Asunseth

By Vidavirix

2.8K 344 167

"Este es un llamado al joven Elier, para invitarlo a que se reúna con nuestros científicos y puedan charlar s... More

Sinopsis
Capítulo 1: Iniciativa de castración
Capítulo 2: PlanetFem
Capítulo 3: La coordinadora Selineth
Capítulo 4: Cásate conmigo aunque duela
Capítulo 5: Enamorarse es cuestión de conveniencia
Capítulo 6: La corrupción del ADN
Capítulo 7: ContraADN
Capítulo 8: Determinación
Capítulo 9: Besar a Leviatán
Capítulo 10: Besos, besos y más besos
Capítulo 11: La semana del protocolo
Capítulo 12: Alianzas y condiciones
Capítulo XIII - Capítulo especial «Astro»
Capítulo 15: Revolución "ataque y contraataque"
Capítulo 16: Grandes sacrificios
Capítulo XVII - Capítulo especial «Astro»
Capítulo 18: De mal en peor
Capítulo 19: Grita más fuerte
Capítulo 20: El ADN es el universo
Capítulo 21: La libertad requiere de sacrificios
Epílogo
Nota de autora
Extinción Femenina

Capítulo 14: Siento mucho tu pérdida

80 11 4
By Vidavirix

Me miro al espejo, viendo los chupetones en mi cuello, no me había dado cuenta de que Astro me dejó marcas, voy a tener que usar maquillaje por primera vez.

—Computadora, maquillaje —le pido a la máquina incrustada en el espejo. El mecanismo me muestra los diferentes tipos de opciones y voy pasándolos con el táctil en el vidrio—. Computadora, cerrar. —La pantalla vuelve a ser un espejo común.

Nada me convence, solo quería taparlos, no pintarme toda la cara, tendré que hacerlo manualmente.

Busco en el mueble la pintura más normal que haya, pero no entiendo nada. En estos casos debería llamar a mi coordinador, aunque ni muerto le pido ayuda a Alekei, y tampoco puedo solicitarle auxilio a Keller, pues no se lo permiten. Quizás no debería ir a la universidad y esperar a que se me vayan las marcas. Además, no puedo dejar al bebé solo, o sea aprobarían que lo cuide el robot, pero los chupetones me dan vergüenza, así que no se me da para ir. Tengo tantas contradicciones con esto, termino haciéndole caso al protocolo nada más que por la pena. Ellos quieren una mujer sumisa que se quede en su casita y yo deseo seguir investigando, pero acabo haciéndoles caso por el pudor.

Pensar que el sexo es tan distinto a cómo te lo imaginas. Es muy distinto pensarlo que hacerlo. Tengo tanta vergüenza, los recuerdos llegan a mí como flashes.

Hice ruidos raros, lo sé.

Pongo mis manos en el lavabo y muevo mi cuerpo hacia abajo, acordándome de mis acciones tan sucias y vergonzosas.

¿Cómo lo voy a mirar a la cara cuando vuelva?

—Esa posición invita a muchas cosas. —Oigo la voz de Valtec y me levanto, me giro rápidamente viendo al gerente general de PlanetFem—. Te ves sorprendida —acota.

—¿Qué haces en mi casa?

—Conseguí un permiso para visitarte, Alekei está viniendo, ya sabes, no puedo estar a solas contigo sin un coordinador.

—No sé de qué hablas, pero deberías irte.

Da un paso adelante y no logro retroceder, tengo el lavabo detrás.

—Vine a decirte lo mucho que siento tu pérdida.

—¿Qué pérdida? —Subo mi deshabillé para que no me vea las marcas, así que por mi acción se ríe—. No le veo la gracia.

—No hablaba de tu antiguo estado virginal, pero felicidades por tu primera vez, fui uno de los primeros en ver el vídeo. Bueno, era evidente, después de todo, seguro Alekei ya te contó de ese trámite que inicié sobre ti. Muy buena jugada la de reafirmar tu amor con Astro. Aunque no debes preocuparte, no estoy celoso, una sola vez no es comparada a las muchas que podremos tener.

—Tu apelación fue denegada apenas me acosté con Astro, así que deja de regodearte como si fuera a pasar algo entre nosotros.

Pone la mano en el lavabo y acorta más la distancia entre nuestros cuerpos.

—Por eso vine, lamento mucho lo que pasó.

—¿Y qué ocurrió? —Enarco una ceja.

Me mira de arriba abajo.

—Tu bata me desconcentra.

—¡Habla de una vez! —me quejo.

—¿Siempre andas en camisón a esta hora de la tarde? Porque si es así estaría encantado con tu mal hábito. —Se ríe, luego se muerde el labio inferior—. Me fascina.

—So... solo estoy vestido así porque no fui a la universidad. —Bajo la vista, para no observar esa mirada lasciva que tiene impregnada en mí—. ¿Va a decirme qué quiere? Necesito cambiarme si va a permanecer como invitado en mi casa.

—No te avergüences, Erin, en un futuro no muy lejano, que te vea en camisón y bata no será algo por lo que apenarse, ya habré visto otras cosas mucho más pudorosas.

Frunzo el ceño y me atrevo a mirarlo enfadado.

—Deje de fantasear y diga lo que vino a decir o lárguese.

—Me encanta ese carácter, ¿serás así de salvaje en la cama? —Mantiene su mirada fija y sucia en mí—. Bueno, en realidad ya lo sé, fuiste bastante tímida con Astro.

