—Ismael no puedes irte.—afirmó Sara mientras su mejor amigo recogía su ropa y ella lo miraba.
—Sara estaré bien, cuando me estabilice te mandaré mi dirección.—Sara se le puso en medio y lo miro a los ojos.—¿Que?
—Ismael no puedes dejarme...yo te quiero.
—Yo también y lo sabes—Dijo Ismael dejando la ropa que tenía en las manos en la cama y poniendo sus manos en sus hombros, Sara cerró los ojos enojada.
—Sabes de qué manera yo te quiero Ismael, sabes que no quiero que te vayas, para que estés conmigo, eres muy inteligente te has dado cuenta que no le hago caso a ningunos de mis enamorados por ti...—Sara estaba al borde de las lágrimas, de lo nerviosa y emocionada de expresar sus sentimientos en voz alta por primera vez directamente.
—Sara perdóname por no hacer las cosas bien, pero ahora lo haré para que puedas seguir adelante con tu vida con una persona que si te quiera.—Ismael se aleja y suspira.—Yo no te quiero de esa manera.—Sara cerró los ojos aguantando las lagrimas.—Sabia de tus sentimientos pero no podía rechazarte porque me duele hacerte daño, te quiero y te necesito como amiga pero no puedo evitar que sientas eso por mi, creo que lo mejor es que me mude y ni a ti te diga donde estaré, es mejor que mantengas tu distancia de mi.
—No puedes hacerme eso, te iras y no me dirás ni a mi donde estarás, gracias Ismael.—Sara se secó rápidamente las lágrimas mientras Ismael volvió hacer sus maletas.—Dime quien es...—Ismael la miró confundida.—Yo hace mucho sospecho que te gusta una mujer, pero no es ninguna de nuestras amistades, te llaman mucho por celular, aveces te desapareces y mantienes tu distancia con las mujeres ¿Quién es la mujer que ha logrado que la ames?
—Sara por favor, no hay nadie, por favor deja de torturarte pensando eso, si alguien pensaría que tengo novia dirían que eres tú, eres la chica más cercana a mi, a la cual le tengo mucha confianza, ¿Recuerdas cuando llegue a este vecindario? Tenía diez año y fuiste mi primera amiga.—Ismael se sentó en la cama.—Eres muy habladora no te callabas, me presentaste a tu familia y desde entonces siempre hemos estado juntos,—Le agarra las manos a su amiga.—Te quiero y lo sabes.—Sara asistió entre lágrimas, Ismael se puso de pie y la abrazó.—No llores Sarita.—Le besó la frente.
—Perdón...—Samara entró a la habitación y no pudo evitar escuchar la confesión de cariño del chico y su gesto de amor en la frente. Ismael y Sara se separaron lentamente en cuanto Samara entró.—Mami me envío por ti Sara porque saliste muy apurada cuando supiste que Ismael se iría.
—Si, vámonos, ya Ismael está por irse también.—Dijo Sara acercándose a su hermana.—Adiós.
—Adiós Ismael—Se despidió Samara.
—Adiós a las dos, cuídense.—Dijo Ismael mirándolas brevemente antes de seguir recogiendo su habitación.
Cuando Sara y Samara iban de salida de la casa de Ismael, Isaac quiso hablar con Samara:
—Ahora no Isaac, debo acompañar a mi hermana, ya es de noche.—Las hermanas se fueron.
—¿Qué pasó con Ismael?—Pregunte y Sara no dijo nada.—¿Te le confesaste?
—¿De que hablas tonta?—Sara me miró confundida.—Ismael de verdad es mi mejor amigo, yo lo quiero mucho y él a mi, no me gustaría que viva lejos, aquí por lo manos puedo ir a su casa a pie y esta cerca, ahora vivirá lejos, pero no me entenderías, tú y Rafael se llevan bien a pesar de la distancia.
—Rafa no cuenta, porque Rafa si es mi AMIGO.—Dije recordando a Rafael mi mejor amigo desde el kínder.—Perdóname, de verdad pensé que se gustaban, pero me alegro de que se quieran mucho, no estés triste, debes apóyalo si es lo que él quiere, déjalo ser.—Sara me miró con ojos aguados.
—Claro para ti es fácil decirlo, tú no quieres a Ismael como yo lo quiero.
