El secreto había salido a la luz, por lo menos se lo habían contado a Buck y él a mí.
Al parecer los Buckley tuvieron un hermano mayor que tenía leucemia juvenil, murió con 8 años, y los padres decidieron tener a Buck, ya que sus células podrían ser usadas para un tratamiento de su hijo, un conocido bebé salvador, pero estas no se injertaron bien y tuvo una recaída que le llevó a la muerte.
El problema que hay en mi es que no sé que hacer, lo veo decaído pero por mucho que le doy todo el apoyo que quiero, sentía que no era suficiente y, después de enterarme de lo qué paso, no creo que yo pueda hacer algo porque es un tema familiar y yo no sabía mucho de eso porque nunca he tenido una hasta que entre en el 118.
— Eso explica mucho de ti— Habla Eddie después de oír un poco de la infancia del rubio que había decidido relatarla después de compartir la notica con el equipo.
— Es un milagro que hayas sobrevivido a la infancia— dice Hen
— Era la única forma de llamar su atención y ya sabemos por qué, nunca quisieron otro hijo, solo me querían por partes, partes que resultaron ser defectuosas.
— Eso no es tu culpa— hablo
— Dudo que estén de acuerdo.
— ¿Hablaste con ellos?— pregunta Bobby.
— ¿Qué voy a decir? "Hey, lamento mucho lo de su hijo muerto pero ¿Podemos hablar un minuto de mí?"
— Daniel no era su único hijo— dice Hen— Tú también importas, Buck
— Seguro, solo que... No para ellos
— Lamento el retraso, Cap— Chim llega al lugar y mira al rubio— ¿Podemos hablar en privado?
— No es necesario, ya saben toda la historia.
— Lamento no habértelo dicho, créeme, quería hacerlo...
— Lo entiendo, Maddie te puso en una situación difícil, suele hacerlo— habla antes de irse.
— Deberias hablar con ella— le chilla Chim en vano porque no iba a hacer eso.— Annie...
— No, no voy a meterme en cosas de familia y cuando intento hablar con él del tema, lo cambia, yo le doy todo el apoyo que puedo y créeme, lo que necesita ahora no es que hasta en casa le estén dando la lata con ese tema
— Annie tiene razón— habla Bobby— Su casa es su sitio seguro donde necesita su paz y no hay que agobiarlo mucho, porque lo empeorará
La alarma suena indicando que era hora de trabajar.
[...(^^)...]
Bajamos en un complejo industrial.
— Quinto aviso de incendio— nos indica Bobby— Somos los terceros en llegar el capitán Mehta de la 133, está al mando, es su show, ya saben que hacer.
Él va un segundo a hablar con el capitán y vuelve para darnos indicaciones.
— Era una fábrica de perfumes que se convirtió en desinfectante cuando llegó la pandemia, el lugar está lleno de inflamables así que, básicamente, es un campo de minas y uno muy grande, así que permanezcan con su equipo, si necesitan separarse, recordad que la manguera es vuestro salvavidas, si os perdéis, buscad una pared, todavía hay 12 trabajadores que no fueron encontrados, Eddie, Annie y yo iremos con la 133 buscaremos en el lado Charlie, Hen, Chim, Buck, dirigirán un equipo con dos bomberos de la 141, su punto de entrada es el lado Alfa, ¡Vamos!
[...(^^)...]
Durante todo momento me encuentro en uns posición en la que puedo ver una de las chaquetas en la que pongan "Díaz" o "Nash", sé que tenemos más compañeros, pero yo me siento más segura con dos personas conocidas.
— Capitán Nash— llamo la atención de mi jefe— Alguien ha puesto toallas ahí— señalo.
Dentro de esa sala encontramos a distintos sujetos.
— Aquí el capitán Nash— habla a la radio— Hemos enconrado a siete personas pero tenemos aquí algunos acelerantes encendidos, dos se separaron de nuestro equipo, lo estamos sacando
Entre uno de los bomberos del 133 y yo nos encargamos de guiar a los trabajadores por sitios seguros hasta la salida mientras el resto daba un último vistazo antes salir.
