🍃𝘼𝙧𝙤𝙢𝙖 𝙖 𝙑𝙚𝙣𝙚𝙣𝙤�...

By Hemlock_is_crazy

29.1K 3.1K 603

En esta historia el protagonista eres tú, tú participas. Se cuentan o se cantan historias de grandes héroes o... More

1. Luces del Norte
2. Instalaciones y algo más.
3. Astros Brillantes en una noche tranquila.
4. Rosas que abren corazones.
5. Flora, mi bella flora.
7. Ora, Momentos en casa
8. Lo que mi corazón oculta.
9. Los días.
10. Olas serenas y el maestro defensor.
11. Veo el amor, charlas dulces.
12. Eres tú, pensamientos de media noche.
13. Rosas rojas.
14. Sí, esto es. ((Extra))

6. Organizados.

1.6K 243 60
By Hemlock_is_crazy

Astrid se volvió tu mejor amiga junto con Brutilda, les contabas todos tus problemas y todo lo que pensabas o bueno, casi todo.

Recordar el asunto de tu gata te mantuvo el resto de la semana "mal" pensativo y constantemente perdido.

-¡Atrapa!

Escuchaste la voz de Brutilda a lo lejos

-¿Ah?

Te caíste de espaldas, quedando todo mojado, Brutilda te había tirado una cubeta con agua para que ayudaras con la limpieza.

-Ay... ¿Estás bien?

-¿Te parece?

-Normalmente siempre las atrapas ¿Te duele algo?

Brutilda te ayudo a levantarte y empezó a caminar a tu al rededor buscando alguna herida.

-No me duele nada Tilda, Estoy bien...

-No te creo ¡OYE ASTRID!

-¿Qué pasa?

-Es (T/N) no atrapó la cubeta como siempre.

Astrid bajo de en donde estaba y cuando te vió no pudo evitar reír, estabas todo mojado, era gracioso para ella.

-Perdón (T/N) Es que te ves muy gracioso.

-Si, si, gracias por preocuparte.

-Esta bien amigo... ¿Qué te duele?

-Es algo estúpido...

-No ya dijiste, ahora sueltala.- Dijo Brutilda mientras traía una silla para sentarse y ser "Todo oídos".

-Lo qué pasa es... No he ido a hacer algo, algo que es muy importante para mí.

-¿Qué cosa?

-No lo presiones Brutilda.

-¿Qué? Estoy preocupada genuinamente, somos amigos.

Te sentaste en el suelo, junto a Brutilda que estaba en su silla.

Miraste al piso y luego a tus manos que aún tenían cicatrices de los rasguños que te dejaba Flora.
Las únicas cicatrices que te gustaban.

Del resto no se habla.

-Tenia una mejor amiga, una gata, se llamaba Flora.

-Uy no me gustó cómo sonó ese "Se llamaba".

Brutilda puso su mano en tu hombro.

-¿Qué le pasó?- Preguntó Astrid mientras se sentaba junto a ustedes.

-Murió, de vejez, se fue tranquila mientras dormía junto a mi... Siempre voy a dejarle flores, pero últimamente no lo he hecho.

-¿Por qué no?- Astrid preguntó preocupada.

-No me gusta ir a mi antigua aldea, además ocultar a (____) es díficil... No puedo evitar el sentirme solo cuando estoy ahí y-

-No tienes que estar solo... -Dijo Brutilda mientras se ponía de pie.

-¿Ah?

-Brutilda tiene razón, somos tus amigas, podemos acompañarte si eso quieres.

-Podemos organizarnos ¡Sí! Y si ocultar a nuestros dragones es un problema...

Brutilda se quedó pensando unos segundos.

-Hay que ir a lo vieja escuela, vamos en un barco.

-¿De verdad harían eso por mi?

-Ay (T/N) claro que sí, eso hacen los amigos.

Astrid y Brutilda te abrazaron aunque estuvieras mojado, te quedaste quieto unos segundos y luego las abrazaste también.

Se quedaron así unos momentos hasta que hablaste.

-Ahora están mojadas también.

-AYY ¡ya vas a empezar!- Astrid te dio un pequeño golpe en el brazo.

-Ya se va a secar Astrid, hay sol.

-¡Brutilda! No lo apoyes.

Los tres rieron.

Ya estaba oscureciendo, Brutilda, Astrid y Tú estaban sentados bajo un árbol planeando que hacer.

-Chicas, no quería decirles esto pero... Ustedes resaltarían mucho en mi vieja aldea...

-¿A qué te refieres?- Dijo Astrid cruzando sus brazos.

-Dice que somos muy hermosas.

Te pusiste rojo, eso te dio vergüenza.

-No, digo, si son hermosas, si, pero no hablaba de eso... De donde vengo no están acostumbrados a ropas muy ¿Coloridas? Ni a la gente genuinamente feliz.
Todo lo que hay en mi aldea es gris o negro...

-Eso explica tu pésimo sentido de la moda cuando llegaste aquí.

-¡Brutilda! Mi ropa no tenía nada de malo, muchas gracias.

Los dos rieron.

-Entonces nos haremos un disfraz.-Habló Astrid decidida.

-Bien...

Luego de muchas complicaciones, como irse sin que los demás chicos los vieran porque también querrían ir si los veían, lograron escabullirse en los barcos que iban hasta tu antigua aldea.

Se fueron en la mañana pero llegaron en la noche.

Pasaron por fuera de la aldea, las casas, todo era muy apagado, apresurar el paso fue tu desición.

-¡Oye! Espera, espera- Habló Astrid en susurros.

-¿Qué? No vamos ahí, vamos por acá- Señalaste a lo más profundo del bosque.

