La Leyenda de las Facciones y...

By CamiloNavasAlvear

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Athena, después de siglos desde que existe, ha decidido expandirse y formar alianzas con el resto de seres, i... More

Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8
Capitulo 9
Capitulo 10
Capitulo 11
Capitulo 12
Capitulo 13
Capitulo 14
Capitulo 15
Capitulo 16
Capitulo 17
Capitulo 18
Capitulo 19
Capitulo 20
Capitulo 21
Capitulo 22
Capitulo 23
Capitulo 24
Capitulo 25
Capitulo 26
Capitulo 27
Capitulo 28
Capitulo 29
Capitulo 30
Capitulo 32
Capitulo 33
Capitulo 34
Capitulo 35
Capitulo 36
Capitulo 37
Capitulo 38
Capitulo 39
Capitulo 40
Capitulo 41
Capitulo 42
Capitulo 43
Capitulo 44
Capitulo 45
Capitulo 46
Capitulo 47
Capitulo 48
Capitulo 49
Capitulo 50
Capitulo 51
Capitulo 52
Capitulo 53
Capitulo 54
Capitulo 55
Capitulo 56
Capitulo 57
Capitulo 58
Capitulo 59
Capitulo 60
Capitulo 61
Capitulo 62

Capitulo 31

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By CamiloNavasAlvear

Todos en el salón del club estaban en un absoluto silencio, nadie decía nada por la sorpresa o estaban intentando encontrar las palabras adecuadas para expresarse.

¿Por que? Fue porque la persona que todos veían, acababa de contarles de un evento de hace casi 8 años, de como no solo se formo la alianza entre el Panteón Sintoísta y el Santuario, sino que también de una amenaza que casi expone el secreto de los sobrenatural de Japón y que eventualmente hubiera afectado a todo el mundo sobrenatural, y que fue orquestado por un Dios del mismo Panteón que fue asesinado por Seiya.

-Hmm... interesante- Azazel rompió el silencio llevándose una mano a la barbilla y acariciándosela. -Escuche de ese evento por Tobio, quien lo escucho de Suzaku, pero escuchar la razón del como ocurrió, la persona que organizo todo y sus razones... es difícil de creer hasta para mi, pero tiene sentido-.

-A mi aun me cuesta creer que haya sido una Deidad principal el que casi causa ese desastre en su propio territorio, pero aun más me cuesta creer que hayas sido capaz de matarlo- dijo Penemue. -Es claro que tu titulo de Asesino de Dioses no es de adorno-.

-Al menos no paso a mayores y se logro hacer control de daño, y todos los involucrados del lado de Kagutsuchi fueron arrestados- dijo Hyoga, quien sabía de ese evento por boca de la misma Athena que les conto eso, pero escucharlo a detalle de Seiya fue sorprendente. -Pero igual fue una locura-.

-Pienso lo mismo...- dijo Seiya, suspirando. -Fue una de las batallas más difíciles para mi, tanto por mi enemigo como por lo que estaba en juego, suerte que soy un profesional en enfrentar Dioses y salvar el mundo- bromeo un poco para aligerar el ambiente que se volvía pesado. -Lo que importa es que todo termino bien y ningún inocente fue afectado-.

-¿No trajo consecuencias que hayas matado a Kagutsuchi?- Pregunto Serafall. -Los Dioses tienen una autoridad sobre el planeta y las tierras que ellos gobiernan, y que uno tan importante como Kagutsuchi muriera, debió afectar a Japón de alguna manera-.

-Por lo que escuche, hubo problemas y algunos incendios por fuego descontrolado en algunas localidades civiles después de aquella batalla, pero Amaterasu soluciono eso rápido: nombró a un nuevo Dios del Fuego para reemplazar a Kagutuschi, creo que fue el otro Dios Menor que nació de su sangre- respondió Sagitario.

-Ya bueno. Hablar de eso ya no importa. Lo que paso ya paso, y como dijo Seiya, lo que importa es que todo termino bien- hablo Azazel.

-Seiya-sensei... ¡usted es increíble!- Issei miro con ojos brillantes al castaño mayor. -¡Derrotar a un Dios es increíble! ¡Realmente eres alguien grandioso!-.

Seiya se permitió tener una sonrisa arrogante. -Lo se, pero solo cumplí mi deber como Santo Dorado. Cualquier otro en mi lugar hubiera hecho lo mismo- alzo la mirada al techo del club. -Además que gracias a esa batalla pude descubrir lo que realmente significa ser un Santo Dorado, después de eso, pude comprometerme por completo en mi papel como uno, para no avergonzar a la armadura dorada- acarició con cariño la caja dorada que estaba a un lado del sofá.

-Aunque tengo una duda...- hablo Shoko, y todos le prestarían atención. -Recibiste varias quemaduras de parte de Kagutsuchi, incluyendo en el rostro, ¿no?- Seiya asintió. -Pero no te he visto ninguna herida de quemadura cuando entrenábamos. ¿Cómo hiciste para que no dejaran rastro?-.

