El borrón negro corría saltando de techo en techo con la gracia de un gimnasta experto o alguien muy bueno en parkour, casi, casi, ok.
Si no fuera por el ocasional tropiezo oportuno o las veces que paraba para cojear y el hecho de que tenía una mano agarrando con dolor su torso en la parte derecha, parecería alguien muy capaz.
La mancha negra se movió hasta un edificio de apartamentos, abrió una de las ventanas sin preocupación y se dejó caer en lo que parecía un sillón. Realmente no sabía si se había sentado correctamente, no había más luz que la luna y el brillo de las luces de la calle, no veía realmente mucho y no podía importarle menos. En este momento estaba realmente herido y solo deseaba estar consciente hasta que su amigo se diera cuenta de su presencia y herida para que lo ayudara.
La luz de la luna paso por la ventana previamente abierta alumbrando a la mancha negra, dando por fin una imagen de un chico azabache de no más de 17 años de edad.
El chico aún herido y cansado logro moverse lo suficientemente rápido para esquivar el kunai que fue lanzado hacia el. El arma paso a centímetros de su nariz con una precisión mortal y si no fuera porque aquel chico azabache llevaba años siendo un ninja, sin duda el arma hubiera dado en el blanco.
La mancha negra se colocó el pose defensiva mientras tomaba su propio kunai, sus ojos previamente negros pasaron a rojo brillante en la oscuridad mientras escaneaba el lugar en busca de su agresor.
Un jadeo claramente femenino sonó por el lugar desconcertando un poco al azabache.
¿Quién eres? - Pregunto el azabache cauteloso.
La obscuridad no respondió y el azabache entrecerró los ojos mientras pensaba seriamente el pasar de tres tomoes al patrón para encontrar al atacante.
Un inesperado brillo inundó el lugar haciendo que el azabache cerrará los ojos con fuerza para evitar quedar ciego. Abrió los ojos lentamente encontrando una imagen que ciertamente no esperaba.
Ahí parada delante de el se encontraba una rubia de no más de doce que lo miraba con enojo, cautela y algo parecido al desprecio.
¿Qué carajos haces en mi casa Uchiha? - La rubia hablo sacando de su trance al azabache.
Q-qué? - Pregunto mirando directamente a la rubia, error. El mirar esos ojos azules y esa cara de ¿Enserio? Lo hizo sentirse realmente estúpido.
Respondeme antes de que clave un kunai en tu culo - Amenazo la rubia tomando un kunai en mano para hacer validar su palabra.
El azabache levantó las manos para indicar que se rendía.
Tranquila, solo que probablemente me equivoqué de casa - Dijo - Aunque me da curiosidad saber cómo sabes que soy Uchiha - Levantó una ceja.
La rubia entrecerró los ojos al mismo tiempo que levantaba sus propias cejas, haciendo que el azabache (nuevamente), se sintiera como un estúpido.
Esos ojos - Dijo apuntando a los ojos del contrario - Esos ojos son el dojutsu del clan Uchiha.
El recién identificado miembro del clan Uchiha se quedó un poco impresionado, aunque también se sentía estúpido de ser identificado tan fácilmente por una niña que probablemente no era ni Chunnin.
Ya tienes tus respuestas, ahora quiero las mías -
Bien, solo, yo, Ah! - Dio un pequeño grito de dolor cuando sintió una punsada en su herida abierta. Por reflejo apretó el lugar de la herida intentado detener el sangrado que volvía a comenzar.
La rubia se asusto un poco por el grito del contrario. Siguió con su mirada a la mano que se dirigía a una enorme herida que el Uchiha tenía en su torso. La mancha amarilla miro más detenidamente al azabache notando por fin el estado en el que estaba.
El azabache se veía magullado, como si hubiera sido golpeado varias veces por el puño de los ambu y para colmo tenía una enorme herida obviamente hecha por una katana.
Los ojos azules miraron directamente a los negros en una silenciosa pregunta, ¡¿Qué carajos?!. El azabache miro esto y solo se encogió de hombros, como si fuera algo de todos los días.
Soy un ninja, los ninjas tenemos este tipo de problemas sabes - Dijo mientras se encogia de hombros con dolor.
La rubia dio un suspiro de acuerdo y se alejo con dirección al baño. El azabache miro curioso como la chica se alejaba y que era lo que haría, probablemente prepare una emboscada para cortarme la cabeza - Pensó con diversión. Grande fue la sorpresa cuando la chica regreso con un botiquín en mano.
Eso - Dijo apuntando a la caja del botiquín - ¿Vas a ayudarme? - Pregunto casi incrédulo.
