( ENTELECHY. ☄︎ )
CAPÍTULO DIEZ ¡!
Quizás estoy enamorado de ti.
soundtrack special : reproducir buzzcut season by Lorde para este capítulo.
「 ❛ ikaris ❜ 」
Ah mierda, aquí vamos de nuevo.
Eso es lo primero que pienso mientras paso mi brazo, el cual sospechaba estaba formándose un oscuro moretón,, y me golpea, pero no por su dolor, no me importó hasta que el ácido se asentó en el fondo de mi estómago recordando a la persona quien siempre curaba mis heridas y me hacia invencible ya no está, por mi culpa.
Decido ignorarlo y por el contrario, lo paso al rededor de los hombros de Marigold, ignorando reprimiendo el dolor y acercándola a mi.
Un martilleo me recuerda que no es Marigold. Es Enteleqhia. ¿Por qué ese nombre me es familiar?
Me sorprendo al conseguir disipar la amarga sensación, que es remplazada el calor de Marigold. Como si me tranquilizara y es entonces cuando maldigo en nombre de los Celestiales.
No digo nada pero, me pregunto, mientras buscamos a su hermana, ¿Cómo llegamos aquí? ¿Dónde quedaron mis cuidadosas teorías existencialistas? Demonios, ¿A dónde fueron Sartre, Camus, Kafka y De Beauvoir mientras mi mirada busca el rostro de Marigold cada cierto tiempo en el auto, comprobándola? ¿A dónde fue mi permanente cogito ergo sum mientras me dejaba en evidencia contra algo que estoy seguro debería estar en el papeleo de los vengadores y no en el mío.
Nada debería estar en el mío después de todo lo que he hecho.
Pero de nuevo, ¿Dónde quedó mi intención firme y férrea por no interesarme en ningún otro ser humano cuando de repente, Marigold y yo nos entendemos con una mirada. ¿Cómo es que miento y me aseguro de decir las excusas correctas para despistar a la hermana de la humana que tanto me he concentrado en ignorar?
──── Marigold no irá a casa, Rhys ──── le informo, mi tono no dejo lugar a réplicas pero como las muchas otras cosas que no quiero hacer y termino haciendo estos días... ──── está agitada, no será bueno que tus padres la vean así.
──── Inventaré algo ──── concede la mini humano sin decir mucho.
En el gran esquema de las cosas, su hermana era más oportuna que el humano promedio, más incluso que Mari...Enteleqhia.
Asiento a través del retrovisor, tratando ──── fracasando terriblemente ──── en no mirar en dirección a Marigold, pero ¿Por qué si quiera me molesto?
Es extraño cómo el cambio puede suceder tan rápido y, sin embargo, sentirse tan lento.
El cambio es una de las cosas que controlo con mano de hierro. No me permito que nada se me escape nada de mi alcance, por pequeño o insignificante que sea. No después de Tiamut, y maldición, no por millones de años atrás. Así es como mantengo mi vida en orden.
Sersi me llamaba controlador. Druig a veces tirano y ahora, Marigold me llama imbécil cada vez que la hago enfadar.
No se lo diría jamás, pero muy pocas personas se habían atrevido a llevarme la contraria. En otros tiempos, incluso le hubieran cortado la lengua por referirse así, pero estoy seguro que a la señorita terca, se hubiera mantenido firme frente a cualquiera y los hubiera mirado por encima de sus narices a todos antes de pedir disculpas.
Y me gusta, que es lo peor.
Al principio, solía murmurarlo en voz baja, cada que pasaba a su lado, pero lentamente, ha estado diciéndolo en nuestras discusiones más pequeñas y ahora fueron en voz alta para que yo lo supiera.
Pero así es como el cambio llega tu vida.
Al principio, parece imperceptible, como una pequeña contestación, o notar algo diferente en su cabello. Es tan pequeño como el olor a muérdago que desprende de ella y lamentablemente, he notado, el hecho de que puedo olerla en mí, incluso cuando no está conmigo. Lo juro, solo necesito pensar en ella y llega. Considerando la sangre que fluye más rápido cuando pienso en ella y no sé en que momento dejó de ser ira y entonces, no fue Marigold lo que me causaba molestia, ahora, me molestaba aún más lo que le molestaba a ella, cuando se enfadaba conmigo o pasaba deliberadamente de mi, ahora la deseaba.
Y entonces no controlas ese cambio, lo dejas pasar, se vuelve tan serio como querer compartir con más humanos, ir a festivales y restaurantes de comida de hace miles de años y que necesitan una ligera actualización o llegas al punto de manipular las situaciones que nos orillen a estar juntos.
De repente, solo existe la palabra más.
Ninguno de los dos dice mucho en el camino a casa, ambos vemos como el paisaje de la pequeña ciudad es remplazado por kilómetros y kilómetros de árboles. Mi garganta se siente raposa pero no creo que se calmara con agua. Hay tantas cosas que quiero decirle a Marigold, tantas que es como si empezaran a atorar y raspar en mi paladar.
──── Nunca me había preguntado donde vivías ──── su voz es a penas un susurro y no me mira mientras lo dice, ni siquiera creo que se diera cuenta que lo ha dicho en voz alta.
──── Un poco mejor a esa película Fresh, ¿No? ──── bromeo. Sí, bromeo. Oh, como han caído los mejores soldados.
