Fin de semana. Después de las investigaciones y tras la misión más reciente en Kamino, en U.A se optó por levantar algunas de las restricciones que había en cuanto a las salidas de los alumnos a los dormitorios por lo que ya no requerían de ser acompañados por un profesor. Sin preocupaciones en su haber por el momento algunos de los héroes y personal de U.A pudieron centrarse en descansar.
La lluvia nocturna había bajado la temperatura de la zona. Los rayos de sol apenas eran visibles en el horizonte, la luz aún no entraba por las ventanas del complejo de departamentos. Dentro de uno en especial, un bulto de sabanas comenzaba a moverse. Un fuerte sonido de alarma cercana a su cabeza había comenzado a sacar a Sora de su sueño. '¿Una Alarma? Pero esa no es la alarma que...' – ¡Aaahh! – Al descubrir su cabeza de las sabanas Sora se topó directamente con la cabeza de Wolf lo que hizo que la chica rápidamente se enderezara. Era él quien estaba emitiendo la alarma. - ¡¿Qué pasa? ¿Problemas?! – Preguntó la chica saltando de la cama haciendo lo posible por deshacerse de sus cobijas. – No – Sora rodeó la cama y tomó una espada que tenía preparada en su habitación con todo y funda. - ¡¿Algún enemigo intenta colarse?! – Sora se dirigió a la puerta principal del departamento donde hacía lo posible por colocarse sus botas. – No. – Respondió Wolf al acercarse lentamente a Sora. Tras conseguir ponerse sus botas retomó su espada - ¡¿Entonces que ocurre?! –
- Es hora de despertar. – Sora estaba por abrir la puerta del departamento cuando escuchó las palabras de su metálico compañero de cuarto deteniéndose en seco. - ¿Me estás diciendo que no pasa nada? –
- Es importante estar alerta de manera temprana. –
Sora se dio media vuelta lentamente, comenzó a quitarse las botas y se dispuso a caminar de vuelta a su habitación. Dejó la espada junto a la cama y levantó las cobijas. – Wolf, se que es importante que estemos alerta, pero creo que por lo menos hoy puedo... - Un bostezo interrumpió lo que Sora estaba diciendo. - ... Descansar, dormir un poco mas. Desperado no hará nada para exponerse más de lo que ya lo ha hecho hasta ahora. Se que tienen algunos de los registros que trajimos, pero aún así no se han precipitado en atacar o siquiera intervenir. – La chica acomodó de nuevo entre las cobijas y se recostó. – Incluso ayer que nos llevamos el Grad no pasó nada. Es como si les diera igual. –
- Eso no los hace menos peligrosos. – Respondió Wolf acercándose al borde de la cama. - O tal vez si. – Respondió Sora. – Cuando tuve el enfrentamiento con Khamsin fui capaz de bloquear sus ataques con una espada. Eso no había pasado antes, la hubiera partido al contacto. Tal vez las creaciones que hago combinando el mis quirks se hayan hecho mas fuertes de lo que ya eran. La próxima vez que vea a alguno de esos tipos estaré mejor preparada para enfrentarlos. –
- Tus índices de éxito aumentarán mientras mas preparada estés. Haber tenido un enfrentamiento en tus condiciones actuales habría sido un problema. –
- ¿Qué quieres decir? – Sora giró y se apoyó sobre uno de sus brazos para ver a Wolf directamente. – Desconozco si el material de tu pijama es el mismo que el de tu traje habitual de combate, pero por el estampado de conejos es posible deducir que no. – Sora levantó sus cobijas un poco y vio su pijama. Un pijama de 2 partes, aunque la parte superior era completamente blanca, la parte inferior era de un tono rosa pálido ciertamente cubierto por algunas figuras de conejos blancos en diferentes secciones. - ¿Acaso tienes algo contra los conejos? – Preguntó Sora. – Este pijama me gusta. La compré junto a la ropa que llevé a la entrevista de trabajo de U.A. Ahora si me permites... - Nuevamente un bostezo se hizo presente. - ... Dormiré un poco más. Si vas a despertarme por lo menos revisa que el sol ya haya salido. – Con eso ultimo Sora regresó a dormir. Pasaron algunas horas para que Wolf volviera a despertarla con la misma alarma. Esta vez a una hora razonable para ella. Wolf se preguntaba porqué estaba tan empeñada en descansar por lo que decidió preguntarle. La respuesta que obtuvo: "Día libre". Desde que salió de la enfermería Sora había estado bastante atareada ayudando en lo que podía con las investigaciones dentro de U.A, solo le restaba esperar los resultados de los estudios realizados al exoesqueleto de Khamsin y la información del recientemente obtenido Grad. También estaba el asunto con sus padres. Haberlos hecho pasar por esa situación la tenía emocionalmente fatigada y el día anterior con el estrés de tener que viajar con Present Mic era suficiente. No era el tipo de presión al que estaba acostumbrada.
