Diario de una idiota

Galing kay Unceuponatime_

1.6K 1.1K 139

Victoria no se ha enamorado nunca. A sus veinte años, ha tenido varios novios, chicos que le resultaban atrac... Higit pa

Idiot
Two.
Three.
Four.
Five.
Six.
Seven.
Eight.
Nine.
Ten.
Elf.
Twelve.
Thirteen.
Fourteen.
Fiveteen.
Seventeen.
Eighteen.
Nineteen.
Twenty.

Sixteen.

66 47 3
Galing kay Unceuponatime_

Y ahora entiendo cuál es mi papel, oh oh
Nos queremos cuando nadie ve
Las balas perdidas de este amor
Prefiero no verlas en mi piel

Me sentía tan identificada con aquella estrofa de "cuando nadie ve" que dolía. Quemaba cada trozo del corazón roto que tenía en ese momento. Miré mi reflejo en el espejo del baño mientras terminaba de cepillarme los dientes. Había pasado una noche horrible, no se la deseo ni a mi peor enemigo. Ni siquiera al causante de todo aquello que sentía en ese momento.

- Enana, vamos o llegarás tarde.

Pausé la canción de Morat que escuchaba desde mi móvil, enjuagué un par de veces mi boca con algo de agua y abandoné el baño. Cogí mi mochila y mi casco y abandoné el piso en compañía de Joan.

- Joan, ¿te importa acompañarme hasta el aula...? No quiero quedarme a solas con él.

- Estaré allí hasta que tu profesor me eche.

Sonreí y besé su mejilla antes de subirme a su Ducatti. En sólo cinco minutos estábamos en la facultad. El cielo estaba lleno de nubes negras que anunciaban que llovería en cualquier momento.

- Ten cuidado con la moto, parece que va a llover -le pedí a mi amigo mientras entrábamos juntos al aula. Él me acompañó hasta un sitio que normalmente estaba vacío y vi como daba una ojeada rápida al aula-

- No creo que haya llegado, siempre viene tarde.

- ¿Quieres que hable con Valeria para que te acompañe?

 - Por favor...

Mi amigo se acercó al asiento de mi amiga, que ya había sacado todos sus apuntes. Tras un breve intercambio de palabras, ella asintió y se levantó, recogiendo sus cosas con ayuda de Joan. En lo que ellos recogían, alguien ocupó el lugar que estaba reservando para mi amiga. Lo fulminé con la mirada, y casi me creo esos ojos que me miraban con confusión, como si no entendiese nada, como si no hubiese roto un plato en su vida. Iba a pedirle que se marchara de allí cuando escuché la voz de Joan.

- ¿Yo a ti qué te dije ayer por teléfono? Cuando te digo que no te acerques a ella es porque no debes acercarte a ella.

- Y yo te contesté que eso debe decidirlo ella.

- Vete de aquí, Giovanni. No quiero volver a tenerte cerca. Ni en clase, ni como compañero de estudios, ni de ninguna manera.

Él volvió a mirarme con confusión, pero finalmente se levantó en silencio y se sentó un par de asientos atrás del mío.

- Gracias -le susurré a Joan, luchando por no echarme a llorar-

- No hice nada, lo echaste tú -mi amigo me sonrió y besó mis labios mientras Valeria colocaba sus cosas en el asiento contoguo al mío- Tengo que irme porque tu profesor ya está aquí, pero te recojo a la salida, ¿vale?

Yo simplemente asentí y vi cómo subía las escaleras para abandonar el aula. Valeria me miraba con cara de no entender nada y yo esbocé una leve sonrisa.

- Otro día te invito a comer sushi, tengo que ponerte al día.

- Cuenta con ello.

Tendríamos dos horas y media de clase de derecho parlamentario, y por la tarde de tres a cinco teníamos derecho procesal. Odiaba el horario de los viernes. Intenté centrarme lo máximo posible en las clases, pero no conseguía sacarme ese sentimiento de rabia que sentía por todo lo que había pasado. Por más vueltas que le daba al asunto, no conseguía comprender porqué había decidido jugar de esa manera conmigo.

