una little inusual

By little_agippang

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Paola es una chica de 16 años como cualquier otra, su familia no la trataba tan mal, pero era ignorada consta... More

⚠️antes de leer⚠️
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comunicado
¡¡Avisó importante!!

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By little_agippang

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6:00am

A esa hora sonó la molesta alarma de mi novio, creo que jamás me acostúmbrate a ella. Siento como el se aleja de mi cuerpo para después levantarse de la cama. Perezosamente abro mis ojos encontrándose con mi novio llendo de un lado a otro preparándose para ir a trabajar.
Yo todavía tengo 30min de sueño más por lo cual cierro mis ojos y vuelvo a dormir.

. . .

La fastidiosa alarma volvió a sonar por lo cual a regañadientes me levante de la cama, busque por toda la habitación algún rastro de mi novio pero sin éxito, baje a la cosina encontrandome con un muy arreglado Felipe, ¡estaba guapísimo!, se encontraba preparando al parecer el desayuno. Me acerque y lo abrace por la espalda ganandome una hermosa sonrisa de su parte.

— Buenos días mi amor. —saludo alegremente dándome un beso en los labios.
Correspondí su saludo y su beso aún sin separarme de el. — Estas muy cariñoso hoy— dijo divertido.

— Yo también necesito atención y amor.-_ dije con simpleza aún sin soltarlo.

Pasamos un rato así hasta que caí en cuenta que aún no me arreglaba, mire la hora en el reloj de la cosina 6:50am.
¡Mierda!, estaba perdiendo el tiempo. —iré a prepararme. —dije mientras dejaba un último beso en su cuello y salí de la cosina directo a mi habitación.

Tome una no tan corta ducha para después salir y afeitar mi barba, la había dejado crecer todo este tiempo que no fui a trabajar, Felipe decía que me veía sexi con ella pero prefiero ir bien afeitado a presentarme ante todos.

Luego de vestirme con mi clásico traje negro salí de la habitación encontrandome con Felipe en el marco de la puerta de la habitación de Paola, me acerque a el y pude ver como admiraba a la pequeña dormida en su cuna abrigada entre mantas, apretando fuertemente su peluche contra su pecho y succionando su Chupete ajena a todo.

—No quiero dejarla... — murmuró de pronto.

Lo abraze fuertemente haciendo que escondíera su cabeza en mi pecho. —Yo tampoco quiero hacerlo amor pero tenemos que ir a trabajar.— deje un beso en su arreglado cabello y jugue con las largas puntas de este mismo, ¡joder como lo amo!.

—¿Crees que tengamos que despertarla?— pregunto a lo que yo asenti, no quiero que despierte en brazos de una extraña y se asuste al no vernos.
Felipe se acerca a la cuna para después bajar las barras y dejar un beso en la cabeza de Paola. —Bebita despierta— llamó con cariño mientras masajeaba su pequeña espalda. Me acerque a ellos también y deje otro beso sobre su cabecita. —arriba patita— la tome en brazos haciendo que abriera Perezosamente sus ojitos. —Arriba preciosa, ¿o no quieres despedirte de papi?— mi pequeña hecho un bostezo y volvió a acurrucarse en mi pecho.

— aun es muy temprano para ella. —dijo mi novio, le pase a la pequeña y ella solo se limitó a esconder su carita en el cuello de mi novio. —¿Mi pobre bebé tiene sueñito?. — pregunto sin recivir respuesta.

Bajamos al primer piso donde ayude a mi novio a guardar todos sus papeles y carpetas en su portafolio ya que el traía a Paola en brazos y no quería soltarla para nada. Ya teniendo todo listo nos sentamos en la Sala a esperar a la niñera, la pierna de Felipe se movía de arriba a abajo ansiosamente lo cual solo arrullaba más a mi bebé.
Después de un par de minutos finalmente sonó el timbre haciendo que Paola se levantara de golpe asustada, me levante rápidamente y fui a abrir la puerta con mi novio detrás mio, abri la puerta encontrandome con una señora adulta, cálculo unos 65 años tal vez.

—Bienvenida usted debe ser la señora Martha.

—Así es, y supongo que ustedes son Daniel y Felipe.

