, Oscar, Kevin y Lily sentados. Estos dos últimos sujetaban un cartel en el que se podía leer "¡Kenneth te queremos!" y nos hicieron señales para que nos uniésemos a ellos.

Me senté entre Kevin y Lily para que mi amiga pudiese estar al lado de Luci, ya que se llevaban genial y no paraban de hablar cada vez que se encontraban. Le estaba contando mi incidente con Sonia mientras Kevin me ofrecía palomitas. Las cogí mientras el rubio comenzaba a explicarme por qué ese deporte era la base de la decadencia de la sociedad actual. Asentí intentando ocultar la sonrisa que me causaba que hablase de ese tema con tanta pasión.

Peter me saludó con una sonrisa, lo que hizo que me pusiese colorada y se la devolviese con torpeza mientras una palomita se instalaba a vivir en mi garganta y me provocaba un ataque de tos. Conseguí expulsarla antes de que Kevin me hiciese una maniobra de salvamento o Lily llamase a la ambulancia. Todos volvimos a la tranquilidad y miré Peter que se estaba riendo en silencio.

Decidí estar atenta al partido antes de quedar de nuevo en ridículo. 

Ganamos el partido con un marcador muy ajustado. No entendía mucho de ese deporte, pero nos lo habíamos pasado bien animando a Stu, Rob y Lupin. Cuando todo terminó, la gente bajó al campo a celebrarlo mientras el otro equipo se iba al vestuario, derrotado. Comenzó a sonar "Viva la vida" en los altavoces y la euforia se instaló en todos.

Corrí hacia Rob para abrazarle, estaba sudoroso y no dejaba de gritar. Se acercó a Lily y la cogió en brazos mientras abrazaba a Lucille. Mi amiga se encontraba desconcertada pero sonriente. Cuando la dejó en el suelo, Rob pareció darse cuenta por un momento de que no conocía a esa chica y le pido disculpas, a lo que Lily respondió con una risa tonta y nerviosa. Mi hermano continuó con sus muestras de cariño por todo el estadio y mientras lo miraba reconocí a Stu entre la multitud.

Estaba lleno de barro, despeinado y sudoroso, lo que le hacía más atractivo, si eso era posible. Sus ojos verdes se posaron en mí y una sonrisa se dibujó en su cara. Las arrugas en sus ojos que tanto me gustaban aparecieron mientras se acercaba y me tomó en sus brazos.

Nos besamos con pasión mientras dábamos vueltas, con mis manos rodeando su cuello. Pensé que Rob podría vernos, pero estaba demasiado ocupado celebrando como un loco con todo el que se encontraba. Nos separamos para poder coger aliento y, sin soltarme, nos quedamos mirándonos fijamente.

—Anna, yo...

Una explosión hizo que me agarrase a él con fuerza. Los gritos comenzaron a propagarse por todo el estadio. Uno de los grandes postes de luz con varios focos se estaba cayendo y las chispas iluminaban el cielo nocturno. Había sido en la otra punta del campo y no parecía que hubiese herido a alguien. La gente estaba desconcertada e intentando alejarse lo más posible del lugar del accidente.

Stu me dejó en el suelo justo cuando vi como cruzaba el cielo una bola de luz roja. Era enorme, mucho más grande que cualquiera que hubiese visto. Fue a golpear otro de los postes del campo, el que se encontraba al lado del primero que había caído, y la situación se repitió. La gente ya huía sin miramientos, pero no me importaba. Lo único que podía era pensar en lo que acababa de ver.

—Anna, vamos. Tenemos que irnos. Puede que sea una especie de terremoto —dijo Stu, asustado, tirando de mí hacia la salida.

Comencé a moverme sin dejar de mirar el cielo, por si veía de donde había salido esa luz. Me di cuenta que Peter se dirigía hacia nosotros con la cara desencajada, nunca lo había visto así. Ignorando a Stu, fui corriendo hasta que nos encontramos de frente. 

—Anna, ¿qué pasa? —dijo Stu, que me había seguido, mientras miraba a Peter—. Tenemos que irnos, Shein. Esto es peligroso.

—Stu, ve a ayudar a los demás. Puede que haya algún herido. Yo tengo que ir con Peter para comprobar que Rob y nuestros amigos estén bien.

—Pero... —intentó decir mientras me tomaba de la mano.

—Estaré bien —lo corté y me acarició la mejilla—. Necesito ver que no ha pasado nada, me alejaré del estadio y esperaré tu llamada. Tus compañeros te necesitarán para ayudar con esta locura.

Noté que me miraba con comprensión y agradeciendo que hubiese puesto un punto de cordura en lo que estaba pasando. Menos mal que no sospechó nada de mis verdaderas intenciones, en este tiempo había aprendido a disimular la sorpresa que me seguía causando ver las luces. Me dio un tierno beso y se alejó en dirección a los vestuarios donde su entrenador estaba dando indicaciones.

—¡Cuídala, Shein! ¡O serás hombre muerto! —gritó.

La sonrisa me duró el tiempo que tardé en darme cuenta de que ya no volvería. Miré a Peter y le agarré del brazo mientras él se inclinaba para escucharme. La tensión se podía palpar en mi voz, pero intenté mantener la calma.

—Peter —dije, intentando no gritar—. Esas luces no son del mismo rojo que me atacó en el restaurante.

Una luz roja pasó por encima de nosotros y fue a estrellarse en otro de los postes. Miles de chispas caían a lo lejos. En el estadio solo quedaban unos pocos curiosos grabando la escena, que se haría viral en minutos. Solté su brazo mientras nuestras miradas volvían a encontrarse.

—Lo sé. Esa luz es la de mi padre.

Continue Reading

You'll Also Like

22.1K 2.6K 17
En un mundo donde la magia y los seres mágicos son una parte fundamental de la vida cotidiana, existe una antigua tradición entre los clanes del Rein...
39.1K 6.3K 35
Kim haji es un chico beta, su vida era relativamente corriente hasta que recibió un correo para volver su novela remake, se suponia que sólo era eso...
507K 53.8K 65
Esta es la historia de una mujer que intentaron casar con muchos lords, pero que se enamoró de muchas princesas. ~~~ Monarca es la historia de la pri...
23.7K 1.4K 22
-𝘓𝘢 𝘤𝘩𝘪𝘤𝘢 𝘯𝘶𝘦𝘷𝘢 𝘦𝘴 𝘮𝘶𝘺 𝘭𝘪𝘯𝘥𝘢.. 𝘌𝘯𝘵𝘳𝘢 𝘶𝘯𝘢 𝘤𝘩𝘪𝘤𝘢 𝘯𝘶𝘦𝘷𝘢 𝘦𝘯 𝘭𝘢 𝘦𝘴𝘤𝘶𝘦𝘭𝘢 𝘧𝘶𝘯𝘥𝘢𝘮𝘦𝘯𝘵𝘢𝘭 𝘱𝘢𝘱𝘦...