—No digas eso, se te olvida que me he criado con el, como si fuera mi hermano mayor, ese que nunca tuvimos ya que somos tres hermanas, recuerdo que cuando lo trajiste a la casa yo tenía seis años, y Él era un chico callado, inteligente y muy amable.
—¿Te acuerdas?—Asistí sentándome a su lado.—¿También recuerdas que una ves te metiste al baño sin papel, y él te lo pasó? Tenías ocho años.—Sara comenzó a reír como loca.
—¡Ya cállate! No recuerdo eso.
—Es cierto, desde que recuerdo cuando eras niña te gustaba mucho abrazar a Ismael, cada ves que venía hacer las tareas conmigo estabas con el y él te ayudaba hacer las tuyas, cuando te enojabas conmigo no querías que él me hablara, él te mimo mucho y te besaba las manos como las princesas de los cuentos, quizás por eso piensas que eres una reina.—Me mira atentamente y se ríe.—Y tú lo celabas mucho cuando eras niña.
—Si, recuerdo eso, hasta en mi fiesta de quince años, bailo conmigo, y cuando cumplí dieciocho no quería que tomara alcohol porque se podían aprovechar de mi...fue desde mi fiesta hace un mes que él se alejó un poco de mi, luego la discusión que tuvimos por Isaac...—Sara me miró confundida, le comete lo que sucedió en la universidad brevemente.—La verdad debí despedirme de él de una forma más adecuada, después de ser mi hermano por tanto tiempo.—Me dolió un poco el corazón al ser tan ingrata.
Al día siguiente, en la tarde Isaac estaba en mi casa, decidí salir por las calles del vecindario con el, para hablar.
—¿Sigues enojado conmigo por lo de Ismael? —Habló Isaac.—Yo no le dije que se vaya, esa fue su decisión.
—No es solo eso, por lo que vi ayer, ustedes nunca han dejado de discutir, cuando eran adolescentes se la pasaban matando, hacia mucho que no peleaban como lo hicieron ayer en la noche, ¿De verdad Isaac aún no aceptas que tienes esta gran familia?—Nos detuvimos y nos miramos.
—No es eso, cuando Mi madre trajo a Ismael y Antonio a la casa ya estaba embarazada de ese hombre, y yo no lo sabía.
—Porque eras un niño Isaac.
—Es cierto ya hace catorce años de eso, Ismael tenía 10 años apenas y tú seis años cuando ellos llegaron a nuestras vidas, tu madre y la mía son muy amigas y estaban feliz por mi madre, pero...—Lo mire atenta.–Mi madre se olvidó de mí cuando llego Ismael.
—No digas eso Isaac, Karla siempre ha sido muy atenta con sus hijo y buena esposa para Antonio.
—Es cierto, estaba más pendiente de Ismael porque su madre murió en un accidente cuando él tenía siete años, y él le tenía miedos a los autos por el accidente, luego nació Ivana, estoy feliz de tener una hermana, pero acaso yo no merecía saber porque mi padre desapareció de nuestras vida y ahora tenía personas nuevas en la casa.—Mire a Isaac bajar la mirada pensativo, y me imagine sus preguntas de niño sin saber de su padre biológico.—No es que odie a Ismael tampoco, pero él tampoco mostró que yo le importara bueno, nunca me vio como a un hermano menor es lo que siento.
—Tuvieron muchas dificultades mientras crecían, quizás por eso no se permitieron ser hermanos, y tuvieron la oportunidad porque sus vida se unieron temprano, pero si aún quieres puedes ser sincero con Ismael, conociéndolo también te escupirá toda la verdad de lo que él también piensa en la cara.
—Si, porque a veces es medio cínico cuando dice lo que piensa.—Nos reímos levemente.—Me resultará muy raro verlo algún día con esposa e hijos, con los callados que es con sus cosas y al mismo tiempo lo brutalmente sincero que es aveces.
—Ismael casado y con hijos...—Lo pensé un rato y me lo imaginé con Sara, sonreí.— Tal vez no sería tan malo.—Reímos.
Pasaron tres meses, Isaac y yo seguimos saliendo, íbamos a cenar fuera de casa, al cine, visitamos Algunas plazas, hablamos mucho, yo estaba cada vez más ilusionada, pero también por fin estaba por acaba el semestre, el mes pasado fue una locura con todos los exámenes y parciales en la universidad, ya a principio de Junio donde estábamos solo tenía un profesor que me quería poner las cosas difíciles pero estaba por terminar.
