David iba entrando a toda velocidad al Saint Jakob School, no podía creer que su hija lo hubiera vuelto a hacer, tanto que le había pedido justo esa mañana que no hiciera de las suyas y al parecer o no lo había escuchado bien o simplemente no había querido hacerle caso, fuese lo que fuese la iba a castigar indefinidamente para ver si esta vez aprendía la lección. David caminó hasta donde se encontraba la dirección, pasó y vio a su hija y no tan sorpresivamente a su hijo sentado a un lado de ella, unas bancas más lejos estaba sentado un chico musculoso, de cabello rubio y ojos azules, con lo que David supuso era el padre, ya que tenían cierto parecido, David ya podía imaginarse quien había sido la víctima de su hija con tan solo observar el panorama. Daniel y Dakota lo voltearon a ver en cuanto se percataron de su presencia, uno asustado y la otra como si no hubiera hecho absolutamente nada.
—¡Dakota! —exclamó David aproximándose a su hija—. ¿Acaso no prometiste mantenerte alejada de los problemas solamente por hoy? —preguntó en un tono de voz firme pero a su vez dulce.
—Papá, en estos casos no estaría más que de acuerdo contigo en que vengas a darme la charla, pero creo que te equivocaste de Dawson —Dakota señaló a su hermano y este tragó grueso. David no había reparado mucho en el aspecto de sus hijos, pero al ver que Daniel tenía dos buenos golpes, uno en el ojo izquierdo y el otro en su pómulo derecho, además de que la impoluta camisa de color blanco se encontraba salpicada de sangre.
—¡Por Dios, Daniel!, ¿qué te sucedió?, ¿qué hiciste? —cuestionó David y caminó hasta donde estaba su hijo para arrodillarse frente a él y verlo a los ojos.
—Pues... yo... verás —el muchacho tartamudeo en un intento de explicarle a su padre que había sucedido, pero no pudo hacerlo porque la directora salió de su oficina para llamar a los dos chicos que habían sido partícipes de la pelea.
—Hola, Nora —saludó David al ver a la directora, siempre tan guapa como la recordaba. No por nada habían sido novios por tanto tiempo ya hace muchos años.
—David, siempre es un gusto verte, aunque lamento que sea en estas situaciones —saludó la directora—. Señor Coleman, Jackson, pueden entrar a mi oficina, ustedes también Señor Dawson, Daniel y Dakota— pidió con amabilidad para acto seguido entrar de nuevo a su oficina.
Tanto los Coleman como los Dawson siguieron a la directora, al hacerlo Daniel se percató de que la chica a la cual había defendido estaba ahí, así como David también noto a la chica, pero por su parte Dakota andaba en su mundo y no la había notado.
—¿Podría decirme ya para qué nos mandó a llamar? —demandó el padre de Jackson—. Por si no lo sabe soy un hombre de negocios muy ocupado y no puedo estar viniendo solo porque usted lo dice —finalizó.
—Viejo arrogante —susurró Dakota para que únicamente su padre y su hermano la escucharan.
—Verá señor Coleman, su hijo se vio envuelto en una "pequeña" pelea el día de hoy con el joven Dawson, usualmente en otras escuelas castigan a los estudiantes sin tan siquiera escuchar sus versiones, así que los llame para que tanto ustedes y yo podamos escuchar lo que sus hijos tienen que decir. Así mismo, la señorita Amaia me dio su versión de los hechos, así que veamos si las cosas concuerdan y de ahí veré cómo proceder —respondió la Directora Mills señalando a la chica que estaba en la oficina y ahí, Dakota la notó por primera vez.
Mientras Jackson daba su versión de los hechos, cosa que le importaba poco o nada a la pelinegra, ya que sabía que si su hermano se había metido en problemas había sido por una buena causa, ella se encontraba mirando a la chica completamente embelesada. Sentía miedo mezclado con locura, pero al ver la mirada de la chica de ojos color café lo supo... supo que por esa chica su hermano se había peleado con ese granuja, honestamente Dakota no podía juzgar a Daniel, la chica era guapísima, incluso ella misma se hubiera atrevido a meterse a una pelea por ella.
—Y ahí fue cuando él llegó a pegarme de la nada, insisto, Directora Mills, este tipo está loco —al parecer Jackson ya había terminado de dar su explicación y la directora lo miraba con una sonrisa socarrona porque algo no le calzaba en esa historia.
—Como puede ver, Directora Mills, mi hijo ya le dio su explicación, así que yo paso a retirarme –expresó el padre de Jackson.
—Un segundo, Señor Coleman, falta escuchar la explicación de Daniel, así que quédese un momento, por favor —pidió Nora y el hombre simplemente asintió y bufó en respuesta—. Adelante, Daniel, te escuchamos.
