Good Friends - KaiSoo

Da strongsoo

7.1K 673 112

Para Jongin, mantener una relación por tres años ya ha sido suficiente; él quiere salir, divertirse y tener s... Altro

1
2
3
4
5
6
8
9
10

7

750 71 11
Da strongsoo

Me sentía... Destrozado. Dejé de golpear su puerta después de que mis manos me dolieron tanto que ese dolor físico me impidió seguir sintiendo el de mi corazón. Mi cuerpo cayó al suelo y terminé apoyado contra la pared del frente de la habitación de Kyungsoo. Escuché absolutamente todo, sabiendo muy bien que me merecía ese castigo por lo estúpido que había sido.

Amaba a Kyungsoo, lo amaba con cada fibra de mi ser y si bien nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde, mi tonta creencia de poder superar el vacío que me dejó terminar mi relación con simples mujeres que nunca me llenaran el corazón terminó apartándome de quien realmente amaba.

En este caso, muchas personas podrían creerse Dios para poder juzgarme por la infinidad de errores que había cometido y seguro lo merecía, pudrirme en el infierno, ser castigado por romper lo único que me mantenía firme y feliz.

Pasé mis manos por mi cabello repetidas veces, sintiendo como las lágrimas volvían a deslizarse por mis mejillas. Creí que en algún momento dejarían de caer pero no pasó, cada que se detenían, solo debía agudizar mi oído lo suficiente para escuchar a Kyungsoo siendo follado por alguien más y todo mi mundo se desmoronaba de nuevo. De hecho, llegué a pensar que morir sería menos doloroso que todo eso que me taladraba el espacio donde imaginé debía de estar mi corazón hecho pedazos.

Supuse que una persona normal lo que debería hacer era aceptar su derrota, marcharse e iniciar su vida desde cero, pero no, no lo hice, me quedé exactamente en ese lugar hasta que la puerta de la habitación de Kyungsoo se abrió y de dentro salió un hombre alto, delgado y con un rostro tan desagradable que sentí nauseas solo de mirarlo de re-ojo.

—Oh. —dijo. Mostrándome la sonrisa más torcida posible, causándome más nauseas de las que ya tenía de solo imaginarlo con Kyungsoo, en la cama que alguna vez también compartimos él y yo.— ¿Así que este es el chico? —Apreté mi mandíbula lo más que pude, escuchando los pasos de Kyungsoo detrás de los suyos. — ¿El que golpeaba la puerta y nos molestaba?

Escuché también la fría risa de Kyungsoo y de nuevo mis ojos se llenaron de lágrimas. Alcé la mirada otra vez, observando como el asqueroso chico se giraba para verlo. Kyungsoo tenía el cabello desordenado, la ropa apenas bien colocada y el tipo no estaba en mejores condiciones de él.

—Mientes. —rio de nuevo. — ¿Qué no dijiste que nos detuvimos porque te cansaste?

—Cierto. —Dijo el sujeto. — ¿No te diste cuenta? Tener a alguien escuchando me excita mucho.

Y fue todo. Junté fuerzas de no sabría dónde para levantarme y empujar mi cuerpo contra el suyo, mandándole un puñetazo directamente al rostro. Lo sorprendí, pero él se movió más rápido y mi puño impactó contra la pared, causándome un dolor tan agudo que un gesto contraído de dolor no tardó en aparecer en mi rostro. Una corriente de puro ardor fue suficiente para que me distraiga y él tomara mis dos antebrazos, manteniéndome quieto antes de darme un rodillazo de lleno contra el estómago.

Solté una maldición y un chillido, cayendo arrodillado al suelo, apretando mi estómago con fuerza, tratando de disminuir el potente dolor y las potentes arcadas que no tardaron en llegar.

Ni siquiera me importaba mi estómagoo mi orgullo destruido para ese punto, todo dolor que sintiera era nada a comparación con el vacío en mi corazón, pero lo que más me afectó fue que Kyungsoo no hizo ni el más mínimo movimiento para ayudarme. De hecho, escuché los nudillos sonar del sujeto y Kyungsoo se cruzó de brazos, acercándose a mí, observándome desde arriba con la mirada tan fría y dura, que llegué a pensar había perdido completamente cualquier sentimiento de amor o de amistad que pudiera él tener hacía mí.

