Capitulo 15
Parte 2
Dos años
Mis amigos de la iglesia me festejaron mis dieciocho años no lo podía creer, oficialmente era mayor de edad que emoción. Todos estaban reunidos cantándome el Feliz Cumpleaños, cada uno de ellos me dijo cosas muy bonitas.
Esas amistades valen la pena.
Si que lo valen.
En todos estos años saliendo cada tarde, jugando, contando nuestros secretos, riendo de cualquier cosa, viendo películas, aprendiendo de cada uno de ellos.
Éramos muy diferente, sí que lo éramos, pero siempre que nos reuníamos teníamos algo en común y era Jesús.
Es bonito compartir como jóvenes esos momentos, sanos, divertidos, sin necesidad de beber, ni de salir de fiesta.
Por fin encontré mi identidad ya sabía para que nací, comprendí que llegue a este mundo con un propósito, adorar a Jesús y hablar de su palabra.
Nataly mi amiga fiel, que bonito era tenerla como amiga, llegamos a ser tan unidad que incluso le conté como me sentía con respecto a Yahir y me entendió, no me juzgo como otras personas lo hubieran hecho.
Incluso ella me conto muchas cosas de las que había pasado en el instituto. Era una amiga maravillosa y ambas nos complementábamos muy bien.
Diana otra amiga increíble, aunque desde que me gradué del instituto perdimos un poco la comunicación, pero lo bueno es que siempre que necesitaba ayuda ella respondía sin dudar y yo hacía lo mismo, era una amiga increíble.
Cristian no voy a negar que después de un tiempo hizo que la amistad funcionara, en realidad si había cambiado y quien diría que nos volveríamos mejor amigos, tarde años en sanar, pero lo logre. Él era un chico muy bueno, incluso se alejó de Anthony por que la actitud de él no le agradaba.
Anthony nuca más volvió hablarme y por mi estaba muy bien.
Yahir.... Que diré de él, ya no sabía nada de él, había veces que lo echaba de menos, tenía la esperanza de que me mandara un mensaje diciendo Feliz Cumpleaños, pero ese mensaje nunca llego, lo veía en Instagram y se veía bien con sus nuevos amigos, incluso creo que esta con una chica muy bonita, cabello rubio, ojos claros, sonrisa deslumbrante y por lo que pude ver en las fotos tenía un físico increíble.
Yahir había publicado unas cuantas historias con ella y se lo veía bien, me alegraba por él.
Ahora estaba haciendo unos trámites para ir a estudiar la carrera que tanto quería, pero antes tenía que aprobar un examen, cosa que me fastidio un poco, pero así es la vida de un estudiante.
—¿Qué tal si hacemos una pijamada? hablo Nicol, estábamos todos los jóvenes de la iglesia reunidos en casa de Michel, normalmente pasábamos las tardes de los domingos reunidos ahí.
—Tenemos que pedir permiso—comento Nataly.
Cada uno se dedicó a llamar a sus padres y yo también obviamente, me dijeron que bueno pero que regresara temprano, estaba muy emocionada era mi primera pijamada.
—Bueno pidamos algo de comida—Iván se dedicó a pedir unas alitas con papas fritas y gaseosa.
Estábamos viendo Betty la fea, esa novela también nos unía a todos.
—¡Llego la comida! —Iván grito.
—Ahora vamos—respondimos todos a la vez.
Comimos muy a gusto, todos estábamos planeando que hacer en toda la noche, los chicos propusieron levantarnos a las 5 de la mañana a orar.
Era una muy buena idea, todos dijimos que si a esa idea tan genial.
Alrededor de las 2 de la mañana ya nos empezó a dar sueño así que los chicos se fueron a un cuarto separado para descansar.
Yo fui acostarme en una cama con Nataly mi compañera fiel y dormí muy a gusto, en la mañana siguiente si nos levantamos todos a orar, hicimos cade de oración.
Yo ore por mi familia, por mis amigos, por mis estudios y a la final también por Yahir a decir verdad aun lo recordaba y siempre me preguntaba ¿será que tiene planeado venir dentro de un año?
La última vez que lo vi me dijo que volvería dentro de tres años ya solo faltaba un año para que se cumpliera la fecha límite.
Llegue a mi casa un poco cansada pero feliz por las oraciones que cada uno hicimos. Me iba a bañar para sentirme mejor cuando me di cuenta de algo.
El collar que Yahir me había dado en mi cumpleaños no estaba, entre en pánico, no lo podía perder.
Desde que me dio el collar hace dos años atrás siempre lo tenía, nunca me lo sacaba, era un regalo precioso.
Sali del baño asustada buscando por todas partes, pero no estaba en ningún lado.
No puedes perderlo.
Ya lo se.
Búscalo bien.
Eso estoy haciendo no te das cuenta.
A ver tranquila, pensemos que pudo haber pasado.
Ay no, ay no
Que, que
Y si se cayó en la casa de Michel.