Siento su sonrisa a mi costado ──── ¿Te comparaste voluntariamente con un asesino en serie? Y uhm, ¿Caníbal?
No. No quiero ir por la dirección de Jeffrey Dahnmer. Sin embargo, la sonrisa brota naturalmente de mis labios ──── Tengo una reputación que mantener ──── Y así, es como todo se vuelve insignificante ──── Sólo quería hacerte sonreír.
El fantasma de una sonrisa llega a sus labios ──── Voy a morir ──── dice dramáticamente y juro que la empujaría sino tuviera mis manos sobre el volante. Me sorprende cuando agrega ──── Creo que hay más sobre ti de lo que ambos pensamos.
──── Puedo decir lo mismo.
Me arrepiento justo después de decirlo, y por el bien de mi ego, nadie dice nada más el resto del viaje y el momento de silencio me permito pensar en mi hogar. No sabría si llamarlo así, pero mi, era una residencia, no fue más que el lugar de mi exilio.
Desaparecer y el exilio son muy comparables.
El exilio siempre ha sido algún punto entre la condena y la pena, es siempre una desventaja, lo que no saben, de lo que no se dan cuenta, es que en el alejamiento puedes permitirte que uno pose sobre sus hombros lo que dejó atrás, el pasado y la historia, una mirada un poco extranjera de tus errores porque estás tan lejos y solos para ver todo lo qué hay mal en ti.
El exilio de los humanos es distinto. Cuando uno habla de su tierra, titubea, va a tientas. Uno se siente frágil ante una situación que en todo momento puede escapársele.
Otras veces, lo que olvidan, es que pueden optar por el silencio, por la libre interpretación.
El exilio es el momento en que se siente la soledad. Una soledad más ligada a la memoria de lo esencial que cada cual arrastra que a los recuerdos ordinarios. Durante años, debí de proteger este mismo lugar, debí amar esta tierra, mi eternidad fue en este lugar y por eso, decidí que mi condena fuera un recuerdo diario de todo lo que me propuse destruir. Aquellos que dicen que el exilio es como caminar hacia adelante, conocerse y habitarse, no tienen idea de que a veces, es el peor de los castigos. Después de haber vivido nuestros propios demonios y embelesos, necesitamos saber quién es el otro, quien está al otro lado de la moneda.
──── Estamos aquí ──── digo, deteniendo el auto en uno de los estacionamientos.
La cabaña de madera de impone sobre nosotros y Marigold la observa con curiosidad, como si intentara tomar todos los pequeños datos de ella y encajarla en su rompe-cabezas sobre mi.
Bienvenida al club, cariño.
No hay nada sobre este lugar que lo haga especial, o no a simple vista. Más allá de sus hectáreas y el pacífico sonido nocturno de las luciérnagas, es sólo una cabaña islandesa. Nunca me vuelto acogedor con ninguna de mis residencias, y si Marigold es lo suficiente perspicaz, notara lo que quiere decir.
Soy un forastero de todos los lugares a los que he ido y de todos los que iré.
Ambos nos movemos casi automáticamente dentro del luga, el espacio es reducido para ofrecerle un recorrido, Marigold observa el al rededor cómo si grabará en su memoria cada pequeña parte.
──── ¿Tienes, uhm, agua?
Salgo de mi trance, asintiendo y maldiciéndome por otra vez y le señaló la cocina mientras me muevo. Se que podría servírsela pero necesito un poco de mi control, por lo que me escurro yendo en dirección contraria, buscando la leña para encender la chimenea. Mis movimientos son automáticos mientras intento organizar lo que puedo decir y lo que ha pasado en la noche, pero ni siquiera se por donde empezar.
Le pedí la verdad pero ¿Quiero escucharla? O peor aún, ¿Puedo yo contarle la mía?
Marigold llega al sofá mientras lanzo los últimos pedazos de madera sueltos sobre el fuego, las cenizas brillan en sus ojos y guardo silencio observando la forma en la que puede adherirse a cualquier espacio y hacerlo suyo, como si ella fuera la dueña de este lugar y yo fuese el que estuviese sobrando en la escena.
Esto no estaba funcionando.
Había conocido cientos de versiones de Marigold Everdeen en los últimos meses y sabía que está, la odiaba. Demonios, incluso yo mismo me odiaba en este momento. ¿Qué sucede conmigo? ¿Un nombre falso y estaba fuera de batalla?
──── Enteqhia. ──── Ella se estremeció ante el sonido de su nombre goteando de mis labios. La manera cortante y directa en la que solia hablar habia desaparecido. ──── Marigold, si prefieres...
──── Isaac.
En un momento estuve sobre ella. Mi cuerpo se movió hasta su lugar, a punto de corregirle mi nombre a punto de...
¿De qué, Ikaris?
Trago mis palabras y el sentido de espacio personal que me obligaba a mantener viendo como el cuerpo de ella también parecía estar acercándose.
Mejor dicho, Apenas había espacio entre ambos. Podía sentir el calor de su pecho desnudo en su rostro. Tenía mis ojos entrecerrados pero brillando mientras la miraba.
Sabía que su frecuencia cardíaca comenzó a aumentar y que mi corazón palpitaban contra mis oídos. Estaba a punto de pedirle que lo dejara ir, pero tenía miedo de asustarla. Quería su verdad, pero también deseaba que ella quisiera decírmela.
