|Viaje de excursión escolar al bosque|
— ¿Tienes todo? —preguntó papá.
— Sip —dijo Anya sacando parte de su cabeza por la ventana.
— Cuídate mucho ¿sí? —dijo dedicando una sonrisa mamá.
— Anya volverá pronto, graben mi episodio de Bondman.
El autobús se marchaba con ambos padres despidiendo a la niña desde la acera, mientras ella miraba a través de la ventanilla viendo su imagen hacerse pequeñita.
Al llegar a la escuela todos los niños y niñas se reunieron en filas para tomar el autobús y partir en la nueva misión de sobrevivir en el bosque.
— Muy bien, a partir de aquí les asignaremos una pareja de viaje — dijo en voz alta el profesor— Tendrán que realizar juntos las actividades y permanecer juntos en el viaje.
Se escuchó murmullos entre los pequeños, muchos deseaban que les toque juntos, mientras que nuestro trio de niños pensaban qué iban a hacer si les tocaba separados.
— ¡Ojala a mí me toque con el señorito!
— ¡No! Ojala sea yo.
Damian actuaba realmente desinteresado, a él la actividad en el bosque no lo entusiasmaba mucho a decir verdad. Solo pensaba en hacer el mejor mérito para ganar una Stella.
— Ewen Egeburg y Emile Elman — dijo el Henry en alto y ambos niños quedaron atónitos.
— ¡No puede ser! —gritaron señalándose el uno al otro.
— Desmon Damian — escuchó y el nombrado alzó la mirada — Junto con Forger Anya.
La niña abrió grande los ojos y miro hacia su lado izquierdo, y allí estaba él de igual forma. Ambos se miraban sin poder creerlo.
"¿Papá tu hiciste esto?" pensó Anya.
Damian frunció el ceño mientras se acercaba a ella.
— No seas una molestia —le dijo intentando intimidarla.
— ¡¡¡Anya!!! — brinco llorando sobre ella Becky — nos han separado— lloró.
— ¿Sabías que las arañas son arácnidos Becky?
— Por favor mantente lejos de los bichos amiga.
— Están en la naturaleza...
El viaje fue tranquilo, en el bus podían sentarse juntas las pequeñas amigas más bien debían separarse al llegar para realizar las actividades de la clase.
— Irán en pareja para no perderse y cuidarse entre ustedes —sonreía la profesora —Por favor llevémonos bien ¿sí?
Anya y Damian se miraron, ambos enseguida fruncieron el seño y miraron hacia otro lado.
— ¡Hm!
— ¡Tch!
Se escuchaba como refunfuñaban.
— La primer tarea es de... ¡recolección! Deberan juntar en pareja todo lo que encuentren en la naturaleza que sea de su atención, luego deberán clasificarlo en vivos y no vivos, en colores, tamaños y demás. Cuanto más recolecten más amplia y variada la tarea mejor. Por favor no se salgan del perímetro ¿sí niños? Los limites están marcados alrededor por sogas, tienen prohibido cruzar.
Becky y Anya se despidieron a lo lejos mientras cada una tomaba caminos diferentes. Cuando la pequeña se acercó escuchó:
— Bien —dijo el Segundo —hagamos esto rápido. Quizá si hacemos esto bien pueden darnos una Stella.
— Hagámoslo por la misión.
— ¿Misión? ... bueno si quieres verlo así... ¡Veamos quién junta más cosas primero!
El pequeño se animó, ambos se miraron con picardía y corrieron de inmediato cada uno por su lado a buscar cosas.
Anya noto un lugar lleno de pequeñas rocas y piedritas de distintos tamaños. Las veía con gran admiración ya que parecían diamantes, rubíes y joyas lujosas que solo había visto en televisión.
Damian por su cuenta estaba a pocos metros de una pequeña corriente de agua donde encontró caracolas. Las tomaba con emoción y se las llevaba al oído para escuchar las olas.
— ¡Mira esto! —dijeron ambos al mismo tiempo muy emocionados.
Ambos mostraban sus manos cada uno con sus tesoros encontrados.
— ¡Escucha, escucha! Puedo oír el mar —acercó la caracola al oído de la niña.
— ¡Wow! —se le escapaba sorprendida— Mira mira, son brillantes y hermosas.
— Wow brillan un montón.
Olvidando sus rivalidades ambos rieron, estaban en un buen clima, el sol brillaba proporcionando calor pero una brisa fresca anunciaba sin que los demás supieran que pronto comenzaría a llover.
— Damian ¡Damian! —grito la niña. — Ayudame.
Éste, en alerta, corrió enseguida hacia donde se había escuchado su voz.
— ¿Anya? —gritaba mientras atravesaba las ramas.
