Sostenme en tus brazos

By BTbae_MinYoonJi

13.3K 1.9K 1.9K

Kim NamJoon es un arrogante doctor católico con una vida perfecta de acuerdo el estándar coreano pero que no... More

Sostenme En Tus Brazos
CAPÍTULO UNO: When I Was Done Dying
CAPÍTULO DOS: Oblivion
CAPÍTULO TRES: Alice
CAPÍTULO CUATRO: Tender
CAPÍTULO CINCO: Beetlebum
CAPÍTULO SEIS: Play dead.
CAPÍTULO SIETE: Bury A Friend
CAPÍTULO OCHO: Il Pleut
CAPÍTULO NUEVE: We Were Friends
CAPÍTULO DIEZ: Wake
CAPÍTULO ONCE: Save Me
CAPÍTULO DOCE: Nobody
CAPÍTULO TRECE: Let It Happen
CAPÍTULO QUINCE: Me Gustas Tú
CAPÍTULO DIECISÉIS: Venus As A Boy
CAPÍTULO DIECISIETE: Algo Sucede
CAPÍTULO DIECIOCHO: Song For you.
CAPÍTULO DIECINUEVE: Generous Palmstroke
CAPÍTULO VEINTE: Parents
CAPÍTULO VEINTIUNO: Peanut Butter & Tears
CAPÍTULO VEINTIDÓS: Borderline
CAPÍTULO VEINTITRÉS: Felicidad
CAPÍTULO VEINTICUATRO: When Memories Snow
CAPÍTULO VEINTICINCO: Your Blood
Q&A PERSONAJES SETB pt1
CAPÍTULO VEINTISÉIS: Candy - Fantástico
Q&A PERSONAJES SETB pt2
CAPÍTULO VEINTISIETE: Ilomilo
CAPÍTULO VEINTIOCHO: Come Sweet Death
CAPÍTULO VEINTINUEVE: Call Out My Name
CAPÍTULO TREINTA: Final
COMENTARIOS FINALES
IMPORTANTE
CUENTA DE TWITCH
Universo En Desarrollo
NO ES UN CAPÍTULO, ES UN MEME

CAPÍTULO CATORCE: Magic

503 75 81
By BTbae_MinYoonJi

«Recuerda cómo solía ser, atrapado en un lugar tan frío, sintiendo que mi corazón se congelaba, sin un lugar a donde ir, sin nadie.
De pronto apareciste tú, haciendo que me mueva [...] Oh, es como magia, sentir tu toque es un placer, nadie más lo hace así. Oh, es como magia, abrazándome fuerte, dándome vida. Es mágico [...] Y si tienes el corazón roto, sólo arriesgate. Es mágico.»

( TxT, Magic, 2021)

Kim NamJoon despertó esa mañana con unas tremendas ganas de orinar. Se levantó y fue directamente al retrete. Sufrió algunos problemas técnicos y eso le extrañó demasiado, se sentía como si hubiera tenido sexo toda la noche. Vaya idiotez, NamJoon no podía así que se rió de sí mismo. Dios, pero de verdad que se sentía raro de todo el cuerpo, se observó y notó que no llevaba prenda alguna puesta, ni siquiera su collar médico. ¿Por qué estaba desnudo?

Intentó recordar. Vagos recuerdos llegaron a su mente en desorden. YoonGi con los ojos llorosos, la cena con ByulYi, botellas de Soju en el auto, él y la señorita Moon besándose ... él y YoonGi besándose. Dios, fue como una cubetada de agua helada.

Fue al lavabo y se mojó el rostro mientras más imágenes llegaban lento y de a pocos a su cabeza. Quiso negarlo pero fue inútil, claro que había pasado, no tenía caso negarlo. Se había acostado con Min YoonGi, con otro hombre. Él hombre que le gustaba. Volteó en dirección a la cama, estaba vacía y desordenada, muy, muy desordenada. La cara le ardió por la vergüenza. También hubo algo de inexplicable miedo y culpa. No obstante, tan pronto como eso pasó vino un golpe de calma, de paz e inesperadamente, de alegría. Fue una clase de alivio y NamJoon no comprendió el motivo. Había hecho algo horrible, espantoso e imperdonable, cometió el peor de los pecados por debajo del asesinato y aún así se sentía tan bien. Muy bien.