Abrí la boca pero me contuve. Ella debía quedarse.
Si alguna vez había, desde el momento en que me di cuenta de lo que era Marigold para mi, esperado por algo, era este momento. Incluso cuando me propuse destruirla solo rogaba por este momentos ¿Pero ahora? La oportunidad nunca se repetiría.
Yo estaba admitiendo que estaba cometiendo un error. Que era un riesgo en todos mis planes. Quedarse era un riesgo para ella, susurró un rincón de mi mente.
Me alejé y ella se estremeció levemente, fingió ignorarme. Como si lo estuviese ignorando.
──── ¿Tienes miedo, niña anémica? ──── sonreí sardónicamente, tratando de ocultar mi decepción.
──── No tengo miedo──── dijo, sacando la barbilla orgullosa y quitando la mano del pomo de la puerta.
El sonrió con suficiencia. ────¿Es eso así?
──── En serio ──── dijo dando un minúsculo paso hacia él. De repente, su casa era muy pequeña y su sofá duplex era índividual. Apenas había espacio para moverse.
Me di la vuelta, tome una de las botella de la chimenea y se la ofrecí. Ella me la quitó, mejor dicho, la arrebató de mis manos y la evaluó. Era una etiqueta de reserva de ochenta años pero sabía que no evaluaba la botella, evaluaba su vida para saber que tan malo era confesarla.
Sacó el corcho y la olió antes de empinarse su primer trago.
Era un peso ligero, pero jamás la había visto beber, dudaba que pudiera fingir que bebía, aunque necesitaba todo ese coraje.
No tardo en llegar el segundo cuando habló ──── Quiero... ──── dice sin mirarme, su voz suena horriblemente cortada ──── Quiero que sepas que si hablamos de esto... hay partes, hay cosas que nunca he dicho en voz alta, no se como suenan, no se si puedo explicarlas, hay cosas que preferiría olvidar y cosas de las que me arrepiento pero no... no pueden ser de otra manera.
Le arrebaté la botella dando mi propio sorbo. La emoción se empezó a construir en mis dedos. El whisky quemó intensamente en mi garganta y al instante los latidos de su corazón se aflojaron un poco. La cálida sensación de ira se disipó por su pecho.
Inclinó la botella hacia ella de nuevo, y la tomó de su mano y bebió otro trago. Sus ojos estaban fijos en los míos hasta que los bajó. Luego miró alrededor de la habitación vacía en la que se encontraban. ──── Está conversación será terriblemente corta si te emborrachas antes de tiempo, niña anémica.
──── Tengo la resistencia de un ruso, ──── respondió ella, dándole una aura mordaz y triste.
Marigold tomó otro sorbo y la miré. Cuando trató de devolverlo, le indiqué que continuara ──── Tu turno. Tienes mucho en lo que ponerte al día ──── dije en voz baja. Estaba mucho más cerca de lo necesario.
──── Te arrepentirás cuando empiece a llorar contigo.
Asentí solemne y como muchas otras guerras, me preparé ──── Te escucho.
Me pregunto, ¿Dónde sellamos que esto pasaría? Quizás cuando se deshizo con facilidad de los whitewalkers y huyó de mi. Quizás también sabía que era inevitable y ambos nos posó en cada lado de la balanza para terminar aquí.
Mientras veo el tormento llegar a sus ojos, a esos ojos que de han vuelto familiares, notó el momento exacto en que su mirada se vuelve traslúcida mientras observa el fuego ──── ¿Recuerdas esa vez que dijiste Entelequia? Fue la primera vez que alguien decía mi nombre en ocho años. Aunque no te referías a mi nombre, en realidad ¿Supongo que debía saber que la verdad estaba detrás de mi? ──── preguntó retóricamente, dando un triste suspiro ──── No hay mucho de mi vida que recuerde del antes. Se que vivía en Rusia, era una de esas ciudades que había sido bombardeada por la guerra y habían pocos lugares a los que los niños podían ir, recuerdo ver los escombros todos los días. Recuerdo que tenía una madre y un, uhm, padre; creo que eran felices, de nuevo, no los recuerdo mucho, ──── se rió, tratando miserablemente de prefer relajad ──── No los recuerdo peleando, o quizás sólo eliminé esas partes. Me gusta pensar que ¿Eran felices? Es más fácil remplazar lo que no puedes recordar ──── volvió a tomar aire ──── el... el don, ¿La... habilidad? No sé como llamarlo. No recuerdo como empezó, solo se que lo hacía con los niños, era divertido, nos gustaba jugar, era inofensivo, siempre pensé que era inofensivo hasta que se lo mostré a mamá. Creo que su miedo era racional. ¿Había algo peor a ser judío? Ya existían los los rumores el soldado de Invierno y ella estaba aterrorizada, no sé si de mi ó por mi. Recuerdo que su cara nunca me gustó cuando fingía que no sucedía nada tan malo. Creo que lo intentó, intentó que yo le gustara pero no funcionó.
Trago duro. Durante años, desde nuestra llegada, lo diferente era algo de alabar y admirar. ¿Como habían cambiado tanto?
──── ¿Te lastimó alguna vez?
Negó ──── No voluntariamente y créeme, conozco el dolor, no creo que ella hubiera hecho nada de eso, pero definitivamente, no creo que me hubiera ayudado.
