Baekhyun se encontraba regando los lirios, aunque se sentía triste porque algunas flores estaban muriendo. Suspira mientras se sienta en el césped para acariciar a sus perros que estaban echados a un lado de él.
Cuando los rayos del sol comenzaron a quemar con intensidad, el doncel se levanta para ir a preparar la comida. Chanyeol no había llegado a dormir la noche anterior, pero le había llamado al teléfono fijo para decirle que llegaría a comer en la tarde.
Baekhyun camina cabizbajo mientras Lassie le lame la mano, sonríe levemente mirando a la cuadrupeda. No sabía que iba a pasar con su matrimonio, pero al menos quería la oportunidad de expresarse; toca su abdomen pensando en que no quería darle a su hijo una mala infancia, sabía cuan dañina era la gente con sus comentarios sobre niños de padres divorciados.
En cuanto llegó a la casa, se concentró en cocinar para evitar ponerse sentimental, no ayudaba en nada que sus hormonas de embarazo lo estuvieran atacando a cada momento. Tomo de excusa la cebolla para poder empezar a derramar lágrimas; no quería separarse de Chanyeol, lo amaba y quería que fueran una familia para su bebé.
Se limpia las mejillas después de colocar los vegetales picados en la olla. Sus orejas se crispan cuando escucha el sonido de la puerta abriéndose; se aparta de la cocina para recibir a su marido, pero suspira cuando ve que solo había sido Otto entrando a la casa.
Les dio de comer a las mascotas y después sirvió el almuerzo, decidió comer una manzana para esperar a Chanyeol, no quería comer solo.
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—Ten, hermanito, —se escucha la voz de Yoora quien se acerca con un vaso de limonada.
—Gracias, el sol de hoy ha estado horrendo, —acomoda su sombrero de paja mientras bebe la limonada.
—Lo sé, por eso vamos al río luego de la cosecha ¿Vienes? —pregunta y después se ventea con un abanico.
—No puedo, luego de la cosecha tengo que volver a casa, —suspira mientras mira a su padre en el tractor y a sus hermanos llevándose el maíz.
—Espero que tengas suerte, Baekkie se ve muy dulce, seguro perdona tu estupidez, —dice ella sonriente recordando la charla que tuvo con su hermano mayor la noche anterior cuando llegó a dormir ahí.
—Espero que sí, me porte muy mal con él, —baja la mirada. —Digo amarlo, pero al primer problema no le creí e incluso tuve pensamientos horribles, —hace una mueca cuando recuerda su sueño.
—Lo sé, aunque bueno, no eres un adulto aún, es normal que cometas errores, —se encoge de hombros.
—Hablo la señora, —arquea su ceja mientras sonríe.
—Pasar tiempo con las tías es bueno a veces, —levanta sus hombros riendo entre dientes. —Mejor apresúrate porque ya van a ser las dos, —finaliza y se va con el vaso vacío.
—¿Qué? —levanta sus cejas y luego mira su reloj dándose cuenta que ya casi había pasado la hora del almuerzo.
Comenzó a apresurarse a llevar las cargas de maíz adentro, sin embargo, por ir casi corriendo, su pie se enredo en una raíz junto a un árbol de manzanas.
—¿Estás bien? —se acerca uno de sus hermanos al ver a Chanyeol en el suelo. —Tienes el labio partido, —señala el lugar con sangre.
—Que fastidio, —intenta limpiarse, pero la sal de su sudor entro a la herida provocando que comience a arder. —Tengo que apresurarme.
—¿Y eso? —señala encima de su cabeza. —¿Es tuyo?
—¿Qué? —mira hacia arriba dándose cuenta de que había un pequeño conejo de ojos azules en su cabeza, —no, no es mío. —Agarra al pequeño por la nuca para mirarlo mejor.
—Es bastante esponjoso, como los panes de mamá, —sonríe mientras lo acaricia.
—Supongo, —ladea su cabeza, —bien, debo apresurarme para ir a casa, —deja al pequeño en el suelo.
Sin embargo, mientras Chanyeol llevaba las cargas de maíz, el pequeño conejo lo acompañaba mirando curioso lo que hacía. Cuando finalmente terminó ya eran las tres así que se despidió rápido de su familia para montarse en su camioneta.
