𝗝𝗝 𝗠𝗮𝘆𝗯𝗮𝗻𝗸:
-JJ es complicado.-dijo nerviosa.
Estábamos en su coche, yendo hacia mi casa. Se que está un poco enfadada aún pero, no me esperaba que me fuera a perdonar de golpe, es complicada.
-¿Por?-dije confuso.
-Porque, porque no sé si puedo-
La corté.-¿Cómo que no puedes?
No se que puede haber pasado para se enfadase así.
Sus nudillos estaban blancos apretando el volante. Me gire a mirarla completamente, estaba mordiéndose el labio y empezando a respirar con dificultades.
Fruncí el ceño confuso por su reacción. Coloqué una mano en su muslo.-Ey, Mack. ¿Que pasa? Relájate.
Con un suspiro sonoro aparcó a un lado de la carretera. Me miró y recolzó su cabeza en su mano nerviosa.
Apreté el agarre en su muslo y me miró.
-JJ es, es complicado y no, no se si soy capaz.-dijo mirando al suelo.
-¿Capaz de qué?
-De,-suspiró.-JJ mejor olvídalo.-dijo girandose y volviendo a encender el vehículo.
Pero quité las llaves antes de que pudiera pisar el acelerador.-Mack, ¿Que pasa?-repetí.
Me estaba cabreando. Por que cojones no puede decírmelo. ¿No confía en mí? Auch.
-JJ, sólo...
-¿No confías en mí?-dije casi ofendido.
-¡No! No es eso.-tartamudeó.-Solo que-
-¿Entonces?-dije retirando la mano.
-JJ porfavor sólo...
Estaba casi al punto del derrumbe, su voz se rompía.
La miré de reojo, apretando los labios.
Me cogió de las mejillas.-JJ, mírame. Porfavor entiéndelo, sólo,-resopló.-porfavor.
La miré.-Claro, claro. Sí, te entiendo perfectamente. Pero luego no me digas que es mi culpa que esto,-dije haciendo gestos.-no funcione. Cuando eres tú la que no quiere confiar en mí.-miré al frente.
Escuché que se le rompía la voz y seguidamente me gritó.-¿Quieres de verdad saberlo? ¿Quieres saber que me pasó ayer? ¡Pues que casi me violan! ¿Eso es lo que querías oír?
Me giré rápidamente y la ví con lágrimas en los ojos.
¿Qué? No, no puede ser. Joder.
Apreté la mandíbula.-¿Qué?-prácticamente grité.
Y se tapó la cara sollozando.
Apreté los puños.
Joder, voy a matarlo.
Me pasé la mano por el pelo cabreado.
Me importa mucho, y cuando digo mucho es demasiado, saber el nombre del imbécil. Pero me importa más la chica que tengo más a mi lado, mi chica.
La cogí por la cintura atrayéndola a mí, pero me apartaba, joder que fuerza tiene. Después de varios intentos cedió y la coloqué en mi regazo. La abracé. No soy muy bueno consolando a gente, pero por ella, lo intentaré.
Sollozó en mi pecho, abrazándome.
-Mack, ey princesa tranquila. Estás aquí, estas conmigo. No voy a permitir que nadie te haga nada. No lo voy a permitir.-le susurré dándole un beso en la frente.
Lo decía muy enserio.
Me miró con lágrimas cayendo por su rostro, y se las quité con el pulgar.
Y volvió a abrazarme.
-Yo, mierda. Perdón, no sabía qué
Joder, lo siento, no pretendía...-tartamudeé.
Levantó la mirada y me sonrió secándose las lágrimas.-No lo sabías. Normal que lo quisieras saber.-dijo con una media sonrisa.
Es demasiado buena persona, joder.
Después de quedarnos un rato más abrazados, encendí el coche y conducí hacia, nuestro destino desde un principio.
Estabamos casi llegando cuando miró el móvil y habló.-¿Puedo quedarme?-dijo recostando la cabeza en el asiento.
-Em, huh, sí claro.-dije mirándola.
-Gracias.-me sonrió.
Le devolví la sonrisa, anhelaba dormir con ella. Estas dos últimas noches, especialmente la última, no he dormido nada bien.