De repente las lágrimas se asomaron en las esquinas de sus ojos. A la mierda ──── Marigold, Enteleqhia, no hay nada mal contigo.
Mi mano voló a su hombro pero se apartó como si quemase ──── No tienes ni idea de lo que hablas ──── me devolvió, aunque no sonaba ofendida, el resentimiento goteaba en su voz. Tomó bocanadas de aire, buscando ralentizar su respiración ──── Como te dije, no sé mucho del antes, solo recuerdo momentos específicos. Mi madre buscó ayuda, los doctores no sabían que hacer, yo no sabía cómo controlarlo y como una solución divina, apareció La Iniciativa. ──── tiene que hacer una pausa y sus huesos parecen helarse ante mencionarlo. Casi parece dolerle y yo estaba tan arrepentido de haber pedido su verdad.
──── No tienes que contármelo si es...
Me detuvo, siendo ella quien toca mi mano esta vez ──── Quiero hacerlo. ──── volvió a tomar aire ──── La Iniciativa... era un programa para niños con habilidades especiales al rededor del mundo, prometían ayudarnos, a entender lo que pasaba con nosotros, prometían que harían un cambio, que no seríamos un riego. ──── sonríe ──── Recuerdo a mi madre contenta, me acarició prometiendo conseguir una solución y por un momento creí que fue cierto. En ese momento, entendí a lo que se refieran cuando decían que la ignorancia era un regalo.
Cierra sus ojos y vuelve a abrirlos, ignorando las lágrimas que bajan por sus mejillas ──── Mi madre me entregó a una señora de vestido gris y recuerdo como la esperanza existió en sus ojos hasta el último momento en que ese desaparecí por un pasillo. Fue la última vez que la vi... ──── las lágrimas llegan de nuevo y suelta un ligero sollozo ──── Yo creo que también estaba feliz, pensé que conocer niños como yo sería especial...p-pensé que me ayudarían. Pero entonces cerré los ojos y todo era oscuro, muy oscuro.
Los escenario se dibujan en mi mente y cierro mis propios ojos. Vislumbro a Sersi en mi memoria, a el hablándome sobre los humanos, sobre sus emociones, nuestras largas divisiones sobre cómo podía sentir tanto por ellos. Siempre pensé que ese era nuestro problema, ella sentía mucho por todo lo que yo no sentía, pero justo en este momento, mientras veo al único ser humano que me ha interesado sufrir al hablar, ahí está, todas esas emociones que toda mi vida renegué y finalmente logro entender.
──── A este punto, no recuerdo si fue una inyección o algo más, solo se que cuando desperté, estaba atada. Atada como si fuera un animal peligroso. No me mal entiendas, creo que todos los animales deberían estar libres, incluso los peligrosos, nadie, ningún ser vivo merece ser privado de su libertad... ──── la sensación de querer besarla y abrazarla al mismo tiempo me azota porque es la única persona que interrumpiría su relato para dar un disclaimer sobre los derecho de los animales ──── creo que fue cuando supe que todo estaba mal. Muy mal. Los niños gritaban, gritaban mucho, odiaba los sonidos altos, y sabía que no estaba bien que los niños gritaran tanto.
──── Había una señora, era ella y otros, era un equipo de doce personas pero el trabajo sucio siempre lo hacen los lacayos, ──── recuerda con amargura ──── su sonrisa era escalofriante, recuerdo a uno de ellos tomándome y luego me dijeron que todo iría bien si me portaba bien, no lo entendía ¿Cómo podía hacerlo? Solo era una niña. Todavía me lo recuerdo todos los días...las pocas veces que lo hago, ──── corrige ──── verás, a veces hay cosas tan atroces que es mejor olvidarlas y enterrarlas dentro de tu memoria.
──── No tienes que excusarte ──── encontré mi voz, sonando raposa y seca. Me acerqué y tomé su cara entre mis manos, la emoción vibraba en mis cuerdas vocales ──── Yo nunca voy a juzgarte, no hay nada, escúchame bien, nada, que puedas hacer que no esté cerca de la adoración por mi. Eres fascinante.
Ella negó, alejándose de mi tacto ──── No sabes lo que dices. No sabes lo que he hecho.
──── Te lo digo ahora, para que sepas que lo hago antes y después de saberlo todo.
──── La señora de gris me pidió que le mostrara lo que podía hacer, y lo hice. Yo nunca,...nunca he entendido bien que hago, creo que es como si pudiera...pudiera proyectar luz a través de mi pero es.. es complicado, creo que tiene una carga de radiación, creo que su fuente de energía es similar al sol, al- al de una estrella. A veces solo es luz, a veces es... letal, por decir menos, pero no puedo decir que es, o que lo causa, solo he visto sus niveles cuando he sido... orillada. ──── Sus siguiente palabra se cargaron de amargura ──── solo era un juego para mi, no lo pedí, salió y entonces vino lo peor. Ellos lo probaron todo, cualquier cosa que infligiera a dolor y me controlara o me sugestionara a dejarlo salir lo intentaron, día tras día, contra... contra otras personas, no importaba si lloraba,
──── ¿Y nunca supiste cómo funciona?
Negó. ──── No, en realidad, creo que ellos tampoco lo sabían bien. Yo... nunca lo he usado lo suficiente para saber utilizarlo, solo... lo mantengo bajo control.
