Jimin apenas llevaba un sorbo de su té, para hidratarse la garganta, cuando Jungkook arrastró una silla enfrente de él. –Eres muy callado Aisi.
Para sus adentros, el ex terrícola pensó que era lo de menos, esos dos Alfas no habían tenido ni la decencia de haberse presentado adecuadamente. –Disculpe, pero se me ha asignado un nuevo nombre por la gracia de la dama de la niebla.
-Vaya, Hana no me dijo nada al respecto- Parecía molesto, cuando Jimin buscaba que se viera apenado. Pero estaba bien, no sería fácil avergonzar a este tipo de hombres, orgullosos y prepotentes.
-Bueno la próxima vez agradecería que me preguntaras primero, porque a mí también me gustaría que las presentaciones hubieran sido más claras desde el inicio- Esperaba estar interpretando bien esa actitud pasivo-agresiva que tanto usaron con él. Déjalos que ellos mismos se den cuenta de sus errores, así era más efectivo.
-Demasiado exaltado para eso, estoy seguro que descubrirás suficiente de mí por otros en el clan, prefiero no agobiarte- Wow que tipo tan denso, Jimin tuvo que recostarse mejor en la silla para soportarlo.
-Entonces ¿Estás de acuerdo con opiniones como la que dio Yoongi?- El Alfa dejo de prestarle atención, para volver a gruñirle al cazador.
-¿Qué dijo este traidor de mí?- Jimin estaba empezando a preguntar, si de verdad ese tipo era desobediente, o no sabía escuchar.
-Lo dijo en tu cara, que solo quieres utilizarme para seguir siendo el jefe de armas- El Omega entrecerró los ojos, pero no dejo que su tono sonara molesto.
-Mentira, cualquiera que escojas como jefe de armas, aparte de mí, serían los que estarían aprovechándose. Porque de otra forma no hubieran podido pasar sobre mí- Jimin no pudo aguantar, termino riéndose, porque demonios, este tipo era increíble.
-Yo...wow...simplemente wow- A las chicas les gustaba los hombres con confianza, pero esto era extremo.
-Sí, me lo han dicho- Jimin siguió riéndose al imaginárselo, mientras Jungkook parecía satisfecho consigo mismo, malinterpretando las carcajadas del Omega.
-Creo que apoyarse solo en palabras es muy fácil, que tal un par de acciones que igualen la expectativa- Decidió ser más directo.
-Por supuesto, puedes venir cuando quieras a ver las prácticas en la mañana, o los combates simulados los fines de semana- Harto, Jimin cruzo sus brazos sobre su pecho.
-Estoy ansioso por ver a todos los Alfas fuertes y capaces que nos protegen, aunque espero que como dices no busquen aprovecharse de mí, porque es tan difícil para mí negarme, en especial si buscan cortejarme con regalos, parece que es mi debilidad- Jungkook por fin se puso tenso, al parecer sus tuercas empezaban a moverse. Ya era hora.
El guía, aunque trato de dormir, no pudo evitar quedar sorprendido por lo bien que de pronto se había adaptado su humano.
-Ellos no podrían superarme, puedo ofrecerte regalos mucho mejores que cualquiera- Jimin debió suponer que sería competitivo, pero bueno era la primera vez que hacia esto. -¿Quieres pastel?
Aún quedaba una porción entera, solo que Jimin creía que podía hacerlo mejor. –Bueno gracias, pero esas sobras, comparadas con un plato entero de estofado, son algo decepcionantes- Termino la oración con un pequeño suspiro, mientras bajaba la mirada.
-Tengo algo mucho mejor que ese estofado, espera aquí- Y como un rayo, Jungkook abandono la cocina, dejando un pedazo de postre muy apetitoso que el Omega ataco sin contemplación.
-Je je, si tengo el poder- El guía no sabía a qué se refería. -¿Qué crees que traiga?
-¿Eso influirá en tu decisión?- Jimin podía notar que todos estos asuntos eran serios para su animal interno, pero el coqueteo y el romance deberían ser divertidos. Quería experimentar a su gusto.
-Nop, solo estoy jugando, no es como si ese tipo estuviera enamorado, es más dudo que pueda sentir eso hacia otra persona- Por su parte el guía, sentía que Jimin era bastante precipitado en sus evaluaciones, y temía que estuviera subestimando a sus candidatos.
-Puede ser, no conozco a ninguno para poder decir algo.
