Maddox's Pov
—Richard. —Cuando pronuncio su nombre tiene una nota de advertencia—. Deja de mirarlo tanto, se te van a salir los ojos.
Digo sin despegar mi mirada del contrato que estoy revisando.
—Es que es casi imposible, señor Castile. Mírelo, es una copia de usted —dice desde el sofá al frente de Kael.
Como mi gorrión necesitaba hacer sus cosas, me ofrecí/insistí en traerme a Kael al trabajo. Ya que mantenía en mi oficina y solo me limitaba a ir a otros departamentos dentro de la misma empresa, podía estar con él. Además, quería presumirlo a todos.
—Creo que la clonación ya es legal y no me había dado cuenta. –murmura.
—Eres un exagerado.
—Señor Castile, no es por desconfiar de la palabra de la palabra de la señora Ángela...
–Desde ahora en adelante llámala señora Castile. –Lo interrumpo.
Él me mira indeciso pero asiente.
–Como le decía, no es por desconfiar de la señora Castile pero ese niño podría ser perfectamente su hijo. Ya todos en la empresa lo creen, solo se necesita mirarlos una vez para saberlo, además, usted no aclaró que relación tienen.
No lo miro pero sigo pensando. Es cierto que Kael se parece a mí, pero es una coincidencia. Tener el cabello rubio y los ojos verdes no nos hace únicos ni padre e hijo, pero desde que supe que era el hijo de Ángela, se convirtió en mi hijo, sin importarme que sea de otro hombre.
Pero los comentarios insistentes de Richard y de las personas de la empresa esta mañana, están empezando a caer hondo en mi cabeza, hacerme preguntar cosas pero la única persona que tiene las respuesta es Ángela. Es cierto que cuando pasó lo del motín en la cárcel y follamos, pudo haber quedado embarazada pero ¿si es así por qué no me lo ha dicho? Nunca pensé en tener hijos o llegar a tener una pareja porque todo se reducía a trabajo, pero desde la primera vez que la vi en la prisión supe que deseaba esa idea.
Puede que lo llamen destino pero sé que Ángela es la persona correcta para mí y no me daré por vendido. Sé que hay muchas cosas que no me ha contado, pero estoy dispuesto a esperarla y ganarme su confianza para que un día me vea como alguien que le puede ofrecer un punto de apoyo.
Dejo de lado esos pensamientos cuando Richard me deja una carpeta sobre el escritorio.
—¿A qué horas viene el señor Smith a mi oficina? —Cambio de tema.
—Sabe que sería mucho mejor hacer que ella se traslade de edificio a que compre ese que se está cayendo a pedazos. —Richard me encara.
—Ella no lo aceptaría, estoy seguro, así que prefiero mis propios métodos.
Richard blanquea los ojos.
—Viene a las 11 de la mañana, y antes de que pregunte, el contrato de compra de ese edificio ya está impreso, el abogado lo mandó hace una hora. —Caminó hasta la puerta—. Me dijo que ya está preparando los otros papeles, solo necesita el registro de nacimiento de Kael y el permiso de la señora Castile para que el niño tenga su apellido y sea su hijo legalmente.
Lo miro y sonrió con malicia.
—Creo que alguien se va a ganarse una bonificación.
—Todo sea por la felicidad de mi jefe y su familia. —Richard sonríe con eficiencia.
Cuando ya ha abierto la puerta, digo: —Sabes, Kael también es alérgico a la cebolla como yo, me lo dijo mi gorrión.
—Ese niño es su hijo biológico —declara.
—Cuando venga el señor Smith lo haces pasar.
Vuelvo a mirar los papeles ignorándolo.
***
Mientras escucho al hombre parado al frente de mí, hablando sobre tasas de crecimiento del último mes, acaricio el cabello de Kael que duerme sobre mi pecho. Se quedó dormido después de almorzar y después de gastar su energía corriendo, hablando y molestando a Richard.
—Esos números son buenos, pero considerando que el primer trimestre de este año subimos 6%, nos estamos quedando cortos. —Todos me miran—. Tenemos que desarrollar otra estrategia de marketing porque, aunque la actual es buena, los números siguen igual que el mes pasado.
—¡Sí, señor, no comprometemos! —El coro de voces habla fuertemente.
—Silencio, mi hijo está durmiendo. —Hablo serio. La mayoría agacha la cabeza y asiente.
La reunión se termina y decido volver a casa. Ahora que soy un padre de familia tengo que empezar a reducir mis horarios de trabajo y delegar a otras personas el trabajo, Richard no aguantaría más carga laboral.
