Renacimiento © ✓

By MariaAparcio

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Serie Las Dos Caras de la Luna: Libro III "Nadie es dueño de tu vida. Tú decides quien quieres ser y como viv... More

Introductorio
Prólogo
Capítulo 1: Regresión
Capítulo 2: Choque de intereses
Capítulo 3: Punto muerto
Capítulo 4: Advertencias
Capítulo 5: La manada
Capítulo 6: Cara a Cara
Capítulo 7: La confrontación
Capítulo 8: Desolación
Capítulo 9: La feria
Capítulo 10: La confesión
Capitulo 11: La historia
Capítulo 12: En la mira
Capítulo 13: La telaraña
Capítulo 14: El vecino
Capítulo 15: Amigo sorpresa
Capítulo 16: La oveja
Capítulo 17: El regreso
Capítulo 18: Punto y cierre
Capítulo 19: Catarsis
Capítulo 20: El espejo
Capítulo 21: Un paseo animado
Capítulo 22: Noctámbula
Capítulo 23: Lo bueno y lo malo
Capítulo 24: La declaración
Capítulo 25: Las motivaciones
Capítulo 26: El tormento
Capítulo 27: Heridas abiertas
Capítulo 28: Las sospechas
Capítulo 29: Punto de partida
Capítulo 30: Clase y práctica
Capítulo 31: Realidad y fantasía
Capítulo 32: Posibilidades
Capítulo 33: El gato y el ratón
Capítulo 34: La caja de Pandora
Capítulo 35: Bertram
Capítulo 36: El monstruo
Capítulo 37: Luchar y sobrevivir
Capítulo 38: Renacimiento
Capítulo 39: El despertar
Capítulo 40: Única
Capítulo 41: Hija de la Luna
Capítulo 43: Una nueva realidad
Capítulo 44: Resiliente
Epílogo
Capítulo Extra (Rick)
Playlist- Renacimiento
Curiosidades sobre Renacimiento
Cosas Extras
Agradecimiento y nota de la autora

Capítulo 42: Mis chicos, mi familia

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By MariaAparcio

¡La imagen de arriba, dice mucho de esté capítulo! 

Sabía que mi padrastro era un Hombre Lobo pero jamás lo había visto transformado. Antes mis hermanos y Axel, me habían comentado que Michael se había transformado previamente pero luego de la muerte de mi mamá, dejó de hacerlo con frecuencia o pocas veces. Pero yo nunca lo había visto; era la primera vez y era... algo revelador. Mi papá no era muy diferente al resto de los Hombres Lobos, a mí alrededor aunque podía notar que tenía un poco más de pelo en la zona del cuello, aunque también un grueso en la zona del abdomen. Y otra cosa que me llamó la atención, era su color. Era de color blanco. Todo de él era tono blanco, igual que mi nueva cabellera. Era casi un chiste. Me sentía caliente y todo mi cuerpo se sentía de esa manera; mi pecho se sentía apretado y mi corazón estaba volando. Hasta escuchaba el zumbido de mi corazón en mis oídos y el sudor correr por mi piel.

¡Papá! ¡Oh, mierda!

¡Mike! ¿Eres tú? ¡Te ves muy bien!

Es bueno verte en acción de nuevo, papá

Chad, Lucas y Joel sonaron en mi cabeza. Michael soltó un gruñido, mientras salía de entre los árboles y contemplada la situación. Movió la cabeza, mirando a Ethan con su compañero y mi papá, soltó un bufido. Se desplazó en cuatro patas, mientras avanzaba hacia nosotros y se podía el frente de mí. La luz de la luna cambió y pude ver los intensos ojos de mi papá y él me observó. Pude notar la inquietud en ellos y hasta hizo un leve gemido, al mirarme. Sus agudos ojos me miraron.

Hija mía. Lo siento mucho, nena. En serio, perdóname.

El tono de voz era de preocupación. Se estaba disculpando. Exhalé con fuerza.

—Papá...—susurré. —Está bien. No es tu culpa tuya...

Escuché un suspiró en mi cabeza y Chad se movió cerca de mí.

No es culpa de papá. Es mía, Liz. Yo te arañe. Tanto Rick como yo, tenemos la culpa.