Jimin miró a un lado cuando termino su plato, y se asustó al encontrar a Yoongi observándolo fijamente. -Realmente sabes ocultar tu presencia- El cazador era el perfecto estereotipo de serio solitario, mostrándose tan indiferente a todo su entorno.
-Me sale natural. ¿Quieres que me presente?- Claro su voz cuando no estaba enojado, carecía de emoción, y sonaba aterciopelada en su gravedad varonil.
-Ah, si quieres, solo estaba bromeando un poco con Jungkook- Lo ponía nervioso el aura de ese tipo, como si aún sostuviera un cuchillo en su dirección. Sino fuera por el hecho de que dijo directamente que quería cortejarlo, pensaría que no le agrada. Aunque eso era solo era como una propuesta para tener sexo, no tenía que darle tanta importancia. -¿O si se la doy?
-¿Qué? A pues, la verdad, si podría ser solo que quiere pasar una época de celo contigo, pero es algo que debe discutirse para saber- Jimin no haría eso, no le preguntas al tipo misterioso sus verdaderas intenciones, porque se reía en tu cara.
-¿Celo? ¿Cómo el de los perros? ¿Me seguirán machos desesperados por aparearse? Eso suena más salvaje que cazar tu propia comida ¿Voy a estar todo caliente y me dejare montar por varios?
-No tan extremo, aunque si ese es el deseo del Omega, puede consentirlo antes de entrar en celo, pero no es como si perdieras la razón, eso suena muy inconveniente. Sería más como estar bajo los efectos de un potente afrodisiaco.
-Curioso, hasta ahora no había necesitado presentarme, siempre alguien lo hace por mí- Interrumpiendo la conversación interna, Jimin volvió su mirada al cazador. Ja, eso era justo lo que había imaginado.
-¿La misma respuesta que Jungkook?- Esos dos no se soportaban, y lo comprobó de nuevo cuando Yoongi gruño ante la mención del otro Alfa.
-No, estoy pensando- Al ex terrícola le encantaban los chicos que se llevaban mal, había cierta tensión sexual que lo atraía. Imagínatelo, al final el único que te perturba es otro Alfa, ningún Omega puede competir contra esa pasión.
-Si es una buena escena- Su guía al parecer ya estaba disfrutando con lo que imaginaba.
-No te fuerces, no estamos en una reunión, y viviendo bajo el mismo techo terminare conociéndolos- Trato de ser jovial, pero solo recibió un seco asentimiento de su interlocutor.
Jimin sentía que debía crear más distancia con el cazador, no sabía si porque ahora era parte animal, pero se sentía acorralado. Su plan fue rápidamente frustrado, cuando Yoongi bloqueo su salida con uno de esos fuertes brazos, justo arrinconándolo entre la pared y el mesón.
-Eres alguien cauteloso y astuto para ser un Omega que socializa por primera vez- Sus narices estaban casi rozándose, Jimin podía sentir la pesada y caliente respiración, justo golpeando sus labios. Dios cuando pasaba en las series lo emocionaba, pero ahora le hizo sentir ñañaras en el estómago. Estaba seguro que su cara esta roja y tartamudearía. ¡Eso no era jugar limpio!
-¿E-estas usando eso como excusa para atacarme?- Su voz se debilito al final, pero era por ser su primer acercamiento a un hombre que quería follarselo, al menos eso si lo compartía con Aisi.
-Sería incapaz de aprovecharme del omega al que quiero conquistar- Algo definitivamente estaba retorciéndose en sus entrañas, esto era una tortura vergonzosa.
Yoongi siguió acercándose y Jimin ya no tenía a donde retroceder, por lo que en pánico puso sus manos sobre los hombros contrarios, tratando de empujarlo. Pero el cazador solo le sonrió, para acto seguido tomar sus palmas por el mismo, y moverlo como si fuera un muñeco, forzando los brazos del Omega a ambos lados, pegándolos a la pared, dejándolo a la completa disposición del Alfa.
-No- Pidió en un susurro estrangulado, pero al mismo tiempo cerrando los ojos y alzando la cara.
Entonces sucedió, Jimin fue liberado, dejo de sentir el calor y el dominio abrumador del Alfa, que se alejó riéndose se su sonrojado semblante. –Mañana saldremos temprano, voy a enseñarte a cazar.
Incapaz de componerse de la avalancha de emociones que acababa de sufrir, dejo que Yoongi saliera de la cocina, llevándose la victoria consigo.