Mi padre ayer llegó borracho o drogado, quizás ambos, y me dió una paliza, a eso viene la mueca que Mack preguntó por. No son muy visibles a simple vista pero si notables. Cuando casi me levanta la camiseta, me tensé, no tenía porque enterarse.
Gracias a Dios no estaba cuando llegamos, dudo que pase hoy por casa.
Nos tumbamos en la cama y me abrazó. Suspiré con alivio, añoraba esto.
Me miró confusa cuando no me quite la camiseta, pero no le dió más vueltas.
-¿JJ?-murmuró.
-¿Hmn?-musité.
Levantó la cabeza y depositó un beso en mis labios y apartándose con una sonrisa.-Buenas noches.
Sonreí.-Buenas Noches princesa.
𝗠𝗮𝗰𝗸𝗲𝗻𝘇𝗶𝗲 𝗽𝗼𝘃:
A la mañana siguiente me levanté con el canturreo de los pájaros.
Me acostumbré a la luz del día y abrí los ojos observando donde estaba.
Recuerdos de la noche pasada llegaron a mi mente.
La pelea en el autocine, JJ disculpandose, yo confesandole lo que me pasó o mejor gritándole, y como acabé durmiendo con JJ por el mensaje de mi madre.
Observé cómo estábamos; tenía una pierna encima de sus piernas y él tenía una mano en mi muslo.
Le miré y estaba todavía durmiendo. Se veía tan tranquilo. Le aparté el pelo de la cara y gimió.
-¿Que haces?-murmuró.
Le puse la mano en la boca.-Shh.
Sigo teniendo la misma reacción a su voz ronca.
-Buenos días.-le murmuré sentándome.
-Agh, vuelve a la cama.-dijo atrayendome hacia él.
Y volvimos a estar abrazados. Echaba de menos esto.
Después de unos minutos más me levanté.-Ahora vengo.
Miró durante unos segundos y luego se sentó.
Fuí al coche y volví con un pantalón y un bikini.
Al volver a entrar encontré a JJ saliendo del baño con una sola toalla de la cintura, las heridas de ayer son visibles. Le hice un repaso mordiéndome el labio hasta cuando llegué a su abdomen, tenía unos moratones que no recuerdo haber visto.
Me acerqué preocupada.-¿Han sido ellos?-apreté la mandíbula.
Suspiró sonoramente.-No.
Le miré confusa.-¿Qué?
-Que no fueron ellos.-dijo mirando al suelo.
-Pero, ¿Entonces?-dije rozando los moretones con los dedos.
-Mack, no-
Pensé remotamente la idea de que fuera su padre y preferí dejarlo ir.
-Está bien.-le sonreí.
Suspiró aliviado.
-Ahora si me dejas...-dije apartándome y entrando al baño.
Rodó los ojos y se apartó.
Después de unos minutos salí con el pantalón y el sujetador negro del bikini.
JJ estaba en la cocina con una taza de la mano ya vestido y cuando me escuchó salir se giró.
Me dió un repaso y se mojó los labios con la lengua, mirándome con una sonrisa pervertida.
Rodé los ojos.-¿Me dejas una camiseta?
-Nah, puedes quedarte así.-dijo acercándose.
-¿Sí?-dije siguiéndole el juego.
Me cogió de las caderas y me subió al mueble, abriéndome las piernas para ponerse en medio.
-Hmn.-murmuró en mi lóbulo izquierdo haciendo que se me erizará la piel.
Empezó a dejarme húmedos besos por la mandíbula llegando hasta mi cuello, bajando hasta mi clavícula.
Y cuando iba a bajar un poco más paró y me miró.-Puedes coger la que quieras.-y se apartó dejándome con la respiración acelerada.
Oh no, esto no acaba aquí.
Estaba de espaldas acabándose el café cuando lo giré y agarré del cuello acercándolo a mis labios.
Al principio no reaccionó pero al cabo de unos instantes me agarró apretandome contra él.
Le besé el cuello chupando y mordisqueando en ciertos puntos. Continué bajando sin apartar la mirada.
Me arrodillé y le subí la camiseta dejándole besos y lamiendo su bajo abdomen.
-Mack, por dios, no...-intentaba decir entre gemidos.
Empecé a desabrocharle el pantalón, y soltó un suspiro ahogado.