—Bueno, yo iba saliendo del salón de matemáticas para buscar a mi hermana e irnos a almorzar juntos, en eso vi como Jackson la tenía a ella —Daniel señaló a Amaia y esta sonrió algo incómoda ante la atenta mirada que le daban todos en la oficina—. Completamente atrapada entre su cuerpo y los lockers, mientras ella le decía en repetidas ocasiones que no quería salir con él. Cuando le dije que la dejara en paz el intento intimidarme y como no lo logró empezó a golpearme. Sé que pensarán que no debía meterme en lo que no me importa, pero simplemente a ninguna mujer se le trata de la manera en la que él lo estaba haciendo, si alguien llegara a tratar así a mi hermana, créame que haría lo mismo sin pensarlo, así como con cualquier otra chica de esta escuela, porque a las mujeres no se les acosa y eso es algo que mi papá nos ha enseñado muy bien a mi hermana y a mí —finalizó Daniel su explicación cruzando los brazos.
Tanto Dakota como David se sintieron orgullosos de Daniel y aunque la Directora Mills no dijo nada, ella también lo estaba.
—¿Entonces está usted diciendo que mi hijo es un acosador? —preguntó con furia el Señor Coleman a Daniel.
—Técnicamente, sí lo es —intercedió Amaia—. Está no es la primera vez que tengo un problema de este tipo con Jackson y honestamente ya me está cansando.
Dakota supo en ese instante que debía hacer algo y ya sabía muy bien que hacer y quién sería la primera de sus víctimas en el Saint Jakob School, porque esos moretones que tenía su hermano en el rostro, no iban a quedar impunes.
—En ese caso, y al haber escuchado la versión de Amaia antes de la de ustedes dos, no me quedará más remedio que ponerle un castigo Joven Coleman, tendrá detención por un mes y también le tocará limpiar todos los baños de hombres. En su caso Joven Dawson tendrá detención una semana, iniciando mañana —sentenció la Directora Mills.
Tanto Jackson como su padre intentaron reclamar, pero fue en vano, por lo que salieron bastante molestos de la dirección. Mientras tanto, Dakota y Daniel veían las miradas que su padre le lanzaba a la Directora, cosa que tampoco pasó desapercibida por Amaia.
—Oye, muchas gracias por ayudarme ahí, aunque lamento que te golpeara, es un salvaje —dijo Amaia a Daniel cuando se acercó a él.
—No hay de que, además, como dije, no me gustaría que a mi hermana le hagan lo mismo. Por cierto, soy Daniel, un gusto —se presentó el pelinegro tendiéndole la mano y Amaia aceptó el saludo.
—Bueno, ya sabes que mi nombre es Amaia, ¿y cuál es el tuyo? —preguntó Amaia a Dakota.
—Dakota —respondió la pelinegra con seriedad, al parecer su hermano había encontrado una nueva amiga, pero esa chica estaba muy equivocada si creía que ella sería su amiga.
Daniel y Amaia estuvieron hablando un rato mientras Dakota los veía y volteaba sus ojos o simplemente miraba hacia el cielorraso de la oficina, esto hasta que Amaia se fue, ya que tenía una clase a la que atender. Por otra parte, David y Nora se encontraban hablando un poco y Dakota solo le lanzaba miradas de extrañeza a su hermano al ver cómo su padre y la directora no eran nada sutiles en su coqueteo. Ese día Dakota hizo otra nota mental: Vengarse del rubio teñido mañana y ver que intenciones tiene la Directora Mills con su papá, claramente para lo primero iba a necesitar su viejo y confiable 'Libro de Bromas'.
═══════ ≪ •❈• ≫ ═══════
La noche anterior David había regañado a Daniel por haberse metido en problemas, Dakota casi se sentía en alguna clase de mundo paralelo, ya que a la que siempre regañaban o castigaban era a ella. Daniel le prometió a su padre que no se metería más en problemas, o al menos eso era lo que creía el chico pelinegro, porque sabía que con su hermana el no meterse en problemas no estaba en la lista de cosas por hacer. Ese día en la mañana, David se fue más temprano de lo usual, ya que tenía que ir a los juzgados para arreglar algunos asuntos del caso que estaba llevando, así que se despidió de los mellizos pidiéndoles una vez más que no se metieran en problemas y se marchó. Luego de la partida de David, Daniel bajó a la cocina completamente listo para su segundo día de clases y se encontró a su hermana preparando algo para comer, pero de entrada sospechaba que lo que estaba haciendo no era para ellos.
—¿Qué haces? —preguntó Daniel a su hermana mientras sacaba un tazón de la alacena y la caja de cereal.
—Sándwiches, ¿qué no ves? —respondió mientras untaba algo de "mayonesa" al pan.
—¿Para nosotros? —inquirió el pelinegro terminando de servir la leche en el tazón—. Porque si es así no quiero.
—No, son sándwiches de "paz", así que ni se te ocurra tomar uno —contestó Dakota mientras terminaba de untar la crema para cuerpo y el cofal, esos sándwiches iban extra cremosos y mentolados—. Deberías ayudarme con esto, ya que son una ofrenda de paz para el idiota que te golpeó ayer y sus amigos.
