¡No Me Lastimes!

By zuryFabiola2003

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Max Foswell es un Omega adolescente, en una gran manada de alfas dónde los omegas no son bien recibidos, no h... More

Pequeño Prologo.
Capitulo 1. El Invierno Se Aproxima
Capitulo 2. Quiere verlos arrastrándose.
Capitulo 3. En ningún momento se digno a mirarle a los ojos.
Capitulo 4. Durante toda la eternidad...
Capitulo 5. El deseo que tanto anhelaba.
Capitulo 6. Luna.
Capitulo 7. La mañana del 13 de octubre.
Capitulo 8. Bajo la luz de la luna.
Capitulo 9. Unión Eterna.
Capitulo 10. Consejo
Capitulo 11. "Jamás me doblegaré ante tus palabras"
Capitulo 12. La luna lo abandono por tonto.
Capitulo 13. Ninguna esponja de baño podrá quitarle la suciedad que siente.
Capitulo 14. ¿Eres tú la pareja del alfa?
Capitulo 15. ¡Es totalmente aterrador!
Capitulo 16. Un rostro sombrío y amargo.
Capitulo 17. Un pequeño engreído.
Capitulo 18. Está destinado a quedarse en las manos de un monstruo.
Capitulo 19. "¿Cuándo dejaré de ser herido todo el tiempo?"
Capitulo 20. Solo quiero ver a mi mejor amiga...
Capitulo 21. El lugar donde inicio todo...
Capitulo 22. Un rostro pálido e inexpresivo
Capitulo 23. "Él da con una mano y arrebata con la otra"
Capitulo 24. Antonov.
Capitulo 25. No es cualquier Omega
Capitulo 26. Una voz frágil .
Capitulo 27. El único día fácil fue ayer.
Capitulo 28. Contuvo su llanto y se trago su sufrimiento.
Capítulo 29. Estoy dispuesto a seguirte hasta cumplir ese sueño...
Capitulo 30. Farkas Raxton
Night Of The Ghost
Capitulo 31. Impune.
Capitulo 32. Bilis.
Capitulo 33. Abatido y superado.
Capitulo 34. Después de interminables meses...
Capitulo 35. El final del invierno.
Capitulo 36. Te lo prometo...
Capitulo 37. Pays y tartas...
Capitulo 38. "Me arrebataste la felicidad de las manos"
Capitulo 39. Soy un mejor hombre que el.
Capitulo 40. El cielo y nuestro hijo
Capitulo 41. En el ojo del huracán.
Capitulo 42. Max Foswell
Capitulo 43.El deseo de venganza
Capitulo 44. El acompañante.
Capitulo 45. Nicotina.
⚠️ Pequeño anuncio⚠️
Capitulo 46 Lo que hiciste, nadie lo perdonará.
Capitulo 47. Colisión.
Capitulo 48. Un Omega con carácter.
Capitulo 49. Mi Luna...
Capitulo 51. Perdida total.
Capitulo 52. El punto ciego siempre está a la vista
Capitulo 53. El sonido de la muerte.
Capitulo 54. Y si te vas... Quiero ir contigo.
Capitulo 55. Vulnerable.
Capitulo 56. Histería
Capitulo 57. No lo permitiré.
Capitulo 58. Ultimátum.
Capitulo 59. Bestia Infernal.
Capitulo 60. La dinastía de la furia y el odio encarnados en una bestia.
Capitulo 61. Fue una sentencia.
Capitulo 62. Nadie quiere estará a tu lado.
Capitulo 63. Merezco lo que me está sucediendo.
Capitulo 64. Todos los alfas de elite son iguales...
Capitulo 65. Azur Volkova.
Capitulo 66. Es un Omega, uno poseedor de una belleza franca y provocativa.
Capitulo 67. El primer arranque de confesiones llega como un golpe doloroso.
Capitulo 68. Fue una amenaza.
Capitulo 69. No hay una marca en su cuello, ni un anillo en su dedo...
Capitulo 70. No pierdas, no cedas, no flanquees.
Capitulo 71. Sin saber que es la verdad; ¿Que son las mentiras?.
Capitulo 72. Punto de quiebre.
Capitulo 73. ¿Hasta que punto, el corazón humano puede ser destruido?.
Capitulo 74. Te anhelo tanto...
Capitulo 75. Aquello que había conservado con tanto esmero, se ha desvanecido.
Capitulo 76. El inicio del fin.
Capitulo 77. Si vas a jugar sucio, prepárate para ensuciarte las manos.
Capitulo 78. La mejor victoria es vencer sin combatir
Capitulo 79. El pasado de un hombre absorbido por el poder.
Capitulo 80. Los vivos dan más miedo que los muertos
Capitulo 81. ¿Quien es el verdadero culpable?
Capitulo 82. Él prometió quedarse
Capitulo 83. Solo hay dos maneras de detener el sufrimiento; morir o enloquecer
Capitulo 84. Operación; amanecer rojo.
Capitulo 85. Te amó hasta con su último aliento, ¿Acaso no fue suficiente?.
Capitulo 86. Fin.
Agradecimientos, anuncios y estrenos.
¡Segunda Parte Ya Disponible!
Anuncio Urgente; Nos mudamos :(