Mi novio asintió y me entregó a Paola para salir disparado por sus cosas.
Ya con ellas se acercó a mi y a mi bebé para despedirse. —Ya me voy Pao pórtate bien, ¿si?— dejó un corto beso en su mejilla para después dirigirse a mi. —Le das de desayunar Dani. Te amo nos vemos en la noche. —dejó un pico en mis labios para dirigirse nuevamente a la señora Martha.   —Le encargó mucho a mi bebé señora, espero que este en buenas manos. —Y así es señor Felipe usted no se preocupe. —dijo la señora Martha asistiendo con la cabeza.

Con eso Felipe salió por la puerta no sin antes hechar un último vistazo hacia atrás, Paola no desaprovechó la oportunidad y le mando un beso con su pequeña manita seguido de un "bay papi" mi corazón se moría de ternura al igual que el de mi novio que con una sonrisa hizo como si atrapara el beso y lo dejó en su mejilla. —Bay bebé. —dijo para ahora si cerrar la puerta y emprender camino hacia su trabajo

**•̩̩͙✩•̩̩͙*˚ 𝑃𝑎𝑜𝑙𝑎 ˚*•̩̩͙✩•̩̩͙*˚*

Papi se había ido lo cual me puso un poco triste pero daddy al verme decaída me levanto en el aire. — No estés triste patita. — dijo con una de sus hermosas sonrisas, me bajo para después hacer aire en mi cuello con su boca haciendo que el sonido saliera en forma de pedo provocando que riera.- Vamos a desayunar bebé. —Nos dirigimos a la cosina con la señora detrás de nosotros me asome por el cuello de daddy y la salude con mi mano, la señora correspondió mi saludo con una sonrisa a lo que yo se la devolvi.
Daddy me dejó sentada en mi sillita dejando un plato con fruta picada y yogurt de fresa en la bandeja y puso un babero en mi cuello a lo que yo me sonroje, estábamos frente a un desconocido. —Por hoy comeras tu solita patita, iré a terminar de prepararme en lo mientras puedes hablar con la señora Martha y conocerla mejor. — dijo daddy a lo que yo asenti. Salió de la cosina dejándome con la señora a solas hubo un silencio incómodo hasta que se ánimo a hablar.

— ¿Como te llamas princesa?.— Preguntó para romper el hielo.
— Paola.— murmure teniendo comida en mi boca provocando una sonrisa en la señora.
— Yo me llamó Martha, pero tu puedes decirme mommy o Nana. —dijo sin quitar su sonrisa, daba un poco de miedo. —¿Y Cuantos años tienes nena?. siguio preguntando.

-— D-diesciseis. —murmure bajito sintiendo mis mejillas calentarse.

— ¿Y en el ABDL?.

—Amm... C-creo que nueve o d-diez meses... — respondí nerviosa sin mirarla a los ojos.

—Wow eres muy chiquita. —se le notaba sorprendida, tenía miedo de no tener libertad como los chicos me la daban de vez en cuando.

Hubo un silencio muy incómodo, me sentía rara, aquella señora no paraba de verme con una sonrisa en sus labios, parecía entretenida por verme comer yo sola. Gracias al cielo daddy apareció salvándome de la incomodidad. —¿Ya terminaste patita? — pregunto entrando en la cosina.

—Ya casi daddy. —dije enseñando le mi plato casi vacío. —Dejame ayudarte. —tomó la cuchara y el plato y me dio las últimas cucharadas de yogurt que quedaban en el plato, me sentía nerviosa de tener a una completa desconocida mirando con una enorme sonrisa como daddy me alimentaba, era... Raro.

Termine mi desayuno a lo que daddy me saco de mi silla y me llevó en brazos a la Sala donde estaba instalado un corralito de metal por toda la Sala, dentro tenía almohadas, mantas, peluches, y uno que otro juguete.

Daddy me dejó dentro y encendió la tele y me entregó el control. —Quédate aquí viendo la tele mientras habló algunas cosas con la señora Martha pato. —me dio un beso en la cabeza y salió de la Sala dejándome sola.

‧͙⁺˚*・༓☾ 𝐷𝑎𝑛𝑖𝑒𝑙 ☽༓・*˚⁺‧͙    

Deje a mi bebé viendo televisión en la Sala para poder hablar de unos cuantos detalles con la señora Martha, en pocos minutos debía irme y quería dejar unas cosas bien en claro.

