—¡Me mentiste! — grito. —Me mentiste, Ollivanders...—siseaba Voldemort
—Yo...no...Pensé que sería—balbuceaba el anciano quien se encontraba en los sótanos de la Mansión Malfoy.
Draco, que estaba espiando desde las sombras de las escaleras, dio un respingo al escuchar a "El señor tenebroso" tan enfadado.
*
Harry despertó sudado y muy exaltado. Era de madrugada y Ron estaba durmiendo.
—"Moody, está muerto"— esas palabras resonaron en su cabeza —"Nadie más se morirá por mi culpa"—pensó el muchacho agarrando su mochila y guardando la corbata de Slytherin, agarro su varita. Salió del cuarto de Ron y después salió de la madriguera.
Camino un par de metros y escucho la puerta abrirse.
—¿A dónde crees que vas— pregunto Ron.
—Nadie más va a morir. No por mi culpa.
—¿Por ti? ¿Crees que Moody murió por ti?—el pelirrojo comenzó a caminar tras de Harry —Amigo puedes ser el elegido pero, esto es más grande que tu.
—Ven conmigo.—contesto Harry deteniéndose y dándole la cara a Ron.
—¿Y dejar a Herm? ¿Estás loco? No duraríamos ni dos minutos sin ella —un gran rubor cubrió sus mejillas—No le digas que dije eso
—No...—susurro Harry mirando la madriguera.
—Además, todavía tienes el detector.
—Tengo que buscar los Horrocruxes. Es la única manera de destruirlo.—dijo con voz firme a Ron —"Y salvar a Draco"—pensó.
—Pero no es esta noche, Harry. El sabrá donde estas.— Harry miro a Ron y camino hacia él.
Entraron de nuevo a la madriguera y se tiraron en sus camas. Harry saco de nuevo la corbata de Draco cuando Ron empezó a roncar. La acerco a su nariz y aspiro el aroma de Malfoy.
—Te odio... Maldito rubio.— susurro Harry. —¿Por qué tengo quererte tanto?
—¡Arriba todo el mundo!—gritó Molly desde la cocina—¡Ahora!
Harry despertó con la corbata dé Slytherin entre sus brazos—"Buenos días Dragón"—pensó el chico mirando la corbata. Miro a Ron, quien estaba roncando como siempre. Harry se levantó de la cama y guardo la corbata verde en su mochila.
—¿Chicos?—preguntó Molly desde afuera.
—Adelante, Señora Weasley.
—Harry, querido—respondió Molly entrando a la habitación dándole un beso en la frente.
—¡¡Ron!! ¡Despierta!
—Mamáaaa, cinco minutos...
—¡Levántate ahora! Y ve a ayudarle a tu padre con la carpa.
—¿Carpa?—preguntó Harry confundido.
—¡Oh! Cierto. No te dije.— dijo la Molly.—Fleur y Bill se casan hoy.
—¡Nadie me aviso!
—Tal vez fue por todo el ajetreo. Pero no importa, Hermione y yo compramos túnicas de gala para ambos.
—Que considerada, Señora Wesley.
—Gracias, Harry.— dijo con una sonrisa.—¡Ronald Bilius Weasley! Es la última vez. Si no te levantas te juro por Merlín que te convierto en una araña por una semana...
—Ya voy, ya voy. —respondió el pelirrojo levantándose.
Molly salió de la habitación y cerró la puerta tras de sí.
Ron miro a Harry —"Por favor que no recuerde lo del sueño, por favor"—pensó el muchacho de ojos verdes.
—Así que... ¿Malfoy?—preguntó el pelirrojo.
—"Mierda"—pensó Harry y puso los ojos en blanco.
—¡Harry! ¿Qué soñaste?
—Nada que te importe...— respondió el chico saliendo de la habitación y yendo al baño.
—¡Harry!— grito Ron.
—Harry. Buenos días.—dijo Ginny cruzándose por el camino del muchacho.
—Buenos día, Ginny.
—¿Invitaste a alguien a la boda?
—Yo...Amm... Bueno no sabía que tendríamos boda—respondió el chico —"Si no hubiera invitado a Draco.....espera ¿Draco?"—pensó el chico
—Oh, bueno yo invite a Dean Thomas y a Luna
—¿Luna?
—Sí, es muy Interesante y divertida.
—Si...