Las posibilidades infinitas explotan en mi mente ──── ¿Te lastima de alguna manera hacerlo?
Dudó ────No lo sé con exactitud, siempre me he resfriado mucho y... se que parezco, bueno, anémica, es como si internamente estuviera todo el tiempo tratando de que se quedara dentro y eso me agota. Casi nunca es doloroso, o me he acostumbrado a ello.
──── ¿Como se siente cuando lo dejas ir?
La culpabilidad llega a sus ojos ──── Eso no importa. Sólo se que ellos tampoco sabían que era, solo se que debo controlarlo, es como si estuviera encerrado dentro de mi.
Las ganas de darme un puñetazo por cada vez que la e llamado así y le he recordado lo que es me retuerce ──── ¿Es difícil?
Niega con suavidad ──── Ahora solo es incontrolable cuando me vuelvo volátil, trato de no ponerme en esas situaciones.
──── Hasta que llegué yo.
Su mirada relampaguea sobre mi y hace una pausa hasta el punto en que pensé en que no respondería ──── Sí, hasta que llegaste tú. De lo cual, sinceramente, no estoy agradecida.
El karma es una perra. ¿Es acaso un karma como ella ha causado en mi todo el efecto contrario al de ella?
──── Nunca te he querido decir anémica en ese sentido, no lo sabía...
Levanta su mano ──── No es necesario, no quiero tu lastima, no lo merezco y no me importa. Si puedo proteger a las personas de mi, es un pequeño precio a pagar y supongo que alguien vería a través de mi algún día. Si no fueras tú, sería otro.
De repente tuve ganas de golpear a cualquier otro que existiera, pero la voz de mi consciencia decía que me lo merecía. ¿Cómo podría verme de otra forma cuando sólo me he enfocado en ser un monstruo para ella?
Supongo que una de las ventajas de la existencia es tener mucho tiempo para arreglar lo que sale mal.
──── ¿Entonces nunca supieron que era? ──── mi mente empieza a ir al millón con todas las posibilidades. Sersi, Druig y Phastos podrían encontrar algo, o serían mucho mejor hablando en este momento que yo. Incluso Ajak podria ayudarla a lidiar con su dolor.
──── No, pero ellos aprendieron a controlarlo ──── su mirada se vuelve fría ──── fue un día, el más casual, cuando la señora de gris usaba un inocente arete de ópalo cuando empezó lo peor. A ese punto, créeme, creo que conocía todas las escalas de los niveles de dolor, ellos eran... creativos, en lo que torturas y castigos se refieren, ellos sabían lo que hacían, agotaban tu cuerpo al maximo, al punto en que no pudieras morir pero tampoco escapar, como si fueras a la guerra todos los días. Recuerdo sólo estar despierta para ello y luego en algún momento era arrastrada a mi habitación, siempre estaba oscuro, todos los días, una y otra vez.
Su cuerpo temblaba ──── Marigold...
──── Escuchaba más voces más gritos, pero nunca eran de ellos, o al menos nunca los vi. No me hablaban, solo me miraban como un experimento, yo siempre era un animal a punto de ser diseccionado, yo crei que sabía lo que era el dolor pero entonces, conocí lo que todos llaman piedras preciosas. ──── a su cuerpo le atravesó un temblor ──── Isaac, cuando te digo que entiendo el dolor, es en serio, lo hago, pero lo que la hemantita, el diamante o cualquier piedra sobre mi es... no lo puedo describir, fue toda una nueva escala, el grito de mi voz jugaba con los decibeles y fue la primera vez que los vi reaccionar, fue más fuerte que el de todos los demás.Algo tan facil había sido lo que había terminado por romperme.
No puedo seguir escuchando ──── ¿Estabas sola? Tus padres nunca..
──── No creo que ellos supieran lo que estaba pasando, nunca tuve contacto con nadie más el tiempo que estuve encerrada, pero no estuve sola, supongo que todos merecemos un gramo de esperanza para seguir aferrándonos a la vida.Verás, nunca tuve hermanos, ni siquiera tuve suficiente tiempo para lo que era el contacto humano. Lo que verdaderamente significa querer a alguien, pero me dieron algo al que aferrarme, algo tan hermoso para que si me preguntaras si lo volvería a hacer todo de nuevo, dudara.
La pregunta quedó en mi mente. ¿Algo tan bueno como para que todo lo malo que alguna vez haya sucedido fuera tan bueno como para que quisiera que todo pasara de nuevo, para que valiera la pena? Mínimo para dudarlo.
Interesante.
Tomó otra pausa y otra bocanada de aire antes de seguir ──── Creo que mientras más brillante es algo, más gente intenta robarlo, guardarlo para si mismo. En el lugar más oscuro de la tierra, estaba la persona más brillante que mis ojos alguna vez vieron...mi regalo. ──── sonrió, y el mismo brillo que había en sus ojos cuando hablaba de Rhys llego a ella ──── Había una niña, ella era dorada, su cabello hacía palidecer a Elsa y sus rasgos eran simplemente no humanos, Isaac...La primera vez que la vi, pensé que era de mentira, pensé que era una fantasía de mi mente y entonces, ella me ofreció una flor. La mayoría de los recuerdos son difusos ahora, pero a ella la recuerdo como el amarillo, algo colorido, brillante.
Sonrio, agradecido de el mísero gramo de amor que ella pudo recibir. Una vez pensé que Marigold había visto lo peor y aun así decía ver lo demás en las personas, nunca me imaginé que lo peor, es realmente una de las cosas más atroces y ella había decidido seguir creyendo en etas personas, en este mundo.
Que yo había querido destruir.
──── ¿Era como tú?
Negó — No, ella era más, te lo digo. Ella era un verdadero dolor de cabeza para ellos. Recuerdo que curaba mis manos y mis brazos cuando estaban heridos, cantaba canciones y su sonido era como un día soleado, me trajo mi primer libro, y todo el mundo que no conocía, todo lo que me estaba perdiendo detrás de esos barrotes lo encontré ahí, un montón de libros donde pude escapar.
Lo dudaba.
Quizás no sabía usarlo, quizás no fuera la mejor combatiente pero Marigold podía deshacerse de un ejército solo con alterarse.
──── Verdaderamente necesito hacer hincapié en esta parte de la historia porque sino no existiría un después. Yo no era nada, venía de una ciudad en ruinas y yo misma era un muro defectuoso. Solo conocía las historias de la guerra, solo escuchaba los cuentos de los bolchevique y las leyendas de Stalingrado y sus soldados. Ni siquiera sabía contar hasta mil o de Geografía, Isaac. ──── me dijo con lentitud, y me tragué un nudo ──── En los libros, en los libros me perdí, viví cientos de historias que no había vivido, conocí se timoneros que pensé jamás podría vivir, leí libros donde pude llorar de felicidad y fueron la única muestra de amabilidad que el mundo tuvo conmigo, fue la razón por la que pase de ver todo oscuro, a querer escapar. Entendí que si no puede escapar mi cuerpo, quería que escapara mi alma.
Sus palabras hacen un lío en mis entrañas ──── ¿Cómo? ¿Como podrías creer en algo que también venía de las mismas personas que te hacían tanto daño? ¿Como puedes ser tan...humana?
Frunció el ceño ligeramente ante mi elección de palabras ──── Supongo que de eso se tratan los saltos de fé. Podría haber optado por creer en cientos de cosas, pero la más loca de todas era creer que los humanos podríamos dejar a un lado ese egoísmo cerril, pero para hacerlo hay que creer en nosotros mismos, elegí creer en la teoría más loca. Porque si existía chica brillante por cada mujer de gris, entonces valdría la pena.
──── No lo entiendo.
──── Cooper y Murph lo explican mejor en Interestelar.
Fruncí el ceño ──── ¿Qué es eso?
Abrió la boca sorprendida ──── ¿Interestelar? Como, La Interestelar, ¿Hola? La película. De Christopher Nolan.
A la lista de cosas que me sacaban de quicio podría agregar su facilidad para hacerme sentir viejo aunque yo, verdaderamente, no envejecía.
──── No tengo ni idea de lo que estás hablando.
──── Fue antes del bleep, no hay excusas para tu incapacidad de cultura popular.
──── Lo que digas ──── le dio otro trago de botella al whiskey y se la arrebató a Marigold cuando vio el ligero brillo de embriaguez en sus ojos ──── ¿Crees que puedas continuar sin eso?
El humor se apagó y la expresión fría estuvo de regreso. Asintió aunque parecía dudarlo ──── Bien, como decía, tenía cientos de libros, aprendí un montón de cosas sobre ellos. Los doctores no parecían preocupados, era una de las pocas niñas lúcidas y no parecía un riesgo para ellas, pero todos y cada uno de ellos me los trajo ella, mi...mi hermana, la recuerdo así. Eso es lo que ella siempre será.
──── ¿Cómo se llamaba?
Ella sonrió, del tipo de sonrisas que surgían en mi cuando recordaba a Ajak ──── Enith, Enith Bali, sujeto número dieciséis, mutante omega calificación peligrosa...para mi siempre fue Nitthy y yo solo Qhia. ──── un sollozo rompió su voz ──── Se que no es la gran cosa, pero fue la primera vez que alguien me trataba con cariño, yo había sido
Santa mierda.
No, no no.
Siento su cuerpo temblar y recé a los celestiales que hubiese sido imperceptible para ella. El horro caló mis huesos. Esto tiene que ser mentira. Una puta mentira. Una broma de mal gusto. ¿Cuáles son las probabilidades?
Mierda, no.
Mi mente fue a través de todos los recuerdos sobre la mutante de Druig, ¿Qué fue todo lo que ella dijo alguna vez? Mierda, mierda, mierda, tenían recuerdos similares. Ella siempre hablaba de su hermana. Joder, joder, joder. La única forma de detenerla fue al recordar a...Qhia.
Mierda.
Las ganas de vomitar casi me obligan a abandonar su lado, no por mi desprecio por ella, ni siquiera el remordimiento, yo no sufría de eso, el horror era por los peores recuerdos de lo que le había hablado Druig sobre ella alguna vez, ahora pasaban nítidamente en mi mente. ¿Marigold también había pasado por todo eso?
Maldita sea.
Las palabras de Druig seguían en su mente ──── ¿Cuánto tiempo paso? ──── Mi voz sonaba dudosa. Dejé la botella sobre el piso, aterrorizado de que me delatara, y me maldije por no poder controlarlo.
