Mientras los niños tomaban su siesta, Rosie veía su drama y Chris había recibido una llamada del trabajo así que se encontraba en su despacho, había colocado el dibujo que Hyunjin le regaló en una de las pizarras que contenían cosas que le inspiran: una foto de su familia, su foto favorita con Roseanne la cual era una que tomaron durante su luna de miel con el mar como panorama, también tenía una pequeña nota que ella le había regalado cuando habían empezado a salir y él pasaba por un mal momento, solo era un post it con una pequeña frase que lo había sostenido hasta el día actual, y unas cuantas fotos con sus amigos más cercanos más ahora la bonita flor de Hyunjin acompañaba todo.
Revisaba su bandeja de entrada con una pista de fondo, a la cual aún faltaba hacerle arreglos pero de eso se ocuparía después, algunas empresas y organizaciones le proponían ser orador en sus conferencias, una que otra le parecía tentadora pero realmente no sabía si aceptar por lo que consultaría primero a Roseanne.
Aunque claro, estaba una gran excepción: La universidad de ciencias y artes de Seúl. Un auditorio quizás hasta más importante que la mayoría de los que ha estado y solo invitaban a los mejores conferencistas de la nación, realmente era un honor que no estaba seguro de merecer pero estaba orgulloso de aceptar.
Mientras escribía su respuesta con gran emoción, el sonido de la puerta cerrándose le sobresaltó así que solo giro creyendo que Roseanne había entrado pero no, la puerta estaba cerrada así que supuso que quizás alguno de los niños quiso ingresar. No le dio importancia y volvió a lo suyo, pero un par de líneas después el sonido de la puerta cerrándose fue más fuerte.
De nuevo nada, seguía cerrada. Frunció el gesto y detuvo la música para ver si era cosa de su imaginación, así que termino de enviar su respuesta cuando la puerta de nuevo se cerró solo que está vez se puso de pie para abrirla.
－¡Chris!
—Bambam me ibas a matar de un susto.—Ambos amigos rieron y chocaron las manos para luego darse un cariñoso abrazo.－Hermano, te he extrañado, ¿cómo estás?
－Ofendido por no ser el primero al que le avisaras de tus vacaciones.—Contestó el peliplata al separarse de su abrazo.
－Ha sido muy imprevisto, Rosie quería que viniera y la verdad ya llevaba mucho tiempo fuera de casa así que fue casi un impulso venir a darme un descanso.—Bambam suspiro negando y colocó la mano sobre el hombro de su amigo.
－Tomar un descanso implica no entrar a este lugar y dejar el trabajo, el mundo puede girar sin ti pero tu matrimonio no.
－Lo sé...—Admitió Chris, aunque no pudo gesticular más debido a unos pequeños sollozos que venían acercándose.
—Hyung... Hyung.—Chris salió por el pasillo y vio a Jeongin, el pequeñito se acerco corriendo asustando al mayor enseguida.
—Innie, ¿Qué pasa?.—Se puso a su altura, limpiando las lágrimas que corrían las mejillas del pequeñito que no paraba de sollozar. Jeongin no dijo nada sino que se lanzó a los brazos del mayor, quién solo lo tomó en brazos y proporcionó caricias en su pequeña espalda—. Ya Innie, todo está bien, Hyung esta aquí.—Lo mecio con cariño, calmando poco a poco el llanto del niño y olvidando por completo a su amigo.
—¿Y eso?.—Señaló Bambam pasados unos segundos en los cuales Chris estaba en su burbuja con Jeongin.
—Ah, es Jeongin, uno de los niños que Roseanne y yo estamos apadrinando.
—Cierto.—Chasqueo los dedos en dirección al rubio—. Mencionaste algo en el Chan's room, pero no había entendido que estaban viviendo con ustedes.
－Así es, y él es el más pequeño.—Jeongin despegó su carita del hombro de Chris, miró al desconocido que solo le sonrió y saludó, así que se aferro con sus bracitos al cuello de su hyung.—Debió haber tenido un mal sueño.
－Posiblemente.—Afirmó Bambam—. Mi experiencia con niños se reduce a mi sobrino pero un mal sueño suena como una explicación lógica.
—En fin, vayamos fuera, creo que tenemos mucho por contarnos.
Ambos chicos abandonaron la habitación, Jeongin curiosamente veía al intruso, no sabía quién era y después de la pesadilla que había tenido, quería cuidar de su hyung por lo que no quería dejarle solo con aquella nueva persona.
—Rosie, iremos al patio.
—¿Bambam logró asustarte?.—Preguntó Roseanne desde las escaleras con aquella sonrisa cómplice.
—Por poco no me golpea.—Contestó su amigo con una burlona sonrisa.
—¿Qué pasa con Innie?, Ven, vayamos arriba.—el niño negó ante la propuesta de Rosie, escondiendo su carita en el hombro de Chan—. ¿En qué momento bajó?.
－Hace unos minutos, creo que tuvo un mal sueño.
—Estará con nosotros.—Interrumpió Bambam—. Parece un koalita aferrado a Chris así que no creo que sea buena idea despegarlo hasta que este bien.—Rosie miro a Chris, este asintió y ella solo siguió su camino.
Chris y Bambam se sentaron en la mesita junto a la piscina, Jeongin seguía sobre el regazo de Chris pero estaba entretenido mirando los flotadores en la esquina el patio.
－¿Todo bien con Rosie?, no te preguntaré por el trabajo porque conociéndote debes tener todo bajo control.—Chris se rio fuertemente, en definitiva Bambam lo conocía muy bien. Bueno, habían sido amigos desde que eran unos adolescentes así que era poco más de diez años de amistad.
－Sí, no hemos tenido mucho tiempo a solas pero Roseanne esta feliz de sentirse apoyada pero es lo menos que puedo hacer por ella, siempre me apoya a mí en cada cosa así que más bien creo que debería hacer más por ella.
