Acaba de levantarme de un largo y profundo sueño. Habia decido ir a buscar mi amada guitarra y tocar una melodia que deseaba escapar de mi mente y eso me ocasionaba un dolor de cabeza. Deje que mi voz soltara lo que tenia que decir sin ningúnreproche:
"Somos y nacimos, para llegar a aquel día"
"Donde seriamos lo que alguna vez fuimos"
Mi boca no dejaba de recitar aquella canción que sonó en mí, en un sueño. Que parecía giraba como un reloj, al cual le faltaba mantenimiento.
"Aceptando el dolor... como la luz por la mañana"
"Mantente vivo, todos seguimos...
"Sigamos luchando por el mundo que soñamos"
Sentía con cada palabra dicha. Mi mano se liberaba tocando ligeramente las cuerdas de mi obsoleta guitarra, era como si una ráfaga de viento me llevara... Un tipo de danza "mágica" como mi hermana lo llamaría.
"Deje de temer y dudar al saber su deseo sincero"
"De pie y con espinas sobre mí, sin doblegarme"
"Los que lucharon y murieron"
"Siguen viviendo tallados sobre un alma marchita"
Cada vez comencé a subir más la intensidad de mi voz, como si algo o yo mismo me sintiera identificado con la melodía de mi sueño. No me interesaba quien me escuchara solo quería seguir cantando y tocando aquella melodía de mi memoria.
"Aquí, ahora, siempre... nos enfrentamos a las entidades que alguna vez fuimos y elegimos"
"Sin dolor una vez más"
"Levantándome con las heridas de un ayer"
Mi voz comenzó a disminuir poco a poco. Ya no se me ocurría algo más, hasta ahí termino la letra que resonó en mi ensoñación. Quede un par de segundos mirando a la ventana, expectante a tener una ligera respuesta de mi parte. hasta que el sonido de una bella campana me devolvió un poco de inspiración.
"Mientras la batalla rogué cual bestia hambrienta"
"Nuestros corazones se unen en uno solo"
"Sosteniendo nuestra esperanza"
"Ante la desesperación que no cesara"
"Lo único en lo que pienso es en...
─DONAAAAAAAAAAALD─ grito una voz chillona a mi parecer. ─El tío Scrooge dijo que ya debemos irnos a la plaza a conseguir lo que siempre hemos querido desde hace TIEMPO─dijo mi hermana quién había entrado sin tocar la maldita puerta y de un portazo la abrió hasta azotarla a la pared. Acaso nuestros padres no le enseñaron modales. Y todavía se le ocurría gritarme en la puta cara. La mire con demasiado reproche y deje mi guitarra a un lado. Mi inspiración se había ido al carajo por su culpa.
Ella solo me sonrió de manera burlesca, y se dirigió a salir de mi habitación, pero se detuvo antes de dar un pie fuera.
─Hermanito. Sabes cantas y tocas esa guitarra de una manera maravillosa e increíble─ Dándome una gran sonrisa donde mostraba que acaba de perder un diente de leche ─Sigue así ─ Salió de la habitación de un salto y se perdió a mi vista.
No me dio ni siquiera dirigirle la palabra y agradecerle por el "cumplido". Me levanté de la cama, tocándome el rostro pensando aun más en como pude haber soñado con aquella canción. Además tebia la sensación que esa melodia no era solo mía. Tomé mi guitarra y le coloque el colgador para llevarla a espalada
Baje lentamente en puntillas las escaleras. No quería que Scrooge viera que llevaba "Una vieja, sucia y desbaratada, guitarras lacual yo llama mi vida entera". Tío... nada y nadie, me separara de esta guitarra.
Estaba por montar el asiento trasero para sentarme y ocultarla, cuando algo me tomo por el hombro y haciendo que girara para mirar de frente en un par de segundos.
─Donald, que te he dicho sobre llevar eso contigo a cualquier lado al que decidamos ir─ dijo Tío Scrooge llevando el objeto que me había tomado su bastón. Lo llevo hasta colocarlo enfrente suyo con cada mano recargada en él --Sabes que detesto que...
No deje que terminara su típica frase
─ Tío, por favor no hace nada. No se va a convertir en una bestia super gigante y te devorara de un solo bocado─ conteste llevando mi guitarra al frente y acercándola para que la viera. Solo mostro un gesto de repulsión al verla. Elevo su mano mostrando el dedo índice en forma de autoridad y dar más énfasis en lo que saldría en forma de ligeras espadas de su boca. Pero fue interrumpido.
