Una chica rubia de aspecto delgado, llevaba una caperuza de un color café con unos botines negros de tacon bajo.
Se encontraba parada en la puerta de Grimmauld Place, estaba en duda si entrar o no, tenía las manos apretadas, tenía miles de dudas, pero tal vez podría hacer la excepción. Con suma delicadeza dio pequeños golpes a la puerta de madera negra esperando que le abriecen. Iba con la capucha puesta, pues no quería que alguien la viera y se lo comunicará al señor tenebroso.
En una mesa grande de madera negra de encontraba varias personas sentadas alrededor de esta, en medio se encontraba el profesor Albus Dumbledore quien charlaba con ellos tranquilame.
-Es una alumna de Hogwarts de último año, les pido que la traten con sumo respeto, confío en usted...-
El profesor no pudo terminar su palabras por que escucharon unos golpes suaves en la puerta.
Los presentes voltearon a verlo y el profesor les sonrió levantándose de su asiento.
-Confío en ustedes-
Dijo el profesor dirigiéndose a la puerta.
El Mago mayor abrió la puerta con una sonrisa, viendo enfrente suyo a la rubia Daelyn quien le dedico una sonrisa nerviosa al profesor.
-Buenas tardes profesor-
-Buenas tardes Señorita Daelyn, adelante-
El profesor la dejo pasar.
Daelyn estaba a punto de quitarce la capucha pero el profesor se lo impidió.
-No No dejecela puesta, es bueno tener un poco de drama a esta reunión que está muy cutre-
Dijo el profesor guiñandole el ojo.
-Y si no les agrado profesor, todo sería en va.. -
-Los de la Orden del Fénix tienen el deber de respetarte y protegerte ya que eres integrante del equipo, así como tu también debes hacerlo-
Sin mas se encaminaron hacia el comedor donde el mago la guiaba.
La rubia iba detrás del profesor nerviosa, su mente le decía que estaba haciendo las cosas mal, que esto traería consecuencias severas, pero su corazón le decía lo contrario, proteger a su familia era lo que más le importaba, era lo que más amaba.
El profesor se detuvo y Daelyn chocó con la espalda del director ya que iba sumergida en sus pensamientos.
Escucho que el profesor rio por su torpesa pero no dijo nada, si no que la miró desde su hombro y le asintió para que se diera a conocer.
Con suma delicadeza se retiro la capucha y se alejo d ela espalda del profesor, llevaba el cabello rubio platinado suelto con pequeñas ondas. Se sentía nerviosa pero no intimidada por las miradas que resivio, sin duda la sorpresa de los presentes era grande.
Una Malfoy en la Orden era difícil de asimilar, una Malfoy que su porte y su físico te hacían temblar, pero sus ojos demostraban amabilidad y amor era una Malfoy un poco diferente.
Un hombre de cabellos azabache se encontraba sentado bajando la copa que llevaba en mano para observar a la bella joven que se posaba ante sus ojos. Se encontraba analizando a la chica que había conocido el año pasado cambiada en todos los aspectos, quien fue la causante de soñar con esos hermosos ojos grises
-Como ya les había comentado la Señorita Malfoy se unirá con nosotros a la Orden del Fénix, ella es una vidente será de mucha ayuda aqui-
-No es muy joven para entrar a la orden Albus-habló Severus Snape quién le sonrió a la bruja.
-No, de hecho tiene la madurez que a muchos magos y brujas les hace falta-
Respondió este poniendo una mano en el hombro de Daelyn
-Sabes utilizar las maldiciones imperdonables-
-Si-
-Entonces bienvenida-
La rubia le sonrió al exauror Moody y este le asintió.
-Toma asiento querida, comenzaremos con la junta-
Dijo Dumbledore ofreciéndole un asiento a lado de un Hombre que había escapado de azkaban.
La rubia se sentó en el lugar acordado, y la junta no tardó en dar inicio.
Daelyn prestaba atención, al igual que los integrantes de la Orden, pero la rubia sentía miradas sobre ella, se sentía nerviosa e incomoda, pero que mas daba no estaba aquí buscando amistad estaba aquí para proteger a su familia y esa era su prioridad y punto.
-Sirius una vez más gracias por ofrecer tu casa como cuartel general- dijo Albus Dumbledore
-Es lo menos que puedo hacer profesor-
Hablo el hombre que se encontraba sentado a lado de ella.
Sin duda la sorpresa de Daelyn era grande, no tenía idea de qué estaba sentada a lado del prófugo de azkaban, pero Albus le dedico una mirada tranquila que le hizo entender que todo estaba bien y que pronto le explicaría que hacía Black ahí con ellos.
-Como sabran el ministerio mandara a una profesora a Hogwarts- dijo Albus
-Quiere decir que el ministerio quiere interferir en Hogwarts- dijo Daelyn
-Es correcto señorita Malfoy, el ministerio tiene miedo a aceptar la verdad-dijo Albus
-Por qué no intentas hablar con Cornelius, Albus el té escucharía-dijo Molly Weasley
-Por qué el ministerio tiene a Harry Potter y al Prosefor Dumbledore como mentirosos-habló Daelyn obteniendo la mirada de todos los presentes
-Como sabes eso- dijo Arthur Weasley
-Escuche a mi padre decirlo, los mortifagos y el señor tenebroso tuvieron una junta en la mansión, los escuche hablar, decían que era lo que querían, Harry es una presa fácil si tiene la mente debil- explicaba Daleyn con suma tranquilidad e incomodidad
-Harry no es débil, es igual de valiente que su padre- dijo Sirius Black observandola
-La señorita Malfoy está explicando lo que escuchamos en la junta Black no seas irrespetuoso-
Dijo Severus Snape arrastrando las palabras con sumo odio hacia el pelinegro.