Salgo del ascensor y marco el teléfono de mi gorrión pero me salta directamente al buzón de voz, y aunque lo intento otra vez, pasa lo mismo. En ese momento Kael se despierta y me pide que lo baje. Marco el número de Daphne, la amiga de mi mujer y me contesta al tercer tono.
—Diga.
—Daphne Willis, ¿Cierto? Habla Maddox Castile.
—Ah, sí, ese Maddox Castile.
No entiendo a qué se refiere con eso pero lo dejo pasar.
—Llamé a Ángela pero no me contesta. Quiero llevar a nuestro hijo al apartamento para cocinarles algo pero no tengo cómo entrar ahí.
Aunque eso está con cambiar porque a partir de mañana ya seré el dueño de ese edificio.
—¿También cocinas? Eres el esposo perfecto.
—Díselo a Ángela para que me acepte de una vez.
Kael se sube a mi asiento y empieza a dar vueltas en la silla.
—Nos podemos ver en la entrada, yo tengo una llave, te puedo dar una copia si no le dices a ella. –Susurra.
—No te preocupes, tengo mis propios métodos. —Sonrío—. Nos vemos ahí en media hora. —Cuelgo y miro a Kael.
—Campeón, organiza tus cosas que nos vamos a casa con mami.
—¡Mama! ¡Mama! —Kael levanta sus manos feliz.
Organizo unos contratos y folders mientras el computador se apaga. Son las 6 de la tarde, y normalmente a esta hora me tomaba un descanso para seguir trabajando hasta media noche. Ahora las cosas van a cambiar.
—¿Ya se va? —Richad me mira desde la puerta.
—Sí, hoy quiero cocinarle a mi gorrión y a mi hijo.
—Estoy por creer que no es el Maddox original, debe ser su gemelo malvado o algo así.
—Ya no hay bonificación extra. —Lo señalo con una carpeta.
—Jefe, me alegra que la vida de padre de familia y esposo lo esté haciendo feliz, espero que siga así y pronto verlo en el altar. —Me sonríe— Asegúrese de abrigar bien a su hijo porque en la noche va a llover según el reporte de metrología.
—Con que va a llover, eh. —Sonrío ante el plan que formó en mi cabeza.
***
Bueno, pudo haberme echado del apartamento en vez de dejarme dormir en el sofá. Es una pequeña victoria y la disfruto porque lo que cuenta es que estamos durmiendo bajo el mismo techo.
Camino hasta la pequeña cocina y tomo el vaso con agua. No sé si sea muy rápido para proponerle lo de darle mi apellido a Kael pero quiero hacerlo. Pensar que en cualquier momento puede llegar algún aparecido y reclamar a Ángela y a Kael hace que me hierva la sangre. No puedo permitirlo. Mañana puedo sugerirlo mientras desayunamos.
Camino hasta el sofá y me quito la camisa, y cuando voy a acostarme sobre el mueble, el bolso que Ángela cae del asiento donde estaba. Me levanté para organizarlo cuando una revista cae. Miro la portada para encontrarme con una mujer al frente, con las piernas abiertas, las manos en las caderas y levantando una ceja. Un poco grotesco para estar en la revista The Economist, una revista que habla sobre la bolsa, las relaciones internacionales y la economía global. No sabía que a mi esposa le interesará los negocios o la economía. Voy a dejar la revista en el bolso cuando leo el nombre: Margaret Bennington, es el mismo apellido que Ángela. Leo rápidamente la nota titulada: De huertana a heredera y dueña de un imperio en construcción.
Cuando termino de leerla tengo muchas preguntas pero recuerdo algo.
Richard pone la carpeta sobre mi escritorio y se sienta al frente mientras cruza sus brazos.
—Espero que aproveche la información, me costó conseguir la otra parte de ella. Tuve que sobornar a un guardia de la cárcel por su expediente. —Se escucha totalmente ofendido por eso.
—Y por eso hay bonificación extra el día de hoy, tarán. —Sonrío mientras abro mis manos.
Richard no cambia su expresión y me sigue mirando igual. Debe estar realmente ofendido para no alegrarse ante una bonificación.
Cojo la carpeta y empiezo a leer. Lo primero que leo es el permiso del puesto de repostería que tienen, después están los datos básicos como su nombre completo, número de identificación y dirección, la cual no es una zona que me agrade demasiado. Cuando paso al expediente de la cárcel leo todo con más cuidado, es acusada y sentenciada por presuntamente haber matado a sus abuelos. La única testigo es su hermanastra y la que denunció, que también resultó herida por Ángela. Las huellas de mi mujer fueron encontradas en el arma homicida, un cuchillo de cocina.
En ese momento vuelvo al presente: Margaret Bennington tiene que ser la hermanastra de Ángela y la que heredaría todo al no estar ella.