Mientras acelera, un ruido le hace voltear la cabeza y se da cuenta de que el pequeño conejo lo había seguido hasta la camioneta así que estaba sentado de copiloto comiendo un pedazo de manzana. Suspira sin prestarle mayor atención, piensa que el conejo se iba a ir en cuanto abriera la puerta.
Tenía miedo de entrar a la casa; no tenía nada para su doncel y aunque tanto Kyungsoo como su hermana le habían dicho que no necesitaba alguna cosa material, sino solo su sincera disculpa, él pensaba que quizá hubiera sido bueno comprarle un ramo de rosas o algo así. Además, estaba llegando muy tarde.
Apaga el motor y cierra los ojos mientras exhala profundo e inhala hondo ya que necesitaba darse valor para afrontar la situación que tenía en casa. Encuadra sus hombros pensando que tenía que pedir una gran disculpa.
—Bueno, enano, sal, tengo que ir a enfrentarme a un esposo seguramente muy enojado, —señala la salida al conejo quien solo lo miro por un rato para luego comenzar a saltar yéndose.
En cuanto sus pasos lentos llegaron a la puerta, vuelve a inhalar con fuerza para abrir la puerta pensando en que quizá iba a escuchar gritos por parte de Baekhyun o algún cucharón cayendo a su cara. Cierra sus ojos mientras entra a la casa.
—Lo siento mucho, Baekhyun, no quise... —se detiene cuando abre un ojo y ve que el doncel estaba en el sofá profundamente dormido mientras abrazaba al gato. —¿Baekkie? —pregunta mientras ve la mesa con el almuerzo servido.
—¿Channie? —Baekhyun dice adormilado mientras se despierta debido al ruido de los ladridos de los perros. —Oh, me quedé dormido, —bosteza mientras se sienta.
—Lo siento, —se disculpa y se acuclilla. —¡Silencio chicos! —Les regaña a sus perros que poco a poco calmaron la emoción de ver a su otro dueño.
—¿Vamos a comer? —pregunta con una pequeña sonrisa mientras se levanta dejando estirarse a su gato.
—Claro, —asiente y luego se sienta junto a Baekhyun en la mesa.
Ambos estaban en silencio y solo se podía escuchar el ruido de los cubiertos contra los platos. Chanyeol sentía incomodidad ya que aquella calma lo estaba asustando un poco, pensó en encontrarse a un Baekhyun muy molesto, pero estaba tan tranquilo como una tarde de verano en el campo. Por otra parte, Baekhyun tenía su corazón encogido porque no sabía que iba a suceder, estaba aterrado de ser echado de su matrimonio, de ser olvidado por el hombre que amaba.
—¿Quieres un poco más de pollo? —pregunta el doncel.
—Bueno, —asiente.
Baekhyun se levanta para traer más comida para su marido y luego siguen almorzando en el mismo silencio anterior. Cuando terminan de comer, Baekhyun se levanta para lavar los platos sucios.
—Quiero que hablemos, —finalmente dice Chanyeol mientras camina hacia la sala.
Baekhyun se tenso al escuchar las palabras de su conyugue, pero solo asintió y cuando terminó de ordenar los platos se seco las manos para luego ir a dónde estaba el alto.
—Chan... —susurra cuando se sienta en el sofá frente al del mayor. —Yo sé que estuvo mal lo que hice, no lo pensé en realidad en ese momento, —seca sus manos en su delantal, —lo lamento mucho. —Otra vez las hormonas de Baekhyun se hicieron presentes y sus lágrimas comenzaron a bajar.
Finalmente Chanyeol se rompió, no pudo soportarlo más y con su corazón apretado, se apresuro hacia su esposo para tomarlo entre sus brazos. Lo apretó entre sus brazos sintiendo las lágrimas mojando su camisa.
—Lo sé, lo sé, —acaricia su espalda, —te perdono por eso, —lo abrazo y beso la coronilla de su cabeza, —perdoname tú a mí por haberte tratado tan mal estos días, —su voz se quebró.
—Sé que solo estabas enojado, —susurra en tono lloroso, —no estoy enfadado contigo, solo tengo miedo de que quieras divorciarte de mí, —tiembla mientras agarra con fuerza la camisa de Chanyeol.