Me dirigí hacia la cocina donde pude ver como lavaba los pocos platos que estaban en el fregadero junto con los cuales Paola había comido en la mañana.

— Oh, señora no es necesario que lave los platos. —dije acercándome a ella apenado a ayudarle.

—No hay problema querido, y llamame solo Martha el señora esta de más. —dijo amable con una amplia sonrisa

Yo asentí y hable de nuevo. —En unos minutos más tendré que irme y quería hablar con usted de algunas cositas de Paola. —dije para después tener toda su atención. —Bueno, todas las mañanas le damos un baño pero por obvias razones no pudimos dárselo esta mañana.

—No hay problema yo me encargo. —dijo sin dejarme terminar.

Asentí y seguí. —Aun le cuesta usar sus pañales por lo cual deberá revisarla para evitar que se roce, durante la tarde debe tomar un biberón con vitaminas, nosotros hacemos polvito la pastilla y se la metemos al biberón para que las tome más fácilmente, Esta tomando medicina, la deje en la encimera antes de irme se la daré pero debe tomarla otra vez a la hora de la siesta, también le cuesta dormirse sin un chupon o biberón y...

—No hay problema Daniel, así se llama cierto, es como cualquier otro bebé, estoy capacitada para esto. —interrumpió

Suspire ante sus palabras. —Es la primera vez que la dejamos, me siento ansioso de no poder verla en todo el día, de no ver lo que esta haciendo.

—Lo entiendo pero no va a estar sola, estará a mi cuidado, no se preocupe. —asenti sintiéndome más tranquilo.

Terminamos de lavar los pocos trastes que quedaban, mire la hora en el reloj que se encontraba en la pared. 7:22am debía terminar de prepararme, ya casi me tendría que ir. —Con permiso, iré por mis cosas ya casi tengo que irme. —le dije a Martha para después salir de la cocina

Tenía todo listo, fui hacia la Sala donde estaba mi bebé viendo su serie de brujas y junto a ella la señora Martha la cuidaba mientras leía un libro.

Me dirigí hacia la cocina en busca de la medicina de Paola, volví a la Sala y me arrodilló para estar a su altura.

—Antes de irme tienes que tomar tu medicina patita. —Pude ver como bajaba la mirada y sus ojitos se cristalizaban. —No, no, no, no llores patita. —la tome en brazos y arrulle
Por unos minutos para después sentarme en el sofa. —volveré antes de que me extrañes, ¿si?. —no resivi respuesta, solo escuchaba los casi inaudibles sollozos que provenían de mi cuello, ya que ahí es donde tenía escondida su carita. Vamos bebé,se me hará tarde, lentamente se separo de mi cuello . — será rápido bebé. —Vacie la cantidad exacta de la medicina de Pao en el vacío medidor de plástico, rápidamente abrió su boca así que se la di, su expresión se volvió saqueada y sorprendida. —Muy bien,ahora esta. — volví a hacer el mismo procedimiento, esta vez viendo que su cara se había relajado incluso comenzó a saborear. La señora Martha se levantó de su lugar a ayudarme se la entregue y deje un beso en la punta de su nariz. —Llegare antes de que te acuestes, ¿vale?. —ella asintió a lo que yo deje un último beso es su frente. Martha me acompaño hasta la puerta con mi Paola en brazos donde le di un último abrazo para después salir de la casa rumbo a mi trabajo.

 **•̩̩͙✩•̩̩͙*˚ 𝑃𝑎𝑜𝑙𝑎 ˚*•̩̩͙✩•̩̩͙*˚*

Daddy se fue dejándome con esa señora que da miedo... No quiero sonar dependiente pero, no lleva ni dos segundos fuera y ya lo extraño, al igual que papi

— Tu daddy me dijo que tenía que darte un baño matutino princesa. —Dijo la señora Martha mientras nos dirigiamos al segundo piso. Comencé a ponerme nerviosa, no quería que una completa desconocida me viera desnuda y vulnerable negué frenéticamente con la cabeza sintiendo mis mejillas arder, seguramente estaba sonrojada. —Oh claro que si princesa, me dieron una orden y debo acatarla. —dijo tocando mi nariz con la punta de su dedo. Llegamos a mi habitación donde me dejó dentro de mi cuna para después dirigirse al enorme clóset a unos pasos de nosotras, rápidamente me levante y trate de salir pero los barrotes me llegaban a la barbilla, desesperada me senté nuevamente y me escondí entre todas las mantas y almohadas que había dentro.