El tono de mi hermano también, era de disculpa. Y sus ojos expresaban tristes. Chad se sentía culpable.

—Está bien —le respondí, dando unos pasos y puse los brazos sobre su cuello. Abracé su cuello y puse la mejilla contra su pelo. Tenía un aroma...fuerte y resoplé. Me alejé de él y respiré. —Ya hablaremos, Chad—afirmé

Escuché un fuerte bufido y miré hacia dónde estaban Kevin con Ethan. Ethan estaba en posición de ataqué y Kevin estaba cerca de él. Los demás mostraban sus dientes y gruñían; Michael estaba delante de nosotros y los miró. Y mi papá habló.

Ethan te he ayudado con todo lo que pude y esperaba que pudieras madurar, por lo menos un poco pero veo que me equivoqué.

Ethan mostró sus dientes con furia. Michael continuó.

Llenarte de odio y aversión, a las cosas que hay en este mundo, diferentes a ti, no te llevaran a nada. Y mucho menos a recuperar a los seres amados, que perdiste. Y yo pensaba que éramos tú familia.

¡Pues te equivocas, viejo ridículo! ¡Por años rastrean al monstruo que masacró a mi familia y aquí en White Rose, pensaba que obtendría alguna pista pero fracasé! ¡Y he cambio desperdicie tiempo valioso, junto a una débil y patética manada con un Alfa Anciano, estúpido al formar alianzas con los vampiros!

Mi papá parecía tranquilo pero no sus ideas.

¡Los tiempos has cambiado, chico! Y lamento que hayas podido encontrar las respuestas a tu sufrimiento, pero si vas hacerles daño a los miembros de esta manada, sobre todo a mis hijos, estoy en mi derecho junto con mi hijo, de echarte de esté lugar. Y también tu cómplice.

Las palabras de mi papá eran duras y con autoridad. Él soltó un gruñido con fuerza. Y mi hermano Chad habló.

¡Yo estoy con mi papá, McCall! Si no te gusta nuestra familia y quienes están en ella, Link y tú largarte del pueblo. Nadie te lo impide, porque si no te gusta, bueno, podemos enviarte tus cosas de la casa. Así de simple, amigo mío.

Chad resopló y se giró para verme. Yo hice una leve sonrisa. Ethan resopló.

¡Son todos unos idiotas por protegerla!

Bueno, si estás feliz con eso, chico...Mejor para nosotros. Somos más y son solo ustedes dos. Espero que le vaya bien.

Era la voz de mi papá. Escuché algunas risas mentales y junto con exclamaciones de celebración. Miré con agrado a mi familia.

Ya vamos, hija. Vamos a casa.

La suave voz de mi padre, me animó un poco y empezamos a alejarnos de ahí. Ethan y Kevin estaban callados pero los escuché resoplar y gruñir; se notaba que estaban molestos.

¡No te atrevas a darme la espalda, Corbett! ¡Maldito infeliz!

Soló Ethan con enojo y lanzó un feroz gruñido. ¿Acaso fue para mí hermano o mi papá? Hice una mueca mientras me giré para verlo y entonces, ahí fue donde él avanzó con fiereza hacia mí...padre. Todo sucedió en un instante; miré con horror cómo Ethan saltaba sobre mi papá con la mandíbula abierta y Michael gruñó, listo para hacerle frente pero entonces algo ocurrió. Dejé salir un gruñido y grité cuando mis piernas se movieron y logré moverme en un veloz movimiento. Sentí una sacudida cuando las piernas hicieron presión, doblando las rodillas y salté hacia Ethan. Levanté la mano, y pude agarrarlo en el costado del cuello con fuerza mientras sentía la intensidad en la parte inferior de mi cuerpo por el esfuerzo. Ethan soltó un resoplido pero se quedó quieto mientras apretaba el lado de su cuello y hasta había hecho que su cuerpo se apartara un poco de su posición. Yo liberé un sonido parecido a un gruñido y siseé con los dientes apretados; sentía que mi cuerpo iba a explotar, por la rabia que sentía. Estaba hecha una fiera cuando comprendí lo que él trataba de hacerle a mi padre.

Ethan soltó un gemido de protesta mientras me miraba y lancé un gruñido horrible. Apreté más el costado de su cuello y él gimió. Entonces escuché las voces en mi mente.