—No, yo no pudiera vivir sin ti, mi pequeño, —suspira. —Sé que lo que te hizo el hijo de puta de Seunghyun y tengo pruebas, —acaricia la mejilla de Baekhyun cuando esté se separa para mirarlo a los ojos. —Perdóname, mi deber era protegerte, cuidar de ti... Siempre te digo que te amo y cuando más me necesitaste, te falle, —baja la mirada sintiendo culpa en su corazón.
—No, cariño, es mi culpa por no haberte dicho antes, lo siento, debí confiar en ti, —susurra mientras juguetea con sus dedos y hace un pequeño puchero, —¿Pruebas? —alza sus cejas.
—Sí, de una cámara de vigilancia, ¿Recuerdas a Ren? —se ríe cuando ve como Baekhyun infla sus mejillas, —bueno, su negocio está frente al edificio de clases y sus cámaras grabaron cuando ese cabrón te perseguía, —su voz se vuelve más gruesa y sus manos se empuñan.
—Tú me salvaste ese día, —lame su labio inferior sintiendo escalofríos al recordar aquel suceso, —tuve mucho miedo.
—¿Por qué no me dijiste? —limpia con su pulgar la piel mojada de Baekhyun, —hubiera querido hacer algo antes.
—Porque tenía miedo de que pensarás mal de mí, de que creyeras que yo te estaba traicionando... —mordisquea su labio inferior, —y terminó resultando que fue peor quedarme callado, —su voz fue bajando de volumen.
—No quiero que vuelvas a ocultarme algo, quiero estar al tanto de lo que te sucede y así poder ayudarte, —con sus dos manos agarra las mejillas de su esposo quien asiente con la cabeza. —Eres muy tierno, —no se resiste y acerca su cabeza para tomar los dulces labios de Baekhyun entre los suyos.
El corazón del doncel se acelera cuando siente los suaves labios de su marido aunque luego siente un sabor ferroso en su lengua así que se separa dándose cuenta que su marido tenía el labio partido.
—¿Por qué estás herido? —señala su propio labio. —Por cierto. ¿Dónde pasaste la noche? —frunce su ceño mientras lo mira con recelo.
—En casa de mis padres, ahí me lastime cuando ayudaba a mi padre en la cosecha, —sonríe sintiendo ternura al ver a su esposo celoso, —tenía cosas que pensar y quise hablar con mi hermana, —besa la punta de su nariz, —prometo que no volveré a dormir fuera de casa a menos que sea inevitable, —aprieta levemente la mejilla de Baekhyun.
—Está bien, —asiente, —por cierto ¿De qué hablaron?
Chanyeol se quedó en silencio por un momento y luego abrazo con fuerza el pequeño cuerpo frente a él, —que he sido un gran idiota por no creerte, que te debo una enorme disculpa. —traga saliva cuando siente un nudo en su garganta. —Te amo, mi pequeño doncel, prometo que nunca más volveré a desconfiar de ti, mi Baekkie, —se separa solo para volver a besar los labios de su esposo, pero está vez con más profundidad.
—Uhmg~ Chan~ —susurra cuando Chanyeol comenzó a meter su mano por debajo de su camisa.
—Te amo, te amo, —dice entre besos húmedos mientras desabotona la camisa del pequeño, —perdón, perdóname, —murmura una y otra vez, —eres lo que yo más quiero y me siento como un tonto que no te merece.
—No digas eso, —siente como sus mejillas se calientan debido a que ahora Chanyeol se encontraba devorando su cuello entre besos y succiones, —fui yo quien te falló, ¡Ahng! —entrecierra un ojo cuando la mano de Chanyeol acaricia su pecho.
—Eso está en el pasado, —dice agitado mientras quita la camisa del doncel. —Vamos a la habitación, —después de eso, toma a Baekhyun en sus brazos para ir a la cama donde lo recostó con suavidad.
—Ya no seas tan brusco... —pide en voz baja mientras su pecho es cubierto de caricias y besos húmedos. —Me duele cuando lo haces así, —forma un puchero.
—No te preocupes, Baek, —se levanta para luego sonreír mirándolo, —eres lo más precioso que tengo y cumpliré mi palabra, la que te jure en el altar.
