Cuando llegó a su habitación de hotel lo primero que hizo fue entrar a la ducha y terminar lo que había dejado pendiente en el asiento de su automóvil.
No se sentía nada orgulloso por eso, pero realmente se volvió aburrido volver a la habitación de aquel hotel.
Cerca de la noche ya había terminado de empacar todo lo que tenía consigo, no estaba tan cansado como lo había pensado y consideró por un momento el salir en busca de distracciones, pero su móvil comenzó a sonar en medio de la habitación.
—No tengo tiempo, lo que sea puede esperar para después Seokjin.
Una risa suave se escuchó del otro lado de la línea, al igual que una melodía se escuchaba de fondo.
—Namjoonie, las personas normales miran primero quién está llamando antes de contestar.
Un suspiro alto se escuchó antes de reír por lo dicho de aquel joven de facciones tiernas.
—Es culpa de Seokjin, últimamente llama por números que ni siquiera son de localidad Americana. —una risa nerviosa se escuchó por parte del menor por lo que Nam se mantuvo alerta—. ¿Cuál es el propósito de la llamada Jimin?
—Me atrapaste, nunca es fácil engañarte Nam. —el ahora pelinegro se encontraba en espera de su vuelo, regresaría por fin a su vida cotidiana en Japón, pero no podía simplemente aceptar las locuras e imprudencias de Kim Seokjin—. Estoy por volver a Tokyo, pensaba de paso saludarte en Corea. Pero Seokjin parece tener los mismos planes.
La línea se mantuvo en un silencio realmente tenso, Jimin no sabía qué era lo que le esperaba de Namjoon pero no tenía tiempo para hablar de más.
—El vuelo de Seokjin salió está tarde, cuando llegue no dudará en buscarte. —su avión estaba listo para ser abordado, con un suspiro lamentero se despidió—. Perdón por no poder hacer más Namjoon, sabes que Seokjin no es capaz de pensar bien las cosas.
—Llega seguro a Tokyo, Jimin. Me las arreglaré con Seokjin.
La línea se cortó, Namjoon podía sentir como su cordura se desgastaba poco a poco y mientras yacía sentado en la cómoda cama de hotel la urgente necesidad de liberación le invadió. Seokjin siempre había sido así de protector, pero desde el último encuentro que habían tenido ya hacía años las cosas se habían calmado por completo. No entendía porque de pronto volvía aquel lado insoportable y testarudo de su hermano mayor.
Tomó las llaves de su auto y caminó hacia la salida. Si era su última noche en aquel hotel debía disfrutarla como se debía. Había visto de camino varios bares en los que podría probar suerte, ya no le importaba quien fuera el que terminaba en su cama solo quería divertirse y distraerse.
Cuando estaba por salir de su habitación el móvil volvió a sonar avisando una llamada entrante. Está vez, si reviso quién era el que llamaba y no supo cómo describir la emoción que le recorrió al ver el apodo del chico peliteñido mostrado en la pantalla. Sentía una mezcla de alivio y emoción, pero el estrés aún presente hizo incómodo todo aquello.
—¿Hola?
Lo único que escuchó fueron varios murmullos en tono bajo, le fue imposible descifrar qué decía cada uno pero sabía que Hoseok si era el que había llamado.
—"¡Abogado! Disculpe llamarlo tan tarde, surgió algo… un imprevisto. No quiero molestarlo ¿Está ocupado?"
El chico le habló tan rápido y nervioso que solo pudo reír por lo bajo, se alejó de la puerta de la habitación y volvió a sentarse en la cómoda cama. La necesidad de salir se había esfumado rápidamente de su sistema.
—Habla más lento Hoseok, no estoy ocupado así que dime qué pasa.
Después de una breve explicación Namjoon logró entenderlo. No culpaba al chico por la situación, aunque no podía decir lo mismo de su compañero de piso.
—Pueden hacerlo, si ya tienen preparada la mudanza entonces no hay nada que discutir. Aún puedo usar una de las habitaciones solo para tener lugar donde dormir.
—"¿Entonces no te molesta?"
—Claro que no Hoseok, el lugar te pertenece, haz con él lo que quieras. Debería ser yo el que se sienta como un invasor.
La risa baja del mayor se escuchó por ambas líneas, pero no fue correspondida por el más joven.
—"No lo eres, y nunca lo serás en mi presencia Nam. Es agradable tenerte cerca."
No le fue inevitable sentirse desconfiado de aquellas palabras, pero aquella noche realmente quiso aceptarlas como ciertas, quiso confiar en el chico que las dijo.
—Si era todo lo que se tenía que decir, entonces puedes colgar Hoseok.
Un murmullo bajo se escuchó por parte de Hoseok y Namjoon creyó realmente que había dicho algo, pero Hoseok no se atrevió a repetirlo.
—"Hasta mañana, abogado."
—Hasta luego, Hoseok.
Cuando la línea se cortó por parte del menor, Namjoon mantuvo el móvil en sus manos. Regresó las llaves de su vehículo a donde estaban antes de su llamada con el menor de los Park y se recostó sin ánimos sobre su cama.
Su mente parecía un constante caos al pensar en lo arruinado que quedó su plan inicial del día siguiente. Aunque el hecho de compartir vivienda con Hoseok le resolvería varias dudas que aún le tenían intranquilo.
Pero primero debía encargarse del problema mayor, había mucho por explicar y temía tomarse toda la tarde poniendo al día al elocuente de Seokjin.
[...]
¿Cuándo fue la primera vez que Namjoon se sintió atraído hacia alguien en el ámbito sexual?