—Bueno, voy ayudar con los preparativos.
—Sí, esta bien Ginny.
*
Un rayo de sol entraba por la ventana de la habitación de Draco y daba justo en su cara.
—¿Draco?—preguntó la madre del chico desde afuera de la habitación.
—¿Si?—preguntó el rubio algo adormilado.
—Baja a desayunar.
—¿Estará él?
—Sí...
—¿Puedes subirme el desayuno?
—Claro...—respondió Narcissa y se alejó de la puerta.
—Después de escuchar lo que el Lord hizo... no puedo mirarlo a los ojos... si supiera que ayude a Potter el me mataría...—Susurro Draco para si— "Potter"—pensó el rubio —"¡Por Merlín mañana es el cumpleaños de Harry!"—recordó Draco.
*
Todo estaba listo y la boda de Fleur y Bill estaba a punto de comenzar.
—¿Podrías ayudarme con mi cremallera?—preguntó Ginny, quien no podía subirse el cierre de su vestido.
—Sí claro...
Ginny dio media vuelta, dándole la espalda a Harry. Su espalda estaba descubierta
—"Si tu piel fuera más pálida...y tu cabello rubio...si tan solo fueras él"— pensó Harry al mismo tiempo que subía el cierre del vestido de la pelirroja.
—Harry querido, te buscan— dijo Molly Wesley
—¿A mi? — pregunto y Molly asintió—Gracias.
El chico camino hasta la sala donde lo esperaba el ministro de magia.
—Ministro Scrimegour— dijo Harry mirando a Ron y a Hermione que estaban sentados en el sillón.
—He venido a leerles: La Última Voluntad y Testamento de Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore:
Primero, Ronald Bilius Weasley. Le dejo mi des iluminador un aparato que yo creé. Con la esperanza de que cuando las cosas parezcan más oscuras le muestre la luz.
El ministro le dio a Ron el des iluminador que saco de una bolsa de terciopelo color rojo escarlata
—Genial—exclamó Ron —¿Y qué es?—Ron apretó un botón y las luces que había se fueron directo al des iluminador—Brillante.
El ministro miro a Ron y siguió leyendo:
A Hermione Jean Granger, le dejo mí copia de "Los cuentos de Beedle, el Bardo", con la esperanza de que le parezcan divertidos e instructivos.
El ministro saco el libro de la misma bolsa que el des iluminador y se lo entrego a Hermione.
A Harry James Potter Evans, le dejo la snitch que atrapo en su primer partido de quidditch.
El ministro volvió a sacar un objeto de la bolsa de terciopelo, pero esta vez lo agarro con un pedazo de seda negra y se la entregó a Harry.
—También la espada de Godric Gryffindor. Desafortunadamente no le correspondía regalarla. Como reliquia importante le pertenece...
—A Harry —interrumpió Hermione —La espada le pertenece a Harry. Se le presentó en la cámara de los secretos...
—La espada se le puede presentar a cualquier Gryffindor y no por eso se vuelve de su propiedad—aclaro el ministro.
—¿Es todo?—preguntó Harry ya algo irritado.
—Una cosa más.—el ministro saco una pequeña bolsa de terciopelo negro y se la entregó a Harry —La voluntad del profesor Dumbledore, es que no abras esa bolsa hasta que estés completamente solo y con tus sentimientos claros.
—¿Eh?
—Ahora si es todo.—el ministro se levantó de la silla donde estaba sentado y se dirigió a la puerta.
—¿Sentimientos? ¿Harry tienes sentimientos?—preguntó Ron.
—Ron. No porque tú seas una piedra sin sentimientos los demás también lo serán.—respondió Hermione.
Harry miro la bolsa y puso su dedo en un listón para abrir
—No, Harry—dijo Hermione agarrando las manos del muchacho—Cumple la voluntad de Dumbledore.
*
La boda había transcurrido con normalidad. Fleur Delacour ahora era Fleur Wesley- Delacour.
Harry se encontraba bailando con Hermione quien se encontraba muy nerviosa.
—¿Estas bien?—preguntó el chico.
—Sí... Es solo que...
—¿Que pasa Hermione?
—Yo... Ammmmm
Una bola de luz apareció en medio de la pista de baile y emitió un mensaje:
—El ministerio de magia ha caído. El ministro ha muerto.— dijo la voz en un susurro —Ya viene... Ya viene —susurro la voz y desapareció la luz.