—Mierda. —mascullé, sintiendo otro profundo retorcijón en mi vientre.

Eso no estaba bien, normalmente era tan bueno peleando y ahora... Ahora daba vergüenza y tanta pena ¿Cómo podría luchar por Kyungsoo? ¿Cómo creí poder defenderlo alguna vez si dejaba que me ganaran con tal facilidad? Aunque de igual forma, ya no debía protegerlo más, ya no era mi deber, ni aunque deseara con cada fibra de mi ser volver a los días en que todo era color de rosa.

— ¿Qué? ¿Es tu novio?

Volví a la realidad cuando la irritable voz de aquel tipo retumbó en mi cabeza. Mis manos me ardían y mi estómago igual, pero aun así, sabiendo que me merecía ser comido vivo por gusanos y aun así continuar necesitando recibir el peor castigo del mundo, desee con cada fibra de mi ser escuchar una respuesta afirmativa. Oír a mi pequeño Kyungsoo decir a todo pulmón que era su novio como tantas veces anteriores lo había dicho con orgullo, con amor, con adoración.

—No. —dijo. —Ya te lo dije, es solo mi compañero de departamento.

Dicen que realmente todas las personas tenemos derecho de cometer errores, que nada es irreparable y que no importa que tanto hayas arruinado algo, siempre habrá forma de conseguir arreglarlo. Bueno, podía creer que me merecía el perdón de cualquier cosa, pero no uno de Kyungsoo, y mucho menos que una situación como esta se podría reparar jamás.

Él tenía los brazos cruzados, me miraba sin ningún tipo de resentimiento, ni siquiera observé tristeza en sus ojos. El ambiente se puso tan tenso, escuché mis propios sollozos intentando contener las lágrimas, y entonces, cuando abrí los ojos, me di cuenta que mis lágrimas mojaban el piso de madera. De nuevo, el dolor real de mi corazón destrozado pudo más que cualquier dolor físico. No me merecía nada, sabía que lo había arruinado y Kyungsoo no tenía que perdonar a una basura como yo.

—Es por eso que. —Volví a oírlo hablar. Kyungsoo esperó hasta que yo levante la mirada para observarme atentamente. Estuve seguro que ambos olvidamos la presencia del otro tipo, ya que mi mundo se volvieron sus ojos y su mirada estaba únicamente destinada a mí. —No tengo ni idea de por qué está molesto. —Cerró sus ojos por unos segundos. —Tú fuiste quien dijo que me sintiera libre de traer a quien quisiera a la casa. —Me volvió a mirar, con la mirada marcando su decisión y firmeza.—Es por eso que no sé por qué te has enojado.

—Kyungsoo, yo... —Logré hablar, no supe cómo pero lo hice. Me apoyé sobre mis rodillas y estiré en el piso. Quise decir algo más, pero él me interrumpió.

—Pero. —susurró. —Si sientes celos...Espero que te duela, bastardo.

—Kyung...

No logré decir nada más. Mi cuerpo,mi voz, mi ser se detuvo en el segundo siguiente, cuando Kyungsoo se quitó esa máscara que había cargado por todo ese tiempo y sus ojos se llenaron de lágrimas con rapidez, desee tanto poder moverme para atraparlo entre mis brazos.

Kyungsoo lloraba como un pequeño sin consuelo, llevando sus manos a sus ojos para detener esas muestras de debilidad, pero no podía. Kyungsoo sufría, él no era ese chico de piedra que había vivido conmigo desde la ruptura, este era el Kyungsoo que conocí en la secundaria y el mismo que aceptó salir conmigo. Frágil, sensible y tan perdido entre sus lágrimas que seguro ya no podía ni verme bien.

—Si estás... —Siguió, entre todas las lágrimas que no dejaban de salir. —Si estás saboreando lo que yo he vivido por todo este tiempo... Te lo tienes bien merecido.

Kyungsoo rompió en llanto después de eso. Escuché vagamente al tipo ese preguntar qué demonios era eso, para después largarse a paso tranquilo, tomando sus zapatos del suelo y caminar hacía la puerta o hacía otro lugar. No me importó, no me interesó nada que no fuera el pequeño triste y frágil que lloraba ante mis ojos.

