Mientras esperaba afuera comencé a jugar con mi cabello enredándome las puntas en mis dedos y repitiendo el proceso muchas veces, hasta que escuché unos pasos acercándose y levanté la mirada para ver a un chico alto caminando hacia mí. Tiene una coleta de caballo, con algunos pelos fuera de lugar. También tiene una bata de dormir enrollada en su cuerpo y unas cómodas pantuflas.
"Hooo-laa!" Reaccioné luego de un segundo saludo de su parte, y lo miré a la cara sonriendo. "¿Ya terminaste de inspeccionarme?" Bajé la cabeza apenada. "Hey está bien, no pasa nada. ¿Dijiste que me estabas buscando?"
"Si." Volví a mirarlo.
"¿Vienes sola?" Miró detrás de mí y fruncio el ceño al no ver a nadie. "¿Quién deja a su hija de tan corta edad salir sola de su casa sin un adulto? Lo siento, pero tus padres son muy irresponsables. Ven, entremos a mi casa, llamaré a la policía para que venga a recogerte. Seguramente tus padres te están buscando."
Abrió la gran reja negra, y estiró su mano abierta hacia mí. Yo la tomé y nos dirigimos hacia su casa.
La casa es enorme por dentro, no tan grande como la casa de Louis, pero si es muy grande y más elegante. La decoración por dentro es blanco y negro, igual que por fuera. Los muebles son de cuero negro, el pasamanos de las escaleras es del mismo color, igual que la mesa del comedor. Hay muchos cuadros en toda la casa, pero no logro entender uno solo de ellos, las figuras son extrañas y sin forma. También hay muchas esculturas, y estatuas al rededor de la casa. Parece un museo.
"Y bien... ¿Cuál es tu nombre?" Preguntó con su teléfono inalámbrico en mano, a punto de marcar un número.
"Mi nombre es Gina Styles." Me apresure a decir. Seguramente ese es el apellido más cool del mundo, me encanta. El teléfono resbaló de sus manos, cayendo al piso y haciendo un estruendoso sonido, pero quedando intacto.
"¿Gina Styles? ¿Cómo es que tú...? Espera. ¿Cómo se llama tu madre?"
"Barbara Parker." Respondí. Él abrió sus ojos ampliamente.
"¡Santo Dios! No puede ser posible. Ella no pudo..." Se cubrió la boca con una mano. Al menos éste chico es más inteligente y no tuve la necesidad de decir tantas indirectas para que entendiera. "Necesito hacer algo, espera un momento aquí."
"Está bien." Él se inclinó para tomar el teléfono del piso y luego desapareció corriendo por las escaleras.
Después de un rato decidí seguirlo hasta el piso de arriba. Observé todo como si de algún museo de artes se tratara, hasta que me acerqué al cuarto donde se escuchaba su voz.
"No podré ir a ninguna Premiere. ¡Acabo de descubrir que tengo una hija!" Se quedó callado. "Como lo escuchaste, tengo una hija y no sé que debo hacer primero... No, no es una bebé, ella tiene seis años o algo así. ¡Por supuesto que eso es mucho más complicado! Yo no sé atender niños, no sé cuáles son sus necesidades... No son como los gatos, los niños hacen mucho más que comer y dormir. Tendré que quedarme en casa con ella, tengo que conocerla y también tengo que hacerle muchas preguntas. Está bien Nick, nos vemos en la noche, por favor no dejes de venir. Voy a necesitar tu ayuda. De acuerdo."
Salí corriendo a la sala de nuevo y volví a sentarme en el sofá para aparentar, aunque mi respiración acelerada puede delatarme.
Él no bajó tan rápido como crei. Empecé a jugar con mis pies, cruzándolos y descruzándolos, hasta que por fin mi papá bajó las escaleras. Se ve diferente, ahora no tiene la bata de dormir, tiene una camisa blanca de puntos negros y un pantalón vaquero negro muy ajustado con zapatos blancos de punta que parecen botas, y su coleta ahora está mejor peinada que antes. Éste chico tiene una grave obsesión con los colores blanco y negro, ¿acaso no conoce otros colores? ¿Y él vive solo en ésta mansión?
Caminó hacia el sofá donde estoy sentada, y se sentó a mi lado, suspirando profundo antes de romper el silencio.
"Muy bien pequeña, entonces... ¿Viniste aquí porque tu mamá te lo pidió? ¿Ella te pidió que me buscaras?" Asenti con la cabeza.
