La vida es extraña y a veces tenemos que esperar lo inesperado
Me estaba preparando para la escuela cuando escuché a Shigure hablando afuera. Sabía que no era nadie que vivía con nosotros porque Yuki estaba arriba y Shigure no era alguien que hablara tanto consigo mismo. Curiosidad sacando lo mejor de mí, me dirijo en la dirección del ruido.
-¿Qué está pasando aquí? -Pregunto, viendo la puerta abierta. Asomo la cabeza por la puerta. Afuera, Shigure estaba hablando con una chica de mi clase.
-Eso me hace sentir cerca de ti. Después de todo, soy un año del perro. -Dice Shigure antes de ser interrumpido por Yuki tirándole la bolsa en la cabeza.
-¡Ow!
-Yuki no hagas eso. Vamos, sé más amable. -Digo saliendo al porche. Siempre que había alguna discusión o desacuerdo yo siempre era el que tenía que detenerlo o de lo contrario se saldría de control.
-Deja el coqueteo inapropiado. -Ordena Yuki, quitando su bolsa de la cabeza de Shigure. -¿Estás bien, Honda-san? ¿Mi primo hizo algún asunto extraño? -Preguntó Yuki.
-¡Sohma-kun, Sato-san! Buenos días. -Ella dice, sorprendida de vernos. Supongo que no pensó que nosotros éramos los que vivíamos aquí.
-Eso dolió. ¿Empacaste un diccionario o algo así? -Pregunta Shigure, masajeando su cabeza.
-Dos de hecho. -Yuki responde.
-Buenos dias. -Yo sonrío.
-Oh, ¿ustedes tres se conocen? -Shigure se pregunta mirando entre los tres.
-Esta es Tohru Honda. Ella está en mi clase y en la de Yuki. -Expliqué.
-Soy Tohru Honda. Encantada de conocerte. -Ella dice mirando a Shigure.
-Oh. Bueno, soy Shigure Sohma, el primo de Yuki. -El se presenta
-Dime, ¿qué te trae por aquí? -Preguntó Yuki, normalmente la gente no venía por esta zona a menos que fuera la familia o el repartidor.
-Uh... er... yo vivo cerca. -Ella respondió, entrando un poco en pánico.
-¿Vives por aquí? -Repetí, confundida.
-Bueno, me iré. -Ella dice que empieza a correr.
-¡Honda-san! -Yuki gritó. Deja de correr y se gira para mirarnos. -Ya que estás aquí, ¿por qué no caminamos los tres juntos a la escuela?
Hoy fue definitivamente extraño. Desde que me la crucé esta mañana frente a la casa no se ha ido de mis pensamientos. Nadie vive cerca de nuestra casa y no podía entender qué estaba pasando. Como el día había terminado, bajé las escaleras hacia los casilleros para cambiarme los zapatos. Mientras caminaba, vi a Honda-san caminando por los pasillos.
-¡Honda-san! -La saludé. Ella sonríe y le devuelve el saludo.
-Oh. Hola, Sato-san. -Dice, deteniéndose para que yo pueda alcanzarla.
-Sabes que puedes llamarme por mi nombre de pila. No me importa. -Le dije.
-Está bien, pero eso significa que puedes llamarme Tohru. -Ella está de acuerdo.
-¿Te vas a cambiar de zapatos? —pregunto mientras avanzamos por el pasillo. Ella asiente respondiendo a mi pregunta. -Me encontraré con Yuki allá abajo, ¿por qué no te unes a nosotros?
-¡Oye, Yuki! Tohru se unirá a nosotros. -Digo, una vez que Yuki estuvo en mi vista. Ya había terminado de cambiarse los zapatos y me estaba esperando.
-Bien. -Dice, cerrando la puerta del casillero para sus zapatos.
-Gracias por esta mañana. -Tohru dice
-No te preocupes, me disculpo por Shigure. -Yuki le dice. Salimos al exterior, a la acera. Era tarde, el sol comenzaba a ponerse y el cielo se tornaba en hermosos tonos de naranja y rojo.
-Oh, no te preocupes, es una persona muy agradable. Incluso me mostró sus adornos del zodiaco. -Ella explica.
-Así es, estabas diciendo algo sobre ser un gato y una paloma. -Dice Yuki. Disminuí un poco la velocidad para escuchar la conversación ya que me perdí lo que dijo esta mañana.
-Yo era una niña extraña. -Tohru explica, supongo que estaba avergonzada de mencionárnoslo.
-No creo que sea tan extraño. Eres una buena persona y se nota que siempre has sido así. -Le dije.
-El gato es un idiota y terco. -comento yuki
-¡Yuki! Te dije que fueras amable. -Digo, golpeando su espalda, no fuerte pero lo suficiente para entendiera mi punto.