──── Nunca tuve un calendario pero se que fueron varios años. ──── la. vergüenza goteaba en su voz ──── la noción del tiempo y cualquier registro de mi identidad pasada.
Carraspeo — ¿Y qué pasó con Enith?
El nombre, sin tintes de desprecio resultó extraño en mi boca. Existían siete billones de personas en el mundo. Había una ligera probabilidad de que no se trataran de la misma. No por nada ambas hablaban en pasado de la otra.
La sonrisa en sus labios fue una de las más tristes que alguna vez vi en mi vida — Lo peor. Creo que, es cuestión de tiempo cuanto puedes doblegar a alguien hasta que se rompa. ¿Eso de el vaso medio lleno? A pesar de lo que te he dicho, nunca fui tan valiente para revelarme, nunca luché para tratar de cambiar mi situación, no lo suficiente, siempre me aplaqué a lo que ellos querían y deje que me carcomiera por dentro porque tenía miedo, tenía mucho miedo y me comporté. Yo era cobarde.
Mis entrañas detestan la forma en la que se culpa asi misma, no box detona doma sdureza de la que espero cuando le digo ──── Eras una niña.
Su mentón se mantiene en alto ──── Enith también pero siempre lucho.
──── Marigold, quiero decir, Enteleqhia, eras una niña en una situación que jamás debiste estar, ¿Que no hiciste una rebelión? A la mierda, nunca habías conocido nada distinto, no puedes culparte por tratar de salvarte.
Las lágrimas se deslizaron en sus mejillas ──── No sabes lo que he hecho.si yo hubiera...
──── No me importa lo que hayas hecho. ──── dije, tomando su cara para limpiar sus lágrimas ──── Nada puede ser más creativo que todo lo que quiero hacerle a todas esas personas en este momento.
──── Yo no quería hacerlo ──── se rompe, dejando caerse en mi hombro. Las lágrimas fluyen libremente y no tiene que decir nada mientras la en idk o en mis brazos. Marigold se aferra al hueco entre mi cabeza y mi brazo mientras yo envuelvo mi cuerpo a su al rededor y acaricio su cabeza.
──── Lo sé.
Cuando se separa de mi, su rostro está hinchado ──── Todavía hay más. La parte que quiero borrar ──── suspira ──── Te dije que, no se que soy, no es mentira, pero, ¿Nos gusta pensar en lo que podríamos ser? Un día, Enith me entregó un libro de.. historia nórdica, hablaban de la orden de los invocadores y... me gustó, me gusta pensar que había un lugar donde no era un animal enjaulado, y ese lugar
──── Era Islandia ──── Fascinante.
Vacila ──── Países nórdicos, pero en general, Islandia está perdido en el mapa, hablar con un islandés era como hablar con un vikingo real... no pensé en los detalles, solo soñé sobre ello, sobre una civilización que no temía de mi ──── su sonrisa cae ──── pero entonces, me llamaron. Pensé que era como otra llamada normal, me habían usado contra otros niños y nunca puse mucha reticencia, los otros niños eran... ya estaban perturbados, verdaderamente perturbados, pero nunca me habían amenazado con Enith. Creo que nunca habían usado a sujetos viables entre sí. ──── suspira, su cuerpo empieza a temblar ──── recuerdo que había una nueva maquina, recuerdo las sonrisas y recuerdo que había alguien sosteniéndome y amenizándome con hemantita, recuerdo cuando Enith emoezo a gritar, recuerdo que quería tapar mis oídos, y lo último que recuerdo. Es que estaba sujetada y de repente una onda de energía atravesó el laboratorio. Como, todo el laboratorio, lo suficiente que supe cuando abrí los ojos, es que todos estaba destruido, la hemantita estaba enterrada, mis venas no eran naturales, creo que eran amarillas, y a Enith moviendonos, a penas había procesado lo que acaba de hacer. Habían lado un edificio completo, Isaac, había matado a todos y estaba huyendo.
──── Oh, mierda, cariño, ven aquí.
Jamás en mi vida había dicho palabras similares cuando el cuerpo de Marigold, el cuero de Enteleqhia estaba sobre mi.
──── No tienes que terminar.
──── Pero quiero hacerlo. ──── dice al tratar de recomponerse y alejándose otra vez. Limpia las lágrimas de sus ojos ──── Luego yo... Enith me arrastraba, no tardaron en venir por nosotras y si no hubiera sido por ella, yo problameblente seguria allí. Estaba en completo shock y sentía un pitido en mis oídos pero intentaba no volver a..explotar.
Eso era suficiente para perdonar la insufrible existencia de Enith Bali.
──── Creo que se llama coacción de euforia, pero de nuevo, puedo estar equivocada de todo lo que he dicho y en ese momento...menos, Enith me arrastro y ella hizo todo desde ahí, cuando llegábamos a la zona fuer del srea, estaban por alcanzarnos, Enith me dijo que siguiera, yo insistí en no dejarla pero ella me lo pidió, no tuve opción, no quería dejarla atrás, lo juro, lo juro, me lo pidió y cuando escuché... cuando escuché los disparos estuve a punto de girarme y volver con ella pero no pude, hice lo que me pidió y seguí corriendo porque ella quería que viviera y eso estoy haciendo.
Entonces pensaba que había muerto.
¿Debería decirle?
Mierda, no. Esta llorando.