¡Oh, carajo!

Pero, ¿qué mierda, Lizzie?

¡Oh, Dios Santo! ¡Qué rostro tiene!

Jajajajajajaja ¡Ahora si están jodidos!

Gruñí mirando a Ethan sujetado en mi agarré de acero y él resoplaba mientras sus ojos me observaban.

¡Elizabeth! ¡Sé que puedes oírme! ¡SUÉLTAME!

Solté un bufido mientras lo observaba pero me sentía extraña. Podía oler aromas diferentes y oía cada parte del bosque hasta los corazones a mí alrededor. ¡Boom, boom, boom! Ese sonido frenético retumbar en mis oídos, y entonces, entendí que ese corazón, era el de Ethan. Abrí un poco la boca y sentía algo pesado en mi mandíbula superior, me asusté un poco pero luego entendí que lo eran; colmillos, largos y afilados dientes que salían de mí boca.

¡QUÉ ME SUELTES! ¡Carajo, Lizzie! ¡Déjame ir!

Ethan estaba atrapado en mí agarré.

—No —mascullé con un tono áspero. No parecía mi voz. — Intentaste atacar a mi padre. ¡A mi papá, Ethan! —grité. — ¡Eres un desgraciado por atacar a alguien que te está dando la espalda! ¡Eso es caer bajo! ¡Y siendo un Alfa Anciano! —dije y resoplé. No lo dejé ir pero tampoco apreté más. — ¿Acaso no tienes respeto por tus mayores? ¿Eh? —inquirí

Ethan...

Era la voz de Kevin y por el tono de su voz estaba asustado o duda en hacerlo algo. Apreté los labios, miré a Ethan pero luego puse los ojos en Kevin.

—Si haces algo, te juró que haré algo mucho peor, Link —le amenacé. —Si te a través hacerle algo a mi familia, a mis muchachos...te las verás conmigo

Resoplé y solté gruñí hacia él. Kevin me miró, quedándose se quedó quieto. Apreté mi ceño y respiré con fuerza. Él retrocedió un poco, hasta bajó la cabeza en forma de sumisión.

¡Link! ¡Idiota!

Ethan rezongó en mi mente y apreté pero moví la mano en la base de su cuello y lo agarré por ahí. Hice que bajara la cabeza, un con leve movimiento y no me tomó mucho esfuerzo e hice que pusiera el hocico en la tierra. Ethan me miraba resoplando con fuerza. Los demás estaba callados porque no poda escucha nada, pero ¿por qué? Sabía que era telepatía de lobos pero tenía un limité conmigo. ¡Era extraño!

>>> Bueno, ¡todo es raro hasta yo lo soy! <<<, pensé un momento pero no me dejé de sujetar a Ethan.

¡Maldita perra desquiciada! ¡Suéltame, maldito monstruo!

—Sí, tal vez una monstruo para ti pero sinceramente no sé qué es ser un monstruo, Ethan —mascullé. —Nunca he sentido las ganas de hacerle daño a nadie, pero ahora... eres quien me provoca cosas que jamás había pensado o sentido...—repuse con acidez y Ethan soltó un sonido entre gemido y gruñido.

¡Lizzie, déjalo!

¡Oh, mierda! ¡Liz!

¡Oh, carajo!

Oí el retumbar de las voces y resoplé hasta que percibí la voz de mi padre.

Mary Elizabeth. ¡Es suficiente, hija mía! Ya basta y suéltalo. No vale usar tu fuerza contra él.

Gruñí y de reojo observé a mi padre acercarse hacia mí. Y mi corazón intentaba estar tranquilo.

Nena, tranquila. Inhala y exhala, suavemente y concéntrate en mi voz. Hija mía, por favor.

Fije la vista en mi papá (a pesar de la difusa claridad), y lo miré un momento. Sentí una sueva corriente de aire pero había algo pesado en el ambiente. Inhalé y exhalé con suavidad...y mi mano lo dejó ir. Hasta sentí que los colmillos desaparecían y mi boca volvía a ser normal, de nuevo. Ethan resopló y gruñó; sacudió su cuerpo y se alejó unos pasos de mí pero sin dejar de verme hasta quedar cerca de su amigo.