Me levanté con todas las energías que tenía, decidido, queriendo acercarme a él. Kyungsoo cubría sus dos ojos con las palmas de sus manos, pero cuando la mía rozó su brazo, él se apartó de mí como si quemara y me observó con la mirada más enojada posible. No logré tocarlo, no pude. Grité su nombre un par de veces pero nada, hasta que él reaccionó y volvió a meterse a su cuarto.

— ¡Kyungsoo! ¡Espera!

Lo seguí, no iba a rendirme, no iba a dejarlo sólo cuando estaba mostrándose tal cual era para mí. Entré a su cuarto y vi como tomaba dos de sus maletas y las lanzaba sobre la cama, él luego caminó hasta sus cajones y tiró todas sus ropas sobre las mismas maletas, empezando a meter las prendas con descuido y sin ningún tipo de orden, ignorando mis constantes llamados.

—Kyungsoo... ¿Qué estás haciendo, Kyungsoo?

— ¡Cállate! ¡Me largo! —me gritó.

No quería, no podía, no debía ser tan egoísta pero tampoco deseaba permitir que así como así se aparte de mi lado. Él continuaba llorando mientras intentaba cerrar la maleta y el cierre de esta no cedía. Sentía su frustrada impotencia, los temblores de su cuerpo a causa de las lágrimas y sus músculos totalmente tensos.

— ¿Te largas? —repetí.

— ¡Es todo! ¡Ya tuve suficiente!

Al fin, después de tanto, él logró hacer ceder el cierre y lanzó la maleta a un lado de la cama, ignorando la otra que se encontraba completamente vacía. Se apoyó en sus rodillas y me encaró, su expresión enojada solo me causaba dolor ¿Cómo permití que todo llegara a tal punto? ¿Por qué no noté antes que nos sumergí en la peor pesadilla existente?

¿Por qué tuve que ser tan idiota? ¿Por qué esto tenía que ser lo único en la vida que no se pudiera reparar?

—Pretender que no pasaba nada si rompíamos. —Su voz se quebró, hablándome tan alto que podía considerarlo un grito de su parte, pero lo entendía. Kyungsoo soltaba esas palabras que había mantenido ocultas solo para él durante todo ese tiempo. —Pretender que todo está bien al verte traer a todas esas chicas ¡Ya no aguanto más!

Era como si todo encajara perfectamente ahora, como un rompecabezas encontrando su pieza exacta y terminando de armarse, reconociendo que yo no era el único que pretendió algo que no sentía. Yo no fui el único que se mintió creyendo su vida perfecta ahora cuando extrañaba tanto a la persona que amaba a su lado, Kyungsoo también pretendió y al final, como yo, explotó.

Él no tomó como algo normal el terminar, él tenía mucho que decir y seguro muchas cosas que objetar, quizás...Si ambos nos hubiéramos ahorrado el pretender. Quizás si hubiéramos dicho todo lo que no decíamos por engañarnos a nosotros mismos. Quizás y solo quizás no estaríamos sumergidos en nuestra pesadilla, que al final, termina siendo lo más real y doloroso que había vivido en toda mi vida.

—Si vamos a terminar. —siguió. —¡Hagámoslo bien! ¡No pretendas usar la palabra "Como amigos! ¡Ya no más! ¡Me largo, Jongin! ¡Me voy de aquí y no quiero saber nada de ti nunca más en mi vida!

Y ahora... Lo perdería para siempre.

¿Este era el único error que no podría reparar?

Continua a leggere

Ti piacerà anche

5.5K 472 4
"Se siente peor que estar muriendo." Lo sabía, lo supe desde la primera vez y era demasiado patético el que me esforzará por hacerme el tonto para qu...
3.2K 404 24
No estaba muerto, andaba de parranda. ¡Vivan las hermanas demonio! »Resumen adentro.
115K 16.3K 22
Park Chanyeol tiene un muy grave enamoramiento con el muy nerd hermano menor de su amigo Oh Sehun, para mala suerte del alto, Oh Baekhyun no sabe de...
2.7K 443 6
Nuestro protagonista, Do Kyungsoo, es un dulce Omega. Aunque su personalidad no tiene nada que ver con lo que le ocurre. Sufre abusos en su preparato...