Capitulo 50. El destino así lo decidió.

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By zuryFabiola2003

—¿Realmente eres tú? —Murmuro con impaciencia en sus palabras mientras le miraba con los ojos iluminados y una sonrisa que apenas y podía disimular.

Su felicidad tan marcada, sus manos temblando y su lobo emocionado como nunca antes le hizo sentir realmente vivo de nuevo.

—Cariño, realmente eres tú...

Max no respondió cuando lo nombró "Cariño" y se hizo más pequeño ante la atenta mirada del Alfa.

—No tienes idea de cuánto te busqué... —Susurro mientras trataba de acercarse aún más —No tienes idea de cuánto te extrañe...

El alfa extendió su mano hasta alcanzar la sabana que cubría el colchón y la arranco para así tener algo con que enrollar su cintura y cubrir su virilidad.

Luego, impaciente, se acercó a Max lo suficiente como para sostener sus mejillas con las dos manos, quería saber si sus ojos no lo engañaban, a este punto de su vida, dónde sus sueños se llenaron de terribles pesadillas nocturnas que lo atormentaban y su cabeza se llenaba de pensamientos caóticos, cree que lo que ve es una ilusión.

Una farsa.

Pero no, las cálidas mejillas sobre las palmas de sus manos lo confirman, aquello que sus ojos ven, es totalmente verdadero.

Le acaricio el rostro con dulzura y poco a poco sus ojos se acuaron.

—Ha... —Soltó un suspiro amargo y cerró los ojos con fuerza mientras agachaba la mirada, como si tratara de no hacer caer sus lágrimas, trato de soportar el increíble dolor que golpeaba su pecho y respiro hondo buscando procesar lo que estaba sucediendo.

Cuando abrió los ojos y volvió a mirar a Max, sus ojos se nublaron y desprendieron briza marina en forma de delgadas gotas que escurrieron por sus mejillas.

—No sabía cómo vivir sin tu presencia...

Susurro con la voz rota y sin pensarlo mucho, abrazo a Max con delicadeza.

Sus brazos que contienen la palabra "Luna" en cien idiomas diferentes se mueven con impaciencia y se envuelven alrededor del cuerpo del pequeño Omega bajo él y le sostienen como si temiese que al segundo siguiente se pudiera esfumar para siempre.

—Te amo —Confeso entre lágrimas —Lamento todo lo que sucedió, todo fue mi culpa, por no haberte podido proteger, por no ser el alfa que merecías...

Su mente, que había estado cargando con el peso de ser un pésimo alfa y amante, se derrumbó por segunda vez en el día.