De golpe le metí la mano en el bóxer, y se estremeció jadeando.
Lo acaricié de arriba a abajo, y maldeció. Era bastante, era grande. Me lamí los labios y le miré, tenía la cabeza echada hacia atrás.
Lo saqué a la vista y pasé un dedo por la punta recogiendo su líquido preseminal, me lo llevé a los labios, sosteniendo la mirada, y soltó un gemido.
Seguidamente lo volví a agarrar y me llevé la punta a los labios sacando la lengua y lamiendo.
Y sin más preámbulos me lo metí en la boca, y escuché como soltaba un gruñido.
Pasé la lengua por toda su longitud, volví a su punta, y me lo volví a meter.
Su mano se enrrolló en mi pelo y tiró de él sacandome un gemido. Empujó hacia el fondo llegando más allá de mi garganta. Después de varias estocadas y lamidas, se corrió en mi boca gimiendo mi nombre, llenando mi garganta con su semen.
Le miré con los ojos llorosos por la profundidad llegada, y me lo tragué. Me pasó el pulgar por mis labios recogiendo los restos, me lo llevó a los labios, y lo lamí.
Sus ojos estaban llenos de deseo, me levanté y me besó.-Dios nunca me cansaré de tí.-musitó y volvió a besarme.
Después de unos instantes me separé.-¿Cuál camiseta me dejas?
Se burló.-¿Acabas de chupármela por una camiseta?
-No.-dije encogiendome de hombros.
-¿Entonces?-dijo con una sonrisa.
Me acerqué a su oreja y susurré.-Porque quería.-y me aparté.
Fuí a su habitación cogí una camiseta blanca, olía a él, me la puse saliendo de la habitación mirando el móvil.
Ví un mensaje de mi madre diciendo que pasara por casa.
-He de pasar por casa.-murmuré sentándome.
-¿Te veo esta tarde?-dijo entrando al salón.
Me levanté y le dí un beso.-Hmn.
Recogí mis cosas y me metí en el coche hacia mi casa.
Al llegar mi madre estaba hablando por teléfono sobre algo del Festival Estival. Mierda, era esta noche.
-Kenzie.-exclamó mi tía.
Odio cuando me llaman así.
-Tia Agatha.-le sonreí tensa.
-Por desgracia habremos de marcharnos antes.
¿Que? Síii.
Mostré preocupación.-¿A que se debe?
-Problemas de trabajo.-me respondió.
Seguidamente mi madre colgó al teléfono.-Mack cariño, necesito que te quedes hoy en casa, cuidando de tu prima, estaremos ayudando con la organización del Festival Estival. Podrás quedarte a dormir fuera. Ah por cierto, tienes tu vestido en tu habitación, más tarde te ayudaré con la preparación.
Rodé los ojos.
-Y... ¿Que tal con tu... novio?-dijo acercándose.
Recordé lo sucedido está mañana y como se corrió en mi boca.-Nada.
Una hora después Kiara me llamó diciendo que estaban en el negocio del padre de Pope y que si iba a venir.
Barajé las posibilidades de escaparme pero si quería pasar la noche fuera debía de hacerlo, almenos intentarlo.
Ya cuando se estaba haciendo de noche mi madre vino con Kiara y Anne, su madre.
Fuí corriendo a abrazarla, parecía triste.
-Chicas. Id a cambiaros, cuando acabéis os ayudaremos con el resto.-dijo Anne.
-¿Mack, has visto el vestido como te he dicho?-preguntó mi madre cruzándose de brazos.
Oh, mierda. Vi la bolsa pero no llegué a nada más.-Em, sí, sí claro.
-¿Sí? ¿De que color era?
Me mordí el labio.-Huh, ¿verde? Digo, verde.-dije afirmando confusa.
-Rojo.-negó con la cabeza.
¿Rojo? Vaya con ser el centro de atención.
Subimos a la habitación y ahora había otra bolsa.
Me senté en la cama.-Vale. ¿Que te pasa?-le pregunté.
-Mack.-suspiró.-Han arrestado a JJ.
-¿Qué?-exclamé.
Resopló.-Vinieron a arrestar a Pope por algo de daños a propiedades, él lo defendió, y dijo que fué él.
