Le pido a Sofía que me ayude a arreglarme y ella encantada.
Saco una gran bolsa y ahí tenía de todo.
Peines, brochas, planchas de cabello, maquillaje, sombras y todo en una bolsa.
Y hizo mágia, se que exagero pero créanme, cuando me vi por el espejo me sentí la mujer más linda.
— Tienes una manos milagrosas— le mencionó
— lo único que hice fue planchar te el cabello y retocarte un poco— dice guardando sus cosas— tienes que lucirte el día de hoy, hasta donde se hoy el Joven Gallagher verá a unos importantes socios para la firma de un contrato—
Eso ya Aidan me lo había confirmado, pero era bueno tenerlo en mente
— si, lo sé, espero y lo logré—
— bien, tengo que ir a mi puesto, suerte amiga y pasatela bien okey— dice despidiéndose de mi.
Yo me observo en el espejo nuevamente, no se ni que decir.
Veo el reloj y deci estar lista desde hace unos diez minutos.
— mier- coles— digo evitando decir una grosería.
Salgo de la habitación para encontrarme con Aidan esperándome— Lo siento, no me di cuenta del tiempo y yo— el me detiene con semejantes palabras.
— Estás hermosa— creo que el aire me falta ahora mismo.
No se que decir y creo que el se da cuenta de que no debió decir eso— aunque para mí fue lo mejor que me hayan podido decir—
—Gracias— le agradezco— Tu también te ves muy bien, pero esa corbata— me acerco para volverse la hacer, por qué parece que solo se la amarró al cuello.
— Lo aprendiste de YouTube no?— me pregunta y me saca de onda.
Yo sé lo había dicho.
Pero en ese "sueño", "visión", "revelación"
— Si, fue por— me interrumpe.
— tu hermano— con eso me confirma que no fui la única, y justo cuando quiero decir algo más terminó la corbata.— Gracias, se te da muy bien, nos vamos— dice tan natural, ¿Enserio?
Pero una cosa es cierta.
No fui la única que paso por esto.