Esta sería una pequeña continuación ya que algunos la pidieron, será como un extra y si se me ocurren más cosas las podría ir agregando....
Después de todo no pude alejarme, no lo logré, por más que quisiera sentía un dolor en el pecho solo con pensar en no estar cerca de Guillermo, queria estar cerca de el y ver que era feliz, lo necesitaba, y algo bueno es que el jamás supo que me gustaba o quizás que otras cosas más me hubiera gritado ese día; aunque no me aleje de él siento la distancia, ya nada es como antes, y me duele. Caí en depresión (o eso supongo yo, ya que no le he dicho a nadie que pasa conmigo) y he hecho algo que jamás pense que haría, me he comenzado a cortar y aunque Guillermo no lo sepa me ha dado más razones para hacerlo, no solo por lo que me dijo el otro día; si no por otra cosa muy distinta...
Hace semanas que me cortaba, todo me había afectado mucho y era lo único que me hacia sentir bien, hoy iba caminando por el instituto cuando Guillermo se acerco a mi, al parecer no escondi bien mis heridas porque miraba constantemente mi brazo, la última vez que me había cortado había sido ayer.
-Alex.. acercate un poco-yo solo obedeci y cuando estuve lo suficientemente cerca tomo delicadamente mi mano, extrañaba su tacto, pero en vez de seguir asi sorpresivamente levanto las mangas de mi polerón, y ahí estaban, las cicatrices.. algunas nuevas y otras no tanto-¡¿ Eres idiota?! -grito apretandome fuertemente el brazo, ardía.. mucho, era un dolor muy fuerte-
-Suéltame, duele-chille, el soltó mi brazo y me dio la espalda-
-¿Porque mierda haces eso?! Es que eres un tonto de primera-ok, si creía que el dolor que habian provocado mis cicatrices era fuerte, lo que sentía con cada insulto hacia mi era peor-
-No me-me trates a-sí -dije algo entrecortado, sentía como se me formaba un nudo en la garganta-
-Te trato así! Porque eres un gilipollas-se dio vuelta y me observo, no veía pena o tristeza en sus ojos, veía enojo, rabia.. pero no entendia porque, antes de responder algo sentí como su mano viajaba a mi mejilla, sentí un ardor, Guillermo... mi amigo.. me había golpeado- Te mereces esto y mucho más
No resistí, salí corriendo mientras retenía mis lágrimas, corrí hasta llegar al baño de varones, me encerré en un cubículo y lloré, lloré como solo Guillermo podía hacerme llorar.