Vida de Papá

Av SingtuanKrist

15.5K 2.5K 67

Arthit está decidido a tener una vida respetable. Estudió una carrera y ahora está buscando empleo para demos... Mer

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Epílogo

Capítulo 20

401 69 2
Av SingtuanKrist

KONGPOB

Arthit ya no actuaba de la misma manera. No le enviaba un mensaje de texto cuando salía para dejarle saber cuáles eran sus planes, y no trataba de entablar una conversación con él más allá de los holas por educación y sin sentido cuando se cruzaban en casa. En la mañana del cumpleaños de Kongpob, Arthit le deseó felicidad y luego desapareció por el resto del día.

Kongpob fue con Dae a una cena en un restaurante que eligió su madre, pero durante todo el tiempo que estuvo fuera, no pudo apartar sus pensamientos de Arthit y la mirada angustiada en sus ojos.

Para cuando llegó el lunes, Kongpob estaba en peor estado que antes del fin de semana. Lo sobrellevó escondiéndose y enterrando la nariz en su trabajo. A pesar de los nuevos ejecutivos en el equipo, había más que suficiente para todos. Cuanto más tiempo se quedaban, peor se ponían las cosas, y Kongpob fue el único en sufrir las consecuencias.

Evitaba a Warut, pero era imposible no escuchar los rumores sobre su temperamento. Estaba empeorando en lugar de mejorar. Si algo no cambiaba pronto, Kongpob sabía que se desbordaría.

Eso no sería bueno para nadie.

Entre el caos que era el trabajo y lo deprimente que era su vida hogareña, Kongpob no tenía mucha energía para funcionar. Cuando llegaba a casa comía una cena rápida, luego se iba a su habitación, saliendo únicamente para atender a Dae .

Ya no había más diversión.

Qué extraño era que un joven pudiera tener un impacto tan profundo en su vida.

El martes, Kongpob se levantó temprano para encontrar a Arthit en la cocina. Estaba fregando una sartén. La cocina olía a bacon, pero el horno estaba apagado y Kongpob no necesitó comprobarlo para saber que Arthit no había preparado nada para él.

Eso dolió.

Arthit no era un sirviente. Su único trabajo era cuidar de Dae .

Pero desde el tiempo que había transcurrido desde que empezó, había asumido un papel fundamental en el hogar que ahora Kongpob echaba muchísimo de menos.

—Buenos días. —Kongpob se dirigió al frigorífico. Con nada preparado y listo para tomar, tuvo que volver a su antiguo desayuno. Un batido de proteínas.

—Buenos días, —Arthit masculló. —Dae y yo nos vamos fuera hoy.

— ¿A yoga?

—Más tarde. Pero vamos a salir antes de eso. —Arthit terminó de fregar la sartén. La puso a secar. —Probablemente no miraré mi teléfono demasiado, así que no te asustes si no te respondo enseguida.

Kongpob deseaba tener la fuerza para hacer las cosas bien. Sabía que él tenía la culpa, pero estaba tan agotado por el estrés del trabajo que no podía dedicar energía a mejorar la situación de su hogar. Se sintió impotente.

—Gracias por decírmelo. —Kongpob tomo la leche y la dejó en la encimera. Había unas cuantas tazas de viaje en un armario y tomo una de las más grandes. Tomo los polvos proteicos de la estantería de la despensa, luego midió una cuchara rasa y la echó en la taza. —¿A la compra?

—No, vamos mañana a eso.

Arthit no ofreció ninguna explicación sobre lo que estaba haciendo, por lo que Kongpob dejó morir el tema. Vertió leche sobre los polvos.

—¿Necesitas algo mientras estoy fuera? —Arthit preguntó. — Estaremos por la ciudad, centros comerciales, empresas, lugares comunes del centro de la ciudad, así que si quieres algo, puedo traerlo sin mucho problema.

—No.

Solo quiero verte sonreír.

—De acuerdo. —Arthit se estiró. —Tengo el vigilabebés. Dae estaba todavía durmiendo cuando he ido a verlo antes. Me voy a duchar. Seguramente te hayas ido cuando termine. Que tengas un buen día.

Las frases breves y con desgana que utilizó Arthit cortaron a Kongpob hasta la médula. Trastornado, dejó que Arthit saliera de la cocina y desapareciera escaleras arriba.