Ya no quería seguir fingiendo que estaba bien, ya no quería seguir gobernando, ya no quería seguir viviendo sabiendo que había guiado a la persona que debió cuidar con su vida, a su propia muerte.

El día a día lleno de estrés, las relaciones públicas fingidas, su padre presionándolo... Realmente lo estaban volviendo loco, le estaban robando las ganas de seguir avanzando.

Es un sentimiento tan pesado que lo consume.

Más sin embargo, como un milagro, Max apareció frente a él y lo hizo recobrar esa vitalidad en su cuerpo, esas ganas de seguir viviendo.

Como un ingenuo, creyó que todo estaría bien a partir de ahora.

Pensó que Max lo perdonaría, pensó que ambos volverían a ser la pareja que siempre estuvieron destinados a ser, creyó que todo lo que había hecho mal en un pasado sería perdonado.

Oh Decker, que equivocado estás...

—Aléjate... —Aquellas palabras salieron apenas en un susurro en cuanto Decker lo sostuvo con felicidad en su corazón.

Max no quiere ser tocado por Decker, no quiere volver a verlo, no quiere volver a escuchar su nombre, no quiere regresar a ese infierno.

—Suéltame... —Murmuro muy bajito, casi como en una súplica, y con sus brazos y su poca fuerza, comenzó a forcejear buscando instintivamente alejar a Decker.

Le da asco.

Le asquea cada vez que siente la simple respiración de Decker rozando su oreja, su mente lo hace recordar esa fatídica noche y la hirviente respiración de Decker chocando contra oreja en forma de jadeos, soltando gruñidos calientes de excitación, maldiciones y gemidos ocasiónales mientras empujaba sus caderas en un tortuoso vaivén.

No puede dejar de relacionar cada acción de Decker con esa noche en la que lo violo. Simplemente, no puede perdonar y olvidar algo tan horrible.

—¡Suéltame, suéltame, por favor! —Grito con tanto temor en sus palabras que provoco que Decker se alejara rápidamente creyendo que lo había lastimado —No me toques más... No más, ya no más...

Chillo con la voz rota mientras se alejaba lo más que podía, incluso si ya había chocado contra la pared y no había lugar hacia donde alejarse.

—Está bien, lo siento yo-

Y se detuvo en seco al recordar una cosa, un detalle que había olvidado mientras se retorció de Felicidad; Max está embarazado...

Con su mente perdida en mil preguntas que busca contestar el mismo, extiende su mano derecha y la aproxima lentamente hacia ese estómago abultado que parece que pronto desaparecerá.

Decker está seguro de que ese bebé está a unas cuantas semanas de nacer y se siente eufórico.

—El bebé... ¿De quién es ese bebé? —Con su ego herido y el corazón palpitando al máximo, el alfa exige una respuesta pronta.

Se siente extraño, como si algo le dijera que ese pequeño bebé es de él. Cómo si la sangre lo llamara.

—¿Es... ¿Es mío?

Pero Max no respondió.

—Max. ¡Max, mírame! —Gruño con furia en sus palabras y sostuvo el antebrazo derecho con su mano, como si quisiera jalarlo y alejarlo de su zona de confort, de la zona en dónde se siente seguro.

Grave error.

—¡No me toques!

Exclamo Max con la voz temblorosa tratando de soltarse del agarre de Decker, no quiere que lo toque, no quiere que le haga daño a él o a su bebé.

Sabe perfectamente que siempre y cuando esté con Decker, saldrá lastimado.

E instintivamente, llama a su Alfa.

—Fletcher... Fletcher ayúdame.

Chillo en un susurro mientras se hacía bolita en el suelo, importándole poco el burbujeante dolor en su brazo que dolía casi como mil piquetes de avispa clavarse sin piedad, solo que... El dolor no desaparece, no se detiene y su brazo sangra sin detenerse, al punto que comienza a sentirse mareado.

—¿Fletcher...?