－Sé que Rosie en definitiva es tu complemento perfecto, dudo que exista alguien que te apoye y ame tanto como lo hace ella pero es comprensible que te preocupes, así que estoy a favor de que te tomes un tiempo para hacer algo con ella más que cuidar a los pequeños.—Jeongin en ese momento bajo del regazo de Chris, quien sólo lo siguió con la mirada pero el pequeño solo se puso a jugar con la pelota de fútbol.
Jeongin no entendía mucho la conversación de los dos adultos, pero comprendió que el desconocido era buena persona porque su hyung se había reído con él así como hacía cuando están con ellos. De reojo veía a los adultos conversar, a veces su hyung hacia muecas incómodas o soltaba risitas, Innie seguía pensando en la persona mala que se había llevado a su hyung en su pesadilla, no le agradaba la persona mala, porque siempre que lo veía, alguien se despedía y no le gustaban las despedidas. Para Jeongin esa persona mala desaparecía a los demás niños del orfanato y no quería que le hiciera lo mismo a su hyung, ¡él lo iba a proteger!
—Innie, vamos a merendar.—Le llamó Minho desde la entrada de la casa, el miró a su hyung y después negó en dirección a Minho, el cual le pareció extraño que Jeongin no quisiera venir con él.
—Innie, vamos.—Se acercó Hyunjin a él, pero Jeongin volvió a negar.—Comeremos ensaladas de frutas.
－No.—Hyunjin quiso cargarlo, pero el pequeñito enseguida empezó a sollozar y así atrajo la atención de Chris, quien se disculpo con su visita y se acerco a los niños.
－¿Qué pasa chicos?.
－Jeongin no quiere ir a la merienda.—Dijo Minho mirando al chico que no conocía.
－Bueno, vayamos dentro, yo iré con el.—Tomó en brazos a su pequeñito y vio en dirección a su amigo que estaba mirando su celular—. Ya regreso.
－Ve tranquilo.—Le sonrió Bambam, así que entro junto a los niños, escuchando la risitas del resto en la sala, vio a Seungmin salir de la cocina con su tazón de cars lleno de fruta así que se dirigió allí.
－Hey, ¿qué pasa con Innie?.
－Ha estado llorando desde que despertó y no quiso venir con los chicos.—Rosie se acercó y miró detenidamente a Jeongin, que tenía la carita apoyada en el hombro de Chris.
－¿Fruta?.—El pequeño asintió—. No creo que se sienta mal, quiere comer, a lo mejor sólo siente hambre.—Se relajó un poco ella, volvio hacia los mesones y colocó la merienda de Jeongin junto a las porciones de su esposo e invitado—. Los niños están viendo caricaturas, ocúpate de Innie.
－Si señora.—Bromeó el, dejó a Jeongin de pie en el suelo para tomar la bandeja que llevaría fuera—. Gracias cariño.–Beso su mejilla antes de salir, Jeongin le seguía el paso de cerca.
🎈🎈🎈
Un puchero acompañaba los labios del más pequeñito de los niños, Roseanne había tratado de despegar a Jeongin de Chris pero todos sus intentos habían sido en vano incluso su esposo tuvo que ducharse con el niño sentado a la puerta del baño. Le frustrada un poco que Jeongin no hablara y ya no encontraba la forma en que el pequeño explicará ese repentino apego.
Por otro lado, a Chris en ningún momento le había molestado, había pasado una buena tarde con su mejor amigo y el pequeño Innie. Pero ya la noche había caído y Jeongin aún seguía aferrado a él.
－Hyunjin trato que le dijera algo, intentaron convencerlo para que fuera a su habitación pero se sigue negando.
－Y llora.—Añadió Chris viendo al pequeño en medio de su cama, balbuceando bajito cosas a las almohadas.— ¿Por qué no habla?.
－Los niños dicen que Jeongin sabe hablar y la psicóloga solo dice que le cuesta abrirse con personas nuevas.—Le explico Roseanne apoyada sobre su pecho, Chris rodeaba su cintura mientras ambos desde la puerta de la habitación observaban a Jeongin.
－Es raro que se aferre a mi de esa manera entonces.—Rosie asintió—. Deberías comunicarle eso a la psicóloga.
－Lo haré, Jeongin solo es así de apegado a Hyunjin y Seungmin, puede que a ti te hable un poco más.—Chris apoyo su barbilla sobre la cabeza de Roseanne y suspiró—. Sé que pasa por tu cabeza.
－Jo, no sabía que lees mentes.
－Payaso.—Se río Roseanne—. Jeongin no tiene una historia exageradamente trágica, sus padres sólo tenían unos dieciséis años, no podían criar a un niño así que desde los seis meses Jeongin está en el orfanato.
－Todas las historias son muy trágicas para mí...—Jeongin los miro en ese momento y sonrió haciendo que sus ojitos quedarán como unas finas líneas. A ellos les causó mucha ternura.－¿Y si sus papás regresan por él?.
－Podrían, pero dudo que lo hagan, apenas deben estar granduandose del instituto así que no creo que tengan buenas condiciones para ofrecerle.—Roseanne le miró—. Llévalo a dormir.
Una hora después, Jeongin calmó su llanto y ahora estaba calentito en el medio de Roseanne y Chris, sus ojitos se cerraban con cansancio.
－Te recuerdo que esta idea fue tuya.—Se burló Chan de Roseanne, ella le fulmino con la mirada—. Yo solo te apoyo, así que el niño se queda aquí.
—Por hoy.—Le señaló su esposa.
－Por el tiempo que sea necesario para que Innie ya no llore.
Me he sentido algo mal últimamente por eso no he actualizado con frecuencia.
Cuídense