—Si ha venido a decirme cosas lascivas no me interesan, le recuerdo que soy una mujer casada, váyase.

—Esa carta no funcionará otra vez conmigo, Erin, vengo aquí con otra postura muy distinta a la de gerente general.

—¿Y cuál es esa?

Acaricia mi cabello y muevo mi cara para que no me toque.

—Tengo miedo de romper tu espíritu salvaje si te lo digo de forma directa, es que es un tema delicado. Quizás haya que esperar a Alekei para contártelo, aunque me tienta la reacción que tendrás.

—Entonces vuelve más tarde —expreso a secas.

—¿No te tienta la intriga?

—Sí, pero con personas como tú, estando tan cerca, prefiero no saber.

Parece que le molesta mi comentario, así que decide hablar:

—Astro está desaparecido, encontraron sus pertenencias cerca de su coche, incluso había sangre. Se dice que quizás fue un secuestro o peor, hasta es posible que haya sido asesinado —declara sin filtros y quedo en shock—. Debido a que ha comenzado una investigación, puedo volver a apelar sobre tenerte.

—¿Qué? —No reacciono.

—Que Astro ya no está, lo lamento. —Sonríe de forma burlona.

Pierdo fuerza en las piernas cuando tengo la necesidad de llorar, así que Valtec intenta ayudarme, pero yo lo empujo.

—¡No me toques! —Salgo corriendo.

Me dirijo a la puerta, luego voy hasta donde Astro tenía estacionado su vehículo. Veo que hay una perimetral, además de varios de la Guarda Proyectual en la escena. No era mentira, pasó tan cerca y ni me enteré. Debo estar en una pesadilla.

—Erin, vuelve a la casa —me reprende Valtec, el cual me ha seguido—. No puedes andar por ahí en paños menores.

—¡No soy Erin! —le grito y lágrimas mojan mi rostro—. ¡¿Dónde está Astro?! ¡¿Fuiste tú?! ¡¿Cierto?! —Intento golpearlo, pero me detiene, así que continúo llorando.

Trata de abrazarme, pero cuando veo a Alekei, reacciono y corro hasta él.

—¡Eres mi coordinador, protégeme! —expreso alterado—. ¡No puede apelar, dijiste que no podía! —Lo tomo de su ropa—. ¡¿Dónde está Astro?! —insisto y no lo suelto—. ¡¿Es un plan malvado para torturarme?! ¡Dímelo, Alekei!

—Señor Valtec, le dije que no le contara hasta que yo llegara. —Alekei me ignora como siempre, pero de igual forma me defiende—. Entremos a la casa. —Me guía cuando ya me quedé sin fuerzas para gritar.

Termino sentado en el sillón del living, perdido en mis pensamientos. Sin responder a todas mis acusaciones, mi coordinador me da un calmante y termina echando a Valtec del lugar.

—Eres muy dedicado a tu trabajo —opino mientras tomo de la taza con el líquido caliente, veo el vapor salir de esta.

Tarda en responder porque no suele charlar conmigo, normalmente habla con Astro, ignorándome por completo.

—No todos van a estar interesados en ti, querida Erin, ni siquiera sé cómo hiciste para que Valtec se obsesionara contigo. —Se cruza de brazos—. El gerente general ni te miraba y ahora lo tienes persiguiéndote, qué horror.

¿Por qué me critica en vez de consolarme?

—Acabo de perder a mi marido —le recuerdo.

—Sí, me acabas de complicar el trabajo.

—Deja de odiarme. —Lloriqueo—. Soy una persona.

Bufa y se sienta a mi lado.

—Escúchame, no tengo nada en contra tuya, solo hago mi trabajo, así que será mejor que cooperes y ya, necesito que te comportes.

—Y si Astro está muerto... —Pienso lo peor.

—Tendré que conseguirte otro esposo —responde, aunque yo no estaba pensando en esa posibilidad, solo quería saber de él.

—No quiero otro marido.

—Eso no lo decides tú, el año de prueba no terminó.

Giro mi vista a mirarlo y creo que le incomoda.

—Ayúdame, Alekei, si realmente no me odias, tenme un poco de empatía.

Bufa.

—Te conseguiré un investigador privado y diremos que Astro se fue de viaje.

—¿Qué? —Parpadeo seguido por la confusión.

—Si la Guarda Proyectual se encarga del caso, van a cerrarlo rápidamente. Más si Valtec está interesado en ti, él pondrá dinero y hará que abandonen la investigación. Te daré tiempo.

—¿De verdad? —expreso sorprendido.

—Si no hago eso, tendré más papeleo, y no estoy interesado en esa parte de mi trabajo.

—Gracias. —Cierro los ojos y mis lágrimas caen.

—Deja de lloriquear y tómate el maldito líquido —me reprende.

Abro los ojos y bajo la vista a mi taza.

—S... sí.

¿Quién diría que Alekei tiene corazón?

Continue Reading

You'll Also Like

141K 11.4K 198
no se, solo escribo aqui cuando estoy triste
647K 38.6K 41
Mia es una chica de dieciseis años que decide pasar el verano con su tio en Montana, en un intento por huir de algo que la esta agobiando, pero termi...
124K 8.6K 48
Samanta un demonio del infierno y la enamoradiza de Lucifer sufre una lucha interna con su yo. Siempre fue despiadada y destructora, es conocida por...
64.6M 6.1M 118
¿Qué harías si una noche encuentras a un chico semi desnudo y cubierto de sangre en tu patio? ¿Qué harías si es atractivo, pero también es perturbad...