"Si, antes de morir me dejó una carta." Su expresión cambió completamente, dejó de sonreír y ahora tiene cara de dolor y angustia.
"¿Ella murió? ¿Éste año?" Preguntó después de unos minutos.
"No, hace dos años."
"Lo siento mucho, será dificil remplazar a tu madre y hacer todo lo que ella hacía... Pero puedo intentarlo, los hombres también pueden hacer todo lo que una mujer hace, no hay diferencia. ¿Cuántos años tienes?"
"Siete."
"Esa es una hermosa edad, aún recuerdo cuando yo tenía siete años. Fue una gran época, a esa edad comencé el primer grado. Si, en ese tiempo me gustaba el colegio, por eso digo que fue una buena edad... ¿Quieres comer algo? Creo que puedo cocinar algunas cosas, pero te sugiero que pidas cereal, hoy es el día libre de la cocinera y yo no soy muy experto en la cocina, no quisiera que presenciaras un incendio." Hizo una mueca extraña y me reí fuerte, él hizo lo mismo.
Mi papá es el hombre más guapo del mundo. Tiene ojos verdes, largas pestañas, cejas moldeadas, una gran sonrisa con dientes blancos, también es muy alto de tamaño, y se le marcan unos hoyulos en sus mejillas cuando ríe. Su risa es muy bonita, y sus ojos tienen un brillo hermoso.
"Está bien, quiero comer cereal."
"Eso lo puedo hacer." Volvió a sonreír y se levantó del sofá. Lo seguí con la mirada hasta que desapareció por una puerta.
Esperé un poco viendo a mi al rededor, la colección de trofeos, las fotos en las paredes, y las lámparas gigantes, hasta que mi papá se acercó con dos tazas en sus manos.
"Bien, ésta taza es para ti." Me tendió una linda taza rosada y la tomé. "Y ésta otra es para mí." Su taza tiene un lindo gato pintado al frente. Sonreí.
"Gracias papá." Se me escapó y lo miré avergonzada. Él levantó la cara y me observó a los ojos por un largo tiempo, con cierta emoción en su mirada, luego asintió con la cabeza.
"Por nada." Sonrió.
Me acabé la taza de cereal, mientras los dos hacíamos una competencia por ver quién se terminaba su taza primero, por supuesto que él ganó porque su boca es más grande que la mía, y traga más rápido.
"¿Y? ¿Cómo quedó mi comida? Necesito elogios." Dijo sonriendo. Pasé saliva y me limpie la boca con la palma de mi mano antes de responder.
"¡Es la mejor taza de cereal que he comido en toda mi vida!" Exagere un poco para hacerlo sentir bien.
"Vaya gracias, tú si sabes como dar elogios." Hizo una reverencia y solté una risita.
"Lo sé."
"Y también eres modesta. Nos llevaremos bien." Nos quedamos en silencio por un tiempo antes de que él decidiera volver a hablar. "Jamás pensé que tendría hijos propios, por esa razón estaba pensando en adoptar un niño en algún momento de mi vida. Y luego llegas tú a mi puerta. Esto es un milagro. Tú eres un milagro. Vamos a estar bien, aprenderemos uno del otro, seremos inseparables y te cuidaré con mi vida. Esto será divertido, siempre quise tener un hijo, me encantan los niños, suelo ser muy inmaduro cuando estoy cerca de uno." Dijo mirándome sin dejar de sonreír.
Aún no tengo mucha confianza y quizás por esa razón estoy tan callada. Pero creo que no debo sentir miedo, Harry parece un buen chico y también parece muy amigable y divertido. No será dificil acostumbrarme a él. Aunque todavía extraño mucho a Louis, y estoy un poco triste, creo que puedo darle una oportunidad a Harry.
"Quiero ir al baño." Anuncié.
"Claro, te voy a mostrar donde queda el baño, y también te voy a mostrar tu habitación. Acompañame." Él se puso de pie y yo hice lo mismo.
Subimos al segundo piso y caminamos un largo pasillo antes de detenernos en una puerta.
"Aquí es el baño." Dijo abriendo la puerta. Quedé boquiabierta al ver el baño, es muy grande y elegante. La puerta de la ducha es transparente y hay un espejo gigante frente al lavado. Las paredes son blancas, el inodoro es de cerámica negra, igual que la gran bañera, y el piso negro está tan limpio y brillante que puedo ver mi reflejo a traves de él. "¿Sabes limpiarte por ti misma?" Preguntó sacándome de mis pensamientos.