—¿Que está pasando?—preguntó Harry a Hermione
—Tenemos que irnos.
La chica tomo la mano de Harry y corrió en dirección a Ron.
Los mortifagos empezaron a aterrizar dentro de la gran carpa.
—¡Ron!—gritó Hermione. Este la miro —¡Toma mi mano!—agarro la mano de la chica y todo se volvió negro.
El trio reapareció en medio de una calle en el Londres muggle.
—¡Cuidado!—gritó Hermione y jalo a los chicos para que subieran a la banqueta antes de morir atropellados.
—¿Dónde estamos?—Pregunto Ron.
—Es la avenida Shaftesbury. Yo venía acá con mis padres.
Los tres chicos caminaron hasta un callejón sin salida.
—Necesitamos cambiarnos—dijo Hermione revisando algo en su bolsa de mano.
—¿Cambiarnos?—pregunto Ron.
La castaña metió su mano a la bolsa y después metió todo el brazo. Este desapareció en la bolsa interminable.
—¿Qué es esto?—Pregunto Harry.
—Encantamiento de extensión indetectable.
—Eres asombrosa.—dijo Ron mirando detenidamente como Hermione sacaba ropa de la pequeña bolsa de mano.
—¿Qué pasara con los invitados? Debemos regresar.
—Venían por ti Harry. Sería muy peligroso.—Respondió Ron.
—¿Y a dónde vamos?—pregunto Harry.
—¿Al caldero chorreante?— pregunto Ron en dirección a Hermione.
—Es muy peligroso.—respondió la chica.—Si Voldemort se apodero del Ministerio, ya no hay lugar seguro.
—Deje mi mochila con las cosas en la Madriguera—dijo Harry.
—No. Yo empaque todas las cosas esenciales hace días.—respondió la castaña.
—¿Por qué?—pregunto Ron.
—Por si acaso—respondió la chica poniéndose un pantalón de mezclilla -"Sabia que esto iba a pasar...Malfoy me aviso"- pensó Hermione.
—¡La casa de Sirius!—grito en un susurro Harry.
—¿Qué?—preguntaron Ron y Hermione al unísono.
—En Grimmauld Place.
—Sí. Es una casa de seguridad.— respondió Hermione ya cambiada al estilo muggle al igual que Harry y Ron.
*
—¡¡Potter no estaba!!—gritó el Lord —¡Alguien le avisó!
-"Fui yo, idiota"- pensó Draco, quien una vez más estaba entre las sombras.
—¡¡Ahhh!!—gritó con furia Voldemort provocando que Draco se asustara un poco y caminara a su habitación.
Una vez en ella el chico de pelo rubio miro el reloj -"Feliz cumpleaños Potty"- pensó al ver que eran las 12:30 am -"Ojalá estuviéramos juntos"- una pequeña lagrima logró escapar de su ojo derecho.
La marca tenebrosa comenzó a arder, lo que indicaba que el Lord los estaba llamando.
*
—Ay, Harry—dijo Hermione caminando en las calles del Londres muggle, mientras miraba su reloj.
—¿Qué pasa?—preguntó Harry algo preocupado.
—Ginny...ella y yo habíamos preparado un pastel...en forma de snitch... Y lo íbamos a sacar en la boda...—chillo Hermione.
—Hermione es un lindo detalle. Pero viendo que casi nos matan hace media hora se me hace un poco absurdo.
—Tienes razón.
—Llegamos—anunció Ron.
La casa comenzó a aparecer en medio de todas las demás como había hecho hace dos años. Cuando casi expulsan a Harry por hacer magia frente a su primo.
Hermione abrió la puerta y una gran figura humana hecha de polvo apareció frente a ellos
—Fuera—rugió la figura.
—¡Ah!—gritó la castaña.
La figura desapareció y se convirtió en un gran puño de polvo.
—Homenum Revelio—susurro Harry apuntando con su varita a todos lados.
—No hay nadie.—susurro Hermione.
—¿Y que fue eso?—preguntó algo asustado Ron.
—Un hechizo contra intrusos. Dumbledore debió haberlo hecho.—respondió Hermione.
El trio entro a la sala que estaba llena de polvo. Esa casa se la había heredado Sirius a Harry.