- Bien, ahora solo falta el aceite y podré comenzar. – Después de un par más de minutos Sora estaba completamente despierta. - ¿Qué estás haciendo? – Preguntó Wolf al ver a Sora en la cocina. – Voy a preparar el desayuno. Un huevo revuelto. – Contestó la chica buscando lo que le faltaba para comenzar sin soltar la cuchara que usaría para preparar la comida. – Entendido. – Wolf se retiró de la cocina. Sora no le dio mucha importancia hasta que el equipo no tripulado regresó con un extintor. Los departamentos contaban con uno para casos de emergencia. - ¿Y eso? – Preguntó Sora algo desconcertada.
- Es para lo que intentes cocinar. –
- ¡Oye! ¿No crees que exageras? –
- ¿Olvidas los eventos ocurridos un mes antes del viaje? –
- Aún no he descubierto como es que ese cereal se prendió fuego de esa forma ¡Pero esto es diferente! He estado practicando estas últimas semanas. –
- Sora... -
- Me he vuelto bastante buena con la sartén y, no es por presumir, pero esta es mi especialidad. –
- Sora... -
- Inclusive la abuela me ha estado enseñando un poco, si estuviera ahora en casa podrías... - Rápidamente Wolf soltó el extintor y le arrebató la cuchara de la mano a la chica. - ¡Hey! ¿Qué pasa? Ya te dije que no hay de que preocuparse. –
- Yo puedo hacer la misma pregunta. Tu comportamiento ha cambiado en comparación a los datos almacenados antes de que reprogramaras mi memoria en este tiempo. Has presentado una flexibilidad considerable ante los hechos. Lo ocurrido esta mañana lo demuestra. –
- ¿Lo ocurrido esta mañana? – Sora tomó asiento en una silla cercana. - ¿Tan malo es querer estar tranquila durante un fin de semana? –
- No habías rechazado una alarma de alerta aún si no había peligro inmediato antes. No estamos en un periodo de vacaciones. No logro comprender el cambio en tus acciones. – La chica permaneció seria a la vez que despegaba la mirada del robot y la dirigía al sartén. Se veía pensativa, lo que despertó en medida la curiosidad de Wolf. – Lo sé... Lo sé... - Respondió después de soltar un suspiro. Su mirada bajó a la vez que regresaba la cabeza en dirección a Wolf. – Es solo que... Creo que esto del viaje en el tiempo me afectó un poco más de los que esperaba. Después de pasar los últimos años viviendo en barracas todo fue seriedad. Podía sentir como estaba ganando odio, no solo a todos los enemigos, si no también a la vida que llevaba. Cuando me enteré del plan, de lo que Nezu decía que podía pasar... comencé a cambiar los malos sentimientos por esperanza. Cuando dijo que podríamos recuperar a los que hemos perdido fue increíble, sonaba como un sueño. Después viajé y al estar aquí, ver todo tan pacifico, tan bonito, no me hace dejar de pensar en que podría cambiar todo aquello por una vida mas normal. Después de poco más de un mes aquí, de ver que mis padres y la abuela Inko siguen aquí, siento que tengo esos pensamientos al alcance de mis manos. En el fondo... en el fondo una parte de mí ve esto como una nueva vida. Por eso me esfuerzo por aprender a cocinar, por mejorar en mi trabajo en U.A. respecto a lo que enseño cuando en realidad solo repito lo que tu y Mei me han enseñado. También por saber de vuelta que es tener un fin de semana. Además, no se si te has dado cuenta, pero a menos de que tengas una maquina del tiempo entre tus mejoras estamos varados aquí. – Sora alzó nuevamente su mirada, devuelta a Wolf. – Pero ¿Sabes que? No me molesta estar aquí. Todo es mas pacifico y la gente que quiero está aquí y esta vez puedo hacer más para apoyarlos. Incluso dada la fecha en que llegué, su aniversario se acerca y siento que esta vez no lo pasaré mal puesto que ellos están aquí conmigo. Sabes, papá tenía intenciones de venir en fin de semana a visitar a la abuela, le ofrecí mi ayuda en caso de que tuviese que pedir que un profesor lo acompañe, pero retiraron esa norma precautiva porque las cosas se tranquilizaron. Lo malo es que la abuela dijo que saldría y llegaría ya sea hoy o mañana, por lo que su visita tal vez se posponga. Cuando dijo que saldría pude despedirme de ella, y al contrario que hace unos años no tengo que preocuparme por no volver a verla. Intento adaptarme, pero eso no cambia el hecho de que quiero evitar que todo lo malo que ocurrirá ocurra. Se que podremos cambiar lo que pase. Esta vez estoy aquí y si seré de ayuda. – Wolf se mantenía frente a Sora sin decir nada. Pasaron unos segundos y la chica se levantó de su lugar. – Lamento si te aburrí con todo eso, pero es lo que pienso. En un rato patrullaré... ó... veré si Nezu necesita ayuda. – Wolf se retiró de la cocina sin decir nada. Sora bajó de nuevo la mirada a la vez que buscaba en los cajones algún utensilio para remplazar la cuchara que usaría. Unos momentos después Wolf regresó nuevamente y le regresó la cuchara a Sora. – Agregar un toque de normalidad a tu vida hará que suba tu moral. Estadísticamente eso mejorará la calidad del trabajo que realices por lo que tus objetivos pueden verse realizados de mejor manera. –
- ¿Eso que significa? – Preguntó Sora algo extrañada. – Que buscar establecerse de manera normal aquí podría ser beneficioso. No tendrás que trabajar este fin de semana. – Sora estaba sorprendida ¿Wolf había captado lo que Sora quería? Ella estaba por preguntarle que cibermosca le había picado cuando este prosiguió. – Pero es no significa que no estarás ocupada. –
- ¿Qué? Pero acabas de decir que... -
- Realizando algunas comparaciones a los ejemplos de un estilo de vida común encontré algunos elementos que difieren en cuanto a tu situación. – Explicó el robot.
- ¿Cómo que? – Preguntó ella. – Por ejemplo, en palabras simples, la gente normal tiene mas de un cambio de ropa. – Wolf se acercó al refrigerador y abrió la puerta mostrando el interior. – Y comen más que solo huevos y jugo cuando están en sus casas. –
- No es mi culpa, se me está dando bien cocinar eso. – Respondió Sora haciendo un puchero. De inmediato se dio cuenta de la otra parte a lo que se refería Wolf. – Espera, ¿Revisaste el armario? –
- Lo hice. –
- Entonces ¿Porqué dices que todo es igual? – Sora dejó la cuchara en la cocina y fue directo al armario de la habitación para abrirlo de par en par. – Sigo en pijama por lo que toda la ropa debe estar aquí. –
- Fuera de el atuendo usado para tu entrevista y tu pijama, solo se encuentran copias de tu traje de combate. En el caso del primero mencionado, no parece haberse usado mas de una vez. – Dentro del armario se encontraban colgadas varias batas negras del mismo tipo, en los cajones algunos pantalones y blusas correspondientes a los que Sora usaba con su traje normalmente y, por su fuera poco, 3 pares de botas iguales. – Esta bien, creo que entiendo a donde quieres llegar. Tengo que darle un poco de variedad a esto. Eso y surtir de mejor manera mi despensa si me voy a quedar aquí... Es una manera curiosa de empezar, pero tengo una idea para resolver eso. Está decidido, el día de hoy toca hacer una visita al centro comercial. Tu quédate aquí y resguarda este lugar. –
- Un plan acertado. –
- ¡Genial! Solo ten cuidado de que alguien te vea. Los vecinos no saben que estás por aquí y no quiero que se asusten. –
- Entendido. –
Con un plan para comenzar su fin de semana, lo único que restaba por hacer era terminar de preparar su desayuno. Wolf no dudó en volver a tomar el extintor en caso de ser necesario y, por si acaso, tenía preparado en su sistema de comunicación una extensión a los números de emergencias. El centro comercial ubicado en el centro de Musutafu podía no ser el mas grande, pero estaba bastante completo. Fue la primera opción para conseguir las cosas que quería. Wolf le aconsejó a Sora en conseguir también un teléfono, además le dio un par de números que debía introducir en el aparato para poder comunicarse con el en una línea segura. Por lo tanto, lo primero que haría al llegar sería obtener el equipo.