"Si, me sé limpiar sola."
"¡Genial! Eso es excelente. Igualmente me quedaré detrás de la puerta, si necesitas ayuda puedes llamarme. ¿De acuerdo?" Asenti con la cabeza y él salió del baño cerrando la puerta para darme privacidad.
Al salir del baño, mi papá estaba esperándome recostado en la pared frente al baño como había dicho, sonrió al verme y tomó mi maleta.
"Bien, ahora te enseñaré tu cuarto." Le devolví la sonrisa.
Pasamos tres puertas después del baño antes de que él se detuviera y sacara una llave de su bolsillo. La introdujo dentro de la puerta y finalmente la abrió, mostrando una fresca habitación, con grandes ventanales.
"Woow" Dije dando un paso dentro de la habitación y viendo la gran colección de muñecas que tiene sobre la cama.
"¿Te gusta?" Preguntó entrando después de mí.
"Es hermoso... ¿Por qué tienes muñecas?" Pregunté frunciendo el ceño. No creo que él juegue con muñecas a su edad, sería muy extraño ver a un hombre jugando con muñecas.
"Oh, no son mías. Son de mi ahijada, Lux. Aquí es donde ella duerme cuando viene a mi casa." Aclaró. Eso tiene más sentido.
"¿Y ella me presta su habitación?" Quizás la niña está en su escuela, pero cuando regrese podría enojarse al verme en su cuarto.
"Por supuesto. Lux no vive aquí, ella vive en Londres." Suspire de alivio. "Ella tiene tu misma edad, se llevarán muy bien." Sonrió. "Te ayudaré a desempacar tus cosas."
"¿Eres mi papá?" Pregunté con curiosidad. Él actúa como si ya supiera que soy su hija, como si no necesitara confirmarlo. Pero yo si necesito confirmarlo, tengo que estar segura de que es mi verdadero papá para quedarme tranquila y dejar de preocuparme.
"Uhmmm bueno, ya que lo preguntas... Eso es complicado, verás, tenemos que hacer algunas pruebas de sangre para saberlo." Cuando dicen pruebas de sangre pienso en agujas y picaduras, mi piel se eriza.
"No me gustan las inyecciones."
"Entonces no lo hagamos, a mi tampoco me gustan las inyecciones y no es tan importante saber los resultados de todos modos. Si tu mamá quiso que vinieras conmigo, es porque ella sabia que soy tu papá. No hay que desconfiar de ella." Me quedé en silencio y él comenzó a sacar la ropa de mi maleta. "Que curioso, toda tu ropa es de Topshop."
"Si, me gusta." Me mordi el labio, sabiendo que toda esa ropa la compró Louis, yo ni siquiera sé que significa Topshop.
"¿Te gusta la moda? Eso es genial, yo soy modelo y también trabajo con muchos diseñadores importantes. El lunes te llevaré a mi trabajo para que observes todo lo que hacemos. Seguro te va a encantar." Dijo con orgullo.
"¿Eres modelo de ropa, o modelo de cabello?" Él se llevó una mano hasta su cabeza y fruncio el ceño al tocar su coleta. No sabía que los hombres también se peinaban de esa manera, pero se ve lindo.
"¿Modelo de cabello? Oh no, soy modelo de ropa, solo llevo el cabello recogido porque tengo calor, y mi cabello está un poco largo. Me gusta llevarlo así siempre que estoy en casa." Sonrió.
"Me gustaría ir a tu trabajo."
"Y a mi me gustaría llevarte. Las chicas estarán encantadas de conocerte." Sonreí. Será divertido, ya quiero verlo modelar y aprender de moda.
Luego de desempacar toda mi ropa, mi papá me dejó sola en la habitación y aproveché ese tiempo para jugar con las muñecas de Lux. Les cambié el vestido a todas y también peine sus cabellos.
No sé cuánto tiempo pasó hasta que mi papá volvió a entrar por la puerta.
"¿Ya tienes hambre?" Preguntó. "Supongo que el cereal ya te ha bajado."
"Si." Respondí.
"Lo sabía... ¿Quieres comer en McDonalds?" Abrí la boca con emoción. Tengo dos años sin comer en McDonalds, siempre iba con mi mamá y después de su muerte nadie me volvió a llevar.
"¡SI! Quiero ir." Dije saltando fuera de la cama, la sonrisa de mi papá se intensificó.