De pronto se preguntó por YoonGi y al instante siguiente escuchó el ya habitual ruido en la cocina. Se vistió con la primera ropa que encontró y salió en su búsqueda. Ahí estaba YoonGi, acariciándole la cabeza al pequeño Guksu que comía gustoso el atún de su plato. El pelinegro volteó y lo miró. El corazón de NamJoon comenzó a latir rápidamente.

-El desayuno ya está preparado -dijo YoonGi al levantarse y señalar la mesa puesta.

Solo había un juego de platos y guarniciones para una sola persona.

-¿No vas a comer?

-Ya lo hice, ya debo irme al trabajo.

NamJoon se fijó en la hora que marcaba el reloj de la pared. Eran las seis treinta de la mañana. Su turno en el hospital empezaba a las nueve mientras que el de YoonGi a las siete. Vaya que había dormido bastante. Hubo un breve silencio, luego el sonido de su teléfono los sorprendió a ambos. NamJoon fue por el móvil para encontrarse con el nombre de su hermana en la pantalla. No quiso responderle así que solo lo silenció y regresó su atención a YoonGi. Este se mojó los labios.

-Bien, ya me voy -anunció el joven pálido comenzando a caminar a la puerta-. Lo veré en la cena.

-YoonGi -llamó repentinamente.

Min YoonGi se detuvo a unos pasos de la entrada, aún sin ponerse los zapatos. NamJoon lo miró a los ojos sin saber qué hacer o qué decir. No estaba seguro del motivo por el cual lo había detenido en primer lugar. Eso le hizo sentirse como un completo idiota. Pero en vez de molestarse por eso, YoonGi le sonrió levemente y dijo:

-No tenemos que hablar de eso.

Después simplemente se fue y NamJoon tuvo que tomar asiento al notar una inusual debilidad en sus manos y piernas.

El desayuno de esa mañana le supo especialmente delicioso a NamJoon y no es que fuera algo que YoonGi no hubiera preparado antes o que tuviera algo nuevo o distinto. Simplemente el sabor le pareció más encendido, más vivido. Eso le subió los ánimos y le hizo sonreír.

Durante la ducha intentó recordar más detalles de la noche anterior pero no había mucho que rescatar. Pedazos de memorias iban y venían a su propio y completo antojo y NamJoon fue incapaz de retenerlos lo suficiente como para estudiarlos, para disfrutarlos.

Encontró su collar médico cuidadosamente puesto en la cómoda junto a su cama. La imagen de YoonGi tomándolo y colocándolo allí le hizo sentirse una persona especial. Lo tomó, y mirándose el espejo, se lo puso. De vuelta al lugar que pertenecía. Incomprensiblemente también acarició su cuello y un cosquilleo particular le hizo contraer el estómago. ¿Cómo podía estar tan tranquilo después de saber lo que había hecho? No tenía idea y tampoco tenía caso intentar entenderlo.

Fue al hospital y las llamadas en su móvil no cesaron hasta medio día. Supuso que GeongMin se había cansado pero eso de ningún modo era signo de tregua, no, su hermana volvería a insistir en cualquier momento y NamJoon debía hacerse a la idea de lidiar con ella tarde o temprano. Pero por ese día, sólo por ese día, NamJoon quería estar tranquilo.

Y tal como quiso, tuvo un buen día. Asistió a un par de reuniones con sus colegas, atendió algunas consultas y realizó las visitas de rutina a todos los pacientes que estaban bajo su cuidado. Para la hora del almuerzo se sentía tan fresco como cuando salió de casa.

Fue a esa misma hora que se topó con Ahn HyeJin y está le saludo con una orgullosa sonrisa. NamJoon pudo haberla evitado pero algo en él le hizo querer acercarse y saludarla, ser amable y tener una conversación de adultos.