¡Maldita perra loca!

Tal vez sean sus ovarios, que no la dejan pensar con claridad, Ethan. Jajajajajajaja.

Escuché a Kevin reírse en mi mente y fruncí el ceño, mirándolo. Me quedé quieta pero sentí algo cálido a mi izquierda. Y miré como Zack se ponía a mi lado.

¡Eres un idiota! ¡Qué sea una mujer, no significa nada! ¡Y mucho menos por su género!

Jajajajajajaja. Tal vez o no, Miller pero no creo que sea lo suficientemente fuerte para poder...matarnos. Además, puede ser que se ponga histérica por esto...

¡Cierra la puta boca, Link!

El pelaje de Zack se erizó y gruñó enseñando sus dientes. Sus ojos esmeraldas brillaron. La risa de Kevin resonó en mi cabeza.

Jajajajaja, para ser lo que es... "ella" tiene su cierto atractivo. Tal vez, aunque sea una híbrida, le hace falta un hombre.

Resoplé con su último comentario y fue peor escucharlo reírse. Zack rezongó con fiereza.

¡EN SERIO! ¡NO DIGAS NI UNA PALABRA MÁS!

Jajajajajajaja. Quizás, un hombre de "verdad" pueda domar esa fiera...

Zack soltó un violento gruñido y entonces, saltó sobre Kevin. A pesar de que Kevin, había peleado con uno de mis hermanos, al parecer tenía energía para poder hacerlo de nuevo con Zack.

— ¡No! ¡Zack! —grité.

Observé como Zack y el otro lobo, se movían entre la vegetación y se perdían entre ella, entre gruñidos y mordidas; dos figuras peludas y pesadas, se mezclaron entre sí mientras peleaban con salvajismo. Todos escuchábamos su altercado.

¡Joel! ¡Luke! ¡Vayan y no dejen solo a Zack!

Noté la voz de Chad y observé como Lucas y Joel, iban hacía dónde estaba la pelea. Duré un momento en notar, que mis manos temblaban mientras ellos iban y yo me quedé quieta.

Lizzie. Tranquila. Zack va a estar bien.

Giré la mirada y pude ver a Chad junto a nuestro padre. Ellos se acercaron a mí y me sentía preocupada por todo. Me tomó unos segundos, poder respirar, porque los sonidos de la pelea se alejaban. Yo no sabía qué esperar.

—Zack... ¡Dios mío! —susurré.

Él te quiere, nena. Igual que nosotros...

Will se había acercó hacia nosotros y el tono de su voz era de ánimo. Hice una sonrisa torcida pero entonces, escuché un aullido desde muy lejos y todos gruñeron; Will bajó un poco las orejas y Michael soltó aire. Chad se quedó quieto, sin embargo, de reojo noté a Ethan gruñir y empezó a entrar al bosque, soltando aullido doloroso. Se fue corriendo.

>>> ¿Y ahora qué? <<<, pensé

Algo pasaba porque sus reacciones no eran normales. Me aterre y mi corazón volvió a acelerarse.

— ¿Papá? ¿Chad? — pronuncié con cuidado. Sentí el sudor correr por mi cuello. — ¿Qué pasa?, ¿qué ocurrió?, ¿qué fue ese aullido?

Fue Luke, Lizzie. Dijo que alguien...murió.

Abrí los ojos ante la respuesta de Chad y hasta juraría que mi corazón se detuvo.

— ¿Qué? —musité con miedo. Hice una pausa y les pregunté: — ¿Zack...?

No, nena. No fue Zack...

Me respondió Will, pero nadie dijo nada más hasta que me tomó un momento entenderlo.

— ¿Kevin? —inquirí. — ¿Murió? ¿Zack lo...asesinó?

Sí, hija. Kevin Link está muerto y por eso Ethan se marchó.

—Su amigo está muerto...—sentencié

***

No quería irme. No quería marcharme sin saber nada de Zack pero los demás se estaban volviendo algo insistentes con eso. Yo estaba ansiosa y nerviosa por lo que había pasado.

Zack había asesinado a otro Hombre Lobo...por mí. Y ahora me sentía culpable por ese hecho.