-Lo ves guía, sabía que lo haría, y aun así caí en su juego- Lloriqueo mentalmente, mientras apretaba los dientes frustrado. –Se burló de mí
-Estoy en blanco.
-Claro que lo estas, esa táctica sucia es matadora. Dios, no puedo creer que disfrute cada maldito segundo se eso. No volveré a juzgar a las protagonistas de novela- Derrotado pego la cara contra el mesón, no quería enfrentar a nadie más.
-Recuerda que estamos esperando a Namjoon, y a Jungkook- Gimió en protesta, pero volvió a erguirse en la silla, solo para ser sorprendido con alguien nuevo entrando a la cocina.
Era un hombre alto, compitiendo con Jungkook en ese aspecto, pero su cuerpo estaba lejos del físico de los dos luchadores que conoció. Con un traje completo de camisa con botones, acompañada con un abrigo color olivo que apretaba brazos bien formados, pero de una manera elegante, producto de una rutina ensayada y no curtidos por el trabajo físico. Ese tipo era un estudioso, con esos pantalones de satín, con los zapatos brillantes, les gritaba a todos que trabajaba en interiores.
Jimin no podía creerlo, hasta la cabellera gris característica de los Leopardos, en este sujeto estaba recortada y peinada, manteniendo los mechones para atrás, en un aspecto limpio que hacía destacar todo el rostro. Le dedico una sonrisa agradable que hundió dos pequeños hoyuelos a cada lado.
-Buenos días, disculpa ¿Has visto a una señorita encantadora por aquí?- Sus pasos y su voz se deslizaban como terciopelo, envolviéndolo en una atmosfera mágica, era un auténtico elixir después de tanta rudeza.
-Me he enamorado con solo una mirada, ese es mi tipo de hombre- El guía estaba seguro que sintió cierto interés por parte de Jimin, al conocer a los dos Alfas anteriores. No sabía si era de naturaleza enamoradiza, o un apreciador de la belleza masculina.
-Jimin ya de alguna forma estas coqueteando con dos Alfas, encajas muy bien en esto de ser el Líder Omega de los Leopardos- El ex terrícola no estaba de acuerdo, porque hasta ahora sentía que iba a coquetear enserio.
-Namjoon ¿Verdad? Mamá iba a esperarte, pero quise cubrirla esta vez, parecía muy cansada- Esta vez el Omega quería mantenerse tranquilo, despejar su mente, porque no podía arruinar la primera impresión.
-Te recuerdo que estamos en pijama, y quien sabe cuándo fue la última vez que nos bañamos.
-...Maldición.
-¿Mamá? ¿Eres Aisi? ¿Te encuentras bien?- Namjoon rodeó el mesón para verlo mejor, que vergüenza.
-Sí, fui bendecido por la Dama de la niebla, por favor desde ahora llámame Jimin- Ahora era tan consiente de su arrugada camisa manga larga, y del gran pantalón de lana. –Yo voy a servirte la comida, por favor siéntate y espérame.
-Lo siento Jimin, no puedo dejar que hagas eso, acabas de recuperarte. Voy hacerlo yo mismo- Fue tan suave al apartarlo por los hombros, posicionándose delante de la estufa, se arremango las mangas del abrigo.
-Me apena mucho, le insistí a mamá para que me dejara hacerlo, porque ella lo prometió ya que debes estar muy cansado de tus deberes. Por favor, solo es calentar algunas cosas, déjame hacerlo- Era difícil morir a los viejos habitos, y no estar cumpliendo las ordenes de sus padres lo hacía sentir ansioso.
-Tranquilo no se lo diremos, en cambio puedes hacerme el honor de brindarme tu compañía mientras almuerzo- Era tan considerado con él, que estaba de nuevo sonrojado.
-¿Dime que no es un sueño? Porque tiene que serlo- Se permitió chillar emocionado en sus pensamientos.
-Es verdad, es muy encantador.
-Está bien, pero por favor prométeme que la próxima vez me dejaras hacerlo- Antes se ofreció por deber, pero ahora sería todo un placer tomar la tarea todas las veces que se pueda.
-Sí, así consigo también asegurarme tu compañía en todas mis comidas- Le sonrió en todo momento, haciéndolo sentir especial.
-Waaaa- Gritaron al unísono tanto el Guía como el humano.
-¡Jimin, te he traído el más grande y perfecto regalo de cortejo!- El Omega se tensó en su sitio, había olvidado a Jungkook. Lo iba a arruinar todo.
CONTINUARÁ