-Luce feliz, Doctora Ahn -señaló al acercarse.

Ella no ocultó su estado.

-Estoy feliz, Doctor Kim. ¿Quiere saber el motivo?

-Por favor.

-De hoy en adelante soy personal fijo del hospital.

NamJoon alzó ligeramente las cejas, muy poco sorprendido. Después de él, Ahn HyeJin era el mejor médico en el ChungAhn, así que era obvio que al final la contratarían. A pesar de saber todo eso, hubo algo en el interior de NamJoon que le dijo que fuera amable y que por un segundo dejará esa actitud agria ante las buenas noticias. Entonces se limitó a sonreír y felicitarla, ella agradeció el gesto.

-Tú también luces feliz -le hizo notar.

Él pensó en ello un segundo, reflexionando sobre su propio estado de ánimo.

-No se si estoy feliz pero me siento bien -aceptó.

-Me alegro por ti.

Sí, él también se alegraba.

...

Para Min YoonGi aquel fue un día regular en el trabajo. No fue bueno pero tampoco lo suficiente malo para sentirse como una mierda, tal como normalmente lo hacía. Fue casi como un día sin importancia aunque en el fondo se sentía distinto, como si algo en el aire hubiera cambiado. ¿Tendría que ver con el suceso de la noche anterior? Por supuesto que no, es decir, no era la primera vez que YoonGi se acostaba con alguien. Aunque pocas veces lo había hecho con alguien que resultara a su gusto agradable. Vaya idiotez, solo estaba sobrepensando. Por eso decidió voluntariamente prestar poca atención a ello y se dedicó en exclusiva a ocupar su mente en sus tareas.

Las horas pasaron y YoonGi limpió pisos, sacudió estantes, movió cajas y aseó los baños de empleados. También soportó las afiladas miradas de la cajera y los mal intencionados comentarios de sus otros compañeros. Su turno se extendió un poco más porque el tipo con el que cambiaba lugar no llegó y la dueña del negocio le pidió que ayudará a recibir el cargamento de la semana.

A YoonGi no le agradaba la señora que manejaba el minisuper junto a su esposo, a veces podía ser encajosa y demasiado descuidada con sus palabras. Para ese punto se preguntaba si era un comportamiento inconsciente o si en realidad lo cometía con plena intención. No importaba, necesitaba el trabajo y más le valía soportarla.

De ese modo, ya eran las cinco de la tarde cuando finalmente fue libre y vaya disgusto fue saber que el par de horas extras habían sido prácticamente servicio gratis. Aguantar, no había más opción que esa. Creyó que se enojaría más pero al final, por causa desconocida, su estado de ánimo no se vio negativamente afectado.

Solo hubo un momento de preocupación para YoonGi y fue que, cuando ya tomaba sus cosas para irse, el cajero del turno vespertino, le informó que había alguién buscándolo afuera. Maldita mierda, debía ser una broma.

Qué alivió fue para YoonGi descubrir que, efectivamente, había visitas para él, pero no las que él creía (o más bien temía). Afuera, parado en la acera, estaba Kim enfermero, y este le sonrió apenas verlo salir del lugar. Hacía días que no veía a su viejo custodio y la repentina visita le alegró mucho. El joven castaño lo saludó con su característica euforia y le palmeó la espalda un par de veces mientras hablaba.

-He terminado mi turno así que pensé en cenar con ustedes, después de todo estoy seguro de que me han extrañado.

-Es posible que te estes precipitando con tus suposiciones.

-Sé que tú y NamJoon jamás lo aceptarían en voz alta pero igual sé que en el fondo me quieren tanto como yo a ustedes.

-Demasiado presuntuoso de tu parte.

Ambos caminaron uno al lado del otro mientras TaeHyung le sugería ir a comprar pizza para la cena. La idea no le disgustó a YoonGi y lo cierto es que, después de tener que quedarse tiempo extra en el trabajo no tenía muchas ganas de cocinar. Aceptó la oferta y tomaron rumbo a uno de los restaurantes que le gustaba a Kim enfermero. Bien podían pedir el servicio a domicilio pero a los dos les pareció bien ir y conseguir todo por su cuenta, el lugar no estaba lejos así que no podían quejarse.

