Cuando noviembre pasó, los merodeadores y todos los estudiantes de séptimo año estaban consientes de que se les terminaba el tiempo en Hogwarts, todo lo afirmó cuando recibieron un paquete de parte de Robb Scamander
Un montón de playeras con un fénix en el centro, representando que ya eran considerados parte de la orden, al menos por Robb, aún no le decían a nadie que se iban a tomar un sabático, aún así las playeras les gustaron tanto que se las quedaron y las usaban todo el tiempo
Cuando Jon llegó con un montón de libros y sus ya usuales comics, todos lo miraron confundidos, aunque la mirada de Sirius también reflejó amor
—Qué haces? —Le preguntó Sirius divertido
—Planeo estudiar Black, tengo que pasar los E.X.T.A.S.I.S.
—Jon Scamander estudiando? —Cuestionó con una sonrisa Sirius
—Los Merodeadores no estudiando? —Replicó él con una sonrisa igual
—Nosotros nunca estudiamos —Dijo James— Siempre leemos, pero nunca estudiamos
—Es lo que me molesta que asuman de quiénes leemos —Dijo Remus y Vega se rió por la seriedad con la que lo dijo— Siempre asumen que somos estudiosos, no lo somos, nunca en la vida he podido leer un libro académico completo
—Tampoco yo —Razonó Vega— Sí soy muy inteligente y entrego mis tareas, pero que flojera estudiar
—Son más raros de lo que aparentan en el exterior —Les dijo Jon sentándose con ellos y abriendo el libro
Remus se encogió de hombros dándole la razón y abrió una barra de chocolate
Si Sirius hubiera sabido lo que la hora siguiente significaría en su vida, probablemente se hubiera reído de quien se lo dijera. Rato después Jon tuvo que dejar de estudiar porque Sirius lo estaba molestando
—Qué quieres Black? —Preguntó apartando la mirada del libro y chocandola con el gris de su novio
—Me das un besito? —Le dijo él
Jon sonrió y le dio un beso casto
—Ahora sí puedes volver a estudiar chico maravilla —Le dijo con una sonrisa
Vega sonrió al ver a su hermano tan feliz y enamorado, desearía decir que ya había olvidado el nombre de quién había jugado con los sentimientos de su hermano, pero no, Edgar Bones siempre tendría el desprecio de Vega. Sirius por otro lado, no recordaba su nombre, en especial cuando se encontraba en los brazos de Jon y él le decía lo mucho que lo quería
Días después, Sirius arrastró a los Merodeadores y a Regulus a la sala de menesteres
—Le voy a pedir matrimonio a Jon —Informó— Antes de que digan algo, sí, estoy consiciente de que no llevamos ni un año saliendo, estoy consciente de eso, pero estoy consciente de que a veces cuando sabes, sabes. Cornamenta supo que estaría con Evans a la semana de conocerla. Ustedes dos —Señaló a Remus y a Vega— Lo supieron desde que se vieron. Colagusano y Mary desde que se besaron
—No íbamos a decir nada —Dijo Vega riendo— Estoy de acuerdo hermano, deberías hacerlo
—Bien, compraré el anillo en vacaciones de navidad y se lo propondré cuando nos graduemos
—Sirius Black va a ser el primero de nosotros en casarse —Dijo James— Esa no la vi venir
***
Esa noche Remus y Vega estaban, como siempre, adelantando tareas. No era que no quisieran seguir el horario de James, era que, 1.- Tenían los peores hábitos de sueño del mundo y 2.- Eso les dejaba más tiempo para estar solos
Así que era común que en las horas que James programaba para hacer tareas, ellos solo ocuparan la mitad para eso, además, a esa hora, la sala común se había vuelto su confesionario
—No te da miedo? —Le preguntó Vega a Remus
—Qué? —Preguntó dejando por completo la pluma, listo para prestarle cada gramo de atención a su novia
—Crecer. Mira, se que hay que hacerlo, y que en realidad hace mucho deje de ser una niña, pero me da miedo. Ni siquiera se qué quiero ser, se que no quiero ser aurora toda mi vida, solo mientras esta la guerra. Me gusta la música, me gusta la lectura, me gusta el quidditch, no se qué hacer
—A mi también me da miedo a veces —Dijo Remus— Tampoco tengo idea de qué quiero hacer, y me consuela saber que nunca es tarde para averiguar tu verdadera pasión e intentar algo nuevo, algo que también me consuela es saber que no importa qué tan grande vaya a ser el siguiente cambio en mi vida; tú vas a estar a mi lado. Así que cuando pienso en esas cosas, solo me digo a mi mismo que lo que sea que vaya a pasar, en realidad no importa si es malo o no, porque Vega Black va a estar ahí
—Creo que tienes razón —Dijo Vega y sonrió un poco— No importa qué pase, siempre podré volver a tus dulces ojos
Compartieron una sonrisa y volvieron a escribir, esta vez ya no les daba tanto miedo el futuro, no cuando se tenían el uno al otro
Alguien que esa noche también se cuestionaba el futuro era Peter Pettigrew, no podía dormir por una sola razón, tenía miedo. No quería dejar la seguridad del castillo, intentaba decirse a sí mismo que siempre estarían sus amigos para cuidarlo y se calmaba un poco, hasta darse cuenta de que si sus amigos morían, volvería a estar solo, como lo estuvo toda su vida. Había estado así desde aquella noche en el bosque tras la casa de los Lupin, donde todos habían jurado morir luchando si era necesario. Y es que él no quería morir. Se reprochaba a si mismo tener tantas dudas y miedo, nunca lo admitiría frente a sus amigos, pero luego recordaba las palabras de Sirius en Grecia, sobre lo que significaba ser valiente y se volvía a calmar. Se envolvió en sus cobijas de nuevo y preguntó a si mismo cuánto tiempo seguirían funcionando todas las cosas que se decía para calmar su miedo y se preguntó si alguna vez haría algo al respecto, y si ese algo sería bueno o malo
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