—Mi Chan, —levanta sus brazos para aferrarse al alto, —me alegra tanto que esto haya pasado y puedo volver a tenerte a mi lado, —hunde sus dedos en la espalda ancha. —Te amo.
Después de eso, Chanyeol quitó el delantal de Baekhyun para arrojarlo a alguna parte de la habitación y empezó pasar su lengua por uno de los pezones provocando que el doncel comenzará a gimotear en voz baja, luego mordisquea el área hasta que el botón estuvo duro y lo mete en su boca empezando a succionarlo.
Cuando Chanyeol pensó que aquellos pezones ya estuvieron suficientemente duros, comenzó a repartir besos de mariposa por el esternón hasta que llegó al abdomen dónde sintió una curva muy leve, como si Baekhyun hubiera comido demás aunque sabía que no era así, que en realidad ahí estaba descansando su hijo; sí, estaba seguro que era suyo, su semilla, su primogénito que crecía en el seguro y cálido vientre de Baekhyun.
—Mi bebé, perdóname por haber dudado de ti, —susurra sobre la piel suave, —tú eres mío, al igual que tu madre, —deja un beso para luego seguir bajando.
El cuerpo de Baekhyun se encontraba temblando un poco ya que pensó que Chanyeol vendría para devolverlo a casa de sus padres, pero no, estaba ahí encima de él siendo gentil y tocándole como tanto le gustaba. Un par de lágrimas bajaron por sus mejillas, pero estás ya no estaban llenas de dolor, sino de un profundo cariño por Park Chanyeol, su marido, solo suyo.
Los pantalones de Baekhyun fueron bajados por lo que el doncel se estremeció a causa del contacto de su piel desnuda contra el frío del ambiente. Luego sus piernas fueron abiertas para que Chanyeol pudiera acomodarse entre ellas.
—Ah~ —gime cuando siente dos dedos dentro de su cavidad inferior, —ungh~ —frunce su rostro mientras Chanyeol arquea sus dedos tocando su punto dulce.
—Me encanta cuando te estremeces así, —muerde el interior de su mejilla mientras escucha el chapoteo producido por el lubricante rebosando de la entrada de Baekhyun, —gime más, —dice con la voz más profunda y gruesa, —te retuerces tan bien, —lame sus labios con lujuria.
—Uhng~ sí~ —arquea su espalda cuando Chanyeol toca una parte dentro de él que lo hizo ver el cielo.
Cuando Chanyeol vio que Baekhyun estuvo cerca de su límite, quitó sus dedos, ganandose un quejido de protesta, para luego bajar su pantalón dejando salir su miembro el cual estaba ya muy duro, froto un poco para luego dirigirlo al ano palpitante de su esposo.
Baekhyun hunde sus uñas en la cama y curva su espalda cuando Chanyeol comienza a entrar en su cuerpo, no sabía porque aún no se acostumbraba al tamaño de su marido ya que le seguía doliendo un poco cuando ingresaba.
—Eres tan cálido y resbaladizo, —Chanyeol susurra contra el oído de Baekhyun.
Baekhyun tembló cuando el aliento caliente del alto choco contra su piel, además le encantaba escuchar ese tono grave y rasposo. Había tenido tanto miedo de no poder volver a ser tomado por su marido.
—Así no, me duele, —se queja cuando su marido golpea en un ángulo incómodo.
—Lo siento, pequeño, —besa su mejilla para luego tomar la cadera de Baekhyun y golpear de un modo que lo hizo chillar complacido, —¿Mejor? —el doncel asiente.
El trasero de Baekhyun comenzó a ser golpeado por las bolas llenas de Chanyeol mientras que su interior era abusado por la polla dura. El más alto levanta una de las piernas esbeltas para empezar a empujarse con más fuerza.
—Chan~ —gime mientras entorna los ojos y siente el calor incendiando su cuerpo, —m-más~ —inclina su cuello hacia atrás cuando su cuerpo es empujado una y otra vez provocando que la cama se mueva.
La respiración de ambos estaba siendo más profunda y errática con cada empuje. Baekhyun podía sentir como su interior acogía plácidamente el grueso y venoso pene de Chanyeol; su boca se encontraba entrebierta dejando salir suspiros y gemidos.