Todo marchaba perfectamente bien hasta que la mala suerte de YoonGi hizo de la suyas, y cuando ya llevaban las sodas y la pizza en mano, un tipo mal vestido se atravesó en su camino. No fue difícil reconocer a Jung HoSeok sonriendo al mirarlos, el verdadero reto fue fingir que simplemente no lo conocía pues YoonGi no quería darle una mala imagen a su amigo y viejo cuidador.

-¿Alguno tiene un cigarrillo de sobra? -preguntó aquel tipo con pintas de ser un vago más de la calle.

TaeHyung no lo alejó pero si dejó de sonreír de la forma que era habitual, en cambio su rostro lucía tenso.

-No fumamos amigo, una disculpa.

-Que pena, en ese caso tal vez puedan darme un par de wones para conseguir algo por ahí.

-No tengo suficiente cambió, de nuevo, perdoname.

-¿Qué tal tu amigo? -respondió, mirándolo a él.

YoonGi realmente se sintió capaz de detestar a Jung HoSeok con todas sus fuerzas pero su voluntad aún era demasiado débil como para tan grande tarea. Agachó la mirada y rebusco en su bolsillo los pocos billetes que llevaba. TaeHyung quiso detenerlo, diciéndole que no era necesario, sin darse cuenta de la presión que ese joven delgado ejercía sobre él tan solo de observarlo. YoonGi no podía explicarle así que solo sonrió para tranquilizarlo, susurrando que no le molestaba darle un poco de dinero a ese «desconocido».

Dejó el par de billetes arrugados en la mano de HoSeok y este agradeció su «desinteresada amabilidad». Luego dijo adiós y se marchó. YoonGi pudo respirar tranquilamente una vez más, por completo aliviado de que TaeHyung no se diera cuenta y volviera a sonreír para él como normalmente lo hacía. Sí, todo estaba bien y Jung HoSeok no iba a poder arruinarlo de nuevo.

...

Era obvio que tarde o temprano tendría que responderle a su hermana si no quería que la situación se volviera aún más incómoda. Así que ahí estaba él, aún en el auto escuchando los regaños de su hermana desde hacía diez minutos, tiempo en el cuál él prácticamente no había hablado.

-Realmente no comprendo tu actitud... ¿dejarla plantada a media cita? Eso fue muy bajo de tu parte.

Finalmente su dongsaeng dejó de hablar y NamJoon aprovechó aquella oportunidad.

-GeongMi, intenté decírtelo de varias formas. Moon ByulYi no me gusta, no me veo saliendo con ella, no la quiero.

-¿Cuál es tu plan en ese caso? Tienes treinta años, mis padres tenían tu edad al casarse y un par de años más cuando naciste. No puedes decepcionar a mis padres de esa forma, no después de todo el sacrificio que han hecho por educarte.

-GeongMi, sé que es difícil para ti toda esta situación porque eres mi hermana y claramente te preocupas por mi. Y no quiero que me malinterpretes, de verdad agradezco tu ayuda pero ya es suficiente, de hoy en adelante me voy a encargar de mis propios asuntos, cuándo me caso y con quién lo hago, son cuestiones que me competen solo a mi, así que mantente al margen de mi vida privada, por favor.

-Pero...

-Es en serio, detente. Y no necesitas llamar a papá o mamá para hacerme entrar en razón, si eres una buena hija deja de preocuparlos con estas tonterias. Yo arreglaré mis asuntos en su debido momento y no antes. Así que deja de llamar. Cuídate y adiós.

Kim NamJoon colgó y vaya que eso fue increíblemente liberador. ¿Aún le preocupaba el asunto del matrimonio? Por supuesto, sabía que sus padres en cualquier instante buscarían la oportunidad para presionarlo. Pero por ahora, con su hermana echa de lado, podía respirar tranquilo por al menos unas semanas. Eso era mejor que seguirla aguantando. Con el tiempo, NamJoon estaba seguro de que podría encontrar alguna buena excusa para deshacerse de mamá y papá por otro par de años, solo debía ser cuidadoso y muy ingenioso con ello. Ah, pero esas eran preocupaciones de NamJoon del futuro.