¿Cómo habían podido empeorar tanto las cosas?

Amargado consigo mismo y con su pasividad, Kongpob enroscó la tapa de su taza de viaje y agitó su batido de proteínas. Cuando estuvo seguro de que estaba mezclado, lo dejó sobre la encimera y fue a buscar su maletín.

Otro día estresante en la oficina daría lugar a otra noche incómoda en casa. Su sufrimiento no tenía fin.

Algo tenía que cambiar. Si simplemente Kongpob supiera por dónde empezar.

☘️☘️☘️☘️☘️☘️☘️🍀☘️☘️☘️☘️☘️☘️☘️

Warut apareció en la puerta de la oficina de Kongpob. Con los hombros anchos, la espalda demasiado recta para estar cómodo y la cara roja, no necesitaba decir una palabra para que Kongpob reconociera en qué estado de ánimo se encontraba.

Warut no había venido a charlar.

—Qué agradable verte en tu oficina por una vez, Suthiluck.

—No me había dado cuenta de que me estabas buscando. —Kongpob se preparó para una difícil conversación. El tono de voz de Warut no dejaba nada a la imaginación. Se iban a intercambiar duras palabras. — La próxima vez, si vienes mientras estoy fuera de la oficina, envíame un correo electrónico. Me pondré en contacto contigo, o si no puedo, podemos programar una hora para reunimos.

Warut sacó una pila de documentos de debajo del brazo. Atravesó la sala y los dejó en la esquina del escritorio de Kongpob. Kongpob miró de Warut a los documentos y luego de nuevo a Warut .

El tiempo no había cambiado a su primo. El cuerpo de Warut había madurado, pero su aspecto seguía siendo el mismo. Pelo corto y oscuro. Ojos intensos entrecerrados. Una nariz demasiado fina para su rostro y labios un poco demasiado grandes. No era un hombre poco atractivo, pero la retención de emociones y los ataques de ira transformaron lo que podría haber sido una belleza inusual en algo feo.

O tal vez todo era una percepción, y Kongpob estaba tan enfermo de sus mierdas que estaba distorsionando la cara de Warut.

—Fuiste contratado para hacer un trabajo y espero que lo hagas. —La voz de Warut era nivelada, pero había un deje frío que habría hecho que Kongpob se arrugara si no estuviera ya preparado para ello. —Tu trabajo es no estar lejos de tu escritorio por largos periodos de tiempo.

Warut no lo intimidaría. Kongpob estaba tan cansado del acoso y el ambiente estresante generalizado que no le importaba lo que pensara Warut . No admitiría ninguna culpa.

—Mi trabajo es multifacético y, a veces, requiere que esté fuera de mi escritorio. Hay reuniones a las que asistir, personas a las que localizar, preguntas que hacer, ¿y sabes qué? Algunas veces me gusta almorzar. Eso no es un crimen.

El rostro de Warut se puso aún más rojo. Tenía poros abiertos en la nariz que Kongpob nunca antes había notado.

—Cuando significa que el trabajo se sigue acumulando, lo es. Tienes la responsabilidad de estar en tu escritorio. Tienes la responsabilidad para con el equipo de hacer tu trabajo.

Si bien era cierto, lo que Warut no mencionaba era que Kongpob trabajaba más duro que cualquiera de los nuevos empleados que habían contratado. Había visto su flujo de trabajo y había seguido sus progresos. Nadie igualaba las horas de trabajo de Kongpob. A nadie le importaba lo suficiente como para hacerlo.

—¿Así que, me estás diciendo que llegar más temprano al trabajo y marcharme más tarde no cuenta para nada? —El rostro de Kongpob se endureció. El estrés de su vida laboral y personal colisionaron y oscurecieron su tono. —He estado poniendo toda mi energía en tratar de hacer que todo funcione, en tratar de arreglar los errores que tu nuevo 'equipo' nos ha endosado. ¿Quieres saber por qué nuestras previsiones trimestrales no marchan bien? Es porque en los tres meses que no estuve, este lugar ha sido tirado al barro por la inexperiencia e incompetencia. He dado todo de mí para encarrilarlo pero, cuando estoy desbordado con un trabajo como este, cuando me echan a la hoguera por algo que no hice, eso me impide progresar.