A Isaac también habían momentos que no lo podía ver porque también estaba estudiando para las materias de su carrera de Abogado, estaba feliz por el, pero hacía tres días estaba algo distante y casi no me respondía los mensajes, pensé que para esta fecha ya tendría más tiempo libre.
—Estoy aquí.—Habló Jorge mi padre llegando a la casa, Saly, Sara y yo salimos a recibirlo, pues nuestro padre es Policía y a veces duraba hasta dos días seguidos fuera de casa.—¿Ya está la comida? Porque no aguanto el hambre.
—Si, ve cámbiate y báñate para que comas más relajado.—Dijo mi madre Vivían.
—Hasta yo tengo hambre.—Dijo Saly entrando a la cocina.
—Pa' te estaba esperando, quiero que me hables de las leyes y el manejo de tus compañeros en el destacamento donde trabaja.—Hablo Sara que también es estudiante de término de la carrera de Derecho, es el orgullo de mi padre, suelen hablar de eso por horas.
—Ma' mañana tengo práctica para el ensayo de la obra en la escuela, ¿Me llevas? Quiero que me digas cómo lo voy haciendo.—Saly habla con Mamá.
—Obvio y también te voy hacer un peinado muy lindo.—ambas Ríen.
—Me avisan cuando esté la comida lista.—Solo dije entrando a mi habitación.—En momento así extraño tener un hermano mayor, gracias Ismael por abandonarme.
Ismael era otro perdido, hablaba muy poco con él, me dijo que estaba trabajando y ocupado en su nueva forma de vida .Llame a Leonora.
—¿Qué onda?
—Leonora estoy preocupada, Isaac no responde mis mensajes como antes hace tres días, llevamos tres meses saliendo casi y no me ha pedido que sea su novia, de hecho ni un beso nos hemos dado, Creo que no le provoco nada será.
—¿Cómo que nunca se han besado? ¿Nada de nada?
—Nada, solo sube muchas fotos conmigo en la redes, en sus estado, me agarra la mano y eso, nos abrazamos, pero hasta parecemos una seria de mejores amigos por siempre.
—¿Y porque no lo haz besado tú?
—Lo he intentado, pero no se si son cosas mías, pero lo evita..
—Ay Mara, no te quiero asustar pero hace una semana Ana publico un estado de que estaba en el país, ¿Crees que Isaac esté pensando en volver con ella?
—Leonora por favor, Isaac no puede ser tan descarado, mejor iré a verle en la tarde.—Me despedí de ella y entré a la redes de Ana, en un estado de Instagram subió una foto muy románticas agarrándole la mano a un chico sin mostrar quien es.—Ana debe de tener nuevo novio, Isaac debe tener una explicación para todo esta distancia.
Luego de comer y pasar rato con mi familia, fue a casa de Isaac pero nadie contestó, luego de un rato él abrió y me hizo entrar, estaba durmiendo al parecer y no había nadie en la casa.
—¿Porque te ves tan casado?—Lo vi tendido en la cama.—Te he estado escribiendo y no respondes.
—Perdóname, comencé a trabajar en el mismo lugar donde está tu hermana Sara, como asistente de un abogado, quiero experiencia laborar.—Me mira luego de pasarse las manos por los ojos.—¿Qué pasa?
El alivio se me reflejaba en los ojos.
—Que bueno que estés trabajando, no lo sabía estaba preocupada...también te quiero hablar de otra cosa.—Isaac se sentó a mi lado.—¿Porque nunca has intentado besarme?—Lo mire.
—No es que no quiera...Es que como dijimos que iríamos despacio y aún no te he pedido que seas mi novia pensé que no ibas a dejar que te tocara, va y piensas que te quiero solo para eso.—Puse una de mis manos en su mejilla.—Samara no te presiones para eso.—Me dijo mientras me acercaba.
—¿En serio crees que me presiono para besar al chico de mis sueños?—Le pregunté frente a su rostro, Isaac se sorprendió un poco, luego reaccionó y me beso en la boca de forma lenta hasta en volverme debajo de él sobre su cama.