- Vicky, ¿nos vamos?

Valeria me miraba, con su mochila ya en la espalda. Yo asentí y recogí todo con rapidez. Al darme la vuelta vi que Giovanni seguía sentado en su asiento. Laia estaba a su lado, intentando decirle algo en italiano, pero su intento era en vano. Puse los ojos en blanco mientras abandonaba el aula y después la facultad. Me despedí de Valeria, después de quedar el lunes para comer juntas, y me acerqué a la moto de Joan.

- ¿Qué tal en clase?

- Todo bien. -Mentí mientras me ponía el casco y me subía a la moto-

Justo cuando mi amigo arrancaba la moto, vi como Giovanni salía de la facultad en compañía de Laia. Él paró el paso al vernos en la moto. Sin pensarlo dos veces, solté el agarre de la cintura de mi compañero de piso y me quité el casco. Él, confundido, me imitó.

- ¿Qué haces...?

Ni siquiera dejé que terminase la frase. Esta vez fui yo quien besó sus labios. Joan mostró sorpresa al principio, pero supongo que finalmente entendió porqué lo hacía y me siguió el beso. Escuché la voz estridante de Laia pasar justo a nuestro lado y, al separarme de los labios de mi amigo, vi que ambos habían pasado por nuestro lado.

- Lo siento, nos estaba mirando.

- No te disculpes. ¿Nos vamos?

Asentí y volví a colocarme el casco.Faltaban unos minutos para la una cuando llegamos al piso. Joan había hecho su primera empanada, y, para ser la primera vez que la cocinaba, estaba bastante buena. Nos la comimos en compañía de un refresco y, después de recogerlo todo y dejar el lavavajillas funcionando, nos acostamos un rato en el sofá. Tenía unos veinte minutos para descansar antes de empezar a prepararme para mi próxima clase. Nada más cerrar los ojos, me transporté mentalmente al día que conocí a Giovanni. Con aquel acento italiano, más perdido que un pulpo en un garaje, sin saber que le estaba preguntando a su compañera de clase dónde se impartía aquella clase de tercer año de derecho. Y algo en mí me dijo que significaría algo para mí. Pero jamás pensé que sería algo tan negativo, que me haría tanto daño.

- Vicky, despierta, son las dos y diez.

Bostecé mientras me levantaba del sofá. Mi amigo llevaba puesta ropa de deporte, así que supuse que iría al gimnasio después de llevarme a clase.

- Últimamente vas mucho al gimnasio, ¿a quién quieres conquitar?

- Sabes que sólo tengo ojos para ti.

Le sonreí antes de encerrarme en mi habitación para cambiarme. Me hice una coleta, cogí un abrigo y volví a salir al salón.

- Ya estoy lista.

- Podemos marcharnos entonces.

Volvimos a hacer el mismo recorrido que esa mañana hasta la facultad. Eran las tres menos cuarto cuando Joan aparcó su moto en la puerta de la facultad. A lo lejos vimos llegar a Valeria, que nos saludó mientras se acercaba.

- Si quieres puedes invitar a Valeria a la fiesta en la discoteca de esta noche.

Asentí mientras mi voz interior me peleaba por haber olvidado la fiesta. Besé la mejilla de mi amigo antes de ver cómo se marchaba en dirección al gimnasio.

- ¡Hola! -Me saludó efusiva Valeria cuando llegó a mi altura-

- Hola Val, tengo que pedirte un favor... ¿Tienes planes esta noche?

- No, las chicas pasarán el fin de semana en sus casas en el pueblo, así que yo me quedaré sola.

Valeria compartía piso con Paula y con Lorena desde el año pasado. Normalmente nos reuníamos en su casa para estudiar. Valeria era natal de Galicia, a difrencia de sus compañeras, que habían nacido en Barcelona, pero en pequeños pueblos donde suelen pasar las vacaciones y los fines de semana.

- Me han invitado a una fiesta en una discoteca, la organizan los estudiantes de arquitectura pero Joan nos ha invitado.