─ Tío, ya podemos ir, se va a hacer tarde y los chicos que hacen las piñatas se irán─ Della lo tenía tomado por su saco, sacudiéndolo de manera berrinchuda ─ Sabes muy bien que Donald y yo hemos deseado con tener una─ dijo haciendo una mueca y sus ojos llenos de una tristeza desbordante.
Scrooge giro a todos lados buscando algo o que alguien no lo estuviera mirando. Desviando su mirada de mi pequeña hermana. Cuando por fin comprobó que eso no sucedía llevo su mirada ahora los pequeños albinos molestos para él.
─Esta bien... Suban al coche─ dejo escapar un ligero suspiro.
Subió primero a la parte trasera. Espere para darle el pase a Della, ella sonrió. Al pasar a lado mío y dijo algo que me enfureció.
─Me debes una soda, Donald─
─Nunca solicite tu ayuda. Pude librarme por cuenta propia─
─Si claro hermanito. Tanto que solo cerraste tus ojos porque pensaste que te golpearía─
La mire aún más enfurecido, mi respiración aumentaba con ligeras muecas, no quería que Scrooge notara mi enojo. Ella se sentó a la derecha y yo ala izquierda de nuestro tío.
─Por favor, Louchpad. Llévenos a la "Plaza de Carmín y Esmeralda" ─
Mientras el coche recorría la extensa carretera hasta nuestro destino. Podía ver muchos coches, diferentes tamaños, colores y rostros por conocer, que tal vez nunca conocería o sí. No era el único en lo que pensaba si no igual en aquel sueño. Se que dije que no me importaba, pero muy dentro de mi quería saber mas y me moría si no encontraba la respuesta del ¿por qué?
Mis pensamientos fueron interrumpidos cuando Della grito a mi oído.
─HERMANO. YA LLEGAMOS─ grito esta vez con mucha mas intensidad.
─Sabes que estoy a tu lado. ¿No?
─Lo sé, pero siempre te pierdes en tus pensamientos. ─ llevo sus brazos hasta cruzarlos y cerrar sus ojos para hablar con la seriedad que quería dar. ─Todos los días, soy yo quien te tiene que levantar a gritos y a sacudidas, ya que si te hablo normal ni escuchas. Podría ser el fin del mundo y tu ni en cuenta
No pude desafiarla o responder en contra a lo que había dicho. Tenia toda la maldita razón, podía pasarme un coche 30 mil veces encima y no me percataría, me levantaría y diría "Ya está el desayuno o la cena"
Tomo mi mano y me saco del coche para dirigirnos a la plaza. A paso rápido nos dirigimos a la tan esperada plaza. Debo de admitir que una plaza hermosa, con decoraciones en todos lados con un extraño papel. Mujeres y hombres con vestimenta extraña pero bella. Tío Scrooge iba al frente llevándonos a donde conseguiríamos nuestro mas gran preciado tesoro.
Entonces llegamos a un lugar delante de lo que parecía una extraña casa con choza de teja, pintada con un rojo intenso hasta diría que aparentaba ser sangre con rejas de color verdoso por debajo. Enfrente estaba una gran mesa donde varios niños, al parecer eran quienes realizaban ese tesoro para nosotros, piñatas.
─Donald, Della. Vean debidamente y con un buen ojo, como realizan aquello que se llevaran. Es un arduo trabajo y con mucha paciencia. Así que escojan la que mas les guste─ con mucha alegoría y respeto aclaró Scrooge llevando sus manos a su cadera. Para luego dirigirse a buscar un lugar en donde sentarse y con una buena sombra de por medio.
Pasaba por cada silla mirando expectante a cada niño y niña. Della hacia lo mismo solo que, se quedaba un par de momentos para preguntar cosas no relacionadas a lo que veníamos aquí. Ninguna me había agradado para que fuera lo que tanto anhelaba tener.