-Mierda.-dije mordiendome el labio.
Me abrazó.-Ey, tranquila saldrá de esta.
Después de estar abrazadas más rato, empezamos a cambiarnos, mientras me preguntaba sobre JJ. Mí vestido era rojo oscuro, genial, de tirantes con un escote un poco de pico, era largo hasta por encima de los tobillos con un corte que llegaba hasta el muslo derecho, no era muy apretado pero sí que marcaba mis caderas.
-Estas enamorada.-afirmó.
-Que,-intenté decir.
-Ni te atrevas a negarlo.
Kiara tenía un vestido similar en un lila pastel.
Bajamos al salón para acabar con la transformación pija.
Me burlé.
Mi madre y Anne estaban sentadas ya con sus vestidos, se giraron cuando nos escucharon bajar.
Sonrieron como si se les fuera a caer una lágrima.-Preciosas.
Anne me ayudó a plancharme el pelo y mi madre con el maquillaje.
Le hicieron lo mismo a Kiara solo que ella llevaba el pelo recogido con una diadema de flores.
Insistieron en que nos pusiéramos tacones.
Hoy yo muero.
Al llegar a la fiesta, no nos sentábamos en la misma mesa por lo que nos separamos.
Mi madre me hizo saludar a varias personas y mantener conversaciones.
Una vez ya con Kiara de vuelta, fuimos donde Pope estaba.
-Disculpe ¿Tenemos que abrir las ostras nosotros?-imitó un acento británico la morena.
Pope se giró cabreado a ponerla en su lugar, pero al vernos su cara se iluminó.
-No nos entusiasmaria la idea de ensuciar nuestros vestidos.-finalicé.
-No queríamos eso ¿O si?-nos siguió el rollo.-Ese acento es horrible.
-Si mejor dejarlo. ¿Habías visto tantos kooks juntos?
-Si, el año pasado.
-Hey, ¿habéis escuchado algo de JJ?-murmuró el moreno.
Negamos. Mierda le dije que le iba a ver esta tarde.
-Seguro que está bien, ya le conoces.-dijo Kie con una sonrisa ladeada.
-Fue mi culpa.
-No es tu culpa.-le recordó.-Casi te matan.
Se quedaron mirando, vaya tensión. Decidí apartarme e ir a por algo de beber, cuando un par de aplausos sonaron. Me giré confusa, los Cameron claro.
-Ya vienen Lord Capital y los explotadores.-murmuró Kie.
-¿Que cojones?-murmuré mirando a la mujer de el señor Cameron.
-Va a quitarle el ojo a alguien.
-Voy a beberme todo el alcohol posible, para sobrevivir a esta noche.-informé.
Se rieron y emprendí mi camino.
Al llegar a la barra pedí un cóctel, no tenían nada más fuerte.
-Estas muy guapa.-una voz me alagó.
Me giré confusa y cuando vi al dueño rodé los ojos, Rafe.
-Gracias.-le respondí y volví la mirada a mi cóctel.
Escuché como se reía.
-¿Que quieres?-pregunté.
-¿Me permitirás un baile?
-Nah.-murmuré, acabándome el cóctel de golpe. Puse una mueca.-¿Qué es esto?
-¿Qué he de hacer para que me dejes?
-No pegar a gente ¿Sabes? Te iría bien mental y físicamente.-dije tocándole el corte del labio, haciendo que se estremeciera.
Aparté la mano rápidamente al darme cuenta de lo que había hecho.
Rodé los ojos.-Pues ¿Puedo quedarme contigo?
-Hmn, mientras no hables y no me digas que hacer.
Ya llevaba tres cócteles y Rafe se estaba aguantando las ganas de decirme que parase.
-¿Qué?
-Te va a dar un coma etílico como sigas así.-musitó.
-Si significa que me sacarán de esta fiesta, guay.-dije tomándome el otro.
Pedí otro más y el camarero me dijo que no podrá darme otro más, y que llevaba demasiados.
Me levanté de mi asiento junto a Rafe y fuí a buscar otra barra.
Pasé por enfrente de un mini concierto y entré al pasillo.
𝗝𝗝 𝗠𝗮𝘆𝗯𝗮𝗻𝗸 𝗽𝗼𝘃:
Iba caminando hacia el exterior a darle la nota a Sarah cuando alguien chocó conmigo.
-No jodas.-dijo una voz conocida mirando los restos del cóctel en el suelo.-Ese era el último que me dejaban.
Alzó la mirada y pude ver de quién se trataba, era Mack.
Abrió mucho los ojos, me sonrió un poco borracha y me besó, sabía a alcohol, a mucho, me pregunto cuánto habrá bebido.
Le devolví el beso, agarrándola por la espalda.
Nos separamos y me miró preocupada.-¿Ha sido la policía?-preguntó.
Apreté los labios.-No.
-¿Entonces?
-Digamos que a mi padre no le hizo mucha gracia que...
Y seguidamente me abrazó. Agh, lo necesitaba. Se apartó y la observé.
Llevaba un vestido rojo que, mierda. Me siento afortunado. Se veía muy sexy, jodidamente sexy.
-¿Todo esto es mío?-murmuré acercándome.
Pasó las manos por encima de mis hombros y me susurró.-Toda tuya.
Y eso fué lo que necesitaba para volver a besarla.
Nos separamos por falta de oxígeno.-Me gusta el vestido, pero me gustaría más quitártelo.
Se relamió los labios.-A mi me gustaría verte haciéndolo.
Y recordé a lo que vine por. Sarah Cameron.
-Esto no acaba así.-dije y se separó con una sonrisa.
-Tampoco pensaba que fuera a ser así.-dijo y se marchó hacia el otro lado de el pasillo.
Me quedé mirando su figura, es tan perfecta. Y toda mía.
Hoy me aseguraré de ello, la haré mía, las veces que haga falta.
Sonreí y salí del pasillo.
Aún sonriendo por. Mi chica, aunque ¿Mi novia?
Me acerqué a la princesita kook.
Toqué su hombro.
-¿JJ?-casi gritó.
Tuve que hacerle una seña para que bajase el volumen.
-Tengo una nota de Vlad.-dije bailando a su lado para disimular, mientras le entregaba el trozo de papel.
-¿Vlad?-cuestionó.
-Sí, solo leela.
Cuando fui a marcharme, una mano se posó en mi hombro, y me topé con Rafe.
-¿Me pones un Mai Tai, amigo?
-Si, Pogue, que sean dos.-habló el moreno.
Mierda. Joder.
-Estoy ocupado.-dije alejándome.-¡Que elegantes! Tengo un para de pedidos por delante. ¿Por que no os esperais en la barra? Podéis tomaros unos canapés.
-Hey chicos.-llamó la atención de un grupo de chicos.-JJ nos va a servir canapés.
Se empezaron a acercar.
-Ahí los tenéis.-señalé la mesa.-Ahora vuelvo.
-Vamos a seguirte por si acaso.-hizo una pausa.-A por él.
Al escuchar su orden empecé a correr. Entré dentro de la casa y atravesé un salón lleno de gente y varias habitaciones más.
Podía escuchar como me perseguían. Intenté entrar al baño pero todo estaba ocupado. Salí por la otra puerta pero ahí estaba el rubio.
-Hey tío ¿que haces en el baño?
Intenté escapar por la otra puerta pero estaba cerrada por otro kook castaño.
-¡Que os jodan!-exclamé mientras me empujaban.
Kelce me pasó el brazo por mi cuello, inmovilizandome.
-Sujetalo. ¿Que opinais? Un hierro 4 ¿Verdad?-cuestionó Rafe.
-Tipico kook 4 contra uno.-intenté decir a pesar de que el moreno estaba privandome de aire.
-Por favor, calla.-volvió a hablar.- Estas siendo irrespetuoso.
-Aprende tus modales chaval.-dijo Kelce detrás de mí.
Seguí forcejeando.
-Tu cara se ve fatal. Te vas pareciendo a tu padre.-musitó gracioso.
Le escupí.
-¡Caballeros!-una voz adulta sonó.-¿Hay algún problema?
El moreno me empujó lejos de él.
-Agente no hay ningún problema.-comencé a hablar pero recapacité.-Bueno, la verdad es que sí que lo hay. Tenemos un allanamiento de morada, una violación de propiedad. Estoy quebrantandolo todo, pero estos jóvenes...