La rubia se encogió de hombros - Lo haré, pero antes me gustaría saber porqué estás aquí y no en el hospital -
El azabache hizo una mueca con dolor - Como dije antes, probablemente me equivoqué de casa - Dijo
La rubia entrecerró los ojos - Este edificio no se ve para nada como el hospital -
Una extraña mirada fue lo que recibió. El azabache tenía una expresión de dolor y no era por la herida, esto era más... ¿Emocional?
No me gustan los hospitales - Suspiro - Como vez aquí, soy un Uchiha y por esta razón las enfermeras y doctores del hospital están más concentrados en inspecciónar mis ojos que curar mis heridas -
La rubia lo miro con comprensión, a ella tampoco le gustaban los hospitales, pero era por razones diferentes.
Bien, quítate la camisa -
El azabache casi se atraganta con su propia saliva. Comenzó a toser y en parte dar gemidos de dolor por su herida aún abierta.
¿Disculpa? Perdoname querida pero no soy ese tipo de persona, primero invitarme a salir y luego podemos discutir eso - Dijo
La rubia se sonrojo por el doble sentido hallado en una oración que ella no trataba con albur.
Maldito pervertido, dije eso para poder tratar tu herida, estúpido idiota - Dijo/grito al Uchiha delante de ella.
El Uchiha río nervioso susurrando una ligera disculpa mientras se sentaba en el sillón y se quitaba la camisa para dejar ver mejor la herida.
La rubia miro al azabache, el tipo no se veía mal, ciertamente era una mejor vista que la del chico Kiba cuando se quitaba la camisa por "el calor".
Wow, te ves horrible - Dijo mirando a la herida abierta.
Gracias - Respondió sarcástico.
La rubia se puso manos a la obra, comenzó a limpiar la herida para luego coser y vendar un poco.
No me gusta ser entrometida, pero... ¿Quién eres y que te hizo está herida? - Pregunto
Mil disculpas, pero no puedo decirte cómo me hice esto, es información clasificada y solo el hokage puede saberlo y respecto a la pregunta otro - Sonrió - Mi nombre es Shisui Uchiha.
La rubia detuvo su trabajo por un momento, había escuchado ese nombre antes.
¿Shisui? Cómo shunsin no Shisui? - Preguntó.
El recién apodado Shisui sonrió con arrogancia.
Así es, porqué? ¿eres mi fan? -
Shisui tuvo que reprimir un gemido de dolor cuando la rubia apretó con fuerza las vendas alrededor de su torso.
Había escuchado de ti por mi compañero de equipo Sasuke. Yo odio a Sasuke y su complejo de superioridad Uchiha - Dijo fríamente.
S-si, si -
Bien ya está - Comento colocando el último vendaje - Ahora largo de mi casa - Dijo y apunto a la ventana
E-espera, dijiste que tú compañero de equipo es Sasuke, ¿no? Según tengo entendido Sasuke tiene de compañeras a dos chicas, una pelirosa y una rubia. Eres Uzumaki Naruko, ¿no? - Pregunto abriendo los ojos ligeramente sorprendido sabiendo por fin con quien estaba.
Si, ahora largo -
Aguanta, eres un médico ninja? -
Si, como dije, quiero que te vayas de mi casa - Dijo apretando los dientes.
Shisui hizo ojos de cachorro - Oh, vamos Naru-chan, enserio vas a dejar a tu paciente solo afuera a merced de todo el peligro? ¡¿Enserio vas a traicionar al código de los médicos?! - Dijo dramáticamente colocando una mano en su pecho y cubriendo sus ojos con su antebrazo.
Naruko dejo escapar algo parecido a un gruñido y miro directamente a los ojos del azabache.
Solo por hoy, si te veo aquí a la mañana siguiente te juro por lo que más quiero que me aseguraré que esa herida duela mas que todo -
Naruko se dio la vuelta y dejo al Uchiha solo en la sala.
No me vas a dar una almohada? O aunque sea una sábana? - Pregunto justo antes de que una almohada seguido de una sábana golpearan su cara - Arigato -
Naruko cerro la puerta de su habitación con fuerza haciendo que sonara por toda la casa. Shisui reprimió el impulso de suspirar y quejarse.
Cuando estaba acomodando la almohada Shisui se pregunto algo. Sasuke había comentado en una de sus tantas reuniones entre ellos dos e Itachi, que Naruko era una revoltosa cabeza hueca sin remedio, que era mediocre en artes ninja en el mejor de los casos y que no tenía una pizca de talento. Pero lo que acababa de pasar demostró lo contrario, esa chica no era revoltosa y mucho menos una cabeza hueca, era hábil y su puntería con el kunai dio miedo.
Tenía que observar a esta chica...
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Dante subiendo una nueva historia cuando tiene como quince borradores y cinco historia que completar: