─UN SECRETO─
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Esto era muy cansado.
Al parecer muchos de aquí son tipo sensorial, así que me concentraba en esconder mi chakra y rezaba porqué el sujeto del Byakugan no ampliará el rango de su ojos y me encontrará.
Por otro lado, estaba usando el Byakugan para observar lo que sucedía con Sasuke, quien estaba peleando contra el Raikage. Al final, Gaara se interpuso y hablaron de algunas cosas que no lo llevó a nada, pues todos sincronizarón sus ataques para ir contra el Uchiha.
Sin embargo, Sasuke contaba con una defensa mejor que la de Gaara.
Lo que estaba buscando el azabache se encontraba en esta sala, y fue en pocos minutos que descubrí que Danzo era su prioridad.
Danzo aprovechó la oportunidad para escapar, así que tenía que moverme, aunque me hubiera gustado quedarme y ver qué tanto más sucedía.
──¡Yo voy tras Danzo!
Al parecer el sujeto de Kirigakure no se iba a quedar de brazos cruzados y comenzó a perseguir al representante de Konoha. Así que con sigilo y distancia, emprendí mi camino.
De cierta forma, sabía que él ya me había visto, pero él parecía saber que no estaba infiltrada para cuidar de Danzo, más bien para vigilarlo.
Sea cierto o no, me evitaba problemas.
No tenía palabras.
Al principio, apareció el Akatsuki de la máscara frente a Danzo, mismo que comenzó a deshacerse el sello en su brazo dejando ver los sharingan.
El Akatsuki terminó absorbiendo a la escolta de Danzo mientras observaba como Uchiha Sasuke combatía contra el "Hokage" mientras "hablaban" sobre lo que él le hizo a Itachi.
Mejor dicho, lo que hizo para que Itachi no tuviera otra opción más que masacrar a su propia familia solo por el bien de la aldea.
Era una verdad muy triste y me da coraje, porqué no hay día que no escuche a la mayoría de las personas decir que les alegraba la muerte de aquella persona que eliminó a su propio clan.
Y me da más coraje, que nadie conozca la verdad y que lamentablemente... nadie lo hará.
──Una verdad muy dolorosa, ¿no?
Me tense al escuchar una voz a mi espalda. Giré mi cuerpo dando una voltereta hacía atrás retrocediendo de su presencia. Levanté mi rostro mirando al Akatsuki sentado en una columna mientras observaba la pelea de esos dos.
──Tú. ─fruncí mi ceño al recordar al hombre que asesinó a mi maestro.
Respiré profundamente para olvidar cualquier rastro de deseo de venganza, no quería caer en un hoyo profundo y mandar todo a la mierda nuevamente. Para no alejarme de nuevo, mi mente no tenía que envenenarse con la oscuridad.
──¿Cuánto tiempo sin verte, Yumei? ─su voz no era la infantil, era una voz más madura que por una extraña razón le quedaba bien.
Ahora recordaba que él era Uchiha Madara.
──Así que tú eres... Uchiha Madara. ─ladeé mi cabeza, tenía una mejor versión de él en mi cabeza. ──. Para leer mucho sobre ti, te imaginaba mejor.
Él soltó una ligera risa ronca.
──No estoy en mis mejores días. ─aclaró. ──. Tal vez después lo verás.
No dije nada con respecto a eso, aunque me intrigaba.
──¿Qué es lo que quieres? ─pregunté con mi guardia arriba, buscando algún indició de que no estuviera solo.
──Estaba comenzando aburrirme estar solo y pensé que tú también. ─recargo su rostro en la palma de su mano. ──. Por si lo preguntas, no tengo intenciones de atacarte.
──La última vez no parecía lo mismo. ─le recordé.
──Oh, sí. Fue culpa mía. ─soltó sin parecer sarcasmo. ──. Pero ahora tengo planes mejores para ti en un futuro.
──¿Planes?
──Lo que ansias desde hace años me beneficia mucho. ─aclaró.
──¿Y eso sería?
──La muerte de Suki.
Suki. Claro que no olvido lo que hizo. Se que dije que la venganza no estaba en mis planes, pero con ella sentía que no tenía opción. Sabía que morir era una forma rápida de hacerlo y no iba a sufrir, pero no quería que viviera lo que Kenzo no pudo vivir.
No lo merecía.
──¿Creí que la familia es la última que te traiciona? No me digas que ya se acabó el amor a tu supuesta sobrina. ─ladeé mi cabeza, intentando encajar la relación entre ellos.