-No me toques.-espetó Kelce cuando acomodaba su pajarita.
-...me han pillado e iban a hecharme. Es lo que debería hacer, arrestarme.
-Vamos.-habló el hombre agarrándome.
-Arregla esa pajarita .-me dirigí al moreno.-Pasadlo bien esta noche Supernenas.
Antes de salir de la habitación Rafe se acercó. -Dile a Mack que está demasiado sexy esta noche, y que no me importaría hacerle una visita esta noche.
La rabia inundó mi cuerpo pero me aguanté las ganas de pegarle un puñetazo, me giré con una sonrisa de boca cerrada y le susurré.-Tambien se veía demasiado sexy esta mañana cuando tenía mi polla en su boca.
Su cara se contrajo y apretó la mandíbula, iba a pegarme un empujón pero el de seguridad fué más rápido y tiró de mi hacia fuera de la casa.
Pasamos por el pasillo donde había una barra y distinguí a Mack sentada ahí. Estaba peleándose con el camarero.
-Te estoy diciendo que tengo dieciséis, en menos de un año cumplo diecisiete y casi dieciocho. Gracias, soy capaz de soportar una copa de alcohol.-murmuró cansada.
Escuchaba pasos detrás de mí, era Rafe que también estaba mirando la escena.
El camarero nos miró y Mack se giró hacia la puerta, cuando lo hizo nos vió. Frunció el ceño y pasó su mirada de Rafe a mí y apretó la mandíbula.
El hombre me empujó fuera.
-Mira tío. Puedo andar solo. Te agradezco lo que has hecho a ahí dentro, pero déjame andar.
La gente empezó a prestar atención a la que sucedía.
-Hey, señor Dunleavu, veo que tiene su bebida. Traiga.-cogí el vaso de su mano y me bebí el contenido.
El de seguridad continuaba empujándome.
-Agradezco tu discrección, Daryl.-me dirigí a todo el mundo.-¡Que no cunda el pánico! ¡Está todo bajo control! Un aplauso. Rose, pareces la estatua de la libertad, me alegro de verte.
Me reí al ver a la madrastra de la familia Cameron.
-¡Suéltelo!-escuché la voz de Kiara.
-¡No puede echarlo!-escuché a Mack detrás mío, me giré a observarla.
-¿Perdone?-habló el hombre.
-Soy miembro de este club.-dijo la castaña.-Es mi invitado.
Aproveché ese momento de desconcierto para separarme de él, lo que provocó que tirase un par de bebidas.
-Lo siento por eso.-me disculpé.-Reunion obligatoria, chicas. Pope tu también vienes. A Rixon's Cover, andando.
Caminaba alejándome poco a poco de la fiesta.
-¡Vamos! Obreros del mundo, uníos. Romped las cadenas.-hablaba sin sentido.
-Coronel.-dijo John B apareciendo a mi lado.
-Capitan. Misión cumplida, señor.
Divisé a las dos chicas acercándose sujetando el vestido con una mano. Escuchaba como sus familias las regañaban.
-¿Dónde crees que vas?-le gritaba Heyward a su hijo.
Mack caminaba hacia mí y le sonreí. Le ofrecí la mano, me sonrió y la agarró.
𝗠𝗮𝗰𝗸𝗲𝗻𝘇𝗶𝗲 𝗽𝗼𝘃:
Después de montar una escena en el Festival Estival, asegurándome de estar castigada de por vida, nos encontrábamos en Rixon's Cover, haciendo una hoguera para calentar nuestros cuerpos.
-Chicos, mi padre me va a matar igualmente, así que, ¿De que se trata esta reunión obligatoria?
Estaba sentada junto al rubio apoyando la cabeza en su hombro y él sujetandome por la cintura.
-Deberias contarles antes de que nos maten.-dijo JJ.
-¿Estáis listos?-preguntó John B.
-Si.-respondió Kiara mientras yo me limitaba a mirar a JJ con una ceja enarcada. ¿Él lo sabía? Me sonrió tiernamente, antes de dejarme un beso en la frente.
-Pues, el oro nunca se hundió con el Royal Merchant.
-Ya estamos de vuelta.-murmuré.
-Dios con el tema.-se exasperó el moreno.