- No sé, creo que seríamos las raras de letras -me sonrió mi amiga mientras entrábamos al aula y tomábamos asiento-

- Sí, por eso necesito necesito que vengas conmigo.

Ella guardó silencio durante unos segundos, y acabó asintiendo.

- Está bien, pero tengo una condición.

- La que quieras.

- Que me presentes al amigo de tu novio, a Xavi.

- Joan y yo... -Escuché ruidos en la fila de atrás. Al girarme vi a Giovanni con Laia. Rodé los ojos y asentí- Claro que te presentaré al amigo de mi novio. No sabía que te gustaba.

- Está claro que tú te quedaste al más guapo, pero Xavi es más de mi tipo.

- Cuenta con ello.

Le sonreí a mi amiga y preparamos nuestros materiales mientras escuchábamos los tacones de la profesora bajando las escaleras que la llevarían hasta la pizarra. Estaba a punto de empezar a impartir su materia cuando se quedó mirando hacia mí.

- Victoria, ¿por qué no estás con tu compañero de estudios, como habíamos hablado?

Yo guardé silencio, sin saber muy bien qué contestar, sintiendo todas las miradas de mis compañeros sobre mí. Ellos también estarían deseando saber el motivo del distanciamiento entre Giovanni y yo.

- Digamos que yo confundí un poco las cosas y su novio se puso celoso, señora Vázquez -acabó contestando Giovanni-

- Me alegra ver que al menos ya se maneja mejor con el idioma, en ese caso, no será necesario que sigáis siendo compañeros de estudio. Y cumpliré con mi promesa, Valeria, el avance de tu compañero es más que obvio.

- Gracias, señora Vázquez -contesté con timidez, sabiendo que se refería a subirme levemente la nota por haber ayudado a Giovanni-

La clase transcurrió con normalidad, en los últimos treinta minutos la profesora nos encargó un trabajo en parejas, según como estábamos sentados. Esto significaba que yo debía hacerlo con Valeria y Giovanni con Laia. Al terminar la clase, a las cinco en punto, abandoné el aula mientras quedaba a las ocho en punto en mi casa con mi amiga para prepararnos juntas para ir a aquella fiesta en la discoteca.

- ¿Te veo a las ocho entonces? -Me preguntó ella mientras veía cómo me subía a la Ducatti de Joan-

- Así es, la fiesta empieza a las diez y media, así tendremos tiempo de cenar juntas y de prepararnos.

Mi amiga asintió y nos despedimos de ella antes de marcharnos de nuevo hacia casa.

- ¿Qué tal en el gimnasio? -Le pregunté a Joan mientras entrábamos por la puerta de nuestra casa-

- Como siempre, algo de pesas, piernas y boxeo.

- Creo que has hecho más deporte hoy del que yo haré en toda mi vida.

- Exagerada -mi amigo me despeinó mi cabello rubio mientras yo me quejaba-

- Ibas a peinarte igualmente, ¿qué más te da?

Me sonrió antes de encerrarse en el baño. Yo me comí una manzana y fui directa a mi habitación, quería pasar los apuntes de las dos asignaturas que había dado hoy antes de que llegase Valeria, así el fin de semana sólo debería estudiar.

Ipagpatuloy ang Pagbabasa

Magugustuhan mo rin

331K 21.1K 29
Chiara y Violeta son compañeras de piso, y no se llevan bien. Discuten a menudo, y cuando no lo hacen, se ignoran. Cuando se adelanta la boda de su h...
128K 29.5K 55
Se paró frente a una máscara blanca sólo con el orificio de los ojos, llamó su atención bastante, la levantó con curiosidad pensando, no tenía un ori...
318K 22.1K 33
Las mentiras envenenaron los corazones de aquellas dos personas malditas. Lu va en su 4to año en Hogwarts. Parecía que su vida iba normal, claro, su...
239K 20.3K 16
¿Cuánto esta bien entregarle al otro? ¿Con cuanto alguien se siente satisfecho? Dinero, fama, éxito.. O tal vez... ¿nuestra propia vida? Fiorella se...