—Oh no, donde se habrá metido esta bebé traviesa. —dijo la señora Martha en un tono gracioso e infantil, pero la verdad, a mi no me daba nada de gracia, sentí como hizo de lado las almohadas lentamente, ¡maldición! Por que ahora, ¿conocen esa sensación de jugar escondidas y que de repente te den ganas de hacer pipí?, bueno pues eso estaba pasando ahora, la señora Martha hizo a un lado las mantas que me cubrían descubriéndome, no pude aguantarlo más y solté todo en el pañal.

— ¡Aquí estaaa!. —dijo emocionada siguiendo el juego, lo cual a mi no me emocionaba, lo contrario, lágrimas rebeldes comenzaron a caer por mis mejillas haciendo que la enorme sonrisa de oreja a oreja que tenía la señora Martha se desvaneciera en menos de un segundo. — ¿Que pasa bebita? , ¿te asuste?. —me tomó en brazos haciendo que llorara con más sentimiento, me sentía pequeña y tonta.
Al ponerme en su cadera la señora Martha sintió de inmediato mi pañal mojado a lo que volvió a colocar su sonrisa solo que esta vez menos... Tenebrosa. —Ya bebé, ahorita te cambio. —me paralice y comencé a negar con la cabeza, no quería que alguien que no fueran los chicos me vieran tan expuesta, comencé a remover me incómoda en sus brazos y a tratar de bajarme del cambiador cuando fui dejada ahí. —Ya basta Pao podrías caerte. —advirtió a lo que ignore sus palabras y trate de volver a bajar, sentí un fuerte golpe en mis desnudos muslos haciendo que me paralizará en mi lugar. —Si no dejas de moverte me veré obligada a castigarte. —¿Castigarme? Los chicos jamás me habían castigado a excepción de un tiempo fuera, pero fuera de ahí no, mucho menos con azotes. Me quedé paralizada en mi lugar llorando en silencio y deje que la señora Martha me cambiará.

Término de limpiarme y me tomó en brazos completamente desnuda para después llevarme al baño. Me dejó sobre la taza de baño y dejó correr el agua midiendo la temperatura, al terminar me metió dentro y comenzó a bañarme, así sin más, nada de burbujas, bombas de baño, o sales que pintaran el agua, hize un puchero y unas cuantas lágrimas salieron por mis ojos, extrañaba a los chicos, la señora Martha ni se inmutó por verme llorar, supongo que me estaba aplicando "la ley del hielo".
El baño término así que me saco de la tina y me envolvió en una toalla, salimos directamente hacia afuera y me dejó en el cambiador. —Quédate aquí iré por tu ropa. — sin más volvió a desaparecer dentro del closet

Comenzaba a tener frio, los chicos siempre ponen calefacción cuando el baño termina cosa que la señora Martha no hizo, al pasar no más de un minuto volvió y junto a ella un conjunto de ropa, era un vestido/body azul con blanco y rojo.

A papi le gusta mucho ponerme ese tipo de ropa, pero la verdad no me sentía muy comoda usando eso con la señora Martha, que se acercó a mi y sin decir una sola palabra comenzo a cambiarme. Yo me deje hacer, simplemente mire a otro lado y trate de ignorarlo hasta que ví al señor panda dentro de mi cuna, estire mi mano tratando de alcanzarlo pero solo me lleve una no tan fuerte palmada de advertencia. —Quédate quieta Paola ya casi acabo. —dijo fríamente a lo que obedeci, si que daba miedo.

Término de esparcir crema por todo mi cuerpo y continuó para ponerme el pañal, me sentía nerviosa por lo que cubrir mi cara tratando de no estar ahí en eso momento.
Sentí primero como en un movimiento mis piernas estaban levantadas y bajadas para después sentir el esponjoso pañal, lo siguiente que sentí fue el talco y finalmente el como cerraban el pañal.

Descubrí un poquito mi cara viendo que la señora Martha volvía a mirarme con su escalofriante sonrisa de oreja a oreja por lo que volví a tapar mi cara con mis manos. Continuó cambiandome y cuando término me sento ahí mismo en el cambiador y comenzó a peinarme.

—E... Y-yo. —trate de reunir valor para pedirle al señor panda.