Esperando apoyado afuera de su vehículo negro se pregunto, mientras el vuelo de Seokjin aterrizaba. Había llamado a los contactos de su hermano para saber el vuelo exacto en el que llegaría a Corea, y ahora solo debía esperar que atravesará aquellas puertas de cristal. El tiempo pasaba y la pregunta le llegó en medio del aburrimiento.
¿La primera persona? No le fue difícil de contestar.
Jackson Wang, el compañero de su hermano Seokjin. Aún recuerda cómo sucedió, su despertar sexual.
Seokjin le había traído a la casa en Italia, con el pretexto de repasar sus clases de idiomas. Una vil mentira que creyeron sus padres, de todos modos no había forma de comprobar si aquellos jóvenes realmente habían estudiado o no, puesto que sus padres no pasaban demasiado tiempo en aquella mansión.
Namjoon tenía quince años en ese entonces, Seokjin y Jackson debían tener diecinueve. Después de una corta presentación ambos jóvenes se encerraron a jugar videojuegos, claro que Seokjin no se pudo negar a Namjoon cuando le pidió compartir tiempo con ellos.
Todo parecía ser una tarde normal entre jóvenes, pero el clima de aquel día resultó perfecto cuando Seokjin ofreció visitar la piscina del lugar. Namjoon se decidió en acompañarlos pero se negó a entrar al agua con ellos. Aún recuerda cuando les dijo lo aburrido que estaba por verlos competir en el agua por lo que se metió en busca de algo más interesante, pero al pasar por la cocina se encontró con unas bebidas ya servidas sobre bandeja por lo que decidió llevarlas él mismo a su hermano y su amigo. Pero al salir a la piscina no los encontró compitiendo, claramente estaba viendo como Seokjin acorralaba al chico de ascendencia china, mientras sus labios se mantenían unidos en un beso necesitado.
No hizo ningún ruido, simplemente regresó sus pasos y entró de nuevo a la casa. No podía creer lo que había visto, era demasiado extraño pero al mismo tiempo emocionante.
No se lo mencionó a Seokjin, y al día siguiente Jackson volvió a la casa. En un momento mientras los jóvenes jugaban videojuegos que Namjoon aprovechó cuando Seokjin se levantó al baño, con un intenso interés se acercó Jackson y le dijo todo lo que vio. Nunca con disgusto ni desprecio, solo genuina curiosidad. Claro que el joven se sorprendió de todo aquello pero no sé negó a responder, de la manera más simple e inocente que pudo le dio sus respuestas pero Namjoon no parecía satisfecho. Fue cuando Jackson le prometió enseñarle de manera detallada, claro solo cuando Namjoon cumpliera la mayoría de edad.
Y cumplió su promesa. Días antes de cumplir dieciocho años, Namjoon perdió la virginidad con un hombre, y le gustó cómo nada más le podría gustar en el mundo.
Sonrió ante el recuerdo, nunca se lo había dicho a Seokjin pero tampoco era como si él y Jackson hubieran mantenido contacto después del bachillerato.
Mientras pensaba en aquello logró ver un rostro conocido, bastante en realidad, pero algo había diferente.
Seokjin le vio y se acercó alegre a su hermano menor, después de tantas horas sentado en el avión se alegró de al fin poder caminar en el piso firme del aeropuerto pero todo se volvió mejor aún cuando tuvo a Namjoon entre sus brazos.
—¿Cómo supiste que estaría aquí? —aún sin apartarse del menor Seokjin mantuvo su vista fija en la contraria, mientras sonreía de manera encantadora.
—Jimin.
Solo escuchar el nombre del menor le hizo apartarse, tomó la maleta que llevaba y la subió al maletero del auto sin esperar aprobación del dueño. Una vez terminó se acercó al asiento del copiloto y entró de nuevo sin esperar al menor.
Cuando Namjoon entró en el asiento del piloto Seokjin volvió a hablar.
—Él me dio la idea, no me iba a ir tan fácil de mi casa solo por el asunto del estudio, pero Jimin se ofreció a cubrirme en América.
Namjoon suspiro sin saber que creer realmente, sus hermanos eran todo un caso y él no estaba dispuesto a resolver los problemas ajenos a él. Conduciendo de manera calmada mantuvo el silencio, Seokjin miraba a través de la ventana notándose cansado. Cuando llegó al aparcamiento de un hotel se detuvo. Miró hacia su copiloto y se sintió enternecido de verle dormido. Con un ligero movimiento le despertó.
—Llegamos al hotel, vamos a registrarte Seokjin.
Con un murmullo malhumorado el mayor salió del auto hacia el maletero, ambos caminaron al lobby del lugar y antes de llegar a recepción Seokjin le preguntó:
—¿En qué piso estás tú?
El nerviosismo le recorrió la espalda al sentir cerca el momento de la verdad. Había muchas cosas por explicarle a Seokjin, pero primero debía encargarse de hacerlo en un lugar más privado.
—No estoy en este hotel, pero prometo explicártelo todo en tu habitación.
Seokjin le recorrió con la mirada, sentía como la incertidumbre bañaba la mirada cansada de Seokjin, pero este asintió resignado. El mayor se apartó para poder realizar el registro mientras el menor volvía su vista hacia el exterior. Aún era temprano, podía mover sus cosas terminando la tarde pero ya podía presentir la tormenta llegando a su presencia.
Tal vez las cosas se compliquen de ahora en adelante.
****
Los errores los corrijo mañana.
Jackson Wang en Blow me dejó en el piso *-*
Nunca lo voy a superar nmnbklvhi