Pues lo vamos a recuperar.
Llego el sábado y lo primero que hice fue hablar con Michel.
—Michel hola
—Hola Ester
—Una pregunta ¿en tu casa no encontraste un collar color plata con un dije de la letra E?
—No Ester, no lo he visto—mi cara era de preocupación y seguro lo noto.
—¿Era importante ese collar? —pregunto.
—Si es muy importante.
—Lo siento Ester, no lo he visto, pero te aseguro que si lo encuentro te lo devolveré de inmediato.
—Gracias—conteste un poco triste
Genial el regalo más lindo que me habían dado se me perdió. Estaba un poco frustrada por mi descuido, quería ese collar.
*****
—Ester mira—Michel abrió su mano y era mi collar.
—¡Mi collar! —chille de la emoción.
—Si estábamos cambiando un poco el cuarto cuando nos dimos cuenta que tu collar estaba ahí en el suelo.
—Muchas gracias Michel, este collar significa mucho para mí.
—Me imagino que sí, ¿te lo dio alguna persona especial?
—Si, una persona muy especial para mí.
—En ese caso que bueno que lo encontré.
—Si Michel muchas gracias.
—No te preocupes, y que bueno que esa persona especial te lo haya dado a ti.
—¿Por qué lo dices?
—Porque se ve que quieres mucho a esa persona, con lo preocupada que estabas cuando me preguntaste por el collar—me puse algo nerviosa cuando dijo eso.
—Eh... eh si
—Bueno Ester nos vemos.
No quería a Yahir... o si, no claro que no, me gusto en el pasado, pero no lo quería.
Él fue el único que te hizo sentir especial
Ahora no conciencia
Dos años y seis meses
Mi madre y yo fuimos de compras, y recordé que en ese mismo centro comercial Yahir estaba comiendo sushi con su familia.
Si echaba de menos a Yahir, ¿será que él también me echa de menos? La verdad es que lo dudo.
—Mamá pase los exámenes para entrar a la Universidad—chille de alegría
—Hijita de mi vida me alegro mucho, te lo mereces.
—Gracias mamá.
Si que me esforcé para esos exámenes y por fin lo logré entre a la carrera que tanto quería.
Todos los jóvenes de la iglesia me felicitaron de mi cupo para la U y en ese instante desee que Yahir hubiera estado ahí, pero era sueño imposible.
Tres años
Hoy se cumplían tres años de la despedida de Yahir, prometió que volvería, pero no fue así, ni señales de vida me había dado durante estos tres años, así que ahora si perdí toda la esperanza de volverlo a ver algún día.
—Hola Ester ¿cómo va la U? —pregunto Carlos un chico de la iglesia, el era alto con ojos claros de color verde, cabello castaño, sonrisa muy bonita y un carisma impresionante. Me caí muy bien, siempre me hacía reír.
—Hola Carlos pues algo agotador, pero todo bien. —me fije que me mira fijamente—Y tu ¿Cómo vas con lo de la U? —él estudiaba Arquitectura.
—Va bien, nada interesante.
—A si es la vida del universitario—bromee, el siempre seguía mis bromas.
—A si ha sido—se rio.
—¿Tienes algún plan para este fin de semana? —note como se ponía un poco nervioso.
—No, solo salir con todos los jóvenes.
—¿Quieres ir conmigo por un helado? —no me esperaba esa pregunta.
—Con todos los jóvenes, si claro.
—No Ester, solo los dos—me puse nerviosa sin saber por qué.
—Eh... si está bien.
—Listo a las dos de la tarde ¿te parece?
—Si.
Me encontré con Carlos en el centro comercial, llevaba puesto una sudadera azul marina uno pantalones jeans, zapatillas negras, su cabello claro un poco despeinado.
—Ya estoy aquí—comenté cuando lo vi de espaldas.
—Que puntualidad la tuya.
Deja vu, así nos decía Yahir.
—A si soy—le dedique una sonrisa sin despegar mis labios.
—Bueno vamos por el helado
—¿Qué sabor quieres? —pregunto.
—De chocolate.
—Listo, espera aquí ya te lo traigo.
—Aquí esta su helado señorita—me miro con una sonrisa tierna.
—Gracias señorito—bromee.
—¿De chicle? —pregunte con una cara de asco, nunca me ha gustado el helado de chicle.
—No insultes mis gustos—contesto Carlos.
—Es que ese sabor es...—me corto enseguida.
—Es el que gusta.
—El de chocolate es mejor
—No me gusta mucho.
—No insultes a mi helado.
—Losiento señorita— ambos nos reímos.
Pasamos la tarde paseando por el centro comercial, charlando de cualquier cosa que venía a nuestra mente. Me fije que tenía unas pequeñas pecas.
—Bueno Señorita te dejo sana y salva—hablo Carlos antes de irse.
—Gracias por hoy—comente.
—Gracias por aceptar—me dijo.
—Un gusto—le sonreí.