—No me gusta nada esto, papá —comenté, llevándome una mano al pecho. Estaba preocupada, mi pecho se sentía apretado, una sensación helada corría por mi espalda y...tenía una sensación pesada en el estómago.

No es tu culpa, pequeña.

Escuché la voz de mi papá y luego la de Chad.

Es cierto, Liz. Fue Kevin por pasarse de la raya. Además, Zack solo quería defenderte.

Pude ver a Will mirarme y habló un poco.

Zack tenía oportunidad. Link no, nena. Él era un idiota.

A pesar de la horrible sensación, sabía que ellos intentaban calmarme. Podía sentir mi corazón bombear, el sudor enfriase en mi piel hasta una hormigueo en mi garganta. Miré mis manos y me quedé pensando, hasta me llevé una mano a la boca y me toqué el labio. Hacia un rato, pude sentir que mis dientes habían cambiado; habían sido diferentes. ¿Tanto vampira o Mujer Lobo?, ya había visto mis garras, luego los dientes y ¿después qué? Todavía lo estaba procesando.

¿Lizzie? ¿Estás bien?

De reojo, noté a Chad acercase a mí erguido y su nariz se movió. Su gruesa cola se sacudió un poco y suspiré.

— No, hermano —respondí pero miré a Michael. — ¿Ahora qué, papá? —le pregunté y él se aproximó hacia mí.

Michael soltó un suspiró mental.

Un paso a la vez, pequeña. Pasos de bebé. Estas asustada, ¿verdad?

Tragué saliva y respiré con suavidad. Asentí y apreté las manos hasta hacerlas puños.

—Sí, pero ahora no sé qué puede pasar, y tengo miedo de mí misma —repuse. Hice una pausa y resoplé: —Me siento...mal

Mi papá hizo un leve gemido y él se aproximó, levantando su mano-garra hacia mí. Tocó con suavidad mi mejilla, y fue cuando me di cuenta, que algunas lágrimas caían por mi rostro.

Debemos ir a casa, hija.

La voz de mi padre, resonó en mis pensamientos. Gemí y alcé la mano para tocarlo.

***

El regreso a la casa fue silencio; demasiado aunque sabía que todos estábamos inquietos. Todavía era de noche o ¿era más bien de madrugada?, en fin, el tiempo era oscuro y algo helado. Quizás era de madrugada, sentía que mi cuerpo se sentía recio pero mi mente estaba exhausta. Todavía seguía asustada por lo que fuera a pasar y ciertas cosas llegaron a mi cabeza, ¿cómo habían pasado las cosas con Zack y Kevin?, ¿estría Ethan dispuesto a venir por nosotros? ¿O por mí?, ¿sería capaza de hacer algo peor? Era posible, cómo me había contado sobre su relación con Kevin, sería normal que Ethan estaría molesto y triste por la muerta de su amigo y Zack era el responsable.

Cuando llegamos a la casa, estaba a oscuras y caminé hacia una de las ventanas pero escuchar la voz de Chad, me detuve.

Liz, entra primero. Debemos cambiarnos...Y bueno, tú sabes...

Hice una mueca y entendí a lo que se refería.

—Lo sé —comenté y me reí. —Sé que estarán desnudos, Chad. Eso es muy obvio...—repuse girando los ojos.

Está bien, hermanita.

La ventaba estaba abierta, así que fue fácil abrirla y entrar. Me estaba haciendo la idea, pero podía ver erectamente en la oscuridad. Los olores a mi alrededor estaban presentes, aunque logré soportarlos. Mis pasos fueron lentos mientras subí y entraba mi habitación; sentí ese cosquilleo en mi garganta.

>>> ¿Acaso tendría hambre o era... sed? <<< , pensé y fui hasta la cama.

Me tiré en la cama, y noté que aún tenía el vestido puesto. Hice una mueca molesta; ahora no tenía ropa para ponerme y resoplé, fastidiada. Me acurruqué con mis brazos, mientras contemplaba la ventana un rato y poco a poco, mis ojos se cerraron. Y así soné con ellos. Eran mis chicos, era mi manada y era mi familia.