-¿Por qué no nos muestras tu antigua casa?

-Astrid, no hay nada mío ahí, ahora sigan caminando.

-¿Por qué tan evasivo?- Dijo Brutilda quien, al igual que Astrid había dejado de caminar.

Volteaste para verlas.

-No puedo ir ahí... No puedo dejar que me vean.

Astrid y Brutilda se miraron entre ellas, no hicieron más preguntas, continuaron su camino junto a ti.

Siguieron caminando un rato, al menos unos 30 minutos o un poco más.

Llegaron a un claro en el bosque.

Había una piedra con el nombre "Flora" en él.

Astrid y Brutilda quedaron de pie, quietas detrás de ti, esperando a que hicieras lo que debías hacer.

Dejaste unas rosas y le dijiste algunas palabras susurrando.

Limpiaste el área, sacando ramas y hojas del camino.

Te quedaste de rodillas enfrente de la "lápida" y continuaste hablando en susurros, contándole de tu día y lo que habías logrado hasta el momento.

Volteaste a ver a Astrid y Brutilda algo avergonzado pero aún así hablaste.

-Ellas son mis amigas, Brutilda y Astrid, te las presento, son las mejores... Pero no mejores que tú... Mi primera compañía.

Astrid y Brutilda saludaron sonriendo, movieron su mano.

Tú les sonreiste.

Una brisa de viento movió sus cabellos.

Te sentiste pleno.

Se quedaron unos minutos ahí, conversando.

Cuando escucharon una rama romperse cerca.

Astrid lanzó su hacha y escucharon un: "¡AY! Dioses... Tengan más cuidado ¿Quieren?"

-¿¿Hipo??- Dijo Astrid yendo por su hacha.

-Ugh, tenía que venir el jefe a arruinar la fiesta.

Brutilda y tú se cruzaron de brazos mientras miraban como Astrid tiraba a Hipo de la oreja.

-¿Por qué nos seguiste?- Hablo Astrid molesta, quien, lo golpeó con el mango de su hacha.

-Soy el jefe, se supone que debo de poner cuidado en todo y su salida me pareció sospechosa ¿Qué pasaría si se metían en problemas? ¡Vinieron sin dragones!

-Tenemos a Astrid, duh.- Brutilda lo golpeó en la nuca.

-Am... Eh... Linda aldea (T/N)...-Hipo Habló intentando cambiar el tema.

-Es horrible y ya nos vamos.

Los tres se fueron caminando, dejando al jefe ahí, solo en el bosque.

Cuando regresaron a la mañana siguiente, cada uno se fue a quedar a su casa para descansar, había sido un viaje largo.

Astrid y Brutilda se habían salvado de no tener que seguir viendo la cara de Hipo, tú, no corriste con la misma suerte pues viven en la misma casa.

Cuando llegaste, abriste con cuidado la puerta y apenas entraste lo viste ahí de brazos cruzados.

Había llegado antes que tú pues había ido con Chimuelo.

-¿Por qué?

-¿Por qué... ¿Qué?

-(T/N) ¿Por qué no me avisaste a dónde ibas?

-Porque no eres mi jefe.

-De hecho lo soy.

Suspiraste pesado.

-No te dijimos a donde íbamos porque tú ibas a querer ir también y no estaba en nuestros planes invitarte.

-Ah, ya veo... Me hubieras dicho eso entonces "Oye Hipo, vamos a ir a mi vieja aldea, no estás invitado."

-Si te decía eso hubieras ido igual, con lo testarudo que eres... Me voy a mi cuarto, buenas noches... Días...

-¡No termine de hablar contigo!

Te sujetó del brazo, cuando te giraste para verlo, tu mirada estaba furiosa y agotada.

-¿Realmente confías tan poco en nosotros... En mí?

-Nunca dije que no confiara en ti (T/N)-Dijo sin soltar tu brazo.

-Pues esa impresión me das, siguiéndonos desde las sombras.

-Estaba preocupado, tú me importas, lo que tú haces me importa.

Soltó despacio tu brazo y miró al suelo.

-¿Estás celoso porque no te invite a ver la tumba de Flora?- Preguntaste en tono de burla.

-¡¿Qué?! ¡No! ¿Cómo crees? ¿Por qué? ¿Yo?

Arqueaste una ceja y te cruzaste de brazos.

-Quizás solo un poco... Creí que yo también era tu mejor amigo...

Soltaste una sonora carcajada, provocando que Hipo se pusiera rojo como un tomate.

-Eres realmente gracioso Hipo...- Dijiste mientras entrabas a tu cuarto.

-¿No me ves cómo un mejor amigo?-Habló bajo, algo triste.

-Te veo como material de... Otras cosas.

Cerraste la puerta de tu habitación rápido y pusiste una silla para que no entrara, te acostaste riendo de como Hipo gritaba al otro lado de la puerta.

"¿Material de qué? ¡(T/N)! ¡Déjame entrar! ¿¡MATERIAL DE QUÉ!?"

🐲En revisión chicos.


Continue Reading

You'll Also Like

24K 2.4K 57
Un humano reencarnado en my little pony Esta historia le pertenece a Blacklares de Different Royal Pony. que está en inglés y la intento traer en esp...
38.6K 4K 60
El amor verdadero se nota a kilómetros.
26.1K 2.2K 12
Esta historia está basada en la serie de zombies "Estamos muertos" (지금 우리 학교는), la diferencia es que, Nam On-Jo, será remplazada por T/N, el cual ser...
720 95 4
Esta es la segunda parte del libro "siempre estaré a su lado" que esta en mi perfil. Se recomienda leer primero ese libro para entender mejor la hist...