"Entonces vamos."
El estacionamiento está detrás de la casa. Una camioneta blanca, un pequeño carro deportivo azul, y una moto se encuentran allí. Mi papá sacó una llave y las luces de la camioneta blanca se prendieron. Él abrió la puerta trasera y me indicó que subiera, así que lo hice.
Luego de ponerme el cinturón de seguridad, cerró la puerta y caminó rodeando la camioneta para subir en el asiento delantero. En todo el camino mi papá estuvo cantando animado la música que sonaba a través de la radio, y de vez en cuando volteaba a mirarme con una sonrisa, invitándome a cantar con él, yo solo negue con la cabeza.
"¿No te gusta Mick Jagger?" Preguntó.
"No sé quién es."
"Por supuesto, ya sé lo que les gusta a las niñas de tu edad."
Al llegar a McDonalds, tomó mi mano y nos dirigimos juntos a la taquilla para pedir la orden. Pensé que él iba a comprar para llevar, pero cuando se sentó en una mesa supe que comeríamos aquí, y mi emoción se duplicó.
No pude evitar darme cuenta de toda la atención que recibimos por parte de la gente, todos nos observan cuidadosamente sin decir nada, pero mi papá parece no darse cuenta de eso y sigue comiendo su hamburguesa con mucha tranquilidad.
"¿Por qué nos miran tanto?" Pregunté un poco incómoda.
"A las personas les gusta tu camisa." Dijo bromeando.
"Quizás les gusta tu cola de caballo." Él soltó una carcajada.
"Tal vez. Ignora todas las miradas, por eso no suelo salir en público. Ese es el resultado de la fama." Casi olvido que mi papá es muy famoso en la red.
Después de terminar mi hamburguesa, él me acompañó al baño de mujeres, pero no lo dejaron entrar, así que se quedó afuera muy enojado.
Al salir me llevó al parque, porque me había prometido que si terminaba toda mi hamburguesa él me acompañaría al parque. Luego de un rato mi papá se levantó del puesto donde estaba y fruncio el ceño viendo hacia algún punto fuera del parque.
"Gina nos tenemos que ir." Dijo mientras tomaba mis zapatos y caminaba hacia mi dirección, en el tobogán.
"Pero yo quiero quedarme más tiempo."
"Lo lamento de verdad, vendremos otro día." Frunci el ceño y dejé que me pusiera los zapatos. Después sacó unos lentes negros y los estiró hacia mi. "Ponte esto, para protegerte."
Aún sin entender nada, tomé los lentes de sol y me los puse con cuidado. Mi papá tomó mi mano con fuerza y salimos de McDonalds.
Habían muchas personas afuera del restaurante, en el estacionamiento, justo en el lugar donde se encontraba la camioneta blanca de papá. Todos tienen cámaras y apuntan hacia nosotros, gritando cosas. Salimos corriendo rápido hacia la camioneta y mi papá me subió en el asiento lo más rápido que pudo.
"No molesten." Lo escuché decir antes de subirse en su asiento y cerrar la puerta.
"¿Quiénes son?" Pregunté asustada.
"Son paparazzis, no tengas miedo. Ya pasó. Iremos a casa donde estaremos a salvo." Dijo para tranquilizarme. Pero seguí viendo a los hombres a través de la ventana. "Suelen acosarme todo el tiempo."
~*~
Harry sintió impotencia y amargura cuando vio que su primera salida con su hija había terminado en desastre. Él había planificado todo para que el día fuera perfecto y ambos pudieran pasar un buen momento, pero olvidó por completo que salir a la calle, para él implicaba toda esa clase de inconvenientes. Quiso por una vez en su vida ser una persona normal, pero la realidad lo golpeó. Él jamás podría salir a la calle sin llamar la atención, y lo peor es que había expuesto a la pequeña.
Pensó que había fallado en su primer día como padre, pues esa no era la vida que él soñaba darle a sus hijos.
Él odiaba la fama, en todos los sentidos, y la seguiría odiando.
~*~
Mi papá no dijo una sola palabra en todo el camino hacia la casa, ni siquiera prendio la radio para escuchar musica. ¿Se habrá enojado por mi culpa? Espero que no se haya enojado porque no quise salir del parque.
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VOLVI :D Capitulo dedicado a todas las Harry Girls ♥ Espero que les haya gustado.
PD: ¿Quien quiere que le dedique capitulo? Pidanmelo :)
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