Decker, molesto por aquella respuesta, siente su sangre hervir con furia. ¿Por qué Max estaba llamando a Fletcher en este momento? ¿Por qué el nombre de ese bastardo sale tan naturalmente de la boca de Max? ¿Quién diablos es Fletcher en la vida de Max?.

—¡¿Por qué demonios dices su nombre?! —La poca paciencia de Decker finalmente se esfumó —¿Acaso este bebé es de él?

La manera tan brusca en que lo dijo causó temor en Max durante un instante. Pero luego, de algún modo, tomo valor y contestó.

—Si —La palabra fue firme y seca, como si buscará hacer daño al receptor de aquella respuesta.

Y aquello no está muy lejos de la verdad.

Fletcher es quien ha cuidado de aquel bebé durante tantos meses, es quien se ha preocupado por mantenerlo estable y vivo, naturalmente, después de tanto tiempo, aquel bebé se volvió hijo de Fletcher, incluso si la sangre no los relacionaba.

"SI" Cuando aquella palabra se adentró en los tímpanos del alfa, sintió furia. 

Inevitablemente, el alfa se mordió el labio inferior con tal fuerza que se hace sangrar a sí mismo, no sabe cómo reaccionar, no sabe que decir o como actuar.

Trata de contener su ira, pero simplemente no puede.

Y con un deseo explosivo de liberar estrés, levanta su puño derecho y lo estampa fuertemente contra la pared, la gruesa pared de cemento no sufre daño alguno, más en cambio, los nudillos del alfa están sangrando a mares manchando la pared de aquel distintivo rojo carmín.

—Me niego —Gruñe furioso con una mirada hosca, acercándose nuevamente hasta estar frente a Max —¡Tú no puedes hacerme esto! ¿Es acaso que quieres vengarte de mí?

Con los ojos rojos y el corazón en la mano, Decker estallo en discusión. Sus palabras son fuertes, grita sin importarle nada.

¡Está furioso!.

—¿Es acaso que buscas hacerme daño de esta manera? ¡Te busqué durante meses, durante muchos meses! ¿Y así era como pasabas tus días lejos de mí? Revolcándote con otro.

Sus palabras expulsan veneno, escupe maldiciones y golpea una y otra vez la pared mientras su rostro se vuelve rojo de la furia y se remarcan las venas de su cuello y rostro de una manera inhumana.

—¡No! —Observa fijamente a Max y trata de estabilizar su respiración —Eso es imposible. El... El te forzó a hacerlo ¿Verdad?

Las palabras que soltó Decker tan descaradamente en el calor de la situación hicieron hervir la sangre de Max.

¿Forzarlo? ¡¿Forzarlo?!
Esa palabra no existe en el vocabulario de Fletcher, el JAMÁS sería capaz de hacer algo así.

—No —Murmuro con un poco de molestia.

—¿Qué?

Por primera vez desde que se conocieron, Max tomo valor.

No tiene otra salida, debe hacerle creer a Decker que ese bebé no es suyo, que ese bebé jamás lo será y luego esperar pacientemente a que Fletcher lo ayude a salir de esa situación.

Sabe muy bien que Fletcher jamás sería capaz de hacerle daño a una persona sin un motivo y simplemente no puede quedarse de brazos cruzados a escuchar como lo acusan falsamente.

Decker no debió decir aquello tan deliberadamente.

—No —Exclamo molesto alzando la voz —Fletcher jamás haría algo como eso... Él no es como tú.

Él no es como tú...

Él no...

Él...

Esas palabras son tan venenosas que provocan una parálisis en Decker.

Dolieron, y dolieron demasiado.

Está más que claro que Decker no tiene punto de comparación con Fletcher. Fletcher simplemente está en un pedestal para Max.

—Estás mintiendo... —Murmuro con el corazón dolido —Eso es imposible...

Con cada palabra, la voz de Decker se rompe más.

Con cada palabra, las lágrimas se acumulan en sus ojos.

Con cada palabra, su corazón se rompe más y más.

