- María - mis ojos se cristalizaron -
- Hazme caso, querida - besó mi mejilla y me empujó levemente -
Me fuí corriendo hacía la habitación y me encerré. Cerré todas las ventanas con las cortinas y me agaché hacia el piso. Los disparos se hacían más y más fuertes, me asustaba cada vez más. Mi respiración se hacía más agitada y se me cerraba el pecho.
Ésto no había dicho, pero cuando estoy asustada tengo ataques de pánico. Trato de tranquilizarme pero no puedo, comienzo a llorar en silencio. Jimin todavía no había venido y eso me preocupaba y María estaba allí; en el living.
Al momento de cerrar y abrir mis ojos, la persona inesperada toma de mi brazo para levantarme y me hace un gesto de silencio. Era Jimin.
- Tn, tranquilízate, estoy contigo, no te pasará nada - tomó de mis mejillas delicadamente -
- No... Pue... - mi respiración estaba entre cortada -
- Respira profundo, ¿Si? - respiró hondo y lo imito - quiero que te calmes - me miró fijamente -
- Bien - susurro, aún con mis ojos llorosos -
Jimin me calmó bastante. Él me abrazó y se separó al instante cuando escuchamos un disparo, provenía de la planta baja.
- ¡Jimin, está María allá! - desesperada -
- Tranquila, María se fue con Jade a un lugar seguro y ahora quiero tú hagas lo mismo. Will vendrá contigo - habló con nerviosismo -
- ¿Y tú qué harás? - pregunté confundida -
- Yo estaré bien - se escuchó otro disparo -
- No, no te dejaré - contesté -
- No, tú irás con Will -
Él me obligó a quedarme en la habitación y se fue de ahí. Los disparos seguían y seguían. María es mi primera preocupación, los demás también, pero ella es la primera de todos.
Tapaba mis oídos para no escuchar los disparos. De repente, veo a Will entrando a la habitación con un arma en su mano.
- Señorita, Tn, vamos - estrechó su mano, pero observó que no lo hacía - ¡Carajo, Tn, vámonos ya! - alzó la voz -
Le dije nada, tomé su mano y salimos del cuarto y bajamos con cuidado al living. Habían algunos guardias tirados en el piso; muertos. La sangre estaba desparramaba a cada lado en el suelo, nuevamente mi respiración se agitó al ver esa imágen.
Will no se percató de mí desesperación y siguió viendo por todos lados para ver si venía alguien.
- Tn, quiero que me escuches atentamente - me miró -
- ¿Qué pasa? - dije nerviosa -
- Quiero que corras hacia donde está el auto y cuando lo hagas quedate quieta, ¿Oíste? - replicó con cautela -
- ¿Cómo carajos hago eso? Hay hombres disparando a cada segundos - respondí asustada -
- Solo obedece, no pasará nada - aseguró -
- Bien - susurré a lo último nerviosa -
- De acuerdo, cuando te diga, corres - miró por última vez los pasillos y abrió la salida - ¡Ahora, corre! - dijo -
Cuando Will me ordenó, corrí lo más rápido que pude y me adentré al carro de color negro. Cuando entré ví una persona sentada en el piloto, yo estaba en la parte trasera. Él hombre se dió vuelta y me miró.
- No te asustes, señorita - trató de tranquilizarme -
- De acuer... - escuché otro disparo, pero muy cerca -
¡Oh por dios!
Me quedé en shock al ver el hombre... Muerto. Tenía un agujero en la frente y su sangre deslizaba por toda su cara. Que asco...
Mi rostro se quedó aterrorizado por esa escena y rápidamente veo de quién se trataba. Era un hombre vestido de traje elegante, con una corbata y un arma en su mano. Se acerca al auto y abre la puerta, toma de mi brazo y me jala para afuera.
- ¡Suéltame! - grité desesperada -
- ¡Calla tu maldita boca! - grita el sujeto -
- ¡No! - trato de zafarme, pero es imposible. Él me toma de mis dos brazos hacia tras y apreta mis muñecas con fuerza.
- Maldita, cállate mujer - dijo otro hombre viniendo -
- ¡Qué me suelte! - dije yo insistiendo -
- Te lo advierto una vez más - se acercó - cállate o seré brusco contigo y seré nada cuidadoso - habló con tranquilidad -
- Me importa un carajo - respondí y le escupo en su cara -
Oh, oh, la cagaste.
- Te advertí, querida - me tira de mi cabello bruscamente y jadeo de dolor - ¡¿Quieres que sea brusco contigo, eh?! - gritó con furia -
- Me duele, suéltame - comienzo a sollozar -
- ¡Déjala! - una voz conocida se hizo presente; Jimin.
El sujeto que me jalaba se dió la vuelta y un disparo llegó a su pierna. Él hombre se torció de dolor y tira su arma al suelo, mientras que yo solo me quedo ahí parada todavía analizando lo que pasó hace cinco segundos.
- Hijo de puta - habló ese hombre tirado, Jimin le da otro disparo en su pecho y cae muerto al instante. Mientras que el otro sujeto tomó mi cuello con fuerza y me apuntó con su arma.
Jimin miró la acción reciente y rápidamente apunta con la pistola al tipo.
- Baja el arma o le disparo - apretó el metal en mi cien más fuerte -
- Déjala en paz, ella no tiene nada que ver con esto - dijo Jimin -
- Si tiene que ver, ella es la causante de todo, ¿Sabes porqué? - alzó las cejas - por qué ahora la persona que más quieres se irá conmigo o simplemente se irá a otro lado del mundo sin tí - rió -
- No te atrevas, Tobias - le respondió Jimin con enojo -
- Oh sí, Jimin, lo haré - escuché como la pistola es cargada y cierro con fuerza mis ojos -
- ¡Tobias, no! - Jimin gritó con furia -
- Despídete - dijo Tobias a lo último, antes de que...
Pum... Un disparo sonó.
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Continuará...