-Sirius- le advirtió Remus al ver que el azabache iba a responder.
-Pará el señor temebroso es una gran ventaja que no sepan que a regresado, actúa silenciosamente, envía a sus mortifagos hacer las cosas sucias por el sin que sepan de su retorno-terminó de explicar Daelyn
-Más que nada debemos estar preparados y con la mente alerta, no hace falta ser un tonto para saber que una 2da guerra se acerca-dijo Moody
-Han sabido algo de Harry-pregunto Sirius
-Nada, y es mejor, el pobre chico tiene demasiada presión, liar con la muerte de ese pobre chico y liar con sus orrible tios-
Dijo Molly Weasley
-Será mejor así, sobre todo por su seguridad-
Dijo Abus mirando a Daelyn
La junta había terminado y Albus se encontraba hablando con Severus Snape y Molly Weasley se encontraba cocinando para la cena.
Daelyn se encontraba en el comedor de la cocina observando todo con curiosidad.
-Te quedas a cenar querida-
Le preguntó Molly Weasley a la rubia que se encontraba mirando el techo.
-Oh nono debo volver a casa antes que padre se de cuenta, solo espero al profesor quería hablar conmigo-
Explicó Daleyn con tranquilidad y antes de salir Molly habló
-Querida, el cerebro suele ser más inteligente que el corazón-le dijo la mujer pelirroja con una media sonrisa maternal.
La rubia se sintió confundida pues no sabía por qué la mujer le había dicho aquellas palabras.
Salió de la cocina y se dirigió en busca del profesor Dumbledore, pero grande fue su sorpresa cuando chocó con el torso de un una persona que era mucho mas alto que ella.
-Debería fijarse-dijo la rubia tratando de no ser grosera con la persona que había chocado.
Cuando alzó la vista se vio con una sonrisa burlesca que la miraba con unos penetrantes ojos grises que detonaban diversion, él cabello azabache bien peinado y las manos metidas en los bolsillos de su pantalón.
-Le pido una disculpa madam- dijo Sirius Black con una enorme sonrisa burlona.
-Si me permite necesito ir con el profesor Dumbledore-dijo la chica tratando de pasar
-Oh claro una disculpa pase Lady Malfoy-dijo Sirius con burla.
La chica rodó los ojos tratando de pasar por el lado pero Sirius parecía no dejarla pasar.
-Vas a dejarme pasar o no Black -
Dijo Daelyn con poca paciencia.
-No le estoy impidiendo el paso-
Río el mayor de los Black
-Pará tener 40 años no parece tener la madurez que requiere-dijo la chica
-Tengo 32 mujer-rodó los ojos Sirius y extendió el brazo insitandola a pasar por el pasillo.
-Gracias eso fue muy maduro de su parte- dijo la rubia sarcasticamente.
-Si buscas al profesor Dumbledore el ya se a marchado-
dijo Black dándole espalda para emprender camino a la cocina.
-¡Marchado, no se puede ir sin avisarme teníamos una charla pendiente! ¡AGH ESE VIEJITO CON CABEZA DE ALGODÓN! -
Dijo Daelyn con desespero y alzando las manos con desesperación.
A Sirius Black la escena se le hizo de la manera más cómica que pudo haber apreciado, viéndola inflar las mejillas de un color carmesí, alzando las manos como si quisiera golpear algo y diciendo insultos en francés.
-Oye Malfoy tranquila seguro te contactara luego.. Tuvo que salir de emergencia-
Explicó tranquilamente Sirius.
-¡Pero a donde! -
Sirius miró a ambos lado para ver si no venía nadie y le hizo un movimiento con la mano para que se acercara y la rubia obedeció.
El hombre se acercó a ella, se inclino y se acercó al oído, Daelyn sintió el aliento del hombre en su oído y eso la hizo ponerse nerviosa.
Sirius disfruto de ver como la chica se tenso al sentirlo muy de cerca suponía que la mujer no estaba muy acostumbrada.
-Es confidencial-dijo bajo Sirius en el oído de Daelyn con una risita burlesca.
Daelyn estaba que hecha a humo de los ojos así que con un empujón apartó al hombre de lado suyo.
-¡ERES muy inmaduro Black! - dijo la rubia con enojo saliendo del lugar.
-¡NO FRUNCAS MUCHO EL CEÑO MALFOY TE SALDRÁN ARRUGAS! - dijo Sirius riendo con lo último
-Difinitivamente eres inmaduro Sirius-
dijo Lupin detrás suyo viéndolo con una sonrisa y negando con la cabeza, llevaba en su mano derecha una taza de café chocolate.
-Difinitivamente es hija de Lucius, los Malfoy no tienen paciencia-
Dijo Sirius llendo junto a Remus a la cocina para cenar con los Weasley.