- ¿Hola? Wolf ¿Me escuchas? –
<..Conexión establecida. Te escucho claramente..>
- Los códigos que me diste me enlazaron contigo directamente y proporcionaron un numero. ¿Solo debo guardarlo al colgar? –
<..Afirmativo. De esa manera no perderás tiempo en marcaciones ya que deberás poner los códigos de nuevo en caso de no guardar el contacto ¿Tuviste algún inconveniente al conseguir el dispositivo móvil?..>
- Ninguno. Utilicé mi licencia de héroe como identificación. Gracias a eso me enteré que mañana habría descuentos a héroes en telefonía. Pude haberlo comprado mañana. –
<..Ya habrá más oportunidades para disponer de promociones ocasionales. Estaré a la espera en caso de que necesites ayuda..>
- Claro, aunque todo parece estar tranquilo. Te llamaré cuando vaya de regreso. – Sora colgó la llamada y guardó el teléfono en uno de los bolsillos de su pantalón. 'Bien, ahora podré agregar a todos los que conozco en este tiempo a mis contactos. Me pregunto si papá podrá pasarme su tono de llamada de All Might...' Pensaba la chica mientras caminaba por los pasillos del centro comercial. Llevaba su traje habitual, pero había dejado sus armas en casa. No quería problemas al momento de entrar a las tiendas. Aún así en caso de ser necesario podía crearlas nuevamente. En el centro del lugar, la fuente del interior estaba rodeada por algunos locales de ropa. '¿Debería empezar por aquí?' Sora entró a uno de los locales junto al acceso principal del centro comercial, pasados unos segundos se dispuso a salir de allí. La ropa no era su fuerte, en parte una de las razones por las que solo tenía copias de su traje de combate. 'Mejor empiezo por la despensa, me tomará menos que revisar la ropa para...' – Ou, lo siento ¿Eh? – Justo al salir del local había impactado con alguien. - ¡Hey ten cuida... Oh... Sora-sensei, hola. –
- Hola, Jiro. Lo siento, no te vi. – Al salir Sora había chocado con Jiro quien ahora se encontraba ahora frente a ella. La joven parecía tener intenciones de entrar a la tienda. – Me sorprende que a ella no la viera. – Sora reconoció la voz, pero no la encontraba. – ¡Por aquí! – Un par de mangas se alzaban desde detrás de Jiro, entonces Sora lo entendió. – Vaya. Hola Hagakure ¿Qué hacen por aquí? – Preguntó Sora curiosa.
- Vinimos a pasar el rato Jiro, nuestra amiga Mina y yo, pero Mina se emocionó y nos dejó atrás. Pensamos que tal vez estaría en uno de estos locales. – Respondió la chica invisible.