Miro a mi alrededor encontrando con Chim y Hen pero no encontrando con quién más quería ver.
—¿Dónde está Buck?— nos pregunta Chim.
— Esa debería ser nuestra pregunta— digo asustada
— Se separó cuando perdiste a dos de tus hombres— mi mirada va al edificio en llama.
Creo que Eddie ve mis intenciones de salir corriendo, ya que pone sus brazos a mi alrededor.
— Oficial al mando, soy Buckley, 118— se escucha en la radio de mandos, nosotros nos acercamos
— Buckley, ¿Ignoró mi orden directa de evacuar?— pregunta el capitán al mando.
— Es usual en él— dice Bobby
— Tengo a la última víctima— informa— Pero el desinfectante a mi alrededor se incendió, estoy cerca de la pared Delta de la esquina noroeste pero no estoy seguro, me vendría bien un poco de ayuda de los aspersores, ¿Ya funcionan?
— Negativo— el capitán mira una pantalla— Los tenemos, resistid, los sacaremos a ambos, equipo Rick, a la puerta Delta— vuelve a la radio— Buckley, ya va el equipo de rescate.
— Copiado.
Una explosión hace que todos nos asustemos y los del 118 aún más porque era una zona cercana de dónde se situaba Buck.
Yo empiezo a ponerme muy nerviosa, hasta el punto que Eddie debe sostenerme.
[...(^^)...]
Me habían dejado fuera de la operación entrar en la fábrica a recuperar a Buck, así que estaba sentada en la parte trasera de una de las ambulancias observando el fuego
El flashback de cómo conocí a Buck llega a mi cabeza.
*Flashback*
Todos estábamos comiendo en el parque después de un día largo de trabajo.
— Cap— Chim llama la atención de Bobby señalando a uno de los accesos .
Yo giro, ya que daba la espalda a la entrada, para ver a un chico rubio acercarse.
— Hola, Evan Buckley, nuevo recluta, me dijeron que me reportara al capitán Nash
— ¿Eres tú el capitán Nash?— bromea Bobby mirando a sus acompañantes de mesa— ¿O tú?— todos nos contenemos la risa al ver la confusión del chico— Siéntate, Evan— señala la silla vacía a mi lado, todos reímos.
— Buck, me llaman Buck
— Bienvenido a la 118, Buck.
— Mira Annie, ya no vas a ser la nueva— habla Hen.
El rubio une su mirada con la mía y yo sonrió.
— Anabelle Wright— me presento— Todos me llaman Annie o la nueva, así que gracias por quitarme el título de la nueva, prefiero Annie.
Él me sonríe.
*Fin flashback*
Creo que la Annie del pasado nunca se hubiera pensado que acabaría prometida a ese rubio mujeriego
Mi atención vuelve cuando veo como todos salen y rápidamente me acerco a abrazar a Buck, él no duda en abrazarme también
— Eres idiota— susurro— Me has provocado un ataque de pánico.
— Te quiero— susurra a mi oído.
Lo guío hasta la ambulancia donde estaba y Hen le da un pequeño visitazo.
— ¿Estás bien?— pregunta Bobby.
— Me perdí, Bobby, me fui por mi cuenta y dos segundos después, no sabía dónde diablos estaba.
— Buck, ese lugar es un laberinto
— Y nadie se sorprendió que te quedarás— afirmo
— Casi me rindo, si no aparecían, entonces...
— Pero lo hicimos— le frena Hen
— Y siempre lo haremos— termino por mi compañera
Él asiente antes de pasar su brazo por mi hombro para atraerme a él.
— Dijeron que fue un incendio grande— Athena aparece en el lugar— No estaban bromeando
— El bombero Buckley sacó hasta el último— informa Bobby
— Por supuesto que lo hizo
— Sí, y después todos tuvieron que sacarme a mí
— Estoy segura de que quienquiera que hayas sacado está feliz de que haya sido Buck
— Ni si quiera sé a que te refieres.