──── ¿Viniste por la leyenda a Islandia?
──── Yo no era nadie, yo no tenía ningún papel, no tenía nada, ni siquiera tenía mis libros y el último que había leído, era esa historia nórdica ──── hace un pausa miando hacia el suelo ──── yo pensé en esa orden de los invocadores, pensé en Enith a un lugar donde no fuese a ser rechazada. Fue extraño, yo nunca había visto el mundo detrás de escombros y barrotes hasta ese momento, estaba...tenia tanto miedo, recuerdo que todo era demasiado grande para mi, no tuve un calendario pero creo que me tomaron meses llegar hasta aquí. ──── sonríe ──── desde que llegue aquí, creo que fue la primera vez que sentí que respiraba, respiraba de verdad, no había pasado casi nada cuando conocí a los Everdeen y ¿Ese salto de Fe? Dios, valió tanto la pena.
──── No buscaste un exilio, búscate un renacimiento ──── acarició su rostro ──── ¿No es así?
──── Te dije que habían partes de las que no estaba orgullosa. Muchas veces intenté hablar, al principio tenía pesadillas todas las noches, todavía, todavía las tengo. Mama dice que gritaba y ambos me observaban sin poder hacer nada, pero ¿Ponerlos en peligro? ¿Que sus ojos ya no se iluminarán al verme? Que no me aceptaran? No puedo, Isaac. Yo... no p-puedo. Ese... ¿Personaje de I Love Lucy? No es mentira, no del todo. No me gusta pensar en el dolor. Cuando observo este lugar... Es como si fuera siempre la primera vez, me roba el aliento y vuelvo a empezar de nuevo.
──── No buscaste el exilio, buscaste un renacimiento ──── me mira como si estuviese apenada por ello ──── No te estoy juzgando, lamento haberme expresado mal, cariño. Nada sobre ti es indeseado, Marigold cualquier persona que te conociera, caería a tus pies un millón de veces. El mundo está en la punta de tus dedos.
──── ¿Por que?
──── eso es lo qué haces, tu alma ilumina los lugares más oscuros. Hare que el mundo se ponga de rodillas ante ti, solo pídemelo.
Tenía razón en decir que las cosas que más brillan, son la más oro prestan a ser robadas. Marigold iluminaba los espacios más oscuros de mi alma. Y yo no jugaba para el lado de los buenos, no lo suficiente para no robarla y con afocarlas del mundo para mi.
──── No tienes ni idea de lo que dices.
Sonreí ──── Te lo dije antes, eres el ser humano más fascinante que he conocido.
──── Me desprecias.
La miré mal ──── Creo que está claro que eso no está sucediendo. ──── pausé para que registraras mis palabras en su inteligente cerebro ──── Como sea, no es mi punto, Marigold, eres brillante para hacer observaciones pero el término correcto es en pasado. ──── tomando un suspiro y sabiendo que me arrepentiría de mis palabras ──── No sé si te desprecié. Esto..., esto es todavía nuevo para mi. Mierda, todavía lo estoy asimilando, mi misión era nunca interesarme por otro ser humano, ──── sabiendo que estaba saltando muchos peldaños y que era suficiente por esa noche, paré ──── mi historia... esa la podemos dejar para otro día pero desde que te conocí, creo que sólo he nadado contra la corriente para evitar esto y simplemente se siente como un desastre natural a punto de ocurrir.
Sonríe con tristeza ──── Los desastres naturales llevan nombres de personas.
──── Así es. Eso de las palabras no es lo mío, o no es lo de nosotros, pero, la cuestión es que,me importas. ──── quizás esté enamorado de ti. En secreto.
☄︎ ☆ AUTHOR'S NOTE !
I'm back bitches ! Andaba de hiatus como Richard.
No tengo excusas, estaba súper ocupada siendo niña grande y después sufrí un súper bloqueo de escritor, pero juro que estaba escribiendo esto y me salían 4 mil palabras y de repente pum 10.000 y yo what's, pensé en dividirlo pero me desincroniza mi timeline.
En fin, OPINIONESSSS, #Qhiaris es re cute y si hay interacción y eso pues a lo mejor me animo y sigo subiendo. No se olviden de votar y comentar si les gusto, espero verlos ( pronto ) !!!
MOCIÓN ESPECIAL !!!!
Bueno, si me siguen aquí, y les gusta como escribo o los versos sobre algunos temas que a veces me lanzo, hace tiempo medio anuncié que sacaría un podcast.
So, si les gusta mi manera de narrar, escribir y eso, en este podcast me extenderé de un montón de temas súper interesantes e incluso lo hago a través de algunas reseñas de libros que he leído. El primer episodio está disponible en Anchor y Spotify, se llama [The Naked Fisherman, el age gap y los daddy issues] es in súper análisis monólogo y más o menos ahí verán la dinámica. Si les llama la atención pueden seguirme y será totalmente gratuito!
Estará en spotify,YouTube. Pueden escucharme mientras hacen su tarea y ( creo yo ) estará entretenido, so don't worry. El podcast se llamará NOTA MENTAL D' UNA DRAMA QUEEN !
Estoy empezando de cero y les agradecería mucho si me siguen en Instagram : @missyreferences y en tiktok bajo el mismo nombre! Also en YouTube suscribirse pero todavía no he subido el primer video so don't worry. Todos los links estarán en mi perfil.