-Honda-san, ¿sabías que los animales del zodiaco en realidad comenzaron como parte del ciclo sexagenario? Se usaban como números y divisiones de reloj. Luego, más tarde, el yin yang y las relaciones elementales se incorporaron a ellos. Fue entonces cuando se convirtieron en herramientas de adivinación. -Yuki explica. Fruncí el ceño. He escuchado esto antes y no importa cuántas veces se mencione, todavía me siento herida. -Para empezar, las matemáticas nunca dejaron espacio para el gato y la paloma. -Agrego, yendo al grano. -¿Qué tiene de bueno poder unirse al zodíaco? -Yuki se pregunta en voz alta.
-¿Estás diciendo que odias a los gatos, Sohma-kun? -Tohru pregunta. Yuki deja de caminar y se detiene para mirar a Tohru, sonriendo suavemente. Antes de que pueda responder, suena una alarma y Tohru comienza a entrar en pánico. -Oh, lo siento, tengo que ir a trabajar. -Ella dice y corre un poco.
-Tohru. -Ella me mira. -Ten cuidado, es como si estuvieras enferma, así que tómatelo con calma. -Y giramos en la esquina en la dirección opuesta. -Yuki. -Digo que una vez estábamos fuera del alcance del oído y Tohru estaba fuera de la vista...
-¿Qué?
-No seas malo con ese gato y esa paloma. -Le digo, mirando al suelo.
-No tengo ningún problema con la paloma, pero el gato siempre ha sido un problema. -El me dice.
-Sabes que puede que no te des cuenta, pero ambos tienen algunas similitudes. -Comencé antes de sentir que algo me golpeaba en la cabeza. Yuki me había golpeado en la cabeza con su bolso como lo hizo con Shigure.
-No digas algo tan ridículo. -Yuki me interrumpe.
-Bueno, no te dio una razón para pegarme. - Discuto. -¿Por qué necesitarías dos diccionarios en esa cosa de todos modos? -Murmuro
-Ni siquiera has conocido al gato, así que ¿por qué lo defenderías? -Aparto la mirada, avergonzado por la pregunta.
-No sé.
-Comer fuera o recibir entregas todas las noches realmente se está volviendo viejo. -Shigure suspira mientras subimos la colina de regreso a la casa.
-Me ofrezco a cocinar, pero no vas a limpiar, así que nunca podré usar la cocina. -Le dije. No era una mala cocinera y podía hacer comida decente, pero como Shigure nunca se molestó en limpiar la cocina, no pude cocinar.
-¿Por qué no limpias? -Sugiere Yuki.
-De ninguna manera me da asco y además estaba así cuando me mudé. -Lo explicaré. Se había puesto tan mal que me aterrorizaba siquiera intentarlo.
-Realmente nos vendría bien un poco de ayuda adicional. -Shigure dice. A medida que continuamos caminando, mis ojos miran a su alrededor y aterrizan en Tohru caminando por el sendero más bajo de la montaña.
-Dime, ¿no es esa Tohru-kun? -Shigure dice que la vio también.
-¿Qué está haciendo ella aquí tan tarde? -Yuki se pregunta
-Ella dijo que tenía trabajo, así que podría regresar de él. -Respondo, viéndola tropezar con una roca y volver a levantarse.
-Escuché que su madre murió, ¿tal vez se mudó aquí? -Yuki sugiere
-Eso no tiene sentido. La tierra por aquí es propiedad de los Sohma -Menciono.
-La última vez que revisé, los Sohma no habían alquilado la tierra a nadie más que a la familia. -Shigure explica. Como la curiosidad se apoderó de nosotros, decidimos seguirla para ver a dónde se dirigía.
Después de seguirla durante unos minutos, vimos una tienda colgada cerca del borde de un acantilado. La vemos entrar y nos acercamos. Puedo escuchar algunos murmullos vagos pero no pude entender las palabras. Eventualmente sale de la tienda, hablando consigo misma.
-...Me lavaré la cara para recuperarme.
Mirando hacia arriba nos ve a los tres, deteniéndose en seco. Shigure no perdió el tiempo riéndose a carcajadas y casi se cae.
-No es tan divertido, Shigure. -Yuki le dice.
-Esto responde a muchas preguntas.
Le ofrecimos a Tohru que se uniera a nosotros en la casa para explicarnos la situación. Estábamos todos reunidos en la sala principal sentados alrededor de la mesa.
-Pensé que era extraño. Los Sohma son dueños de toda la tierra en esta área. -Le dice Shigure.
-¿Me dejarías vivir allí por un tiempo? Me iré tan pronto como terminen las renovaciones. No tengo mucho dinero, pero pagaré lo que pueda. -Ella pregunta
-Ese es un lugar peligroso. El suelo es blando en esa área, y una chica no puede vivir en una tienda de campaña durante meses, de todos modos.