Solo nos besamos lentamente sintiendo nuestras lenguas de ves en cuando, nos separamos luego de varios segundos.
—Sabes que decir para prender a un chico Samara.—Dijo mirándome a los ojos, sonreí.—Si me gustas mucho por si lo dudabas.—Nos volvimos a besar hasta que escuchamos a Karla e Ivana llegar a la casa. Nos separemos y tratamos de actuar normal.
Después de eso, estaba en las nubes, llame a Leonora y le comenté todo, estaba muy feliz, solo esperaba que Isaac formalizara nuestra relación, al día siguiente era el cumpleaños de Víctor y podría ser un gran avance caminar de la mano con Isaac entre nuestros amigos muchos de esos del colegio.
Al día siguiente en la noche, Me puse el cabello en un moño alto elegante y un vestido negro pegado al cuerpo sin llegar a ser burga y unas zapatillas con algo de taco a combina con el vestido, Isaac dijo que no debía pasar por mí porque Víctor lo necesitaba en la fiesta un poco más temprano que los invitados, Sara también iba así que me sorprendió un poco cuando Ismael nos pasó a recoger a las dos.
Ismael y Sara hablaban y bromeaban como siempre, yo los miraba feliz por ellos, cuando llegamos a la casa de Víctor habían mucha gente, al bajar de carro vi a Isaac me iba acerca a él cuando apareció Ana detrás de él, se sonrieron y hablaban con algunos conocidos del colegio que estaban en la fiesta.
No sabía que hacer, Ismael y Sara me miraban.
—Vayamos a felicitar a Víctor.—Dijo Sara para liberar tensión.
—Vayan ustedes, debo hablar con Isaac.–Dije y ellos se fueron juntos, Ismael me miró y le dije que estuviera tranquilo con un gesto de mano.—Isaac ¿Podemos hablar un poco?—Dije llegando donde ellos.
—Pero si es Samara, ¿Aún sigues detrás de Isaac?—Hablo Carlos un amigo del grupo de Víctor e Isaac.
—¿Y tú ya dejaste las drogas que te metías en el bachiller?—El grupo ríe y Carlos me mira mal.—¿Isaac? Necesito hablar contigo.
—Hola Samara.—Me saluda Ana antes de que Isaac me siga.—No le hagas caso a Carlos, yo siempre le ha dicho a los chicos que eres una hermana para Isaac, recuerdo lo amable que eres conmigo en el colegio y entiendo porque Isaac te aprecia tanto, cuando vi sus fotos en las redes casi me pongo celosa.—Ana me pasa un brazo por los hombros.—Pero es buenos saber que te siguen esperando en casa, ¿Verdad amor?—Dijo Ana antes de abrazar a Isaac.
—¿Ustedes volvieron?—Preguntó Victor llegando al grupo con Leonora a su lado igual que confundida que yo. Ambos me miraron y luego a Isaac que no se atrevía a mirarme.
—Si, unas semanas antes de regresar al país, le escribí a Isa para arreglar las pases, es que no puedo vivir sin él.—Ana sonríe llamándolo Isa de forma de cariño cursi antes todos.
—Me alegro por ustedes.—Dije lo más que puede fingir.
—Sería increíbles que se casara, son la única pareja del colegio que siguen juntos.—Hablo Carlos recibiendo afirmación departe del grupo.
—Dame un permiso Ana, debo hablar con Samara de algo pendiente.—Dijo Isaac antes de llevarme lejos de todos, detrás de la casa de Victor, cuando estuvimos solos le di una bofetada, fue un movimiento tan natural que pensé en darle otra.—Me la merezco...—Dijo tocándose la mejilla golpeada.—Perdóname Samara, te lo iba a decir pero no pude, me sentía como un miserable por hacerte esto, pero es que no puedo dejar a Ana, yo la amo Samara...—Hubo un silencio.
—Dime la verdad, salimos para tomarnos fotos felices en esos lugares y darle celos a Ana, ¿Verdad?—Hable pensando que solo me sacaba a pasear como si fuera un perro que necesitaba atención.
—Por favor Samara perdóname, si quieres ya no te vuelvo hablar, ni a buscar, saldré de tu vida, ódiame esta bien, pero tratemos de llevarnos bien aunque sea por nuestras familias, solo salimos un par de veces.