—Te amo —Con la cabeza agachada y tratando desesperadamente de reunir los pequeños fragmentos de corazón roto, dijo lo que salía de aquel corazón partido —No puedo vivir sin ti

—Yo ya no te amo Decker

Hablo con sinceridad en sus palabras

—No quiero volver a estar contigo...

—Mientes —Exclamo —Yo soy tu alfa, el destino así lo decidió...

—Y tú decidiste hacer las cosas a tu manera, a tu conveniencia. Lo que hiciste no te lo perdonaré jamás —A este punto, las palabras de Max también sonaban rotas.

Algo en su pecho le dolía de sobremanera. Ver a Decker tan herido de alguna manera le afectaba.

Le hizo recordar las promesas que jamás cumplió.

Las palabras que sonaban tan dulces y acarameladas se volvieron rancias y se pudieron en su boca en tan solo un instante.

—Dame otra oportunidad —Suplico con los ojos rojos mientras levantaba la mirada —Te prometo que las cosas cambiarán, te prometo que nadie te va a lastimar.

Pero Max sabe que las promesas de Decker están vacías y son mortales.

—Déjame volver a enamorarte...

Desesperado, llorando y con el corazón partido, se acercó bruscamente a Max y sostuvo sus mejillas para acercarse y juntar sus labios.

Necesita demostrarle que está arrepentido, que lo que dice es cierto, que ya no será el mismo idiota de antes, pero no sabe cómo...

Únicamente puede demorarlo con un beso.

Pero Max no quiere probar los labios de Decker, le asquea sentir la saliva de Decker que sabe a sangre y metal. Es una sensación repugnante.

—¡Mgh! ¡Hum! —Se queja deliberadamente al sentir la viscosa lengua de Decker buscando adentrarse en su boca —No quiero...

Chilla y trata de alejar a Decker con sus manos. Pero no puede...

Rápidamente, sus manos son sometidas con fuerza; Decker lo sostiene de las muñecas mientras trata de profundizar un beso indeseado.

La saliva se junta y los labios de Decker se mueven con agilidad, al mismo tiempo que las lágrimas bajan por sus mejillas y empapan el rostro de Max.

Realmente está desesperado...

Luego, de un rápido movimiento, Max ya está recostado sobre el frío y duro suelo. Decker sigue atacando sus labios con cierta delicadeza, como si sus acciones dijeran; "Acéptame" y "Por favor" de una manera extraña.

Después de todo, Decker creció siendo criado con mano dura, lo único cercano al amor que conoce, es el amor de su madre. ¿Cómo debe pedir disculpas alguien que siempre estuvo acostumbrado a mirar a todos por encima de su hombro? ¿Debe arrodillarse y suplicar? ¿Someterlo y encerrarlo y luego pedir disculpas hasta ser perdonado? ¿Cortarse un brazo como castigo por lo que hizo?

¡No sabe cómo!

—Espera... —Susurra el Omega totalmente nervioso buscando una manera de alejar a Decker —Espera, no quiero...

Chilla, pero Decker, está vez tampoco se detiene.

—Decker te lo suplico...

Y cuando dijo eso, Decker se alejó y le miro a los ojos; Sus ojos están rojos y se miran tristes, vacíos, caóticos...

Es la mirada de un hombre derrotado.

Buscando ser perdonado, buscando demostrar que no era un peligro, bajo su rostro hasta llegar al vientre de Max y lo besa. El abultado estómago por un momento se movió, la pequeña personita viviendo dentro de ese estómago lo pateo con fuerza.

Y Decker arqueo una sonrisa.

—Parece que le agrado —Murmuro embobado.

Siente un extraño sentimiento cruzar su cuerpo. Y su mente le muestra una improvisada telenovela en la cual él es perdonado y Max y él viven felices por siempre junto a ese bebé.

Es como un adolescente imaginando escenarios ficticios que jamás llegaran.