Warut era su primo, pero también era su jefe. Kongpob sabía que estaba metiendo la pata, pero no pudo evitarlo. No tenía escapatoria. Sus frustraciones y desilusiones por su situación con Arthit llegaron a un punto crítico.

—¿Ese es el juego al que quieres jugar, Suthiluck? — Warut demandó.

Sus ojos se entrecerraron hasta solo quedar rendijas, las llamas de ira en sus ojos abrasaron a Kongpob. —¿Quieres culpar a todo el mundo por lo que tú has hecho? Bien. Entonces permíteme contraatacar.

Kongpob casi interrumpe, pero se echó hacia atrás. No le haría ningún bien si destrozaba a Warut. Tenía que esperar hasta que Warut terminara de hablar antes de responder.

—Cuando decidiste empezar tu pequeña familia, sabías que te iba a quitar tiempo. Sabías que habría alguien llenando tu espacio. ¿Y sabes qué? Si eso te cabrea, es tu culpa. Entraste en esto sabiendo que mientras tú jugabas a las casitas, otro ejecutivo competente tomaría el control. Solo porque nuestro nuevo modelo de negocio no encaje con lo que imaginabas para la empresa no lo hace menos válido, solo significa que es hora de que saques la cabeza del culo y te pongas al día.

Kongpob no podía hablar. Su lengua quería arremeter y poner en su lugar a Warut , pero su ira dispersaba su raciocinio y le forzaba a centrarse en sus emociones.

—¿Y sabes qué? —Warut increpó. Apoyó las palmas en el escritorio de Kongpob y se inclinó hasta que casi estaban nariz con nariz. —Siempre has tenido que hacer las cosas a tu manera. Siempre todo ha sido sobre lo que tú querías. Te negabas a buscar otras soluciones porque no encajaban en tu exacto y pequeño molde. Eso ya no va a pasar.

—Estás lleno de mierda, —siseó Kongpob.

—Lo dice aquel cuyo mundo se ha puesto patas arriba porque nuestro plan de negocios no es el mismo que cuando se fue hace tres meses. — Warut no le dio opción a réplica. —Mientras tú estabas ocupado formando tu pequeña familia y jugando al felices para siempre, nosotros estábamos aquí trabajando. Creciendo. Liderando. Si estás tan anclado en tus maneras que no puedes crecer con nosotros, tal vez es hora de que te vayas.

La amenaza estaba ahí. Kongpob sabía que había presionado demasiado y que seguir adelante sería una mala idea. Se mordió la lengua para no hablar, incluso cuando Warut sonrió de una manera engreída que hizo que Kongpob quisiera darle un puñetazo en la cara.

—Así que trabaja tus largas horas. Haz el trabajo que sea necesario. Haz lo que sea necesario para sentirte feliz. Si no se adapta y se acopla a nosotros en lugar de oponerse a todo lo que tienes, entonces tal vez ya no seas la persona adecuada para esta empresa.

Warut se apartó del escritorio. Caminó hacia la puerta.

—Necesito que revises los archivos que te dejé y elabores un plan para incorporarlos a nuestras operaciones actuales al final del día. No me importa lo tarde que necesites quedarte.

A Kongpob le hirvió la sangre. Vio rojo.

—Hazlo. —Warut salió dando un portazo a la vez que Kongpob soltó un bramido que desgarró su garganta.

¿Por qué demonios tenía que ser así? Cada parte de su vida se caía en pedazos y no había nada que pudiera hacer para detenerlo. Tenía que renunciar a algo. No podía seguir viviendo de esta manera para siempre. Pero tenía miedo de que el precio que tuviera que pagar fuera demasiado elevado.

Fortsätt läs

Du kommer också att gilla

189K 20.7K 42
Dos reglas de oro. Sólo debía cumplir dos simples reglas. 1º No interactuar con humanos a los que aún no tuviese que llevarme. 2º Nunca llevarme el...
4.4K 440 5
~*~ Dios no hizo otro como yo, que sepa amarte mejor ~*~ 2min Minho Taemin
513K 26.2K 36
" - No pienses,no dudes, solo... actúa. Esas son las palabras que nos han metido en la cabeza desde q...
2.5K 150 48
Su mundo está lleno de caos y muerte. Los peligros aumentan cuando los géneros desaparecen por completo. Gael junto a sus tres hermanos deben continu...