—No te importa que yo haga nada de eso porque ya me usaste, no te preocupes Isaac ya yo sabía que no me querías, estoy bien, solo déjame sola.—Isaac se fue y solo me quede sentando en una silla que encontré en el patio de Victor.
No podía ni llorar, solo me daban ganas de reírme de mi misma por tonta, ¿Cómo una persona podría humillarme tanto? Siempre siempre siempre la elegía a ella, comencé a recordar toda mi vida escolar, todas las burlas por gustarme Isaac y por no ser amada, no sé cuánto tiempo pasó pero comencé a recibir llamada de Víctor, Leonora y Sara, les contesté brevemente y les dije que estaba bien, mientras volvía a quedarme pensando que hacer con mi vida.
Tenia ganas de llamar a Rafael, pero no quería preocuparlo...menos cuando se acaba de mudar.
—Estás aquí.—Levante la mirada y era Víctor.—Llevas una hora aquí, ¿Isaac volvió hacer un completo idiota? No me mires así, —Lo mire a la cara.—Yo no sabía que habían vuelto.
—Y tampoco me lo dirías porque es tu amigo.
—Y tú no me creerías porque lo amas ciegamente.—Sonreí sin ganas porque tenía razón.—¿A donde vas?—Me pregunto cuando me puse de pie.
—A mi casa, no puedo estar en una fiesta con esta cara, lo siento Víctor soy un desastre para celebrar tu cumpleaños.—Victor me abrazó, puso su brazo izquierdo en mi espalda baja y con su mano derecha levantó mi barbilla para que lo mire.—¿Víctor?—Lo hizo en un momento rápido.
—No me gusta verte sufrir por alguien como Isaac, desde que éramos niños siempre me has gustado, me enamoré de la forma en que veías a Isaac y lo defendías, lo ayudabas a pesar de que siempre estaban discutiendo...—Lo empuje.
—¿De que hablas? ¿Tú no estás con Leonora?
—Leonora es mi amiga, ella sabe que me gustas, yo se lo dije hace mucho tiempo.—Dijo acercase otra vez.—Si sacarás tu corazón y te abrieras un poco más, notarías cuando vales para los que te rodean Samara.—acaricio mi mejilla y unió sus labios a los míos, solo fue la presión de sus labios cuando reaccione y lo volví a empujar, dándome la vuelta rápidamente para irme.—¡Espérate Samara!
—Nora..—Vi a mi amiga a poco distancia frente a mi, se acercó y me dio una bofetada así sin más.—¡Pero yo no hice nada!—Exclamé apunto de llorar.
—Leonora no vuelvas hacer eso.—Víctor se puso frente a mi cuando Nora mostró intención de pegarme otra vez.—¡Ya basta, tú lo sabías!
—¡Si sabía que te gustaba Samara, pero pensé que ella saliendo con Isaac dejarías eso que quieres con ella de un lado!—le grito a Víctor.—¡Que no haz hecho nada, no me haga reír, primero Rafael y ahora Víctor ¿Es que no tengo derecho a enamorarme si ya te conocen?, ¿Acaso eres más linda que yo? Te odio Samara, que bueno que sientes lo mismo que yo porque Isaac no te ama!—Estaba atónita, está no era mi amiga, Leonora mi mejor amiga, no puede ser, ¿Qué es esto? Me acerqué lentamente y la abracé a pesar de su enojó.
—¿Porque Nora ...? —Susurré mientras lloraba y la abrazaba con fuerza.—Eres mi amiga yo te necesito...—Nora me empujó y me miró.
—Quiero tener un novio que no se enamore de ti Samara, solo quiero eso.—Dijo uniendo las manos como si estuviera haciendo una oración, y se fue.
—Esto es mi culpa Samara, déjame hablar con ella.—Víctor sale detrás de ella.
—Ya tuve suficiente desprecio por hoy...—Me dije caminando lo más rápido que pude para salir e irme. No paraba de llorar, —Sara..—Lloré cuando la vi hablando con Ismael, la abracé. Ellos me hacían preguntas pero yo no contestaba.—Solo llévame a mi casa, por favor por favor —Luego Abrace a Ismael, estaba desesperada.—Sáquenme de aquí se los pido...—Ismael me abrazo preocupado.
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