— Nunca te rindes, eso es lo que significa ser Buck para mí, hagas lo que hagas, nunca te detienes.
Ella le sonríe.
— Debes ir al hospital, Buck— informa el capitán— Y lo siento Annie, pero no puedes venir— mi boca se abre— Debes terminar el trabajo aquí.
— Pero...
— Es una orden, yo lo acompañaré
— Tráelo de una pieza, capitán, no quiero ser viuda antes de tiempo— ambos sonríen.
[...(^^)...]
Sonrío a las dos personas frente a mí en la sala de descanso de la estación.
Los padres de Buck habían aparecido sin avisar y yo supuse que debía acompañarles hasta que llegue su hijo de su revisión en el hospital, para entrenernos les he contado alguna anécdota por no estar en un silencio incómodo
— Hola— la voz de Buck hace que todos le miremos— Espero que no hayáis esperado mucho.
— Los otros bomberos han sido muy amables, sobretodo ella— el padre me señala— Hemos escuchado muchas historias de tí
— Parece que les agradas mucho—, añade la madre.
— Sí... A mi también me agradan— Buck se sienta a mi lado
— Creo que debería irme— hablo.
— No, no te vayas— Buck coge mi mano y yo le sonrió, sabía que iba a necesitar algún apoyo.
— Ni siquiera sé por donde empezar— empieza a hablar la Sra Buckley.
— Lo siento— dice Buck— Por lo de Daniel, no me puedo imaginar lo que se debe sentir no poder salvar a alguien a quien amas.
— Evan...— habla el padre.
— Buck— le corrige— Buck, así es como la gente que me conoce y me quiere, así me llama
— Está bien, Buck, tienes que saber que nunca te culpamos, nada de eso fue tu culpa.
— Aún así, desearía haber hecho más
— Buck— Su madre entrelaza la mano que no sostenía la mía— Naciste para salvar a alguien y eso es lo que haces, cada día, estamos muy orgullosos de tí.
[...(^^)...]
Toco la puerta frente a mí antes de darle una mirada a Buck.
Después de una larga conversación, Buck había compredido que si había perdonado a sus padres, debía, al menos, hablar con Maddie
Como había planeado, Chim es quien abre la puerta.
— Annie— Maddie me sonríe.— ¿Qué haces aquí?— sus palabras se apagan al ver a mi acompañante— Evan.
— Démosle unos minutos, Annie— me dice Chim— Ven, te voy a enseñar como va el cuarto del bebé— yo asiento
Y sucedió.
Se puede decir que esa tarde la famila Buckley había dado solución a algunos de sus problemas, obviamente, era imposible hacerlo con todos, pero me conformo con eso y creo que Buck también.
[...(^^)...]
Buck deja caricias por mi espalda mientras intentamos conciliar el sueño.
— Maddie me dijo una vez que debía alejarme a casa para encontrar lo que me hacía feliz— dice llamando mi atención, ambos unimos miradas— La primera discusión que tuvimos cuando yo entré, me tiraste el cubo de agua sucia porque no estaba limpiando uno de los camiones como se nos había ordenado, fue la primera vez que me llamaste niñato— ambos sonreímos— En ese momento pensé "Guao, vaya chica, seguro tiene más pelotas que todos los bomberos de esta estación"
— Y las tengo.
— No voy a negarlo— deja un beso breve en mi frente— Entrar en la 118 fue una cosa es que me hizo feliz pero conocerte fue como un plus que me dió a entender que fue la primera decisión que hice bien— acaricia mi mejilla— Y ahora viendote aquí abrazada a mí siendo mi prometida lo pienso y veo que Maddie tenía razón, he encontrado mi felicidad, te amo mucho, Annie, da igual si tenemos muchas peleas, siempre seremos tú y yo
— Mi niñato— susurro antes de besarle.
Esa confesión llevó a una noche dónde demostramos el amor que teníamos uno por el otro.
Menos mal que Albert no estaba en casa porque en ese momento nos dió igual todo, solo éramos él y yo.