──Ella no es nada mío. Sólo la tengo a mi lado porqué me gusta abastecerme de buenos ojos.
──Sí, creo que lo he notado. ─señalé con mi cabeza a Sasuke.
──¿Por qué no te relajas y disfrutas del espectáculo? ─sugirió prestando toda su atención a la pelea. ──. No crees que el Susanoo de Sasuke es intrigante.
Miré detalladamente la defensa que cubría al azabache, su color no me gustaba.
──Sí fuera rojo o azul sería perfecto. ─sentí su mirada en mí. ──. Tal vez verde quería mejor. ─no era mentira saber que el verde era mi color.
──Oh, eso suena bien.
La batalla se prolongó y Danzo sacaba muchas as de la manga dándole una buena pelea a Sasuke. Madara me explicó un poco sobre la técnica "Izanagi" qué él usaba con el chico. Aún así, para ser un simple adolescente, le estaba dando muchos problemas al vejete. La joven que acompaña a Sasuke me daba la sensación de haberla visto antes y más cuando Sasuke mordía su brazo para curar sus heridas.
Tenía ventaja y desventaja para que Sasuke la haya escogido. La ventaja es que podía curar sus heridas y la desventaja es que al ser "débil" Danzo la tomó de rehén para que Sasuke no le hiciera daño.
Sin embargo, Sasuke atravesó a ambos.
──Eso es lo que quería ver. ─murmuró el hombre a mi lado.
No sabía que el Uchiha cambio tanto desde la última vez que lo vi y eso fue cuando estaba comprando tomates para cocinar algo. Ese día me dio gracia que el Uchiha comprará dos kilos de tomates.
──Hermano... uno menos. ─gracias al viento, escuche el murmullo del azabache.
Siento que sí Kenzo hubiera visto esa escena, le hubiera dado un infarto por haber herido a una mujer.
Danzo intentó huir, pero en el camino se interpuso Madara -aún me costaba pensar que era él- lo qué buscaba era el ojo de Shisui.
──¡Por el bien del mundo ninja... por el bien de Konoha! ─gritó Danzo abriendo la tela de su pecho mostrando unos sellos ──. ¡No los dejaré sobrevivir!
Tinta negra salió de su cuerpo por todas partes hasta que de un momento a otro, pulverizó todo de un gran radio. Tanto Madara como Sasuke habían retrocedido, tuve suerte de estar lo suficientemente lejos para no verme afectada por eso.
Suspiré.
Ya no había Hokage.
──Mi tiempo aquí termina. ─murmuré sintiendo el viento golpear mi cabello. ──. Mi misión se termina.
Lo que sucediera ahora no es de mi interés, por el momento, Sasuke no está en mis planes y aunque quisiera, no tengo el poder de vencer a Uchiha Madara, si es que realmente lo es.
Además, no veía a ninguno cerca.
Sin prestar mucha atención alrededor, emprendí mi camino de regreso a la aldea. Ya estaba por pasar una semana y le prometí al Nara regresar en ese tiempo.
Sí sucede algo, ya me enteraré.
Me movía de un lado a otro arrullando al pequeño Kenzo que dormía entre mis brazos. Kata estaba un poco cansada, así que me ofrecí a ayudarla a cuidar de él mientras descansaba un poco.
El día estaba tranquilo.
La noticia más reciente es sobre la muerte de Danzo. Lo que había escuchado, fue que el equipo 7 se reunió ese día y tuvieron un fuerte encuentro con Sasuke. También se anunció que han declarado la 4ta Guerra Shinobi y la Alianza Shinobi será liderada por el Raikage, pues Uchiha Madara exigió al Hachibi y el Kyubi para su plan. Aparte que el Hatake será el nuevo Hokage.
Lo sé, muchas cosas están por pasar.
Cuando llegue de mi "misión", Shikamaru me esperaba en la puerta y me llevó con su padre. Les conté todo lo que pasó en la cumbre, sobre la pelea contra Sasuke y posteriormente, la muerte de Danzo. Shikaku me dijo que tenía que guardar la información, pues sí los consejeros se enterarán de que me infiltre y seguí a Danzo, pueden tomarme como traidora por no defender al Hokage de un renegado.
Por otro lado, estaba aquella plática que tuvimos todos nosotros con el tema de Sasuke, Naruto nos dejó a todos callados cuando dijo que le dejaramos al Uchiha a él, que se haría cargo él solo. No pudimos decirle nada, pues Naruto estaba muy determinado y el problema era solo de ellos.