—Te amo... De verdad te amo, tienes que creerme —Suplico como un niño desesperado —Tienes que creerme...

Pero Max no dijo nada, simplemente guardo silencio, y aquel silencio Decker, instintivamente, lo interpretó como un; No te creo.

Así que decidió volver a atacar sus labios, buscando avivar una llama que se había extinguido hace meses.

Una y otra vez, lamió, succionó y beso los labios de Max, pero este simplemente no reacciono a aquel toque y trato de sellar sus labios sin éxito.

Asqueado y harto de sentir los labios de Decker en su boca, Max tanteo el suelo en busca de algo que pudiese usar como arma para tratar de lastimar a Decker.

Está convencido de que si no hace algo para alejarlo, su pequeño tulipán estará en peligro inminente.

Teme que Decker sea capaz de hacerle daño a su pequeño bebé, y no está dispuesto a esperar más tiempo como para descubrirlo.

¡Tiene que alejar a Decker ahora mismo!

Después de mover su mano por unos segundos y buscar con sus dedos, no encontró nada.

Pero luego, logro empujar un poco a Decker mientras esté trataba de profundizar el beso y sintió algo rígido, algo frío y un poco pesado chocar contra su mano; Madera.

Decker había roto la silla de manera y uno de los pedazos se encontraban cerca de su mano, a su alcance, como si se hubiese quedado allí a propósito para ser utilizado como arma.

No lo dudo ni un segundo.

Tomo la madera con su mano derecha, y con un fuerte impulso la estampó contra la cabeza del hombre que tenía encima.

[¡Zas!]

El sonido que produjo la cabeza de Decker fue fuerte y el lugar donde había impactado aquel pedazo de madera fue en la parte trasera del cráneo, a unos diez centímetros sobre la nuca.

Ante el fuerte golpe, Decker se vio aturdido; Se separó del beso rápidamente y miro fijamente a Max antes de dar claras señales de que se desmayaría.

—Ha... Ha... —Jadeo con fuerza mientras su cabeza se meneaba hacia arriba y hacia abajo, como si no tuviese la capacidad de sostenerla por su propia cuenta.

Era una sensación jamás antes conocida para él. Esa sensación de debilidad, de que no puede seguir peleando, como de Inutilidad.

—Ah... —Jadeo sintiendo dolor

Y no pasó mucho para que Max sintiera como un líquido caliente chocaba contra su cuello y clavículas.

Rápidamente, un olor a sangre estallo sobre sus fosas nasales y le produjo pánico.
La sangre que salía de la cabeza de Decker era mucha, salía a chorros, como si no quisiera detenerse.

Temió haberlo lastimado al punto de muerte. No quiere cargar con el peso en sus hombros de haber matado a alguien.

No podría sobrellevarlo, quedaría traumado de por vida.

Luego, en lo que Max se mantenía estático, el alfa se levantó a duras penas mientras, se mostraba muy desorientado, aturdido, casi al punto de inconsciencia.

—¿Qué demonios...? —Pregunto para sí mismo y se sentó sobre sus piernas quedando de rodillas frente a Max —¿Por qué hiciste eso...?

Pregunto confundido y con la voz cansada.

—Yo...

Y sin previo aviso...

[¡Zas!]

Callo al suelo justo, por un lado de Max.

—Ha... —Soltó el Omega un suspiro de miedo. Luego.
Huir... Fue lo primero que su mente ordenó.

Se levantó de dónde estaba con las piernas temblando y con el corazón en la mano. Se sintió aliviado de no tener que soportar el sabor a sangre en su boca, detesta aquel sabor metálico.

Huir...

No lo pensó dos veces, se incorporó y salió de la habitación sin mirar atrás.

Afuera, tirado sobre un charco de sangre, estaba Kin.

Max se mostró horrorizado, casi vómito al ver la masiva cantidad de sangre en el suelo. Es simplemente una imagen que no se puede sacra de la cabeza.