—Eres mi hermana, pero eso no quiere decir que te ayudaré en cada una de tus bromas —sentenció Daniel, pero Dakota solo alzó su ceja al ver la negativa de su hermano y este solo suspiró—. ¿A quién engaño?, ¡claro que lo haré! —exclamó finalmente.
—Bien, entonces, esta es la broma #25 del Libro de Bromas —anunció Dakota con una sonrisa maquiavélica.
—¿Y cómo le pusiste a la broma? —preguntó Daniel con cierta curiosidad mientras terminaba de comer su cereal.
—"Aperitivos Cremosos" —contestó—. Ahora apúrate y deja eso en el lavavajillas. Debemos llegar temprano si quieres que entreguemos estos sándwiches.
—Dakota... si yo entrego esos sándwiches van a hacerme la vida imposible —se quejó el muchacho.
—Es por eso que no los entregarás tú... los entregará tu nueva amiguita Amaia, de todos modos te lo debe por haberla defendido de tremendo idiota —aseguró Dakota mientras metía los sándwiches en sus respectivas bolsas.
—¿Crees que acepte hacerlo? —preguntó el pelinegro.
—Claro que lo hará... y si no usaremos el encanto Dawson —respondió la ojiazul muy segura.
═══════ ≪ •❈• ≫ ═══════
—No, no y no —negó Amaia en cuanto los mellizos le vinieron con el plan.
—¿Por qué no?, se lo debes a mi hermano, el te ayudó a sacarte al idiota de encima, es lo menos que puedes hacer.
—No me meteré en problemas, lo más que deseo es pasar mi último año tal cual he pasado los últimos... por completo desapercibida.
Dakota miró a su hermano y este negó con la cabeza, después ella lo miró de nuevo alzando la ceja y Daniel supo que no tenía opción.
—Es solo una ofrenda de paz por lo que sucedió ayer, créeme que lo último que yo deseo es tener problemas, eso prefiero dejárselo a mi hermana —se burló Daniel.
Amaia se quedó pensando y se quedó mirando a ambos mellizos, suspiró y justo cuando iba a aceptar, Abigail apareció detrás de ella saludando a Daniel y Dakota y también a Amaia.
—¿Qué hacen? —preguntó Abigail curiosa apoyando su hombro contra uno de los lockers.
—Estamos intentando que Amaia vaya a entregarle estos sándwiches a Jackson y sus amigos, ya sabes, como una ofrenda de paz por lo sucedido ayer, pero se niega en hacerlo —contestó Dakota poniendo su mejor puchero al que sabía que ninguna chica se resistía.
—Bueno... si Amaia no quiere hacerlo, yo puedo hacerlo por ustedes —ofreció Abigail.
—Abigail, eres un sol —agradeció Dakota, dejando una suave caricia en la barbilla de la chica latina, la cual se sonrojó instantáneamente.
Abigail tomó la bolsa con los sándwiches y caminó hasta donde estaba Jackson con sus amigos, mientras que Dakota, Daniel y Amaia veían atentamente.
—¿Esos no son sándwiches de "paz" verdad? —preguntó Amaia al ver la sonrisa de maldad pura de Dakota.
—No, pero tranquila, dulzura... de igual manera no intentarán nada contra tu amiga y si lo hacen créeme que responderé —contestó Dakota.
—¿Y también me hubieras protegido a mí? —cuestionó Amaia.
—Mmm, si... pero solo porque por lo visto eres amiga de mi hermano, solo por eso —afirmó Dakota.
—No me digas dulzura... ¿Entonces, eso significa que no soy tu amiga? —preguntó Amaia, no sabía por qué, pero se sentía triste de que la pelinegra no la considerara una amiga o una posible amiga en un futuro.
—Como quieras, dulzura... y no, no eres mi amiga. Yo no tengo amigas —sentenció Dakota y esto la hizo sentir incómoda por una razón que no podía explicar.
—¡Hey, miren! —exclamó Daniel interrumpiendo la conversación entre su hermana y su nueva amiga para señalar sutilmente hacia donde estaba Jackson con sus amigos.
Los amigos de Jackson y el mismo habían abierto los sándwiches que había preparado Dakota, ni siquiera se habían percatado del olor a cofal o crema porque Dakota lo había ocultado muy bien. Solo bastó un mordisco por parte de los amigos y por parte de Jackson para que empezara el desastre, algunos escupían los bocados que habían mordido, otros intentaban parar el ardor en su lengua y Jackson, él solo vomitaba por todo el pasillo mientras los demás estudiantes se burlaban y lo veían con asco.
Team Bromas 1 - Team Idiotas 0.
═══════ ≪ •❈• ≫ ═══════
¿Gustan ustedes de un aperitivo cremoso?.
Las actualizaciones serán todos los domingos.
Solo por si se lo preguntaban, a la directora la pueden imaginar como Katie McGrath (Lena Luthor) y a David Dawson como a Tom Ellis (Lucifer)
Me pueden seguir en Instagram como: @kmdelgadossanchez 📸. Ahí encontrarán información interesante sobre los personajes.