—Cuídate Ester nos vemos la otra semana.
Asentí con la cabeza y se fue.
Tres Años y seis meses
En todo este tiempo había salida de vez en cuando con Carlos, la verdad me agradaba su compañía era un amigo increíble, ya mencioné que me hacía reír.
Las personas que te hacen reír valen la pena.
Claro que valen la pena y mucho.
Estaba llegando a la iglesia un poco tarde, la universidad ni me dejaba dormir.
Cuando llegue vi a todos los jóvenes reunidos haciendo un círculo y en el centro estaba alguien que no sabía quién era.
Todos le decían que estaba feliz de verlo, no tenía ni idea de quien era, fruncí un poco el ceño y me dirigí a ellos.
—¿Por qué tan felices? —pregunte con mi sonrisa carismática.
Abrieron el circulo que estaban haciendo para dejarme ver quien estaba ahí dentro y lo vi...
Yahir era el, no me lo creía hace seis meses perdí la esperanza de volverlo a ver, pero ahí estaba en frente de mí.
Tan cerca y tan lejos a la vez.
Estaba más alto, con su cabello un poco despeinado, sus ojos del mismo color que los mío, su buen físico, tan simpático incluso mucho mas de cuando lo vi por última vez. No me lo podía creer que estuviera frente a él.
No dije nada, no me salían las palabras estaba tan sorprendida.
—¿No te alegras de verme? —Yahir hablo al ver que no decía nada con una sonrisa, esa sonrisa que en el pasado me gustaba tanto.
—Eh... yo ... no.... Quiero decir si, no sabía que vendrías—estaba muy nerviosa.
—Hace unos tres años atrás dije que volvería.
—S- si lo recuerdo, pero no pensé...
Me corto antes que terminara y me abrazo, sus brazos tan cálidos, olía tan bien, ese abrazo que tanto espere.
Pero que me está pasando, yo deje de sentir cosas por él hace mucho tiempo.
No te mientas.
Estaba tan sorprendida que no correspondí a su abrazo se separó de mí y me miró fijamente, su mirada intensa, no podía leer lo que me quería decir
—Hay que hacer una fiesta de bienvenida—comento Iván.
—¡Si! —chillaron todos.
Me sentía un poco incomoda en la fiesta que hicieron los chicos por la bienvenida de Yahir.
Me senté en un rincón con mi gaseosa y todos le hacían preguntas a Yahir sobre ¿Qué tal Suiza? ¿Cómo ha ido el instituto? ¿Vas a estudiar aquí? Pero nadie preguntaba por qué dejaste de escribirnos.
Pregunta eso
No, ni loca.
Yo solo me limite a escucharlos.
Carlos se sentó a mi lado.
—Te noto un poco incomoda—Carlos me miraba fijamente.
—No estoy bien.
—¿Segura Ester? puedes contarme cualquier cosa.
—Tranquilo Carlos estoy bien.
—Como diga la señorita de risa bonita.
—Si señorito de pecas bonitas—ambos no reímos, es que con él siempre era fácil reírme.
Y de repente note una mirada intensa encima de mí, lo mire y me di cuenta que Yahir me miraba un poco enfadado creo, no se tal vez estoy loca, pero yo note eso.
No me quitaba la mirada de encima y eso me incomodaba.
—Chicos ya me tengo que ir.
—¡No! —chillaron todos a la vez.
—Quédate Ester—Nataly mi miraba con ojitos de por favor.
—Lo siento me encantaría, pero no puedo quedarme hasta tan tarde, tengo un monto de tarea.
—Te entendemos—Michel dijo.
Me despedí de todos, incluso de Yahir con un beso en la mejilla muy corto, no lo sé, pero para mí parecía extraño, no era el mismo que conocí hace cuatro años atrás, era diferente.
Sali de casa de Michel y me dirigí a tomar un taxi, pero no había ninguno.
—Ester espera—era la voz de Yahir, me provo escalofríos.
—¿Q-que pasa? —me gire para verlo.
—Necesito hablar contigo.
—Ahora mismo no puedo.
—Mañana en la tarde ¿puedes? —me miraba fijamente.
—Si.
—Entonces mañana paso por ti a las 3 de la tarde.
—Está bien—ya estaba a punto de irme, cuando me abrazo otra vez.
Esta vez sí le correspondí, me sentía segura en sus brazos, tantos sentimientos encontrados, enojo, tristeza, alegría.
—Te extrañe mi querida Ter—él era el único que me llamaba así y me alegro volver a escuchar ese apodo.
—Y yo a ti sabelotodo—escuché que se rio, extrañé tanto esa risa.
Emocionada por traerles esta capitulo, Yahir ha vueltooooo...
Emoción al mil porque nuestro Yahir tiene mucho que decir a Ester.
Gracias por leer, lo aprecio mucho, no te olvides de dar tu ⭐si te esta gustando la historia.
Los quiero ❤
Sigan leyendo 🥰