Oven
Entiendo lo que Blue está haciendo, les está obligando, a todos, a aceptarnos. Está arrastrando a Dagger, lo noto a nuestras espaldas.
Pero todo se rompe cuando una vez ellos se van, cuando Hammer me besa y recibe una nueva provocación que tiene que aceptar.
Hammer me pide que me vaya a nuestra casa, pero necesito estar con él, siento que si dejo de hacerlo caerá, pero ambos sabemos que caerá.
Aún así me voy, porque eso parece solo poner las cosas peor. Yo los mataría, a cada uno de ellos, les rajaría la garganta. Pero Hammer nunca los mata, los deja sin sentido y él vuelve conmigo.
No debería hacerlo, pero dice que no matará a ninguno de los suyos hasta que no sea de vida o muerte.
Mi alfa es tonto del culo, y lo van a matar.
Por la mañana me escabullo, necesito encontrar a Honey.
Entiendo lo que quiere hacer Blue, y lo aprecio, de verdad lo aprecio. Este omega tiene los huevos más grandes que los de cualquier maldito alfa.
Pero siento, que para nosotros, para Hammer y para mí va a ser tarde.
Malditamente, quiero a este alfa, le quiero, le quiero, joder. Y todos los días siento que mi garganta revienta por decírselo.
Me iré durante la celebración, me iré y lo liberaré de esto. Lo prefiero con el corazón roto que muerto, y mira, para alguien como yo que solo mira por su culo, en teoría, es lo puto más loco que voy a hacer por amor.
Porque si este alfa se muere, yo voy detrás. Eso sí, llevándome todo lo que pueda por delante.
Veo a Honey y le llamo antes de que se meta en la cabaña del líder y no tenga sentido que yo entre a por él.
—¡Honey! —Él se encoge cuando yo le llamo, menudo omega extraño, parece un gamma de los que colapsan si les hablas.
¿Con esta criatura voy a dejar a mi alfa?
En fin, te odio mundo injusto.
—Necesito hablar contigo. —Es demasiado temprano, para él también, y me doy cuenta de que qué demonios está haciendo un omega a esas horas solo por ahí. Pero el punto que necesito aclarar, para mí es más importante.
—Quería pedirte una cosa —le digo sin andarme mucho por las ramas.
Él me mira como si le fuera a pedir que me diera sus riñones, quizás no es tan tonto después de todo.
—¿A mí? —me pregunta.
Es bonito, es demasiado bonito. Me cuesta mirarle, y más imaginarlo con Hammer, pero al menos, estará vivo.
"Céntrate, gilipollas" me digo a mí mismo.
—Necesito que te unas con Hammer —digo de sopetón, total, para qué andarme dando vueltas.
—¿Cómo? —Él es todo candor y estupor.
Esta imagen me va a perseguir toda la vida, esta en la que renuncio a la única persona de la que he estado enamorado.
—Conmigo lo van a matar, y contigo va a tenerlo todo, ¿lo entiendes?
Él no dice nada, solo me mira, al menos hasta que baja sus ojos hasta sus manos.
—Él no va a querer.
—Por eso tú vas a poner todo ese encanto tuyo cuando yo me vaya, y lo vas a querer y cuidar. Y...
—¿Por qué? —dice él, como si no entendiera nada, normal, no lo entiendo ni yo.
—Porque le quiero, porque no se merece esto, porque tú eres bueno para él. Mejor que yo.
—Pero él no me quiere a mí.
Ese punto ya lo sabía yo, porque me quiere a mí, me dan ganas de gritarlo a los cuatro vientos, pero el amor no es suficiente, no en este mundo.
Este mundo es una puta mierda, la verdad.
Él me esquiva la mirada, como si estuviera sumergido en sus propios pensamientos, y estos no son muy buenos.
Parece que va a hablar, pero solo asiente. Y ya no tengo nada más que decirle, no somos amigos, nos somos nada, pero él tiene que cuidar al hombre que yo quiero, le dará muchos cachorrillos, y le hará feliz.
Honey se gira antes de que lleguen, incluso él los ha olido antes, son Axe y Saw y no vienen solos.
He oído que han encontrado a dos gammas en la frontera, pero aún no los había visto.
Y algo me hace sentirme mal, no sé que es, pero no me gustan.
Honey me mira, y de nuevo parece que quiere decirme algo, pero acaba replegándose sobre sí mismo. Como una flor nocturna.
Le tomo de la mano antes de que se vaya y él me mira sorprendido.
—Por favor —le pido, y maldita sea, por una vez haría lo que fuera, aunque fuera pedirlo de rodillas. Y él asiente.
Si es lo correcto, ¿por qué duele tanto?
Honey se va, no sé si resultará, si en el fondo solo la estoy cagando, cagándola de verdad, pero es la única opción que yo puedo darle a ese maldito alfa cabezón. Lo único que puedo ofrecerle para salvarle.
Y aunque duela, él vivirá y yo tendré otra vida, en otra manada.
Puta idea de mierda, ¿se supone que eso es amar?
Axe
Saw me ha hablado de los gammas que encontró, del parecido preocupante con Honey.
Pero en realidad no puedo dejar de pensar en Honey, en lo que presenció ayer, en lo que me hizo sentir y en el desconsuelo que vi en sus ojos.