- Entiendo, suerte buscando a su amiga. Debo hacer unas compras. Estaré cerca si necesitan algo. Diviértanse. – Sora estaba por despedirse cuando una alarma proveniente de uno de los locales de enfrente comenzó a sonar, un negocio de comida. - ¡Alto allí, deténgase! – Un sujeto vestido de negro llevaba una caja registradora en brazos mientras era perseguido por 3 guardias de seguridad del centro comercial. – Parece que hay problemas. –
– Creo que es mejor dejárselo a los oficiales, mientras ese sujeto no use su quirk no es necesario que los héroes intervengan. – Añadió Hagakure al comentario de Jiro. Sora escuchó a ambas y solo se limitó a observar. El sujeto estaba siendo alcanzado por los policías. Debió haberse sentido tan presionado que soltó la caja registradora y se volteó hacia los oficiales. Sus brazos cambiaron de forma a un par de cilindros amarillos. Esto hizo que los 3 hombres se detuvieran en seco. - ¡No den un paso má... - El ladrón no pudo terminar lo que estaba diciendo debido a que fue derribado por un derechazo de Sora quien se lanzó al sujeto al ver que activó su quirk. Los 3 policías se acercaron al hombre y lo esposaron. – Oigan – Uno de los oficiales sujetaba los brazos del ladrón y comenzó a llevárselo. – Los brazos de este tipo son de esponja, están suavecitos. –
- Debió tratar de ganar tiempo o intimidarnos. Sea como sea gracias ¿Eres una heroína? – Otro de los oficiales preguntó. Sora asintió y mostró su licencia. - ¿Sora? Debes ser nueva por aquí. Buen trabajo. – El oficial estaba por estrechar la mano de Sora cuando el sujeto que llevaban arrestado comenzó a reír. Los otros dos oficiales, extrañados, lo detuvieron y lo interrogaron. Sora y el tercer oficial se acercaron al policía que no lo estaba sujetando. – Señor, parece que este sujeto solo es una distracción, dice que sus planes están yendo bien. – El tercer oficial, quien parecía tener un rango mas alto que los otros 2, se acercó al detenido. – Tú, habla. ¿Qué es todo eso de "plan"? – Preguntó de forma seria hacia el sujeto.
- Yo solo soy la carnada. Mis colegas deben estarse fugando ya con los diamantes. – El ladrón se sorprendió a sí mismo y se puso nervioso. Había hablado de más. - ¿Colegas? ¿Cuántos más hay de tu grupo? – Preguntó el oficial de mayor rango. El ladrón no respondía. Sora se acercó un poco más a los oficiales. – Si está hablando de diamantes entonces debe hablar de las joyerías que hay en el centro comercial. Hay que revisarlas. Yo me quedaré con nuestro prisionero para ver si puedo sacar mas información. –
- ¡Si señor! – Respondieron ambos policías restantes. – Sora – El oficial llamó la atención de la chica. – Mis hombres podrían necesitar una mano si alguno de los compañeros de este tipo usa su quirk ¿Puedes apoyarlos? –
- De acuerdo. – Respondió ella sin dudar. 'Creo que las compras tendrán que esperar.' - ¡Sensei! – Jiro y Hagakure se acercaron rápidamente a Sora. - ¿Hay problemas, Sensei? – Preguntó Hagakure. – Al parecer hay algunos asaltantes en el centro comercial. Iré a apoyar a los policías. Ustedes busquen a su amiga, es mejor que estén las 3 juntas. –
- ¡Sí! – Ambas jóvenes contestaron. Sora y los oficiales comenzaron a moverse, pero a Sora se le ocurrió algo de último momento por lo que regresó con ellas. – Chicas, tomen. – Sora le entregó a Hagakure un sobre de una compañía de teléfono con un numero anotado. – Este es mi numero, si me necesitan llamen. Y chicas... - Ambas estaban con sus teléfonos afuera anotando el numero de su sensei cuando escucharon nuevamente a Sora -... Si tienen sus licencias provisionales a mano, entonces tienen permiso de utilizar sus quirks en caso de ser necesario. – Eso era algo que Aizawa le había comentado a Sora. Ya que los profesores tendrían que acompañar a los alumnos que querían salir. Este le dijo que como docente tenía la facultad de permitir el uso de los quirks de los estudiantes fuera de U.A siempre que ella se hiciera