La herida en su pecho se ve dolorosa, y Max sabe perfectamente que él jamás habría soportado tal dolor...

Se arrodilló por un lado empapando sus piernas de sangre y llamo con desesperación al Omega tirado en el suelo.

—¡Kin, Kin, tenemos que salir de aquí! —Con sus manos movió el cuerpo inconsciente del Omega buscando despertarlo, pero por más que intento, no pudo.

Kin simplemente no reaccionaba.

—¡Kin, Kin, te lo ruego despierta! —Su voz se aceleró y su corazón comenzó a temblar con más fuerza cuando Decker soltó unos gruñidos de dolor.

Tal parecía, estaba comenzando a despertar...

—Kin despierta —Dijo entre lágrimas de agonía pensando en algo que pudiese hace para despertarlo antes de que Decker terminara de despertar.

No quiere dejarlo allí, desangrándose, sufriendo...

—¡Huug! —Gruño Decker desorientado y abrió los ojos.

—¡Kin, Kin despierta! —Pero simplemente no reacciono.

Y al percatarse de que Kin realmente no despertaría, se acercó y lentamente le plantó un cálido beso en las mejillas mientras alejaba los delgados cabellos de su rostro

—Perdóname...

Le duele, realmente le duele el corazón, tener que abandonar a Kin en ese estado, está sangrando, está sufriendo y no puede detenerse a hacer nada por qué Decker podría atraparlo y hacerles daño a él y a tulipán.

—Perdóname... —Agonizo con dolor en sus palabras —Por favor perdóname...

Luego, se levantó tambaleandose y bajo las escaleras, lo más rápido que pudo teniendo mucho cuidado de no caerse y salió de la residencia por la puerta que había destruido Decker.

Cuando salió, lo primero que vio fue la Mansión Raxton. Y así rápidamente dedujo dónde estaba.

Miro hacia el patio trasero de la residencia y vio el oscuro y profundo bosque que había detrás.

Sabe bien que si sigue por ese camino, después de algunos kilómetros, llegará a una costa, allí podrá adentrarse un poco en el mar y hacer que los rastreadores le pierdan el rastro.

Luego podría caminar por toda la costa hacia la desembocadura del rio de la cascada y subir hasta la cabaña del ministro Evans.

Es un recorrido muy, muy largo, pero si sale como quiere, podrá alejarse de todos.

Podrá llegar a la cabaña y llamar a Alisha. Es la única persona que puede ayudarla en esta situación.

No sabe dónde está Fletcher y no tiene su teléfono ni la red de la manada; por lo tanto, no puede llamarlo desde su teléfono, es como si de un momento a otro todo se hubiese puesto en su contra.

Es aterrador.

—¡Gah! ¡Haa...!—Tras caminar los primeros trescientos metros de su largo, largo viaje, su cuerpo, invadido por un pequeño feto en su interior, comenzó a fatigarse.

Trescientos metros era un recorrido realmente largo para él, considerando el hecho de que Fletcher jamás lo deja caminar ni treinta metros sin hacer un alboroto, era como haber corrido una maratón.

—Maldición —Jadeo cansado mientras se adentraba más y más en el oscuro bosque.

El lugar es penumbral, da la sensación de que está embrujado; Hay muchísimas telarañas en los árboles, está terriblemente oscuro, la luz de la luna roja poco a poco comienza a crear un ambiente como de película de terror.

Los crujidos de ramas al romperse le hacen saber que hay animales cerca; pueden ser desde simples y ordinarios conejos, hasta terribles serpientes venenosas y osos.

Pero incluso en esta situación, Max cree que me es más fácil enfrentarse a una serpiente venenosa que a Decker.

Simplemente, no va a regresar.

Ante la oscuridad de la noche, Max sabe que debe caminar despacio, sus pies desnudos se lastiman una y otra vez cada vez que pisa una piedra; Incluso le hace recordar la vez en la que huyó de aquel hospital.

