[Mericcup] Teach me how to Lo...

By MarySueSanders

40.8K 3.2K 1.4K

Mérida Dunbroch tiene que mudarse a Nueva York con su familia debido a una nueva oportunidad laboral que se l... More

Prólogo: Fucking Big City
Capítulo 1: The new girl in town
Capítulo 2: Needing help
Capítulo 3: Secret feelings
Capítulo 4: Give me some
Capítulo 5: A little sweetness
Capítulo 6: Secret lovers
Capítulo 7: Game rules
Capítulo 8: Silence
Capítulo 9: The red queen (Parte 1)
Capítulo 10: The red queen (Parte 2)
Capítulo 11: The red queen (Parte 3)
Capítulo 12: Strongest Love
Capítulo 13: Ocean siren
Capítulo 14: Your spell
Capítulo 15: You earned it
Capítulo 16: White man
Capítulo 17: Storm clouds
Capítulo 18: Problems
Capítulo 19: Drink to forget
Capítulo 20: Change for you
Capítulo 21: Seduction tricks
Capítulo 22: Threats
Capítulo 23: Heart demons
Capítulo 24: Not a love story
Capítulo 25: Suicide
Capítulo 26: One more chance
Capítulo 27: Irrational
Capítulo 29: Old friend
Capítulo 30: Goodbye
Epílogo: Last words
Remind me how to love

Capítulo 28: The perfect housewife

849 79 53
By MarySueSanders

-¿¡Qué!?- Preguntaron mi madre y mi padre cuando les anuncié que me mudaría con Hiccup.

-Eso.- Comenté, firme.- Tengo dieciocho años, ya soy una adulta y puedo decidir con quien vivir.- Ambos intercambiaron miradas atónitas.

Estábamos en casa, la cena ya había finalizado y mis tres hermanos menores partieron hacia su cuarto a jugar con su nueva consola que recibieron por navidad, la cual me perdí por haber estado en coma.

-Obviamente tu comportamiento no tiene nada de adulto.- Gruñó, mi padre.- ¿Mudarte con Haddock? ¿De verdad, hija?- Asentí, levantando la barbilla para parecer más intimidante.- ¿Cómo sabes que ese imbécil no te volverá a fallar? Ya lo ha hecho varias veces.-

-Quiero darle una oportunidad más a la nuestro.- Confirmé. Mi madre liberó un suspiro de decepción mientras enterraba su cara entre sus manos.

-¿Qué hemos hecho mal?- Susurró, para luego volver la vista hacia mí, completamente furiosa.- Mérida.- Me llamó, con autoridad.- A pesar de que seas una adulta para los ojos de la ley, aún sigues siendo una niña bastante estúpida.- Abrí la boca y levanté las cejas, sorprendida.- ¿Cómo puedes si quiera creer que ese hombre todavía siente algo por ti?- Preguntó, indignada.

-No lo creo mamá, lo sé.- Mi voz sonaba increíblemente firme y poderosa.- Hiccup quizás no haya sido el chico perfecto, pero estoy segura de que él me ama y que yo lo amo a él.- Papá bufó.- Además... ¿Qué podrían saber ustedes sobre el amor? No pueden ni si quiera verse y aún así siguen juntos simplemente por beneficio mutuo. No quiero terminar como ustedes. Quiero casarme con el hombre que de verdad amo y ese, para su desagrado, es Hiccup.- Agregué.

-Espera, espera, espera...- Pidió mi padre.- ¿Cómo que casarte? Estábamos hablando de una mudanza, no de una boda.- Solté un gruñido de desesperación.

-¡Solo decía!- Grité.- No vamos a casarnos aún.-

-No, ni ahora ni nuca. Jamás permitiremos que te cases con él.- Advirtió mamá.

-Lo haré si así lo deseo. Ustedes son mis padres, no mis jefes. Mi vida es mi vida, ustedes pueden opinar y darme consejos, pero yo al final haré lo que se me de la gana.- Amenacé.- Además, no les estoy pidiendo permiso para mudarme con Hiccup, VOY a hacerlo y si quieren seguir sabiendo de mí entonces tendrán que apoyarme.-

-Jamás.- Sentenció mamá.- Nunca alentaré una relación tan absurda y destructiva como esa.- Ella se levantó de la silla.- Vete si así lo quieres, pero cuando él vuelva a hacerte pedazos el corazón, no regreses aquí buscando un consuelo. Estás advertida.- Finalizó y se retiró del cuarto. Papá mi brindó una mirada decepcionada y luego se marchó de allí también.

