Honey
Llevo días dudando, me han encontrado, me han encontrado y van a acabar con todo.
Miro alrededor y veo cuanto me rodea, este lugar no es perfecto, pero es lo mejor que he encontrado nunca.
No quiero que lo destruyan, no quiero volver con ellos, no quiero ser lo que ellos quieren que sea.
Pero no sé qué hacer, porque siento sus ojos sobre mí en todo momento.
Han sido claros, tienen un plan y sé que se va a cumplir, conmigo o sin mí.
Estoy tan acostumbrado a ser nada, que el simple hecho de moverme y ser me cuesta.
Yo no soy como Blue, Blue camina como si el mundo fuera suyo, libre y feliz, noto el amor que siente, incluso por mí.
No quiero que le hagan daño a Blue.
Y siento que tengo que hacer algo, pero la mera idea de hablar con Dagger me mata de miedo. Y Blue ahora está pagando el precio del paseo que hemos dado, se encuentra cansado y de algún modo haciendo las paces con su alfa.
Quiero hablar con Axe, quiero verle, quiero que me abrace tan ligero y sin intención como siempre.
Pero desde que llegó la Tercera, son como dos sombras una entorno al otro.
Ella me mira, como buscando algo, y sí noto su deseo por mí. Necesito hablar con Axe, sé que es con el único con el que podría hacerlo.
Es de noche, y mis hermanos están lejos, es mi única oportunidad.
Los sonidos al otro lado de mi habitación son claros, Blue y Dagger vuelven a estar en sintonía, los gemidos de Blue son inconfundibles.
Salgo, como cuando me escapé de mi manada, hay alfas protegiendo la cabaña de Hammer, pero no la de Axe.
Llamo una vez, pero no obtengo respuesta, me tiembla la mano, pero soy capaz de abrir la puerta. Soy capaz de entrar, de sentir que este lugar se siente seguro, que huele a Axe, sé que él no me ve de ese modo, pero yo le necesito.
Si alguna vez hubiera sabido algo sobre Alfas y Omegas, si no hubiera crecido encerrado como una abominación entendería qué es lo que me sucede con él, entendería porqué todo me hace ir hasta él.
Huele a lluvia, a una humedad deliciosa, a la tierra cuando la acoge. Siento como si todas mis preocupaciones se hubieran ido, sedado, tranquilo, y caminando hasta su habitación.
Quiero enterrar mi nariz entre su pecho, donde una vez me protegió de todo, quiero que me diga que él se ocupará de todo, que no dejará que nada malo le pase a esta manada, a mí.
Pero cuando abro la puerta, me quedo completamente estático.
Sobre el lecho y de frente a mí, mi alfa, está completamente desnudo, excitado, con un pene enorme que rebota contra su vientre, y debajo de él, entrando y saliendo de él, la Tercera.
Ambos me miran, los escucho gruñirme pero son incapaces de parar y de dejar de mirarme.
Ella saca una mano de la cintura de Axe y la extiende hacia mí.
Yo nunca, nunca he estado en una situación así. He visto copular a mi manada, he provocado que numerosos alfas en las fronteras luchen por mí.
Pero nunca he sido tomado, nunca reclamado.
Nunca ha sido el deseo de otros el que me atrajera a mí, sino a ellos.
Noto mi propia lubricación. No. No.
Los alfas me huelen, Axe hace intentos por soltarse, pero Saw lo agarra fuertemente de la cadera. Y lo penetra más y más fuerte.
Pero no puedo moverme y Axe no para de mirarme y gemir.
La alfa le muerde y veo, atónito, como Axe eyacula delante de mí.
Como si una soga me tuviera preso, esta se libera y yo salgo corriendo de allí.
Escucho mi nombre, Axe me está llamando, pero yo solo quiero alejarme de él, de ellos.
Nunca he tenido un celo, nunca he sufrido eso que me ha contado Blue, pero sí puedo simularlo, si puedo dejar salir tanto lubricante de mi cuerpo que cualquier alfa se enloquecería por el olor.