— ¿Que pasa pequeña?. —contestó con voz Mimosa, si que daba miedo.

—¿P-puedo tener al señor panda?...—murmure tratando de sonar lo más confiada posible, mientras señalaba al peluche en mi cuna.

—Claro bebita, no te muevas ahora te lo paso. —tomó al señor panda de la pata y me lo entregó haciendo que una sonrisa saliera de mis labios, realmente necesitaba una cara conocida.

—G-gracias... — agradecí sintiendo mis mejillas levemente calientes.

—no es nada bebé. — término de desenredar y secar mi cabello para después moldearlo con sus manos y ponerme lo que parecía ser un listón blanco en el pelo.

— Ya está. — anuncio a lo que yo voltee lentamente. —¡¡Pero que adorable bebé!!— grito a lo que yo escondí mi cara en el pecho del señor panda.

La señora Martha me tomó en brazos para después bajar por las escaleras y dejarme en el corralito de esta mañana. —juega un rato princesa. —Dijo para después sentarse en el sillón y retomar la lectura de esta mañana. Busque entre los pocos juguetes que había dentro algo que llamara mi atención pero no lo había, solo habían mordederas, sonajas y algunos peluches así que solo me quedé sentada abrazando al señor panda sin moverme.

  𝑜𝑚𝑛𝑖𝑠𝑐𝑖𝑒𝑛𝑡𝑒   

    ─── ・ 。゚☆: *.☽ .* :☆゚. ───

Esto va a ser más difícil de lo que pensé. Pensó la señora Martha.
Deje a Paola jugando pero lo único que hizo fue buscar entre los juguetes y sentarse en medio abrazando al peluche de panda sin moverse. Ya e cuidado bastantes niños con este comportamiento de apego a sus padres, por lo que me dijo Daniel esta era la primera vez que la dejaban debe estar triste. —¿Que pasa cariño?, ¿porque no juegas con tus juguetes?. —pregunto dejando de lado su libro.

—E-es que no me gustan. —su voz había sido apenas un susurro, evitó mirar a la señora Martha a los ojos, no sabía como reaccionaria.

—¿Te gustaría ir por algunos de tu agrado nena?. —volvió a preguntar a lo que Paola negó con la cabeza.

—¿P-puedo ver la tele?. —se ánimo a pedir.

—Claro nena, ¿que quieres ver.?. —dijo mientras se levantaba del sillón para ir en busca del control remoto.
Encendió la televisión y buscó algún canal del agrado de la niña.

—E-emm, ¿p-puedo buscar algo yo?. —tanteo su suerte, aun no sabía si la señora Martha le daría la misma libertad que los chicos le daban.

Martha pareció pensar un poco para al final suspirar y asentir. —Muy bien, pero yo decidiré si es adecuado o no para ti. —dijo para después entregarle el control, Paola asintió contenta y puso Netflix para terminar de ver su anime de brujas de una vez por todas. Parece que la señora Martha aprobó la serie ya que asintió y volvió a tomar su libro a lo que Paola tomo uno de esos juguetes de plástico y lo metió a su boca para finalmente terminar su serie.

. . .

Paola término encantada con el anime de brujas, realmente le había encantado, con una sonrisa volteo a ver a la señora Martha que seguía inmersa en su lectura.
Supongo que veré otra cosa. Pensó la niña al ver que Martha no le prestaba mucha atención, buscó entre toda la Biblioteca de películas de Netflix hasta que encontró una de su agrado "Arriety y el mundo de los diminutos" al igual que la de "Ponyo" esta era una película de "Studio Ghibli" por lo cual puso la película y volvió a sumergirse en la trama de la misma.

. . .

—Ya fue suficiente televisión nena. —dijo la señora Martha tomando a la niña por debajo de los hombros.

—P-pero esta por acabar la película. — protestó Paola tratando de volver al corral.

—Nada de eso nena, no puedo dejarte frente al televisor todo el día.

—Solo 20min más p-por favor. —pidió desesperada, pero la señora Martha no parecía ceder.

—Que te parece mejor si vamos a jugar afuera en el patio un rato, el clima parece agradable, o tal vez podíamos salir a dar un paseo afuera, ¿que tal suena eso?. —Paola pareció pensarlo un poco pero cuando callo en cuenta el como estaba vestida y que seguramente el Paseo sería en brazos de la señora Martha se fue directo por la primera opción.