Casi como mi asunto con Suki.
El sonido de la puerta me sacó de mi mundo de pensamientos. Con Kenzo en manos, abrí la puerta encontrando al Nara con una canasta, se sorprendió al ver al pequeño.
──Veo que tienes compañía. ─miró al pelirrojo.
──Sí, lo cuido mientras Kata descansa un poco. ─comente. ──. ¿Quieres pasar?
──Bueno, traje comida y estaba pensando en ir a comer fuera. ─miró a otro lado con leve vergüenza. ──. Pero veo que estás ocupada.
Sonreí de medio lado.
──Podemos comer afuera en las escaleras, Kenzo está dormido, así que no veo el problema. ─ofrecí mi solución.
──Eso suena mejor.
Salimos de casa tomando asiento en las escaleras, teníamos una buena sombra que nos cobijaba. Kenzo dormía mientras que el Nara me ofrecía un plato de takoyakis.
──Cuidar a un bebé sola debe ser complicado. ─sacó un tema de plática.
──Puede ser. ─me encogí de hombros. ──. Aunque estoy segura que yo podría cuidar hasta dos sin dificultad. ─no sé porqué infle mi pecho orgullosa.
Él alzó una ceja.
──Lo dudo. ─lo miré. ──. Un bebé no debería de ser solo tu responsabilidad, sino de tu esposo también. Así que lo normal sería cuidar se él entre los dos.
──Tienes razón, pero no olvides que mayormente es el hombre quien trabaja y casi no tiene tiempo para cuidar de sus hijos. ─le aclaré recordando a mi padre. ──. Así que cuando tenga un hijo cuidaré de él a tiempo completo y cuando sea mayor regresaré a ser un jounin activo.
Él soltó una leve risa.
──Qué fastidio. ─recargo su cabeza en mi hombro. ──. Me gustaría ver una pequeña con tus ojos.
──Tal vez algún día. ─acepte. ──. Pero sí sale con tu personalidad tan perezosa, habrá regaño doble.
Lo sentí temblar un poco.
──No prometo nada. ─le di un codazo. ──. Mientras no salga como tú, soy feliz.
──Qué estupidez. ─solté bufando mientras tomaba un takoyaki para comerlo.
Unos fuertes y apresurados pasos comenzaron a escucharse cada vez más y fue entonces que vimos a Kakashi junto a Gai saltar encima nuestro para seguir su carrera.
──¿Qué fue eso? ─preguntó el Nara.
──Seguramente Gai-sensei lo reto. ─suspiré pesadamente intentando ignorar eso. ──. No encuentro otra explicación.
──Sí que tienen energía.
Supongo que el sensei lo pidió antes de que el Hatake se convierta en el Hokage y tenga mil papeles encima. Por esa misma razón rechace la petición de los consejeros en ser el Hokage, sí hubiera aceptado, hubiera sido similar a Gaara.
Ser el Kazekage fue porqué su padre lo fue anteriormente y al ser su hijo podía heredar el cargo. Y así lo hizo, con poca edad ya era un Kage.
Necesitaban a alguien más capacitado.
La tarde iba pasando y nosotros seguiamos platicando de cualquier cosa. Kenzo se había levantado a comer, Kata me había dejado biberones con su leche así que no tuve problema con él.
──Se te da bien cuidar niños, ¿no? ─preguntó al verme darle suaves palmadas en su espalda para que eructe.
──Cuidaba a Konohamaru cuando era un recién nacido. ─conteste escuchando el eructo. ──. Kenzo es muy tranquilo a comparación con él.
──¿Puedo? ─extendió sus brazos pidiendo permiso para cargarlo.
──Claro. ─le di las indicaciones necesarias para que lo cargara.
Shikamaru las entendió de inmediato y poco a poco se fue acostumbrando al pequeño. Sonreí levemente al verlo mecer al pequeño que tenía sus grandes ojos posados en él, extrañado por que un desconocido lo cargaba.
──También te miras bien, Nara. ─comente limpiando el biberón.
──Se siente un poco raro.
Solté una leve risa. Al verlo tan concentrado decidí soltar un dato curioso.
──Te aconsejo que practiques, porqué quiero mellizos. ─palmeó su mejilla para darle un pequeño beso en ella.
Su cara se paralizó y pude sentir cómo pasó saliva.
──Eso no lo vi venir. ─lo escuche causando una pequeña risa.
Me gustaría saber que pasaría en unos cuantos años.
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