-¡Está bien! Estoy acostumbrada a las babosas ahora. -Dice poniéndose de pie decidida a demostrar que estamos equivocados y que ella podría arreglárselas.
-Eso es bastante valiente de tu parte. Aunque no puedo manejar eso y me gusta el aire libre -Le digo, asqueado por la cantidad de bichos con los que habría tenido que lidiar.
-Lo prometo, tengo más que suficiente fuerza y fuerza de voluntad. Así que... -Argumenta antes de desmayarse y colapsar en el suelo.
-¡Tohru! -Grito.
Yuki camino hacia ella para ver cómo estaba..
-Tiene fiebre. -Él dice, sintiendo su frente por su temperatura.
-Bueno, iré a buscar un poco de hielo. -Shigure dice levantándose de la mesa.
-¿De dónde? La cocina no está disponible permanentemente. -Le dije. Un segundo después abre la puerta demostrando mi punto. La basura llegaba hasta el marco de la puerta y el olor se escapaba por las puertas abiertas.
-Es un mar de descomposición. -Dice Tohru, sorprendida por la suciedad.
-Buena analogía. -Shigure comenta.
-No es lo que necesitamos ahora. -Le dije. En ese momento, los sonidos de lobos aullando en la distancia resonaron en la casa.
-Mira lo que te dije. Parte del acantilado acaba de caer. -Shigure le dice.
-De verdad, ¿cómo puedes saberlo?
-Llamémoslo instinto animal. -Quería golpear mi cara por su respuesta. Mientras Yuki se aseguraba de que Tohru no se volviera a caer, me acerqué a la televisión y saqué el botiquín de primeros auxilios.
-Deja de bromear. ¿Tienes una ubicación exacta? -Yuki pregunta
-¿Podría haber sido cerca de mi tienda?
-Seguramente no. -Shigure bromeo
-Bueno, entonces, ¿dónde es?
Decidimos ir y asegurarnos de que las cosas de Tohru estuvieran bien. Llegamos para encontrarlo todo enterrado bajo tierra.
-¡Oh, no! ¡La foto de mi madre está dentro de la tienda! -Ella entra en pánico, corriendo y tratando de sacarlo con sus manos.
-Tohru calmate. -Digo, alejándola de la tierra.
-¿Qué hago? Ella no puede respirar ahí. -Ella llora. Fue doloroso verla así.
-En este momento está oscuro, volvamos por la mañana. Sin mencionar que no te sientes bien. -Le dije. Finalmente conseguimos que volviera con nosotros.
Estaba preparando las cosas que Tohru podría necesitar mientras estaba acostada en la cama, en una de las habitaciones adicionales.
-Lo siento, he perdido mi hogar otra vez. -Ella murmura.
-Conozco la sensación. ¿Te duele? -Pregunto. Sabía cómo se sentía para mí, pero quería saber cómo era para otra persona.
-No, sé algo que es peor. -Ella responde.
-¿Qué es eso? -Pregunta Shigure. No quería que recordara nada que ella no quisiera, pero quería saber igual de bien.
-Perdí la oportunidad de decir 'Nos vemos cuando regreses'. La mañana que murió mi madre, me había quedado despierta toda la noche estudiando pero no estuve despierta para despedirme de ella. Fue la única vez que no lo dije. Quería trabajar pero mi madre me dijo que debería intenta ir a la escuela secundaria ya que ella no aprendió demasiado. No tengo tiempo para enfermarme. -Y con eso se queda dormida.
-Ella siempre estaba tan alegre en la escuela, pareciendo que no ha tenido cuidado. -Les digo. -Es asombrosa. -Yuki se dirige hacia la puerta. -¿A dónde vas? -Pregunté, confundida acerca de a dónde iba en este momento.
-Al acantilado.
-¿No me digas que vas a desenterrar eso? -Shigure se maravilla.
-¿Quieres ayuda? Puede ser difícil hacerlo solo. -Yo ofrezco.
-¿Solo? -Él sonríe -¿Con quién crees que estás hablando? -Las puertas detrás de él se abren revelando muchas ratas, demasiadas ratas para mi gusto.
-Nos vemos cuando vuelvas. -Despide Shigure
-Llévate a esas ratas contigo, son asquerosas. -Comento A pesar de ser un pájaro, todavía encuentro repugnantes las ratas y los insectos.
-Ella me recuerda a ti cuando llegaste a mi cuidado. -Shigure dice, mirando entre Tohru y yo.
-¿En serio?
-Sin hogar, sin familia. Solo sola.
-Sabes, a pesar de no tener padres, todavía tengo una familia.