—Me encanta estar dentro de ti, me tienes encendido, —gime Chanyeol para luego poner una mano junto a la cabeza de Baekhyun sujetándose mientras se entierra muy profundo en su esposo. —Me fascinas, —jadea para luego quitarse el sudor de su frente con su mano libre.
Los muslos regordetes de Baekhyun se encontraban rebotando mientras su cintura y su pecho eran acariciados por el alto quien no se cansaba de adorar el cuerpo desnudo y agitado debajo de él. Baja la cabeza para lamer el cuello pálido de Baekhyun queriendo tener el sabor de su amante en su paladar.
Después de unos cuantos empujes más, el vientre del doncel se tenso y su sangre comenzó a burbujear por el calor de su éxtasis hasta que todo explotó en una sensación de orgasmo puro que lo hizo gritar y tanto su polla como su entrada escupieron su climax. Su pecho comenzó a subir y bajar desenfrenado.
Cómo el canal se apretó más, Chanyeol no pudo resistir y comenzó a desbordarse dentro de Baekhyun viéndose como su polla palpitaba dejando salir su semilla caliente hasta llenarlo y luego cayó jadeando sobre su esposo. Ambos estaban con los ojos cerrados intentando regular sus respiraciones.
—Mi pequeño Baek, —susurra mientras lo abraza y se coloca de lado en forma de cuchara, —quiero estar a tu lado siempre.
—Yo también, estos días alejado de ti han sido terribles, —coloca sus manos sobre las grandes de Chanyeol. —Prometo que si vuelve a pasar algo, te lo contaré, —se acomoda sobre su pecho cálido.
Luego ambos se quedaron dormidos, finalmente sus pesadillas se transformaron en sueños dulces y en lugar de moverse por toda la cama, ambos permanecieron abrazados con Chanyeol dentro de Baekhyun hasta la mañana siguiente.
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—¡Kyungsoo es muy injusto! —grita un Jongin sumamente enojado mientras toma un vaso de vodka. —¡¿Por qué no entiende que estoy arrepentido?!
—y Lulu también, siempre es ¡Sehun ve a traer los hongos de la montaña! ¡Sehun dame dinero para ese conjunto nuevo! ¡Sehun tenemos que ir a dónde la abuela! —dice con voz arrastrada mientras toma desde el pico de la botella de su cerveza. —¡Tiene un jodido armario repleto y su abuela me odia! —lloriquea para luego encender un cigarrillo poniendolo torpemente en sus labios.
Chanyeol escucha a sus amigos y piensa que estaban siendo demasiado dramáticos, suspira mientras mira al centro de mesa. Era el cumpleaños de Jongin y por eso estaban tomando en la taberna; ya habían celebrado con la familia en la tarde, pero decidieron acabar en la noche bebiendo juntos. Sin embargo, luego del accidente y la pesadilla, Chanyeol comenzó a tenerle miedo al alcohol así que decidió ser el conductor designado.
—¿Es cierto que la barriga de ese chico Byun es tuya? —se escucha la voz arrastrada de un viejo.
—Quien sabe, puede que sí o que no, —ahora la voz casi incoherente de otro se hizo escuchar, —o puede que sea del tonto mocoso.
—Ay, ay, si que se le hiciste buena a Park, mira que cogerte a su esposo, —se ríe un tercero mientras sigue bebiendo.
—No es como que hubiera sido muy difícil, —suelta una carcajada.
Chanyeol sentía como su sangre empezaba a hervir y sus manos ya habían formado un par de puños que necesitaba utilizar. Él iba simplemente denunciarlo ante la ley, pero ahora pensaba que aquel hombre necesitaba más que un castigo penal.
—Puedo tener un buen regalo de cumpleaños, —sonríe Jongin de medio lado cuando ve la expresión enfurecida en Chanyeol. —¿Quieres hacerlo? —arquea una ceja.
En realidad estaban ebrios, pero no lo suficiente como para no poderse poner en pie, mas bien les gustaba exagerar. Durante la noche Chanyeol les había comentado lo que realmente paso, por lo que en ese momento los tres simplemente se levantaron para ir a saludar a la mesa de a lado.