"¿Cuándo se fue tan lejos, no me di cuenta"
— ¡Anya! ¿Dónde estas?
— ¡Aquí!
Vio a la niña sonriendo. Al acercarse la ve señalando una roca enorme.
— Ayúdame a mover esta roca, quiero ver lo que hay abajo.
"Bueno... ella está bien... tonta, por un momento... me asustó"
— ¿Abajo?
— Sí, movámosla.
A la cuenta de tres habían movido la roca, que ahora despejada dejaba ver muchos insectos debajo. Gusanos y escarabajos. Los niños miraron asombrados, era un gran descubrimiento.
— ¡Oh! Hay una araña en tu hombro Segundo quédate quie-
— ¡AAAAAAAH! QUITAMELA QUITAME.
Fue imposible intentar sacarla, él había salido corriendo.
Mientras, pequeñas gotas comenzaron a caer mientras ellos correteaban en círculos.
— Segundo es más tonto de lo que parece. — dijo con una sonrisa burlona.
— No se lo digas a nadie— dijo sorbiéndose los mocos tras haber llorado un poco del susto.
Las gotas comenzaron a caer más y más fuertes.
— Deberíamos irnos —dijo el más alto.
La pequeña solo asintió.
Las mochilas se escuchaban sonar en la caminata cargadas de cosas, más pesadas de lo usual.
— ¿Era por aquí no, Anya?
— A-a, yo... n-no lo sé.
Si había algo que Anya temía era al sentimiento de sentirse perdida, abandonada. El bosque se volvió un lugar enorme para dos pequeños asustados bajo la lluvia.
La pequeña comenzaría a llorar y el Segundo no sabía cómo reaccionar.
Tomo su mano y corrieron a un pequeño refugio rocoso.
Anya continuaba sollozando apenas por lo bajo mientras que Damian, nervioso, no sabía como manejar la situación.
— Estamos en primavera —dijo aún sin soltar su manito— pronto dejara de llover y nos estarán buscando. Yo estoy contigo ¿recuerdas? No dejarían que nada malo me-nos pase.
Esto hizo a la peli rosa detenerse un segundo, apretó con fuerza la mano que la sostenía y asintió.
Aquello que había dicho Damian... la tranquilizó.
— ¡¿Desmond?! — gritaban — ¡¿Forger!?
Escucharon a lo lejos viendo a profesores con paraguas.
— Ahí están ¿Lo ves? Te lo dije— dijo emocionado — ¡Estamos aquí!
La lluvia cesaba poco a poco.
— Ven vamos —extendió su mano saliendo de la pequeña cueva para dársela a Anya.
Fueron rescatados por los profesores, regañados, y todos juntos regresaron al campamento.
— Elegante señorito Desmond... —susurro Henry— Apoyar a su compañera emocionalmente en una situación de peligro, muy elegante.
— Segundo...
— ¿Mm?
— Ya estoy bien.
— ¡Ah! — se soltó sorprendido. Su cara comenzó a ponerse roja y su corazón a latir apresurado— ¿Por qué no me soltabas? ¿eh? Tan asustada estabas, no vuelvas a tomarme de la mano, niña miedosa.
"Volvió a ser el de siempre... aun así..."
— Segundo... gracias.
Esbozó una enorme sonrisa provocando que el pequeña no tenga más remedio que ocultar su rostro.
— ¡Anya! ¿Estás bien?
— ¿Señorito? ¿Por qué tiene la cara roja?
— ¡Estoy enojado!
— Muy bien niños la actividad de hoy termina con ustedes haciendo un reporte. Lo queremos a final del día ¿ok?
Reporte Becky Blackbell:
Hoy me divertí mucho. Extrañé a mi mejor amiga. Odio los insectos, resulta que no son lo mismo que las arañas, ¡esos son arácnidos! Qué asco, prefiero la ciudad antes que el campo.
Reporte Anya Forger:
Existen piedras de muchos tamaños y colores, a través de caracoles se puede escuchar el mar haciendo ruido. En primavera llueve de repente, no me gusta el bosque es muy grande.
Reporte Damian Desmond:
Debajo de las rocashay muchos insectos interesantes. El bosque es muy grande y peligroso pero hayque mantener la calma. Me divertí mucho. Protege a tus compañeros cuando tienen miedo.
Holis, aquí la escritora reportandose. Ame tanto a estos dos en el anime y en el manga que decidí ponerme a escribir sobre ellos, seran pequeñas mini historias, no sé exactamente si tendran un hilo todas o sólo seran cosas que se me iran ocurriendo.
Este capitulo esta en parte inspirado en un capitulo del manga. Espero les guste.
Gracias por leer, les quiero mucho❤