No puedo preguntarle sobre este asunto porque no me dirá nada pero sé que no es verdad, Ángela no pudo matar a sus abuelos. Tengo que averiguar más sobre ella y todo lo que pasó.
***
Me pueden llamar paranoico o como quieran pero el pensamiento obsesivo de que Kael es mi hijo me abruma. Hasta me soñé con eso así que como soy un hombre de hechos y no de palabras decido que me haré una prueba de ADN para así calmar a mi parte racional, es la que más me ha estado atormentando. Le dije a mi gorrión que mañana me encargaría de Kael otra vez y aceptó a la primera, es un gran progreso.
—Jefe, no se puede ir así, tiene dos reuniones en la tarde. —Richard me mira serio.
—Tengo que hacer algo muy importante y no puede esperar.
Me metí el celular al bolsillo y cogí la manito de Kael para empezar a caminar.
—Sea lo que sea, yo puedo hacerlo pro usted pero no se pueden posponer, son reuniones para ultimar detalles de la nueva sucursal. —Richard me sigue de cerca.
—Lo que voy a hacer no es algo que tu puedas hacer por mí. —Entro al ascensor—. Solo posponla, llegare en un par de horas.
El ascensor se cierra y lo ultimo que veo es la cara de sufrimiento de Richard al saber que va atener que calmar a los accionistas por posponer las reuniones.
Me subo al auto y conduzco rápidamente para la clínica mientras Kael me habla sobre muchas cosas. En ese instante sonrio pero mientras lo miro por el rectrovisor pero me recuerdo que no puedo tener pensamientos fraternos. Pero muy dentro de mí quiero que Kael sea mi hijo biológico, así el nos unira aun más.
Juro que si Kael es mi hijo biológico, dejaré embarazada a mi pequeño gorrión cuanto antes, porque no la dejaré escapar nunca más.
***
—Señor Castile, no necesita una prueba de ADN para que yo le diga que ese niño que tiene en sus brazos es su hijo, cualquier persona con sus dos ojos sanos puede decirlo. —El medico me mira serio.
—Necesito hacerme esa prueba, pagaré lo que tenga que pagar para que el resultado salga en unas horas. —Me cruzo de brazos.
No he sido un hombre que se rinde ante la primera grieta, así que no lo harré ahora y menos con mi familia.
El medico suspira. —Por favor sígame.
Sonrio porque gané una vez más.
***
—Campeón, no puedes contarle nada de esto a ti mami, ella no puede saber. —Kael deja de comer su galleta y me mira.
—¿Por qué?
—Porque es una sorpresa para mami, ella lo sabrá después.
Kael asiente y sigue comiéndose la galleta.
Camino por el pasillo mientras llevo a Kael en mis brazos. Después de dos horas de espera en una cafetería, los resultado salieron y ahora me dirijo allí. Estoy un poco nervioso y es raro, nunca lo estoy, ni cuando estoy cerrando un trato que tiene potencial de perdida.
Llego a la puerta y toco antes de abrirla. El medico deja de mirar la pantalla del computador y me mira mientras me siento.
—Papa, pis. —Kael me toca la mano.
—Sí. —dice el medico.
—¿Perdón? —digo.
—Que el niño tiene razón, usted es el padre biológico. Es algo que cualquiera con dos ojos, como ya le había dicho, lo habría podido decir y se hubiera ahorrado todo el dinero que pagó por la prueba pero quien soy yo para juzgar como un empresario se gasta el dinero. —Dice el medico mientras voltea la pantalla del computador y me mientras la pantalla.
Me concentro en las cifras: 99,98% de coincidencia.
Sonrío mientras sigo mirando la pantalla pero asimilando la noticia. Eso quiere decir que Ángela quedó embarazada en nuestro primer encuentro en la cárcel. Debió tener mucho miedo y necesitar muchas cosas durante la gestación. Mi sonrisa se borra y cierro los ojos, no estuve para ella cuando necesitaba ayuda. Pueden haber muchas compicaciones durante un embarazo y aun así ella las supo superar, dar a luz y criar estos tres años a Kael.
—Papa, pis. —Kael me toca la mano otra vez haciéndome abrir los ojos.
—Claro, campeón.
Me lavanto del asiento y salgo de la oficina todavía en shock. Llevo a Kael al baño mientras mi mente sigue llegando a los mismos pensamientos: Soy el papá de Kael, deje embarazada a Ángela, no hay nadie que me la quiera quitar. Pero uno último se agrega a la lista: Ángela tendrá un anillo en su mano y otro niño en su vientre muy pronto.
--------------------------
Jumm, con razón esta tan insistente con Ángela antes de que se intoxicara. 🤔
Sorry por la espera pero ya está aquí, que lo disfruten.
Nos leemos.