Y es eso lo que mi manada me hace hacer, me usa de cebo para atraer a los alfas que haya y hacerlos pelear por mí, para caer sobre ellos en el momento más bajo.
Húmedo y humillado vuelvo a ser encerrado, salvo que esta vez todo ha sido al revés. No he sido yo el que los he enloquecido, han sido ellos a mí.
Axe
Saw no me ha dejado salir corriendo desnudo detrás de Honey, se veía completamente asustado.
—No debiste seguir —le espeto, vistiéndome.
—Él no debió entrar, y aún así lo hizo —dijo ella sonriendo —¿tienes algo que contarme?
Saw no puede verse más distinta al pequeño omega que ha salido corriendo asustado.
Joder, él no debería habernos visto así. Lo que menos necesitamos es otro escándalo.
Pero me doy cuenta de que no es por el escándalo, es porque me ha gustado, me ha gustado verle y que nos viera y está tan mal a tantos niveles.
No con él, nunca con él. Siento como si de alguna manera lo hubiera mancillado, y aún así mientras me corría lo he deseado muchísimo.
Me siento cansado, las cosas en la manada están muy complicadas y el paseo de Blue ha levantado nuevas ampollas.
Ha hecho algo que no debe hacerse, y su alfa se lo ha dicho, y aún así, el omega ha continuado.
Y no tiene nada que ver con los gammas, sino con nosotros, los alfas.
El tema de nuestros hijos es un tema muy complicado, y Blue ha metido sus dedos en la llaga.
Habrá problemas, unos nuevos o viejos según se mire.
Saw me abraza por detrás, y lame la mordedura que me ha hecho.
—¿Lo has tocado? —me pregunta, y su tono es entre excitado y celoso, la miro sorprendido.
—¿Estás loca? Ese omega era para Hammer . —Ella asiente, y continúa lamiéndome el cuello.
—¿Lo deseas? —Esa es una pregunta que hubiera contestado rápidamente hace unas horas. No.
Como no siento deseo por nadie más en esta manada, salvo por Dagger y ella. Lo sabe, me conoce, me conoce demasiado bien.
—Pero ya no es de Hammer, y puede ser tuyo, o mío.
Me incorporo para mirarla y para alejarme de ella.
—Ese omega es tuyo, Axe —dice ella convencida—. Y está claro que él te eligió.
Saw
He esperado muchas cosas en mi vida, pero que un omega se cuele en una habitación mientras dos alfas practican sexo no es una de ella.
A diferencia de Axe, yo no tengo problemas con mis deseos, pues son eso, deseos.
Somos alfas, luchamos y follamos sin problemas, aunque últimamente todos estos principios se están complicando bastante.
Yo sí deseo a ese omega, yo sí tomaría a ese omega, de hecho, lo hubiera hecho si no hubiera estado metida dentro de Axe.
No tiene nada que ver con el amor, no tiene nada que ver con lo que Dagger y Blue tienen, no es eso. Y me inclino a pensar que si nuestra manada no tuviera tan férrea jerarquía, ese omega ya tendría alfa.
Y es por eso que los omegas casi se extinguieron, por alfas como nosotros. Pero negar el deseo que nos despiertan es absurdo.
Aún tengo su olor en mi nariz, delicioso.
Pero Axe no es así, él necesita querer, no le basta con desear.
Y creo que se siente mal por haber deseado a alguien al que aún no quiere.
De solo pensarlo me duele la cabeza, y aún nos queda el misterio de los dos gammas.
Pero no hoy, y no ahora, ahora arrastro a Axe de vuelta a la cama, necesitamos dormir, tenemos demasiados frentes abiertos. Y este sin duda, no es el más urgente, o al menos, es lo que yo creo.
Me abrazo a Axe y él me cubre con los suyos, le huelo y huele a hogar, al lugar donde siempre voy a querer volver. Aún así, el olor a miel y canela es muy, muy agradable.
¿¡Qué ha pasado!? Sara, por Dios, deja a la gente tranquila, leche.
Nop.
Sí, hablo sola XD
Ea, pues ya la hemos liada parda, nos leemos el domingo.
Buen finde.
Besos
Sara