Mis padres no eran los únicos que mostraban descontento hacia mi decisión. Rapunzel me hizo saber que era una estúpida por volver a confiar en él y mi advirtió que si ella llegaba a verlo nuevamente le cortaría los huevos con una cuchara de plástico. Mi buen amigo Nod también me llamó estúpida.

-No puedo creer que hayas tomado una decisión tan tonta.- Comentó, revolviendo furiosamente el puré de manzana que nos habían dado como postre. Tuve que regresar al instituto y ahora nos encontrábamos en la cafetería almorzando.

-Todo el mundo dice lo mismo.- Repliqué, cansada del mismo discurso de mierda.

-Entonces razona, Mérida. Si todos opinamos igual, hay algo mal contigo.- Bufé. No quería más sermones.

-Mira, Nod, quieras o no mañana me mudaré con Hiccup. Fue mi decisión y así se quedará.- Finalicé.

-Pues no esperes que te ayude en ésta.- Masculló entre dientes.

-Muérete.- Solté y me concentré en mi almuerzo.

En nada más que en veinticuatro horas había peleado con todos mis seres queridos a causa de Hiccup. Mis padres, Rapunzel, Nod... todos me creían una idiota por volver con él. Quizás lo era.

A la mañana siguiente Hiccup pasó por mí a eso de las seis de la mañana. Cargamos todas mis cosas en su auto mientras mis padres nos observaban con los brazos cruzados desde la entrada de la casa. Ambos estábamos muy incómodos, pero era el precio que debíamos pagar.

Saludé a mis padres con la mano antes de entrar al coche, pero ninguno de ellos contestó o realizó el más mínimo gesto. Suspiré y me senté en el asiento del acompañante, para luego cerrar la puerta.

-¿Todo listo?- Preguntó Hiccup, observándome. Yo asentí con algo de tristeza.- ¿Estás segura de que quieres esto?- Asentí nuevamente y le brindé una sonrisa. Hiccup arrancó y ambos nos dirigimos hacia su apartamento.

Al llegar, desempacamos todo lo que pudimos hasta que se hizo hora de ir al instituto. Hiccup me llevó hasta la entrada del edificio y se bajó a plantarme un beso apasionado frente a todos los presentes, Nod entre ellos; para luego subir a su flamante coche y largarse de allí a toda prisa.

Lo mismo ocurrió a la salida, cuando él pasó nuevamente a recogerme. En mi cabeza me preguntaba cuánto duraría todo aquello. Saludé a Nod, quien estaba a mi lado en el momento de su llegada y me subí al auto, en donde Hiccup le hizo saber a Nod que sin importar lo que él hiciera, yo siempre sería suya: Bajó las ventanillas del coche y me recibió con otro beso exageradamente voraz, para que todos contemplaran que ahora nada podría separarnos.

Esa noche pedimos una Pizza y terminamos de acomodar todas mis cosas. Me sentí tan feliz cuando puse mi cepillo de dientes a un lado del suyo. Todo aquello parecía demasiado surrealista. Para cuando finalizamos, ambos estábamos agotados, por lo que fuimos directo hacia la cama. Dormir a su lado era, mágico. Hiccup tenía una respiración tan suave y pacífica, que no podía creer que había pasado toda una vida sin escucharla. Mientras él dormía, yo lo observaba, porque nunca había visto algo tan hermoso como su rostro dormido. Era, simplemente, perfecto.

A la mañana siguiente me desperté temprano para prepararle el desayuno. Ninguno de los dos era bueno en la cocina, pero yo me propuse a mí misma mejorar para complacer los deseos culinarios de mi amado. Busqué una receta para realizar Hot Cakes en Internet y me puse manos a la obra.

Para cuando Hiccup ingresó a la cocina frotándose los ojos, yo ya tenía todo listo. Su sonrisa fue algo de otro mundo.

-¡No jodas!- Pronunció, alegre.- ¿Qué es todo esto?- Me preguntó mirando la mesa repleta de comida.

-Bueno, no podemos vivir de comida recalentada y Pizza toda la vida.- Sonreí.