Así que satisfecho, bajó del auto y fue directo a casa, ignorando por completo el pequeño cosquilleo que crecía en su estómago con cada paso que lo hacía estar más cerca de YoonGi. ¿Qué le diría? ¿Cómo debía actuar? Cristo, era como estar de vuelta en la escuela media, era emocionante.

Entró a casa, se quitó los zapatos y caminó decidido a darle la cara a YoonGi. Para su sorpresa el rostro que se encontró no fue el del joven pálido sino el de Kim TaeHyung, que miraba la tele sentado en el suelo recargado contra el sofá. Este le dió la bienvenida.

-¿Qué haces aquí? -preguntó de inmediato, empezando a mirar a su alrededor-. ¿Dónde está YoonGi?

-Aquí -dijo YoonGi.

El pelinegro iba saliendo del cuarto de servicio y consigo llevaba un canasto lleno de ropa. En específico, la ropa de NamJoon. Su respiración se entrecortó ligeramente al verlo.

-Hola -dijo NamJoon como un idiota.

YoonGi le miró extrañado y seguramente TaeHyung también. El primero lo ignoró y se fue a la habitación para dejar la ropa.

-¿Hola? -preguntó TaeHyung con tono burlón.

NamJoon le lanzó una mirada de advertencia. El castaño alzó las manos en señal de tregua. Cuando YoonGi volvió dijo que había pizza para cenar. Según los más jóvenes le contaron, la idea había sido del enfermero y que YoonGi estuvo de acuerdo por haber tenido un día pesado en el trabajo. La verdad es que NamJoon a veces si notaba que YoonGi tenía días difíciles en el trabajo, se veía por sus expresiones pero aunque quería decirle que no era necesario que siguiera yendo sabía que aquel no lo escucharía y permanecería excusándose detrás del pretexto de su deuda.

YoonGi y TaeHyung lucían bastante sueltos con su conversación, hablando sobre sus trabajos y sus vidas. Por un segundo, esa comodidad que tenían ellos dos, le hizo sospechar que tal vez, y solo tal vez, YoonGi podría haberle contado sobre lo de la noche anterior. En realidad no tenía fundamento sólido de ello pero la sola idea de que alguien más lo supiera le aterro más de lo que es posible expresar en palabras. ¿Y si TaeHyung le contaba a alguien?

Le dió vueltas al asunto un buen rato, ni siquiera le probó sabor a la comida y se pasó cada rebanada de pizza casi por obligación que por gusto. Creyó que nadie notaría su ausencia pero no fue así, TaeHyung era demasiado sensible para ese tipo de cosas.

-¿Estas bien? -preguntó el enfermero ya terminada la comida.

NamJoon lo miró confundido antes de asentir y sonreír.

-Sí, solo estoy un poco cansado. Hoy tuve varios pacientes y dos cirugías menores.

-Ya veo -respondió con suave voz-. En ese caso es mejor que me vaya, solo quería saludarlos y ver que estuvieran bien.

YoonGi recogió los platos y tiró la basura, NamJoon en cambio acompañó al joven Kim a la puerta. Este pareció fijarse en que YoonGi no estuviera cerca y cuando estuvo seguro atrajó a NamJoon para hablarle en voz baja.

-Hoy nos encontramos con un tipo extraño. Creo que YoonGi lo conoce.

NamJoon lo escuchó interesado y le preguntó el aspecto de ese hombre. La descripción era demasiado cercana a ese idiota, el viejo amigo de YoonGi.

-Sé quien es.

-Pues YoonGi fingió no conocerlo. Creí que debías saberlo, para estar alerta.