_A-al patio... Porfavor. —susurro nerviosamente.

—Muy bien. —Martha dejó un suave beso en la mejilla de la niña para después volverla a dejar en el corral. —puedes terminar de ver tu película mientras preparó todo. —dijo con una sonrisa a lo que Paola correspondió el gesto.
Paola tomó el control y volvió a ponerle play a su película mientras la señora Martha desaparecía de su visita.

Realmente no habían pasado ni 10min cuando apareció nuevamente tomando a Paola por debajo de los hombros para después acomodar la en su cadera.
—Todavia no termina. —dijo en tono suplicante.

Martha pareció ignorar sus súplicas por lo cual hizo un puchero, fruncio su seño y arrugó la nariz haciendo la ya nombrada "cara de pato". —No me hagas esa cara Paola, ¿o acaso quieres un castigo?. —relajo levemente su expresión y solo negó lentamente con la cabeza.
Se detuvieron justo frente a la guardería de Paola a lo que la niña se sorprendió.
—Escoge algunos juguetes para llevar afuera bebé. —ordenó Martha mientras bajaba a la niña al suelo.

Paola suspiro y sin ponerse de pie arrastró sus rodillas hasta donde guardaba sus libros de colorear y tomó dos diferentes junto con su bote de colores y una libreta simple, con eso en mano volvió con la señora Martha.

—Parece que alguien aquí es una pequeña artista. —dijo con una enorme sonrisa tomando nuevamente a la niña en brazos. — ¿Solo llevarás eso nena?.

—Y al señor panda. —dijo señalando la Sala donde se había quedado su peludo amigo.

Ya con todo, Martha llevó a la niña hacia el patio donde estaba una enorme manta colocada extendía sobre el pasto bajo la sombra de un árbol y con algunos cojines dentro. —No salgas del tendido corazón, te dejaré aquí un rato mientras voy a preparar una Rica merienda, ¿vale?.
La idea de tener un poco de libertad le encanto a la niña, por lo que asintió entusiasmada. —Si te veo fuera del tendido me veré obligada a castigarte, y no queremos eso, ¿verdad cariño?. —a pesar de tener una sonrisa en su cara y su tono de voz meloso y cariñoso, era una obvia amenaza, un escalofrio recorrió la espalda de la niña a lo que negó frenéticamente, Martha podía ser aterradora si se lo proponía. —muy bien cariño, si me necesitas solo llamame. —se fue dejando a Paola con un extraño sentimiento de miedo y alerta algo no estaba bien, pensaba la niña mientras abría su libro y se dedicaba a buscar una imagen la cual pintar.

Al cabo de no más de 20min Martha volvió con un plato con dos sándwich y una jarra con jugó, junto con dos vasos.
—Bien, aquí tienes cariño, si te terminas todo tu sándwich te traeré un rico Bibi con galletas, ¿a que suena bien?. —la niña asintió y dejó su libro de lado para comer la merienda que Martha le había traído.

Realmente Paola no era alguien que hablará mucho, o al menos no con gente nueva, le tomaba tiempo el poder hablar libremente con alguien ya que ella misma se consideraba insoportable cuando lo hacía. Por lo cual se encontraban comiendo en silencio Martha leyendo y Paola admirando el enorme patio ya que solo lo había visto una vez, realmente el silencio no era incómodo o almenos ella no lo sentía así ya que disfrutaba del agradable sonido de los pájaros que volaban de un lado a otro, y el de los árboles cuales hojas danzaban de un lado al otro por el aire, si no fuera por lo temprano que era Paola se dormiría con tan agradables sonidos.

Finalmente ambas terminaron su sándwich y Paola succionaba pacíficamente de su vasito entrenador y saboreaba el dulce jugó de naranja hasta que sintió una presión en su vejiga, no tuvo tiempo ni de cruzar las piernas cuando sintió la orina esparcirse por todo el pañal sintiéndose tibio, Paola quedó en shock, ¿desde cuando era incapaz de controlar su vejiga?, sus ojos comenzaron a picar debido a las lágrimas retenidas. - Parece que la medicina ya hizo efecto, vamos a cambiarte bebita.

—¿M-medicina...?. —pregunto con voz entrecortada.