Estaba por rendirme e irme a buscar un lugar fuera de la sociedad, solitario y frio como a mi siempre me agrado, el hermoso y único silencio, para escuchar y tocar la música que amaba con locura. Cuando una piñata llamo a mis ojos... Era grande, pintada con lo que parecían ser acuarelas, colores cálidos y al parecer decorada en algunos lugares con ese papel extraño. Era un gallo el que la estaba realizando de plumaje rojizo y cenizo, y lentes de color negro. Sentí una extraña punzada en mi estomagó y corazón... Como si ya lo hubiera visto antes. Sacudí mi cabeza, en una manera de eliminar esos estúpidos pensamientos; y a paso lento me acerqué más a ese extraño chico y procedí con todos los nervios en mi contra, a entablar una conversación con él
─Hey bro... Es una linda piñata la que estas realizando─ lleve mis manos a los bolsillos, diciendo mi alago con una ligera sonrisa más parecida a una mueca. Lo mire en espera de su respuesta
─A poco si... Pensé que estaba quedando bien requete fea─ dijo el gallo con un tono de pregunta y sorpresa con un curioso acento
Comenzó a mirar por todos lados de su piñata, llevándola a arriba y abajo, como si no tuviera la menor idea de era. Acomodando sus lentes para mirarla mejor. Rasco una parte de su cuero cabelludo y dio una última mirada.
─Mi Amigo, la verdad es que no se que le vio para que la llame "linda" ─
Me sorprendió que me dijera "amigo" de una manera tan natural e inusual. Me sentía nervioso, no sabía ahora que responder, necesita huir. Pero al ver su rostro lleno de tristeza y confusión al no encontrar a lo que llame "Linda". Hizo que me sintiera mal y se esfumaran todas las maneras de huir que pensé
─Tal vez no lo sea, si tienes una mirada contraria en ella─ solte un gran suspiro que movió un poco el plumaje de e
Otra vez el poder de los nervios me comenzaba a invadir. Espero que no lo notara. Pero el mantenía su postura pensativa analizando lo que acaba de decir. Abrió ampliamente sus ojos color café y giro a mirarme.
─COMO NO PUDE NOTARLO. Muchas gracias, mi amigo─ se levanto de un segundo de su asiento y de un salto me abrazo. Me sentí incomodo, pero a la vez una felicidad que no conocía me invadió. Alcé mi brazo en duda y incomodes en un inicio; y correspondí el abrazo que hizo que florecer una emoción que solo Della solía hacerme sentir.
─ Oye... ¿Cómo te llamas? Excuse... No preguntarlo en un principio. Mi nombre es Donald Duck─
─Ah, No manches que segundo nombre más curioso. Mi nombre es Francisco y es un gusto enorme el conocerte─'
─El gusto igual es el mío─
Su nombre me pareció extraño. Pasamos toda la mañana platicando cosas de la vida. Sorpresa fue la mía al saber que le encantaba tanto la música como a mí y sabia cantar. Madre mía, me lleno de mucha emoción tener a alguien a quien compartirle mis secretos y gustos. Durante la platica recordaba ese sueño que tuve, tal vez uno de ellos era él o solo me estoy dejando llevar por la espontanea felicidad.
Al cabo de un rato; que parecio eterno debido a que nunca me habia sentido tan... comodo para poder hablar era una sensacion tan extraña; con el sol por la mañana golpeandote en la cara. Un chico de rizos caidos con una tonalidad verdosa se acerco a nosotros, con un paso urgido con una mano tomando su brazo; en una muestra de lo que parecia una timidez genuina.
─Eh.. Olá... desculpe... mas eu queria saber se... Ustedes querem participar de um... ammm.. um jogo?...─ dijo tartamudeando llevando ahora su mirada hacia el piso, parecia querernos decir algo muy importante o eso creia yo; ya que no entendia ni una sola palabra de lo que estaba diciendo.
Frunci el ceño tratando de decifrar el enigma hasta que Francisco se levanto se acerco al chico y le dijo:
─Mucho gusto pequeño niño de rizos lindos─ Francisco fue el primero en hablar. Llevando su mano y con una sonrisa amplia en su rostro.
El niño de piel morena se quedo mudo de la impresión su tono moreno se torno rojizo como un tomate como suelo hacerlo yo cuando me molesto, pero creo que aquí fue por algo más.
"ACLARACIÓN"
Esta historia la escribi hace un tiempo pero ya no creo continuarla porque perdi el hilo de la historia y porque ya no me apasiona tanto continuarla; si quieren saber que pasaba al respecto me pueden escribir y les responderé.
La publico por la simple razón que le puse mucho empeño y dedicacón; y no queria que se quedara en el baul de las historias perdidas.
Me estoy enfocando en una nueva historia relacionada con los TOONS porque ultimamente es mi lugar seguro.
"Gracias por leer este unico capítulo"
Se la dedico a mi compadre Pinito01
-ESTADO CANCELADO-