—Creo que debemos dormir.—sugirió Hermione.
—¿Aquí en la sala?—preguntó Ron.
—Si. Harry tú en el sillón y Ron tu...
—Yo en el piso Herm. Tú duerme en el sillón.—respondió el pelirrojo.
—No, yo...
—Vamos Herm
—Está bien—la castaña metió su mano a la bolsa y sacó tres sacos de dormir y tres almohadas.
—Bueno. Hasta mañana—dijo Ron cerrando los ojos.
Hermione estaba leyendo y Harry no podía dormir pensando en un Slytherin. Cuando Ron por fin empezó a roncar Hermione bajo su libro y miro a Harry.
—¿Quieres la corbata?—preguntó la chica metiendo la mano a su bolsa.
—¿Que?
—Ten.—la chica le dio la corbata verde a Harry —La vi cuando guarde las cosas... Y supuse que era de Dra...Malfoy
—Gracias Mione.—la miro con ternura y enredo la corbata en sus dedos.
*
Harry despertó y vio a Hermione y a Ron que seguían durmiendo. Se levantó y enredo la corbata en su muñeca. El chico subió las escaleras dirigiéndose a ninguna parte en particular y vio una puerta con el nombre de Sirius en ella.
Entro a la habitación y encontró todo un cuarto color rojo y dorado pues Sirius había sido de Gryffindor.
—¿Harry? ¿Hermione? ¿Dónde están? —gritó un pelirrojo desde uno de los pisos de aquella casa —Creo que encontré algo—continuó gritando el chico.
Los tres chicos entraron a una habitación desordenada
—Interesante—dijo Hermione.
Ron entre cerro la puerta, en ella había un nombre
—Regulus Acturus Black—leyó la chica.
—R. A. B. —susurro Ron.
—El horrucrux—dijo Harry
—¿R. A. B. Es el hermano de Sirius?—preguntó la muchacha.
—Si.... ¿Pero lo habrá destruido?—preguntó el pelirrojo.
Un ruido se escuchó desde un pequeño clóset donde se guardan escobas. Los tres chicos caminaron hacia él. Harry abrió la puerta y vio a un elfo domestico
—¿Estabas espiando?—preguntó Harry sacando al elfo del clóset.
—Kreacher solo estaba observando.—respondió el elfo.
—¿Has visto esto antes?—preguntó Harry mostrándole el Horrocrux falso al elfo.
—Es el guardapelo del amo Regulus...
—Pero este es falso. ¿Dónde está el real?
—Kreacher no sabe dónde está el otro guardapelo...
—¿Pero estuvo aquí, no?
—Sí. Ese objeto malo estuvo aquí.
—¿Objeto malo?—preguntó Hermione.
—Antes de que muriera el amo Regulus ordenó a Kreacher que lo destruyera. Pero por más que Kreacher trato no pudo destruirlo...
—¿Y dónde está ahora?— preguntó Harry.
—Vino de noche. Se llevó muchas cosas, incluyendo él guardapelo.
—¿Quién?
—Mundungus Fletcher—susurro el elfo.
—Ve por el.—ordenó Harry. El elfo desapareció de la sala.
*
—No estaba en el tren a Hogwarts, mi señor .—dijo un mortifago.
—Y en el ministerio ya es considerado el Indeseable #1— contesto el nuevo ministro de magia.
—Perfecto.—siseo Voldemort—No dejen de buscarlo. Tiene que estar en algún lugar.
-"Granger tiene que saber esto"- pensó un rubio con una corbata de Gryffindor atada a su muñeca derecha y escondido como siempre en las sombras, esperando que nadie lo descubriese.
*
Harry Potter se encontraba en la sala de su ahora casa, con la snitch en manos.
—Tienen memoria táctil — susurro Hermione —Cuando Scrimgeour te la dio, pensé que se abriría cuando la tocaste. Que Dumbledore había escondido algo dentro.—Harry miro la snitch y después a Hermione.
—Lindo brazalete—susurró la castaña viendo la corbata dé Slytherin enredada en la muñeca de su amigo.
Un ruido saco a todos de sus cavilaciones. El sonido provenía de la cocina. El trio se aproximó al lugar y vieron a Mundungus siendo traído por un par de elfos.