responsable de ellos. Conocía a ambas chicas y dado que tenían que encontrar a una más decidió que era mejor que pudieran defenderse de ser necesario. Ambas chicas asintieron y Sora comenzó a correr para alcanzar a ambos oficiales lo que no le tomó mucho gracias al One for All. – Ustedes dos. El oficial de allá dijo "Joyerías" ¿De cuantas estamos hablando? – Preguntó Sora a los oficiales mientras corrían. – Hay 2 – Contestó uno de ellos. – Una está en el otro extremo de la tienda. La más cercana está justo sobre nosotros, pero hay que llegar a las escaleeeeaaahh... - Sora tomó a ambos policías del brazo y de un salto llegó hasta el segundo piso del centro comercial aterrizando justo en la entrada de la primera joyería. Justo a tiempo para bloquear el paso de un tipo vestido de la misma manera que el ladrón atrapado previamente. En sus manos había varios collares y anillos con diamantes incrustados. Al ver a los policías este se quedó paralizado. Los oficiales intentaron acercarse, pero al ver esto el ladrón cerró los ojos al mismo tiempo que una burbuja transparente se formaba alrededor de este. Esta acción detuvo a los oficiales. Sora se acercó lentamente a la burbuja y la tocó con uno de sus dedos. Esta al instante se reventó como lo haría una burbuja de jabón cualquiera. Al no ver amenaza directa los oficiales procedieron a su captura. – ¡Yo detengo a este y lo llevaré con el jefe, ustedes vayan a la otra joyería! – Dijo uno de los oficiales mientras esposaba al ladrón. - ¿La otra joyería está en esta planta? – Preguntó Sora al oficial restante. – Se encuentra en la planta de abajo. ¡E..Espera! ¡Otra vez noooo! – Nuevamente el oficial fue jalado por Sora, pero esta vez para saltar desde el segundo piso y de esa manera no perder tiempo. - ¡P..por lo menos avisa antes de hacer eso de nuevo! – Reclamó el oficial.
- Lo siento, ahora andando. – Sora y el oficial comenzaron a correr hasta el otro extremo del centro comercial. <..Aquí Guardia 1 ¿Alguien me recibe? Cambio..> La radio del oficial que acompañaba a Sora comenzó a sonar. Podía escucharse la voz del policía que se había quedado junto a la fuente. <..Nuestro ladrón acaba de hablar, dice que solo hay 2 más con él. No es información confiable así que estén atentos. Ya se sellaron las salidas laterales, solo pueden salir por las entradas principales junto a la fuente..>
- Recibido. – Contestó el policía. – Mira, allí adelante. – Sora llamo la atención del hombre. El tercer ladrón se encontraba corriendo justo hacia ellos tratando de buscar una salida. El ladrón se detuvo de golpe al darse cuenta de sus perseguidores. Sora y el policía ni siquiera se habían acercado cuando el hombre cayó de espaldas, como si sus rodillas se hubieran doblado súbitamente. – No otra vez. – Decía el ladrón en el suelo mientras el oficial y Sora se acercaban a él. - ¿Qué le sucedió a este sujeto? – Preguntó el oficial. Sora se acercó a este y tocó una de sus rodillas. – Son como liquido, pero si las tocas se hacen solidas. Algo parecido a los fluidos no newtonianos, pero en sus rodillas. Debió caerse cuando se detuvo. Dejó de aplicar fuerza. – El oficial esposó al sujeto y lo ayudó a levantarse. Entre ambos llevaron al ladrón con los demás hasta el lugar donde se encontraba el jefe del par de guardias. Varias personas estaban reunidas en esa sección del centro comercial viendo de forma curiosa los acontecimientos. Tomando fotografías, algunos tomando videos y algunos más preguntándose quién era la heroína que acompañaba a los oficiales. – Buen trabajo a los 3. –Decía el oficial de mayor rango. Tenían a los 3 asaltantes esposados junto a la fuente.
- ¿Quiénes son estos sujetos? Son ladrones, pero sus quirks no son muy buenos para esto. Por lo menos esperarías que trajeran armas consigo. – Preguntó Sora a los oficiales. – Es gente que debe estar muy desesperada como para aceptar formar parte de algo así. – Respondió el oficial de mayor rango.