-No, escuchadle.-dijo el rubio.
Rodé los ojos.
-Ha estado aquí todo el tiempo. En la isla.
-¿En serio?-cuestionó la morena.
-No me jodas.-murmuré.-Necesito más alcohol.
-Permíteme que lo dude.-volvió a hablar el moreno, ignorando mi comentario.
Me reí, y me fulminó el castaño.
-Vale, pero dejadme enseñaros las pruebas.
-Adelante.
-En mi carta tengo una carta de Denmark Tanny.
-¿Quién?
-Tanny fue un esclavo que sobrevivió al naufragio. Mirad. -nos enseñó un papel.- Los esclavos no contaban como tripulación, pero mi padre encontró un registro completo. El hombre usó el oro del Royal Merchant para comprar su libertad. Después, compró su granja. Redoble de tambores...
Imitamos el sonido con nuestras piernas.
-Esa granja es... la plantación Tannyhill. Sí. Luego utilizó el dinero para liberar a más esclavos y vendió mucho arroz. Lo que cabreó a los blancos y decidieron lincharlo.
El silencio reinaba entre nosotros.
-Asi que el día que fueron a por él, escribió una carta de despedida a su hijo, y al final dejó un mensaje en código que decía dónde encontrar el oro.
-¿Dónde?
-"Recoge el trigo de la parcela nueve, junto al agua." ¿Pero qué pasa? No hay trigo. El "trigo" quiere decir el oro. El oro está en la parcela nueve junto al agua.-explicó.
Kiara soltó una carcajada de felicidad.
-Solo necesitamos una mala topográfica de la finca y encontraremos el oro.
Pope seguía escéptico acerca de todo.
JJ se levantó y abrazó al castaño.
-Ten cuidado, te vas a quemar.-le avisó riendo.
-Estoy muy orgulloso de ti.-hablaba conmocionado.
Solté una risita.
-Gracias, gracias, muy amable.-dijo acariciándole la cara.
-Vale. ¿Cuál es el plan?-dijo el moreno.
-Buena pregunta.-empezó a contar su estrategia.-Sarah Cameron traerá un mapa original...
Giré la cabeza y miré a Kiara con los ojos muy abiertos.-¿Qué?-casi gritamos.
¿Sarah? ¿Sarah Cameron? Genial.
-Esto va a ser bueno.-murmuró el rubio sentándose, le fulminé.
-Sarah me coló en el archivo de Chapel Hill ayer y ahí fue donde conseguí la carta.
-¿Fuiste a Chapel Hill con ella?-dije confusa y decepcionada.
No me lo puedo creer.
-Se la estaba ligando.-añadió JJ.
-No estaba ligandomela.
-Estaba totalmente ligandosela.
-No. La utilicé para entrar.
Yo realmente, no le guardo rencor a Sarah por lo que me hizo, bueno sí. Aunque sí que dolió que creyera a su hermano y a su mejor amiga no, pero total son familia. Pero si, por lo que le hizo a Kiara, ella no hizo nada y aún así, la descartó a ella también. Luego nos tacharon como zorras el el instituto por su culpa, nos quitó todo lo que teníamos; amistades, confianzas, hasta novios.
-"Para entrar"-dijo irónica.
Pope también sospechaba de sus acciones.
-¿Sabe acerca del tesoro?-preguntó Kie.
-Necesitaba ir al archivo.-se excusó.
-¿Eso es un sí?-lo incriminó.
-Pero sin detalles...
-¡¿Qué?!-exclamó.
-¿Le has contado nuestro secreto a una kook nuestro secreto? ¿Que pasa con "la vida Pogue"?-dijo cabreada.
-Solo la estaba utilizando para información.
JJ se acercó a mí y se sentó de nuevo a mi lado observando la discusión.
-¿Por que no te creo?-dijo la morena.
-Intento hacernos ricos. Para pagarnos un barco o la escuela forense para que estudies fiambres.-se dirigió a Pope.-Chicos, vosotros me conocéis. ¿Parezco el tipo de persona a quién le gusta Sarah Cameron?
-¿Sabes? No quieres que responda a eso.-musité.
-Mira no la conoces como nosotras lo hacemos. No es de fiar.-habló.
