Querido diario:
¿Debería empezar así? No lo sé, supongo que debo presentarme aunque seas, un diario.
Mi nombre es Yang JungWon, soy un chico de veinticinco años que está esperando un bebé, estoy casado y muy enamorado de mi esposo Lee HeeSeung, es un idiota que me robó el corazón y la comisaría todavía no acepta mi denuncia de robo.
Bueno, te voy a usar para contar mis experiencias de embarazo, supongo que debería decirte como me siento.
La verdad es que no lo sé, son tantos sentimientos juntos, emoción, felicidad, nervios, miedo; no puedo centrarme en uno. Estoy seguro que tendré muchos errores pero sé que Hee me ayudará mucho y que podremos disfrutar de mi embarazo al máximo.
Tengo unas cinco semanas, son poquitas pero estoy orgulloso de ellas, supongo que cuando crezca mi pancita y tenga a Hee como sirviente todo será más divertido, mucho más divertido.
¿Qué será? No lo sé, supongo que es la pregunta que más se hace pero sé que salga lo que salga vamos a amarlo con todo el corazón.
Te hablo, o escribo, la semana que viene, adiós.
JungWon cierra la tapa del cuaderno y da un largo suspiro al aire
Unos brazos lo rodean desde atrás y deposita un beso en la mejilla de HeeSeung con cariño, él también andaba necesitando besos y abrazos.
—¿Estabas escribiendo? —pregunta el mayor viendo diario.
—Un poco, solo fue una hoja, espero escribir más en las próximas semanas. —sus hoyuelos se marcar al sonreír tan dulcemente.
—¿Puedo ver? —HeeSeung iba a tomar el cuaderno pero un golpe en su mano lo detiene.
—¡No, es privado! —JungWon chilla y el mayor rie.
—Bien, bien. Iré a hacer la cena.
Luego de un beso, HeeSeung se va a la cocina. JungWon se queda unos segundos sentado y acomoda las cosas de forma rápida y corre a abrazar a su marido.
El efecto HeeSeung era tanto en él que ni siquiera sabía como podía respirar si no estaba con Hee.
JungWon sonrió sabiendo que su esposo sería el mejor padre del universo del pequeño bebé que crecía dentro de él.