—Tu daddy me dijo que tenías problemas para usar tu pañal, por lo que decidí ayudarte. —dijo tomándola en brazos.

No podía creerlo ¿que rayos había hecho y en que momento?, en ningún momento Martha se le acercó con una medicina y la comida no sabía raro como para que estuviera en ella. —Es un secreto nena. —dijo adivinando sus pensamientos.

Paola se sintió avergonzada por lo que tomó a su fiel y peludo amigo para refugiar su cara avergonzada. —Ven nena, vamos a cambiarte. —Martha tomó a la niña colocándola en su cadera, camino hacia dentro de la casa para después subir las escaleras rumbo a la habitación de la niña.

—No te preocupes preciosa, a mommy le encantan las bebitas sucias. —dijo en tono meloso dando suaves palmadas en el pañal de la niña.
Al llegar a la habitación Martha recosto a Paola en el cambiador y comenzó a cambiarla. —espero que pronto hagas popo. — la forma en la que la miraba le parecía realmente incómoda a Paola así que solo cerro sus ojos fuertemente queriendo desaparecer por esos cortos minutos.
—Ya estas. —anuncio Martha cerrando los broches de precion del vestido/body.
Nuevamente tomó a Paola en brazos para dirigirse a la parte de abajo.

Llegaron a la Sala donde Martha tomó asiento el uno de los amplios sillones con la niña en su regazo. —Tu daddy me dijo que debías tomar un biberón con vitaminas en la tarde, pero esa leche en polvo no tiene nada de nutrientes, al menos no como la materna. —Paola se alarmó al ver como Martha comenzaba a subirse la blusa y a sacarse el brasier.

Trato de escapar pero solo se ganó tres fuertes palmadas en sus muslos provocando que abundantes lágrimas callerán de sus ojos. —Es por tu bien Paola, la leche materna es más sana que la de polvo, ahora bebe. —comenzó a empujar su cabeza cada vez más hacia su pecho descubierto. —Si me muerdes te castigo, ¿soy clara?. —al no recibir respuesta una nueva y fuerte palmadas volvió a caer en los ya levemente enrojecidos muslos de la niña. —¿soy clara? —Paola se vio obligada a asentir.

Martha al ver renuente a la niña a beber de su pecho, presionó su nariz esperando pacientemente a que abriera su boca, sin poder respirar a Paola no le quedó más opcion que abrir su boca. Martha no desaprovechó la oportunidad por lo que rápidamente empujó aún más la cabeza de la niña para meter su boca en su arrugado pezón.
Al no sentir la succión Martha presionó su pecho haciendo que un chorro de leche saliera disparado hacia la garganta de la niña provocando que se ahogará. —si no comienzas a beber tendré que seguir presionando. —dijo dándole palmaditas en la espalda alta.

Sin más opcion comenzó a succionar de aquella leche, era... Demaciado dulce para su gusto, y cremosa. —No guta.—balbuceo con el pezón en la boca. —te acostumbraras. — dijo ignorando completamente la cara saqueada de la niña.

Después de 20min, lo que fue una eternidad para Paola, término de tomar la leche de ambos pechos. —¿No estuvo tan mal verdad preciosa?. —pregunto con una sonrisa. — Ahora termina de ver tu película para poder recoger el tendido del patio. —sin más dejó a Paola en el corral y salió de la Sala directo a el patio.

Paola se quedó en shock unos segundos procesando todo lo sucedido, se le había quedado un sabor extraño en la boca, simplemente asqueroso.
Trato de distraerse tratando de terminar su película pero ya no pudo hacerlo, se sentía rara, se sentía sucia.

[1/2]

∘₊✧──────────────────────✧₊∘

Hola chicos, cuanto tiempo ¿como se encuentran?.

Una disculpa por haberlos dejado tanto tiempo sin actualizar, pero estoy pasando por algunos problemas familiares y también tenía falta de inspiración, espero que me disculpen por haberme tardado tanto.

Cambiando de tema. ¿Que les pareció el capítulo?, espero que les guste, aunque lo escribí sin muchas ganas me costo hacerlo por mi situación.
No se olviden de votar si les gusto el capítulo me ayudarían mucho a saber si realmente les gusto, tampoco se olviden de seguirme.

Sin más, nos vemos en el siguiente capítulo que espero escribir pronto qwq.

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