—Kreacher ha vuelto con el ladrón.—dijo uno de los elfos
—¡Dobby sólo quería ayudar!—exclamó el otro elfo —Dobby vio a Kreacher en el callejón Diagon y lo oyó mencionar el nombre de Harry Potter—siguió diciendo el elfo.—Dobby vio a Kreacher forcejeando con el ladrón Mundungus.
—¡Yo no soy ningún ladrón!—gritó Mundungus desde un rincón—Soy un proveedor de objetos valiosos.
—Cuando revolviste esta casa, y no lo niegues... ¿Encontraste un guardapelo?—preguntó Harry acercándose al ladrón.
—¿Porqué? ¿Era valioso?— respondió el ladrón.
—¿Aún lo tienes?—preguntó Hermione.
—No, le preocupa haberlo vendido barato.—dijo Ron.
—Lo regale ¿Bien? Un día estaba vendiendo mis cosas en el callejón Diagon y una tipa del Ministerio me pidió mi licencia... Y si no le hubiera gustado tanto ese guardapelo yo estuviera encerrado en Azkaban—dijo Mundungus.
—¿Quién era? La bruja. ¿Sabes?—preguntó ya algo impaciente Harry.
—No... Yo...—Mundungus vio un periódico que estaba tirado en el piso —¡Es ella!—gritó mostrando la portada de El profeta.
—Umbridge—susurro Hermione.
—Lindo brazalete, Amo Harry—comentó Dobby al ver la corbata de Slytherin en la muñeca de Harry.
—Gracias, Dobby — dijo Harry.
*
HG:
No salgan de donde están escondidos.H es considerado en Indeseable número uno en el ministerio y si alguien lo encuentra lo llevaran allí y se lo darán a Voldemort.
Pd. El ministro está del lado de Voldemort, no confíen en nadie.
Atte. DLMB
—Necesitamos entrar al ministerio.—dijo Harry a Hermione.
—Tengo un plan.—murmuro la chica.
—Escúpelo—dijo Ron.
—Tengo un poco de poción multijugos...Necesitamos a tres personas que trabajen en el ministerio. Les arrancaremos un par de cabellos y entraremos al ministerio. Tomaremos lo que buscamos y nos iremos de ahí.—termino de decir la chica.
—Perfecto Hermione, perfecto—susurro Harry.
*
El trio había logrado entrar al ministerio de magia y encontrar a Umbridge. Hermione, Harry, Ron y Dolores Umbridge ahora se encontraban en las cortes, interrogando a la supuesta esposa del señor en el que se había convertido Ron con la poción multijugos.
Harry vio el guardapelo en el cuello de Umbridge.
—Usted no es una bruja.—decía Dolores a la "esposa" de Ron.
—Mientes, Dolores—dijo fuertemente Harry —Y no se deben decir mentiras. ¡Desmaius!—gritó Harry apuntando a Umbridge con la varita. Esta cayo desmayada en el lugar en donde estaba y Hermione aprovecho para quitar el guardapelo que estaba en su cuello. Salieron de la habitación en donde estaban y subieron al piso principal.
La poción multijugos empezaba a desaparecer del cuerpo de Harry y se iba convirtiendo de nuevo en él.
—Es Harry Potter—gritó un mago al ver a Harry.
Los tres chicos empezaron a correr al ser vistos por un par de guardias. Corrieron hasta una chimenea con polvos flu y desaparecieron.
—Hermione ¿Dónde estamos? ¿No volveríamos a Grimmauld Place?—preguntó Harry quien estaba un poco desconcertado al ver que estaba en un bosque.
—Fuimos... Fuimos pero uno de los guardias nos siguió y nos traje aquí... Pero Ron.—susurro la castaña. Ron tenía el brazo como cortado.
-"Desparticion"- pensó Harry.
—Pásame el Dictamo.—pidió Hermione. Harry lo saco de la bolsa y se lo entrego. Hermione puso unas cuantas gotas de Dictamo en la herida y la vendo.
*
Habían pasado ya varios meses desde que habían logrado encontrar el Horrocrux, lamentablemente no lo habían podido destruir. Se turnaban para llevarlo puesto porque provocaba que los chicos se sintieran enojados cuando lo portaban por mucho tiempo. No habían podido aparecer mágicamente en los lugares deseados porque Ron no se encontraba en el mejor estado para aparecer.
—¿Sigue escuchando el radio?— preguntó Harry escuchando el aparato hacer ruido dentro de la casa de acampar.