– Sora-sensei. – Jiro y Hagakure llegaron hasta donde se encontraban estos. – No pudimos encontrar a Mina. No contesta su teléfono y no pude localizarla con mi quirk. - Decía Jiro a la vez que levantaba sus auxiliares. – Acabamos de arrestar a los asaltantes, debería ser seguro ahora. Las ayudaré a buscarla. –
- Eso no será necesario, sensei ¡Mire! – Hagakure apuntó en dirección a una de las entradas. Sora, Jiro y los oficiales voltearon a ver a un cuarto hombre vestido de negro con un arma de fuego en su mano derecha apuntando a Mina quien era sujetada por el mismo con el otro brazo siendo su boca tapada por la mano del hombre. Este se estaba acercando lentamente a la fuente. - ¡Ustedes! Cerdos ¡Liberen a esos 3 de allí! – Gritó mientras se acercaba. Los oficiales estaban por sacar sus armas, pero el 4to ladrón puso su arma directamente sobre la cabeza de Mina. Se veía como Mina se esforzaba por mantener la calma. – No se muevan, bajen sus armas ¡Ya! – Los oficiales hicieron caso y bajaron sus armas despacio. Sora activó el One for All y trató de acercarse. El ladrón cambió el agarre y soltó la boca de Mina. Seguía sujetándola por los hombros con su brazo sin dejar de apuntar el arma a su cabeza, pero su mano izquierda ahora estaba libre. Su mano entonces comenzó a brillar despidiendo un aura azul oscuro apuntando a Sora. Ella inmediatamente detuvo su avance quedando frente al par separada de ellos por unos cuantos metros. – Tú, héroe, no te muevas. –
- Déjala ir, no cometas una estupidez. – Respondió Sora desde su lugar. – Tú y esos policías de allí debieron haber pensado eso antes de capturar a todos mis socios. – La gente se estaba apartando, manteniéndose al margen del conflicto. Algunos valientes, o imprudentes, se quedaron para grabar la situacion o presenciar el desenlace. Jiro y Hagakure estaban acercándose a Sora, pero esta las detuvo al darse cuenta haciendo una señal con sus manos. – ¡Mina, aguanta un poco más, te sacaremos de allí! – Gritaba Hagakure a su amiga. Mina solo asintió. En su posición y sin saber lo que el quirk de ese hombre podía hacer era peligroso intentar cualquier cosa. – Esto es lo que haremos... – Decía el hombre a la vez que apuntaba su mano a Sora y el arma directo a la cabeza de Mina sin despegarla. – Pude ver lo que hacías con esos oficiales, se ve que tienes un quirk de fuerza, así que tú vas a sacarnos de aquí. Tomarás a mis colegas y los diamantes y nos sacarás de aquí. – Sora trató de acercarse al igual que Jiro y Hagakure, pero el asaltante nuevamente las detuvo. Mina de pronto se le ocurrió una idea que a su parecer podría funcionar. Se quedó viendo fijamente al lugar donde estaría la cabeza de Hagakure esperando llamar su atención. Al ver algo de movimiento de su ropa, Mina apretó los ojos fuertemente durante un momento y los soltó esperando que su amiga entendiera el mensaje. – Sora-sensei. – Hagakure susurraba de forma que solo Sora y Jiro la escuchasen. – Mina me dio una idea. – El ladrón comenzaba a desesperarse al solo escuchar susurros. - ¡Ya cállense! No importa lo que estén planeando, no va a funcionar. –
- Esta es tu última advertencia, suelta a la chica. – Respondió Sora. El hombre apuntó su arma a ella y acercó su mano izquierda a Mina. – No creo que puedas detener una bala. Ponte en el suelo o disparo. Aunque esquives le daré a lo que tengas detrás, así que sugiero que obedezcas. – Sora desactivó su quirk y se agachó poniendo ambas manos en el suelo. – Ya lo sabes, héroe ¡Tú nos ayudarás a largarnos lejos de aquí! – El ladrón cometió un error en ese momento. Al tratar de hacer énfasis en su comentario movió el arma apuntando lejos de Sora y Mina. Error que estarían dispuestas a explotar. – ¡Ahora! – Gritó Sora desde abajo. Hagakure inmediatamente generó un gran destello de luz que cegó al hombre y a Mina. Al ser invisible no pudo ver desde cuando la chica tenía preparado el ataque. Sora activó el One for All de golpe y se lanzó contra el hombre. 