***

Dormí hasta tarde como una roca. ¿Ahora estaba hecha de plomo o qué? Cuando desperté, la luz natural era más intensa y luminosa, no me había dado cuenta de eso pero era algo molesto. Pude ver la luz del sol, y sospechaba que era muy tarde. Cuando desperté, la luz natural era más intensa y luminosa, no me había dado cuenta de eso pero era algo molesto. Fruncí los ojos, pero cuando giré la mirada, distinguí algo sobre la mesilla de noche, mi conejo de peluche colocado al lado del reloj-despertador y...una navaja. Duré un momento, pero noté que era la navaja que Ethan me había obsequiado hacía unas semanas. Me desconcertó un poco verla. Me levanté y lo tomé de ahí, era raro verla porque la última vez que la había tenido, había sido cuando apuñalé a Bertram y abrirle la garganta con ella para poder matarlo. Me toqué la frente pensando. ¡Mierda! Tal vez, la había tirado cuando colapsé después de todo eso. Aunque una explicación más obvia, fuera que Rick o Chad, la vieron y trajeron hasta aquí pero nadie le había le habría contado sobre la navaja. Dejé la navaja en su lugar. Respiré con fuerza. Habían pasado muchas cosas en casi dos días pero aún faltaban resolver ciertas dudas, aunque una estaba presente en mi mente: Rick.

No había hablado con él pero tampoco había venido. ¿Acaso estaba huyendo otra vez? ¿O estaba siendo un cobarde? Resoplé y noté las piezas de ropa en el suelo.

>>> Tengo que comprar ropa nueva <<<, pensé mirando hacia abajo y el vestido en mi cuerpo

Suspiré mientras salí de ahí. Estaba en el inicio de las escaleras, cuando moví la nariz y capté varios aromas; dulce, salado, algo ácido hasta algo amargo. Sonreí, eran olores del desayuno, tal vez podía comer algo, aunque no lo había intentado y la sensación de ardor en mi garganta, palpitaba. Quería saber que era. Pero cuando iba a bajar, escuché fuerte y claras voces.

— ¿Estás seguro? —preguntó Will. — ¿Ethan se fue?

Mi papá gimió y exhaló con fuerza. Se escuchaba cansado.

—Sí, hijo—contestó Michael. — Tal vez vuelva por sus cosas o no, aunque no estoy seguro. Es posible que busqué otra manada o siga siendo solitario. No es seguro...por el momento —afirmó él.

—O busqué venganza por lo que hizo Zack a Kevin —señaló Will y crujió algo. Tal vez, comía su desayuno. — ¿Qué le ocurrido al cuerpo de ese idiota, Mike? —preguntó con la voz apagada. Estaba hablando con boca llena.

— ¡William! —le regañó Joel y resopló. —Ten un poco de respetó, aunque fuera un desgraciado, respeta a un muerto. ¡Por favor, Will! —le dijo Joel en español y comentó: — Además, ese no es el punto aquí. Luke, Chad y yo nos encargamos del cuerpo y...lo quemamos antes del amanecer. Ethan se quedó ahí pero estaba furioso con nosotros pero sobretodo con Zack, por lo que hizo...

— ¿Y entonces? —intervino Will

—Es todo por el momento, chico —repuso mi papá. —Chad fue con Cleo y Sofía a buscar a Axel. Lucas estaba con Madison, además de saber de Jack y...Zack, bueno, él estaba durmiendo. Bebió algo de whisky antes de dormir. Creo que la necesitaba...—suspiró. —Él no estaba bien por todo esto, y creo que perdió un momento el sentido, cuándo atacó a Kevin. Escuchar esos comentarios detonaron algo...bueno, que él prefiere... olvidar.

Estaba descalza y apreté los pies.

— ¿Qué cosa? —inquirió Joel

—Zack sufrió de violencia vicaria —explicó Michael. —Su padrastro los mordió a él y a su hermana melliza, Maya, cuando tenían doce años para atormentar a la madre de ellos. Según Zack, su padrastro no era perfecto aunque no era el hombre del año. Y cuando su madre amenazó con dejarlo, al tipo no le gustó nada y eso le hizo daño a lo que más amaba ella. Los mordió a él y su hermana y se volvió un infierno para ellos. Zack odio en lo que...ese hombre les había hecho...