Sí, él también pensó lo mismo. Le agradeció a TaeHyung el gesto y le despidió con normalidad. Fue allí que se dió cuenta de dos cosas, en primera, YoonGi definitivamente no le había contado nada de su noche juntos a TaeHyung y dos, tal vez YoonGi ni siquiera le tenía tanta confianza a TaeHyung como él pensaba o de otro modo no habría fingido no conocer a ese tipo frente a él. Quizá YoonGi tenía algún problema con mentir. De pronto NamJoon no supo si eso era bueno o malo. Sin embargo si supo una cosa y es que debía prestar mayor atención a YoonGi por su propio bien.

Pensó en hablar con YoonGi antes que hacer cualquier otra cosa pero se presentó una oportunidad sin igual cuando el pelinegro le dijo que bajaría a clasificar la basura de la semana. NamJoon le dijo que estaba bien y que él estaría en su oficina revisando algunos expedientes. No tuvo que esperar mucho, apenas YoonGi salió del apartamento, NamJoon se puso manos a la obra.

Se dirigió a la habitación de YoonGi y de allí directo a su ropa. Revisó los bolsillos de pantalones y chaquetas, los calcetines e incluso los calzoncillos. Buscó dentro de los zapatos y debajo de la cama también, lo más que encontró allí fueron las pilas y pilas de mangas perfectamente ordenados. Los mangas que él le había regalado. Por Dios, ¿qué estaba haciendo? Ya había prometido que confiaría en él y de todas formas allí estaba, husmeando sus cosas. Contempló la idea de parar pero aún había una cosa más cuyo interior aún no examinaba. El cajón de la mesita de noche.
Allí fue esperando no encontrar nada y aunque sí encontró algo no era precisamente lo que esperaba. Con ambas manos sostuvo los papeles legales de YoonGi, esos que se suponía no tenía con él porque había dejado en el lugar donde vivía antes de llegar con él. En ese momento escuchó la puerta de la entrada cerrándose y a los pocos segundos Min YoonGi apareció en el marco de su habitación, viéndose sorprendido mientras estudiaba el poco desorden que había hecho.

-Revisaste mis cosas -afirmó con molestia.

-¿Quién te dio esto? -le preguntó con hosquedad pero intentando controlar su enojo.

YoonGi no respondió por un rato y NamJoon insistió, esta vez más severo.

-Jung HoSeok -contestó YoonGi con la mandíbula tensa y NamJoon preguntó el momento-. Él apareció ayer afuera de mi trabajo, dijo que ya no necesitaba cuidarlos por mi.

Bien, eso sonaba creíble.

-¿Solo eso?

-Solo eso.

Aquello también le pareció creíble y NamJoon quiso creerle. Suspiró y puso los papeles sobre la cama, sentándose al mismo tiempo. Podía sentir la mirada de YoonGi sobre él, todavía enojado. Eso le calentó la sangre.

-¿Qué? -preguntó.

-Prometiste confiar en mí.

-Sí, pero en el trato estaba implícito que tú confiarías en mí y no lo hiciste, así que no me disculpare esta vez.

-No hubo ningún trato de absolutamente ningún tipo, no tienes derecho a husmear por ahí como si fuera un delincuente que te está robando.

-Tengo todo el maldito derecho.

-¿Por qué? -exclamó- ¿Por qué me secuestraste, porqué me salvaste el pellejo, o porqué follamos? ¿Cuál de esas malditas cosas te hizo tener derecho sobre mi?

NamJoon se guardo sus palabras un momento, molesto con YoonGi por ser un idiota pero aún más molesto con él por empezar a sentirse de esa manera. Desequilibrado, enloqueciendo.

-¿Qué no puedes ver que me preocupo por tí?

-¿Realmente esperas que me trague eso? Las personas como tú no se preocupan por las personas como yo. Usted doctor lo que necesita es tener el control sobre las demás personas, por eso sigue vigilándome y no deja que me largue de una buena vez.

Esa última frase lo puso sobre alerta, y asustado se puso de pie, si YoonGi intentaba huir él correría detrás suyo.

-¿Irte? Tú mismo lo has dicho, no tienes a dónde ir, no podría dejar que te fueras por mucho que insistieras en hacerlo.