-Su hermano me dió con un palo de golf.-la apoyó el moreno.
-Rafe y Sarah son dos personas totalmente distintas.-defendió el castaño.
-Claro claro.-murmuré.
-¿Que os ha hecho exactamente?- nos preguntó el rubio.
-Es como una cobra. Primero te ciega y luego...
El castaño dejó de prestarle atención.
-¡Escúchame!-le gritó.-Intentará quitarnos lo que consigamos.
Nos pusimos en marcha, para ir al sitio donde Sarah y John habían quedado.
Aparcó la furgoneta y los chicos bajaron.
Kiara seguía cabreada por la idea, y no me malinterpreteis, yo también.
-¡Vamos!-exclamó el moreno.
-Misión de reconocimiento.-comentaba el rubio.
-Creo que voy a ir solo...-interrumpió.-esta noche.
Kie rodó los ojos y se recostó en el asiento. Esto probaba la teoría de que no solo estaba usando a la chica para información.
-Hmn.-murmuró irónica.
-¿Qué?
-Nada.-mintió.
-Dejalo, es que se mete demasiado en el papel.-le defendí sarcástica.
Suspiró.-No quiero asustar a Sarah.
-No entiendo porque la estamos metiendo en todo esto.-saltó la morena.
-Kie, no la estamos metiendo en esto.
Mostré incredulidad.
-Es como una reunión de negocios. Cuando tengamos lo que necesitamos, adiós Sarah, pero de momento necesitamos el mapa.-continuó.
-Prometeme que nos hay nada entre vosotros dos.-le pidió.
-No pasa nada Kie.-dijo fingiendo exasperación lo que demostró que mentía.
-En serio.-advirtió.-No se trata de ti. No se trata de nosotros. Se trata de ella: te va a comer la cabeza. Sólo prométeme que no pasa nada entre vosotros.
-Lo prometo.
Se me escapó una risa.
-Eso ha sido muy creíble.-comentó el rubio.
-Cien por cien creíble.-le apoyó Pope.
Todos sabíamos que mentía.
-En fin, voy a hacerme cargo de lo que hay que hacer.-dijo saliendo del coche.
-Nosotros nos quedaremos aquí.-murmuró Pope.
-Viendo los rayos caer.-dijo JJ.
-No la vayas asustar tu con tus sentimientos.-grité.
Me sacó los dos dedos de en medio.
Salí de la furgoneta con una cerveza que encontré por ahí y me apoyé al otro lado del vehículo, sintiendo el frío rozar mi piel.
Abrí la cerveza y pegué un largo trago. Gemí de placer al notar el alcohol bajar por mi garganta.
Noté a alguien aclararse la garganta a mi lado, me giré y ví de quién se trataba, era JJ.
Le sonreí apoyándome en él.
-¿Estas bien?-me musitó, apartándome el pelo de la cara.
-Hmn.-dije mirándolo.
-Estas preciosa.-dijo pasándome los brazos por la cintura atrayendome a él.
-¿Me debería sentir alagada?-murmuré sobre sus labios.
-Supongo.-dijo rozando nuestros labios.
-Pues gracias.-dije mirándolo a los ojos.
-¿Sabes cómo me lo podrías agradecer?-murmuró.
Nuestras bocas se tocaban cuando hablábamos y prácticamente respirabamos el mismo aire.
-Hmn.-dije y adentré mi lengua en su boca, su lengua no tardó en reaccionar y moverse con la mía.
Sus manos pasaron a estar más bajo, apretandome contra él
Me separé.-¿Todavía sigues queriendo quitarme esto?-dije refiriéndome al vestido.
-Está en mis prioridades de hacer esta noche. Pero ahora me conformaré con esto.-dijo y volvió a besarme.
Un grito pidiendo ayuda nos interrumpió.
Nos separamos y Kiara y Pope salieron del interior.
El grito volvió a sonar.
-Mierda.-musité.
-¡Vamos!-gritó Pope.
La escena que vimos al llegar no era la que esperábamos. John B estaba en el suelo y a Sarah llorando mientras le abrazaba.
𝗩𝗢𝗧𝗔𝗗 𝗬 𝗖𝗢𝗠𝗘𝗡𝗧𝗔𝗗