—Solo no quiere oír malas noticias, Harry—respondió Hermione en un susurro.
—¡Oh por dios!—exclamó la castaña saltando de su lugar.
—¿Qué?—preguntó Harry siguiendo a su amiga.
—La espada de Godric Gryffindor, absorbe lo que la hace más fuerte.
—Sí...
—¿No entiendes? Mataste al basílico con esa espada. Está impregnada del veneno de basilisco y con eso destruiste el diario de Tom, un Horrocrux.
—La espada puede matar Horrocruxes.
—¡Por eso Dumbledore te la dejo!
—¡Claro!— exclamó Harry como si fuera lo más obvio del mundo.
—Solo hay un problema.—susurro una voz al mismo tiempo que apagaba todas las luces.—Se robaron la espada.—dijo Ron devolviendo las luces —Así es, todavía estoy aquí.
—¿Que tienes?—preguntó Harry.
—Nada, yo no tengo nada. Según tú, todo está bien.
—Si tienes algo que decir, no seas tímido. ¡Escúpelo!—reclamo Harry.
—Bien, lo escupiré. ¡Espere que todo este tiempo ya hubiéramos logrado algo! ¡Creía que sabias lo que hacías!
—Por si no te das cuenta ya encontramos un Horrocrux...
—¡No podemos destruirlo, ni hallar los que faltan!—gritó Ron.
—Ron...—susurro Hermione acercándose a el.—Por favor, quítate el guardapelo. Hablas así porque lo has llevado puesto todo el día.
—¿Sabes por qué escucho la radio todo el día?—preguntó el pelirrojo al ojiverde.
—¿Por qué?—respondió Harry.
—Para asegurarme de no oír los nombres de Ginny o Fred o George o mamá.
—¿Crees que yo no lo escucho! ¡¿Crees que no sé lo que se siente?!—gritó ya algo desesperado el moreno.
—¡Claro que no sabes lo que se siente! ¡Tus padres están muertos! ¡Tú no tienes familia!
—¡Oh no Ron! No dijiste eso...–dijo Harry acercándose peligrosamente a Ron y dándole un puñetazo en la mejilla.
—¡Paren! ¡Paren!—gritó Hermione nerviosa.
—¡Pues vete! ¡Vete entonces!—gritó Harry.
Ron se quitó el Guardapelo y se lo dio a Hermione. Agarro su mochila y miro a la chica.
—¿Y tú? ¿Vienes o te quedas?
—Ron yo...- la castaña miro a Harry y después a Ron.
—Está bien. Entiendo, lo aprecias más a el.
—Ron, eso...Yo no...—balbuceo la chica.
Ron salió de la casa de acampar
—¡Ron! ¿A dónde vas? ¡Ron!—gritó la chica.
*
Pasaron semanas desde que Ron dejo a los chicos. Harry y Hermione se habían trasladado a un acantilado no sin antes haber marcado el lugar anterior por si Ron aparecía. Hermione había estado llorando los primeros días y Harry solo pensaba en lo que Ron había dicho.
-"¡Claro que no sabes lo que se siente! ¡Tus padres están muertos! ¡Tú no tienes familia!"- recordó el chico. Era verdad que Harry no tenía padres, pero si tenía familia, tenía a Hermione que era como una hermana, a Ron que era también como su hermano, a la señora Wesley que era como una madre y a Malfoy... Que era lo más importante para Harry.
Un fuerte dolor de cabeza invadió a Harry y una imagen apareció. Draco estaba sobre Harry. Sus labios estaban en el cuello del moreno y Harry acariciaba con suma delicadeza la espalda blanca del rubio.
-"Te amo Harry, te amo tanto."- susurro el rubio al oído del moreno.
Harry agarro su cabeza y cerró los ojos.
-"No podré odiarte..."- dijo la voz y varias imágenes aparecieron. Una sonrisa enorme de dientes blancos, unos ojos grises y unas manos entrelazadas.
—¿Harry?—preguntó la castaña sentada en un catre dentro de la casa de acampar—¿Otra vez ese dolor de cabeza?
—Hace tiempo que no tenía estos dolores...—respondió el chico abriendo los ojos y viendo la corbata de Slytherin que tenía en la muñeca
—Tenemos que hablar.
—¿De qué?
— De Malfoy.