En ambas situaciones, Kin lo ha ayudado, poniendo su vida en riesgo para salvarlo. ¿Cómo es que puede existir alguien con tanto valor?.

—¡Ugh! —Se quejó al sentir una espina enterarse en su pie de una manera terriblemente dolorosa —¡Gah...!

Los jadeos intensos y los quejidos por lo bajo no se hicieron esperar mientras Max trataba de remover aquella espina de la planta de su pie. Pero está simplemente no salía, era como si quisiera quedarse en ese lugar para siempre.

Dolía. Y dolía mucho. La sangre salió y se escurrió por la tierra y el musgo de los árboles, manchándolos inevitablemente.

—¡Ah! —Con un tirón, Max extrajo la espina, una espina gruesa de aproximadamente cinco centímetros se le había clavado en la planta del pie.

No entiende como algo de ese tamaño puede existir.

—Duele, duele, duele, duele —Dijo de manera muy rápida mientras soportaba el dolor y apretaba sus ojos. La sensación de calor punzante en la planta de su pie es inhumanamente dolorosa.

Siente que el dolor le atraviesa todo el pie y lo hace tambalearse.

Así que, cuando intenta dar un paso, resbala.

[¡Bam!]

Callo boca abajo, y casi al instante hubo un dolor tan fuerte recorriéndole el abdomen que sintió que perdería la cordura.

Los músculos de su estómago se tensaron.

Antes de poder hacer algo, sintió unos terribles calambres en la parte baja del abdomen, seguido de un extraño calor entre las piernas y una gran cantidad de líquido.

—¡Ahh! ¡Gaah! —Soltó un grito desgarrador y luego entro en pánico —¡No, no, no, no, no, NO!

Tulipán...

¿Cómo podría sobrevivir su pequeño tulipán a algo así?

—Fletcher… —Dijo con la voz rota y los labios pálidos mientras sentía como su cuerpo se contraía una y otra vez por calambres abdominales

Cómo pudo, se levantó sobre sus rodillas y se sostuvo con la ayuda de un árbol, quiso levantarse, pero simplemente no pudo. El ritmo de la contracción abdominal volvió a aparecer, la intensidad aumentó gradualmente y la humedad pegajosa se extendió entre sus piernas.

No pudo seguir.

Por sus piernas, bajo un líquido caliente y un olor a sangre estallo sobre su nariz provocándole náuseas.

Sus ojos se empañaron de lágrimas, sus manos temblaron sin control y entro en estado de Shock.

Había sangre, había demasiada sangre como para decir que se le había roto la fuente.

—No, todo menos eso, no por favor dios, no —Grito desesperado bajando sus temblorosas manos a su entrepierna, sintiendo como el líquido uterino salía a chorros por su intestino y se espacia en el suelo. Trato de evitar que eso sucediera empujando la palma de su mano en su zona anal tratando de hacer que aquel líquido dejara de salir.

Pero no puede.

Sangre roja y espesa que sale del lugar de donde está su pequeño tulipán, esto, le hace temer lo peor.

El agua y la sangre siguen fluyendo hacia afuera desde el interior.

Cada gota que sale es una gota menos en la membrana uterina para hidratar la delicada piel de su preciado Tulipán.

Y el temor constante de que su pequeño retoño se quedé sin líquido uterino y se ahogué no se va de su mente.

No supo que hacer y simplemente se recargó entre el árbol y el suelo y bajo su short justo a la ropa interior.

Fue como instinto, como si su cuerpo ya supiera que era lo que debía hacer en esa situación. Se acomodó y sostuvo sus rodillas arañándolas, creyendo que lo que venía era un parto.

Pero no.

Lo que venía estaba muy lejos de ser algo para lo que estuviese preparado.

Mientras la sangre y el líquido salen de su cuerpo por montones, algo dentro de su cuerpo lo hizo soltar un grito realmente desgarrador...

¡Ahhhh!

Tulipán... Tulipán no soporto el golpe y simplemente se desprendió de su tallo…

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