-Te pasaste, cariño. Esto es magnífico.- Halagó, sentándose a la mesa.- Si quieres algún día puedo prepararte sopa.- Solté una carcajada recordando la horrible sopa desabrida que me había hecho el día después del Baile.- ¿Fue tan mala?- Preguntó, a la vez que servía café en mi taza y en la suya.

-Terrible.- Corregí.- Creo que a partir de ahora yo me encargaré de la cocina.- Él sonrió y se mordió el labio.

-Mer, hoy tengo que ir a la oficina. Ya sabes... como ahora no soy profesor, mi madre me exige que trabaje para ella.- Anunció, cambiando de tema.- Puedo llevarte al instituto, pero regresaré tarde, por lo que tendrás que tomar el bus.- Asentí, a la vez que le daba una probada a mis Hot Cakes. Estaban deliciosos.- A propósito, debería enseñarte a conducir, así podrías llevar el Audi.- Levanté las cejas.

-¿Y el Porsche?- Pregunté. Hiccup soltó una risita.

-En tus sueños.- Lo fulminé con la mirada, aunque luego reí.

Fui al instituto, pero me sentía terriblemente sola allí. Nod ya no insistía en pasar tanto tiempo conmigo como lo hacía antes. No veía la hora de graduarme y estar todo el tiempo libre para Hiccup.

Al volver al apartamento nuevamente me invadió la soledad. El silencio de un hogar vacío me deprimía. No había hermanos insistiendo que encubriera sus travesuras, no había una mamá que me reprimía por mi desorden y no había un padre que tuviera la tele encendida.

A penas eran las cinco y Hiccup volvería a las ocho. Ya lo extrañaba.

Para distraerme hice algo que nunca antes habría hecho: Limpiar. Prendí la televisión en el canal de noticias que papá siempre miraba, mientras yo limpiaba todo de aquí para allá. Terminé en menos de una hora. Me di un baño y cepillé mi cabello, para darme cuenta de que solo habían pasado treinta minutos.

¡Que tortura! Era como si el tiempo no avanzara. Me senté a realizar mis tareas del colegio, aquellas que nunca hacía por falta de tiempo o ganas. Al terminar, se habían hecho las siete y media, por lo que comencé a planear qué podríamos cenar.

Cociné pastas con salsa roja y, cuando pensé que Hiccup se había retrasado, lo escuché subiendo por las escaleras del recibidor.

-Ya llegó por quien llorabas.- Anunció. Reí y me dirigí a recibirlo, en donde me colgué de su cuello para besarlo. Una vez lo liberé de mi agarre, Hiccup visualizó el lugar completamente ordenado y brillante.- ¿Tuviste mucho tiempo libre?- Preguntó, arqueando una ceja.

-Pareció una eternidad.- Comenté, mientras sostenía su maletín para que él pudiera quitarse su saco y la corbata más cómodamente.

-Lo lamento, pero deberías ver a mi madre. Si tus padres están furiosos por lo nuestro, mamá está que me mata.- Comentó y yo apreté los labios.

-¿Me odia?- Pregunté, asustada.

-No, a ti no.- Sonrió, melancólico.- Conmigo es el problema.- Hiccup soltó un suspiro y se percató del aroma.- ¿Cocinaste otra vez? Mérida, ¿por qué tardé tanto en pedirte que te mudaras conmigo?- Yo reí por lo bajo mientras me acercaba para darle un pequeño beso en la mejilla. Lo adoraba. Adoraba nuestra nueva vida.

Quería permanecer así para siempre. Sin embargo, como en todo sueño, llegaría el momento de despertar.

Continue Reading

You'll Also Like

21.2K 1.1K 18
[]×Minis historias de algunas shipp's de SpainRP.×[] -Fanfic. ☆Los personajes no me pertenecen; créditos a sus respectivos creadores.☆ ☆Esto será pur...
445 132 32
› ࣪ . ๑ zZz . ZIDIAN . . ! 。 o ✿ : Truco o trato . . . . ෆ﹐ıllı !portafolio Graphictober [Dinámica] 🎃꒦꒷ @str4wygr_ 2023★
2.5K 118 11
"La vida es dura pero lo importante es seguir adelante". Tim Drake
22.4K 1.2K 27
A veces la vida da vueltas inesperadas, y eso es lo que a Astrid le faltaba comprender, con tan sólo 16 años apenas comienza a conocer la vida y a ex...