'Debo encargarme del arma y de la mano del tipo.' El guante izquierdo de Sora se hinchó y rápidamente fue roto por una espada que salió desde la palma de su mano. Mina al momento de quedar cegada comenzó a agacharse, pero el hombre al sentir esto trató de alcanzarla con su mano izquierda. Usando la espada que había creado Sora partió a la mitad el arma del tipo dejándola inservible. Justo antes de que el ladrón tocase a Mina, Sora alcanzó a tomar del brazo al sujeto y con su mismo impulso trató de golpearlo, pero debido al rebote de la mano del hombre, este alcanzó a tocar el antebrazo de Sora. Un aura azul oscuro rodeo a Sora a la vez que su puño impactaba el rostro del tipo noqueándolo al impacto. De pronto Sora sintió como el One for All se desactivaba. Gracias al impulso que ya llevaba, Sora pasó de largo y cayó al suelo, deslizándose hasta un muro cercano e impactando con el mismo. - ¡Mina! – Jiro y Hagakure se acercaron a su amiga a la vez que los policías esposaban al 4to sujeto. – Me alegra que captaras mi plan, Toru – Decía Mina a Hagakure abrazándola. – La próxima vez espéranos, seguramente te sorprendieron con la guardia muy baja. – Decía Jiro. – Eso fue lo que pasó, para cuando me di cuenta ya tenía el arma apuntando a mi cabeza. – Respondió Mina algo decaída. – Lo siento mucho, chicas. Y muchas gracias por salvarme, les debo una. –
- No nos agradezcas a nosotras, agradécelo a Sora-sensei – Añadió Hagakure.
– ... -
- Oh por dios, es cierto ¡Sora-sensei! – Las tres chicas voltearon tratando de buscar a su sensei hasta que Jiro apuntó al muro donde había ido a dar Sora. Justo en la base del muro solo se podía ver su bata. Preocupadas, las 3 corrieron hasta donde se encontraba la prenda. Al acercarse notaron un bulto pequeño bajo esta a la vez que pequeños quejidos se escuchaban de debajo de la ropa. Pronto el bulto comenzó a moverse y levantarse. – Au au au au... Me..me..me duele. – Ninguna de las 3 esperaba encontrar eso. De debajo de la bata salió una pequeña niña de entre 4 ó 5 años. De cabello negro y ojos verdes con algunas pecas bajo sus ojos, vestida con las ropas de su sensei quedando estas muy grandes, sobándose un pequeño chichón en su cabeza y tratando de contener sus lagrimas. - ¿Esta es Sora-sensei? – Preguntó Mina a Toru. – Eso parece, debió ser por el quirk de ese sujeto. - La pequeña niña miraba preocupada a las 3 jóvenes a la vez que seguía sobando su cabeza. – Sensei ¿Se encuentra bien? – Jiro se agachó y preguntó a la niña quien retrocedió un poco. - ¿S..Sensei? – Preguntó la pequeña. - ¿Creen que pudo haber afectado su memoria también? Digo, que ahora crea que es una niña. – Preguntó Mina al ver que no contestó. Esta se agachó al igual que Jiro y Hagakure hizo lo mismo. – Hola, soy Mina – Dijo esta en tono amigable tratando de acercarse a la niña. - ¿Cuál es tu nombre? – La niña algo dudosa dejó de sobarse la cabeza y comenzó a limpiar sus ojos con su el dorso de su mano. – Midoriya... Sora Midoriya. –
- ¿Midoriya? – Preguntó Mina ahora viendo a Jiro y Hagakure con duda. – Ah, cierto. – Contestó Jiro rápidamente. – Sora-sensei es pariente de Midoriya. –
- Entonces creo que deberías llamarlo. – Respondió Mina. – Di..disculpen. – La pequeña Sora llamó la atención de las 3. – ¿U..Ustedes saben donde están mis papás? – Antes de que Mina o Toru pudieran decir algo Jiro habló. – Dame un momento, linda ¿Sí? – La niña asintió lentamente. Jiro se levantó y se separó dejando a sus amigas con su sensei.
- Vamos, contesta, contesta. –
<..¿Hola? ¿Kyoka?..>
- ¡Momo! Momo ¿Dónde estás? Tenemos un problema. Te necesito en el centro comercial ahora y trae a Midoriya contigo. –
<..¿Porqué? ¿Qué ocurre?..>
- Se trata de Sora, es mejor que vengan rápido. –