A la mañana siguiente decidí comer afuera en el porche y disfrutar del sol de la mañana. Estaba en paz hasta que la puerta se abrió de golpe con Tohru al otro lado gritando.
-¡Tengo que ir a sacar a mamá!
-Supongo que estás despierta. -Yo sonrío. A pesar de desmayarse y estar enferma, todavía estaba feliz y enérgica.
-Buenos dias. -Yuki saluda acercándose, sosteniendo una bolsa llena de cosas de Tohru. -¿Cómo te sientes? -Yuki le entrega la foto y coloca la bolsa frente a ella. -Aquí, tu foto.
Ella tomó la foto y me di cuenta de que estaba un poco sorprendida. Él coloca la bolsa frente a ella. -Creo que también tengo todas tus cosas. Por favor, asegúrate de que no falte nada.
Mirando las bolsas, comienza a enloquecer una vez más.
-¿¡Moviste todo eso tú solo!?
-Por supuesto que no. -Yuki sonríe.
-¿Entonces como?
-Eso es un secreto. -Él responde haciendo un gesto de silencio. Tomando las bolsas, me acerco a Tohru.
-Llevaré tus cosas arriba. - Ofrezco
-¿Eh?
-La casa está un poco desordenada, pero tenemos una habitación disponible en el segundo piso. Puedes quedarte aquí hasta que terminen las renovaciones en tu casa. -Yuki explica. Hablamos de ello brevemente y llegamos a la conclusión de que Tohru debería quedarse con nosotros por el momento.
-¡No podría aceptar!
-Las puertas se cierran. -Yuki le dice.
-Eso no es lo que quise decir. -Ella se sonroja. Quiero decir, yo también sospechaba un poco, pero los chicos no harían eso o al menos confío en que Yuki no lo haría.
-Tohru-kun, ¿te gusta limpiar? -Pregunta Shigure, saliendo de la nada.
-Sí, un poco. Es relajante. -Ella responde.
-Bienvenida a la casa Sohma. -Shigure comenta.
Dicho esto, abre el camino a la nueva habitación de Tohru. Los chicos se adelantaron y yo me quedé para caminar con Tohru.
-Tu habitación no está ventilada, así que abre una ventana. Ah, y necesitamos una copia de la llave de la casa. -Oigo murmurar a Shigure desde lo alto de las escaleras.
-¡No puedo hacerles esto! ¡Estaría causando demasiados problemas! -Todavía está nerviosa por quedarse aquí.
-Nosotros no pensamos así, así que permítanos ayudarlo, además de que no tiene a dónde ir. -Le digo, sonriendo.
-Está bien, pero si me voy a quedar ¿hay alguna regla que deba saber? -Ella pregunta.
-No te preocupes por eso. Solo sé tú misma y completa la promesa que le hiciste a tu madre...
Nos dirigimos al último piso donde Shigure y Yuki nos esperaban frente a la puerta.
-Iré a buscar la aspiradora. -Shigure se ofrece a bajar las escaleras y los tres nos dirigimos a la habitación. Yuki se acerca a la ventana para abrirla y yo coloco las bolsas al lado de la puerta. En ese momento, el techo se derrumba, cuando el polvo se asienta y todo se aclara para que podamos ver, pude ver a un chico de nuestra edad con el cabello naranja más brillante que jamás haya visto.
-Estás listo para ser golpeado chico rata. -Él llama.
-¿Qué tal si te rindes ya gato estúpido. Ya que eres débil. -Yuki responde.
-"¿Gato? Supongo que este es Kyo."
-Por qué tú... te vas a lastimar si crees que soy el mismo luchador que era la última vez. -Él responde que estaba a punto de golpear a Yuki cuando Tohru viene por detrás tratando de detenerlo y lo abraza y lo hace caer al suelo.
-Espera... -Grité, pero ya era demasiado tarde. La habitación se llenó de humo naranja.
-Yuki-kun era Kyo, al que escuché. -Shigure dice mirando hacia la puerta.
-Lo siento mucho, yo... -Tohru se disculpa, pero en lugar de encontrar a Kyo cuando desaparece el humo, Tohru sostiene un gato naranja.
-Oh, mierda. -yo murmuro
-Oh chico. -Shigure dice
-Se convirtió en un gato. -Dice Tohru, tratando de averiguar qué acaba de pasar.
-Estúpido. -Yuki murmura mientras se dirige hacia Shigure.
-Oh no. ¡Es mi culpa! ¡Lo golpeé de la manera equivocada y se convirtió en un gato! -Tohru grita -Necesita un hospital... -Ella dice volteándose pero en su lugar tropieza y choca contra Yuki y Shigure y esta vez la habitación estaba llena de humo verde y azul.
Niego con la cabeza al ver a Tohru rodeado por un gato, una rata y un perro.
-Esto no está bien.