Él no debería haber entrado en mi casa así, jamás pensé que tuviera esa osadía, pero aún así, me siento mal por lo que hice.
Por excitarme a tal punto que no pude contener explotar ante sus ojos.
Por supuesto que podría haberme apartado de Saw, pero no quise, quería mirarle, quería que me mirara. Y él lo vio todo, y ahora se siente tan incorrecto.
Cuando los gammas aparecen, siento la misma sensación de incomodidad, entiendo lo que Saw quiere decir, esas bocas, esos ojos. Solo que todo mal colocado, mal distribuido. Nunca alcanzarían la belleza e inocencia del rostro de Honey.
Y de nuevo, aquel deseo, aquella vergüenza.
Los gammas no huelen como los nuestros, pero actúan exactamente igual, cabizbajos, replegados sobre sí mismos.
Huelo miedo, pero también aceptación.
Y entiendo la joya que es ese gamma de Hammer, lo entiendo.
Cuando volvemos con los gammas hasta la casa de Dagger, los vemos, a ambos, ¿desde cuándo esos dos son cercanos?
Pero lo olvido, porque me encuentro con la mirada de Honey, y este rápidamente me la evita.
Siento a Saw a mi lado, pegada a mí por inercia, y me gusta tenerla cerca. No voy a luchar contra lo que quiero con ella, por lo que soy con ella.
Saw pasa a mi lado, y va hasta el omega, no sé que le dice, están lejos, pero él no es capaz de mirarla y ella parece a punto de abrazarlo para consolarlo.
Nunca, jamás, he visto a Saw comportarse de ese modo. Ella toma, como me tomó a mí, y aunque sé que es capaz de morir por quien quiere, le cuesta ser suave y cariñosa.
Su mano a punto de acariciar su rostro me hace querer ir hasta ellos, pero me quedo clavado en mi sitio con dos gammas temblones.
Honey mira a Saw, la mira de verdad, y la estabilidad que había aceptado, la poca paz que he conseguido en estos días se va.
Mi gruñido hace retroceder a los gammas hasta pegarse a la pared más cercana y protegerse entre ellos.
Saw me mira sonriendo, pero Honey solo la mira a ella.
—Vamos —gruño, y arrastro a los gammas hasta la cabaña de Dagger donde nos esperan.
Saw
El gruñido de Axe, por un momento, me hace querer atacarle. Pero lo que finalmente me hace es sonreír.
¿Le voy a tener que mostrar todo lo que él quiere a la fuerza?
Y el pequeño omega a mi lado, me hace temer que sí.
Le cuesta mirarme, noto la turbación en él, pero aún así es delicioso, y me encantaría cubrirlo con mis brazos, y por la Diosa, a mí ese tipo de afectos no son los que me gustan.
Mucho más natural en mí sería tirarlo a ese suelo batido y hacerlo mío delante de todos, mientras lloriquea mi nombre roto de placer.
La idea es demasiado tentadora, él es demasiado tentador, y solo puedo tomar su cuerpo con más delicadeza de la que me he gastado en mi puñetera vida.
—Vamos, tenemos que resolver esto. —Me inclino un poco sobre él— Luego resolveremos el resto.
Y dejo salir una buena carga de feromonas, creo que quizás me he pasado, porque al pobre las piernas le tiemblan, y lo tengo que sujetar más fuerte. Escucho de nuevo el gruñido de Axe cuando lo toco.
Pero no es Axe en el que me fijo en esos momentos, he captado la mirada de la gamma sobre nosotros, una mirada que desaparece en una fracción de segundo para volver al suelo, para perderse.
Finalmente entramos en la casa de nuestro líder, y me alegro de que ahora Blue ocupe su regazo mientras se miran como antes de que yo me fuera.
Así es como debe ser, así es como espero que sea.
Cuando juntamos a los tres, el parecido es innegable.
—Deberíamos llamar a Hammer —dice Axe, y apoyo la idea, pero Dagger no parece convencido.
—¿Qué parentesco os une? —pregunta Dagger.
Los tres jóvenes se repliegan sobre sí mismos. Como si todos fueran gammas, salvo que no lo son, Honey nunca lo sería.
—Honey, te hemos acogido como a uno más, te hemos ofrecido nuestra manada como la tuya, explícanos. —Esta vez quien habla es Blue, y tengo que reconocer el dominio y la fuerza de este omega.
Me siento orgullosa de que fuera el omega de nuestra manada, el omega del líder.
Pongo una mano en el hombro de Honey, dándole ánimos, él me mira, mira a Axe, pero a los gammas los mira con aprensión.
—Son mis hermanos —confiesa el omega, y todos nos quedamos sorprendidos.
Nunca hemos oído de un omega que hubiera tenido gammas, son gestadores de omegas y alfas, nunca de betas y menos de gammas.
Eso no tiene sentido.
Honey mira a los gammas, y de nuevo me cruzo con la mirada de la gamma, hay algo en ella que no me gusta, no sé que es, como si escondiera algo más, algo que no consigo ver.
—Eso no es posible, los omegas no tienen gammas.
—Nuestra madre es una gamma. —Y la pequeña voz de la gamma, nos saca de nuestro lugar.
Ea, métele un poco de drama, que estaba todo el mundo muy feliz.
Vamos a ver el mundo arder.
XD
Feliz domingo.
Besos
Sara