-Eso no lo detuvo la primera vez.

-Ahora es diferente.

-¿Qué mierda es diferente? -increpó el pelinegro, dando un paso hacia él.

-No lo sé -respondió con voz baja.

-¿Qué es?

-¡No lo sé!

Ambos callaron abruptamente, respirando agitados. Los ojos de NamJoon se cristalizaron por el enojo y YoonGi se quedó observándolo a una distancia prudente, palitieso. NamJoon tomó asiento de nuevo y apoyó su rostro en ambas manos.

¿Por qué lo hacía? ¿Por qué se preocupaba por YoonGi? Era una muy buena pregunta, una que nunca se había planteado y a la cual no podía encontrarle respuesta lógica. ¿Pero de verdad no conocía la respuesta? Sí, NamJoon estaba engañándose. Claro que sabía, solo no quería aceptarlo en voz alta y así exponer lo que según creía sería su mayor debilidad.

-Debo haberme vuelto loco -murmuró, alzando la vista.

-¿Qué cosa?

-Tal vez es que simplemente me gustas.

Esa fue la mayor de sus confesiones, una que jamás creyó decir para otro hombre. A YoonGi le divirtió eso, pues río con acidez.

-¿Y tu supuesta heterosexualidad?

NamJoon también se lo preguntaba. No respondió, simplemente no podía, no sabía cómo. Si YoonGi estaba confundido sobre eso, él lo estaba diez veces más. El pelinegro no insistió, se rascó la sien y luego lo miró con detenimiento. NamJoon esperó a que este dijera cualquier cosa, lo que fuera necesario para romper con ese aire espeso.

El silencio en la habitación se prolongó más allá de los deseable, ambos seguían mirándose. YoonGi pareció tranquilizarse después de varios minutos. NamJoon lo notó pensativo, casi dudoso. Continuó esperando.

-Supongo que también me gustas -dijo YoonGi al fin.

Su corazón comenzó a latir con rapidez. ¿Esa era una buena noticia? ¿Era lo que esperaba escuchar?

-¿De qué forma? -lo cuestionó.

-¿Hay más de una forma?

NamJoon sonrió.

-Contigo, sospecho que sí.

YoonGi imitó el gesto, los dos mirándose atentamente. Entonces aquel caminó hacia él, tomó los papeles y los apartó, luego se apoyó en sus hombros y acomodándose con una pierna a cada uno de sus costados, se sentó sobre él. Se inclinó y lo besó, profunda y lentamente.

-De esta manera, Kim Doctor -susurró.

Aquello fue demasiado juguetón por parte de YoonGi y eso le encantó a NamJoon. Lo tomó de la cintura y aún besándolo, murmuró:

-Deja de llamarme así, Min Paciente.

Ambos rieron, bajo y gutural.

-NamJoon -susurró YoonGi con su aliento cálido y sensual.

-YoonGi.

Próxima actualización, capítulo quince - 22/04/2022

🦄🍬 Ya se viene el final de temporada, oh siiiii...

Siento que no duró mucho esta primera parte pero estoy satisfecha con el resultado.

¿Ustedes que opinan? 🍬🦄

Continue Reading

You'll Also Like

536K 64.2K 77
-¡¿Cómo te atreves a dejarme así?! -yo, uhmm.. ¿perdón? -¡Que perdón ni que nada!¡Penetrame! -¿qué? -Namjoon, Penetrame ¡ahora! ___ Donde Jin, cuyo p...
55.2K 8.3K 41
Yoongi odiaba las flores especialmente los girasoles, pero su flor favorita tenía de nombre Hoseok. ×Historia paralela de "Sunflower"×
11.2K 511 35
Emilia Black, sangre pura, se ve atrapada por dos amores, dos slytherins dispuestos a darlo todo por ella ¿con quien se quedara?
19.5K 3.8K 21
Kim TaeHyung siempre recurre a sus importantes listas de pasos para realizar cualquier tarea. Pero alguien ha osado dudar de su más reciente creació...