—Mierda —dijeron en unísono Will y Joel. Yo me puse tensa, al escuchar eso.

—Zack no lo soportaba, sobre todo por su madre y hermana—continuó mi papá y suspiró. — Fue tanto así que intentó suicidarse pero no lo hizo, porque después tuvo otra motivación. Matar a su padrastro...

— ¿Y lo hizo, Mike? —inquirió Will. — ¿Lo...mato? —preguntó con titubeo.

—Sí, creo que sí. Aunque él no comenta mucho sobre eso pero sé que se enfrentó a él y logró matarlo —afirmó Michael. —Tiene una cicatriz en la pantorrilla izquierda, dónde el desgraciado lo mordió. Además, de tener los ojos color esmeralda, es un cambió cuando te conviertes en Hombre Lobo

—Uy, qué intenso—señaló Joel

—Total—susurró Will

Cerré y abrí los ojos y respiré. ¡Oh, pobre Zack! Había sufrido un infierno desde niño por culpa de un monstruo y casi le cuesta la vida.

—Zack quiere a Lizzie, como todos aquí, pero escuchar los comentarios de Kevin sobre ella y su situación, no le cayeron nada bien y por eso se le fue encima...y lo mato —replicó mi papá. Hizo una pausa y resopló: — ¡Arg!

— ¿Estás bien, Mike? — le preguntó Joel

Mi papá resopló, de nuevo y escuché el sonido de una silla, moviéndose.

—Es mi cuerpo —se quejó Michael. —Tengo bastante tiempo que no me transformaba y no soy tan joven como creen, chicos...—repuso con gemido. — ¡Ufff! Me duele la espalda, los hombros y las piernas

—Ya no eres un adolescente, Mike. No te exijas demasiado—comentó Will riendo y añadió: —Tienes patas de gallo ni tampoco cabello, además de su panza

—Estás hablando demasiado, William—amenazó mi papá. — ¡Maldita vejez!

Exhalé, mientras bajaba hacia la cocina, fingiendo que no había escuchado nada. Cuando llegué abajo los chicos y mi papá me miraron algo preocupados, pero mi padre se relajó y me dio un levé abrazo. Los olores del desayuno se hicieron más intentos. Nos dijimos buenos días y Will me preguntó, si me sentía bien para comer algo.

Me encogí en hombros. Sentí la mano de mi papá en mi hombro y lo miré.

— ¿Dormiste bien? —me preguntó y su bigote su movió. Hizo una pausa y añadió: — ¿Estás bien?

—Sí y creo que sí...—mentí. Había dormido pero no me sentía bien. En nada y la picazón en la garganta, volvió a molestarme.

— ¿Lizzie?

Presté atención y Will junto con Joel estaban en mesa de la cocina. Michael había hecho el desayuno.

—Hey, nena —me saludó Will y me dio una sonsera torcida. —Ten, hay comida para ti...Bueno, si la quieres —me informó y a frente de él había un plato lleno de comida.

Mi estómago hizo ruidos, y ellos se rieron. Yo me sentí avergonzada cuando me acerqué y pude olerlo mejor. Agradecí complacida, mientras me sentaba y tomaba los cubiertos.

>>> No me cepille los dientes y tengo mal aliento <<<, pensé

Corté la comida y me la llevé a la boca. Mastiqué un poco y el sabor de animó a comer más. Avancé y con urgencia me había devorado todo con tomé el vaso de jugo que me habían colocado. Will silbó cuando acabé el plato y sonreí. Pero mi estomagó hizo una ruidos muy fuertes.

— ¿Lizzie? ¿Estás bien? ¿Hija?

Escuché sus voces pero no les presté atención, porque estaba concentrada en sensación helada, que sentía en ese momento. Me llevé la mano a la boca e hice sonido de arcadas; alguien pronunció mi nombre. Me levanté de la silla y fui corriendo al baño que estaba cerca de la cocina. Y logré vomitar todo ahí, en vez del piso de la cocina.

— ¡Oh, mierda! ¡Maldita sea!—los escuché maldecir mientras expulsaba todo de mi cuerpo.

_______________________________________

¡Ya estamos en la repta final de la historia!

¡Estamos cerca! ¡Estamos a DOS CAPÍTULOS del final!

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