-Yo también tengo curiosidad- dijo Hyoga. Él tenía una o dos leves cicatrices por quemadura contra oponentes que ha enfrentado y manipulado el fuego, por lo que le gustaría saber. -¿Fue el Cosmos de Athena el que curo tus heridas o algo más?-.

-Ha... bueno...- para extrañeza de todos, las mejillas de Seiya se colorearon de rojo y desvió la mirada al techo mientras se rascaba la nariz con un dedo. -¡Las termas! Las aguas termales del Taka no Hama tienen propiedades curativas muy altas, así que me remoje en ellas por varias horas durante algunos días antes de volver al Santuario y sanaron todo rastro de esas heridas. Si eso fue. ¡Jajaja!-.

A todos les extraño el de repente nerviosismo de Seiya, pero al escuchar su explicación no dijeron nada al encontrarle sentido: se sabe por todo el mundo sobrenatural que las aguas termales del Panteón Sintoísta tiene propiedades curativas que igualan o superan a las Lágrimas de Fénix. De hecho, son tan famosas y exitosas que hay negocios de aguas termales para que la gente haga fila para entrar, son uno de los negocios más famosos del Japón sobrenatural.

La única que no se compro eso fue Shoko, quien entrecerró sus ojos con sospecha al notar las mejillas enrojecidas de su enamorado... había algo más en ese cuento y sentía que no le agradaría oírlo. Su instinto de mujer se lo decía.

Seiya suspiro internamente de alivio al ver que todos parecieron creerle. No mintió cuando dijo que las aguas termales ayudaron a sanar sus heridas, pero no fue lo único que lo ayudo a sanar.

FLASHBACK.

Seiya suspiro de alivio y regocijo al ingresar su cuerpo en las aguas termales con solo una toalla cubriendo sus partes intimas. Las aguas se sentían muy tibias y al mismo tiempo refrescantes, ahora entiende porque la gente del extranjero les fascinan tanto, hacen que uno sienta que esta en el cielo.

Han pasado dos días desde su batalla contra Kagutsuchi. Los Dioses Sintoístas y sus servidores están manejando todo el control de daño que causo el Dios, así como buscando a alguien para reemplazarlo, la noticia de que un Dios fue asesinado por un humano se extenderá por todo el mundo sobrenatural, aunque le dijeron que no tenía de que preocuparse, ya que nadie se atrevería a meterse con el Santuario, y menos ahora que son aliados del Panteón Sintoísta, que cuentan con un ejercito de Dioses Menores y Semi-Dioses para apoyarlos.

Ahora él se estaba recuperando de sus heridas de la batalla, Athena hizo mucho para curar sus heridas más graves de inmediato y que no se desangrara, pero tenía que recuperarse por su cuenta. Por suerte Tsukuyomi le permitió usar las aguas termales de su templo, que tienen una propiedad curativa muy alta para sanarse. Unos pocos días más remojándose en estas aguas por horas debería bastar para estar como nuevo.

-Debería intentar convencer a Athena y al Patriarca Nicole de que permitan una de estas en el Santuario, haría que uno quiera esforzarme más en los entrenamientos solo para relajarse después- se dijo para si mismo.

-Suena como una buena idea, no me molestaría negociar a Athena para hacer un trato así-.

Seiya abrió de golpe sus ojos al escuchar una voz femenina y al girarse a la entrada de las aguas, escucho la puerta corrediza abrirse y vislumbrar a alguien que no esperaba.

Amaterasu estaba de pie en la entrada, su cabello recogido en un moño alto para no estorbar y con nada cubriéndola salvo una toalla que no hacía mucho para ocultar su esplendida figura y sus grandes pechos que amenazaban con soltar la tela. No sabe de que tela esta hecha esa toalla, pero debe ser la toalla más resistente que ha visto.

-¡No, no, no, no!- Seiya se sonrojo furiosamente al ver a la Diosa del Sol y le dio la espalda con la mirada baja. -¡Diosa Amaterasu, ¿que hace aquí?!-.

-Vine a bañarme en las aguas termales, obviamente- respondió la Diosa del Sol.

-Pe-Pero, ¿no tiene sus propias aguas termales en su templo? ¿Por que no se baño ahí? O al menos espere a que salga-.

-Por que sabía que estabas aquí, es que vine. Quería hablar contigo y en este lugar nadie nos interrumpirá-.

Seiya escucho como el agua se sacudía y decidió ver un poco de reojo, notando que la Diosa se sentó a un lado suyo con los pies en el agua, eso le dio una buena vista de sus largas y esbeltas piernas que no tenían grasa y...

-¡NO!- Se grito en su mente. Seiya había escuchado de las hormonas que golpean a todos a su edad y esas cosas, pero tenía que calmarse, era una Diosa con la que estaba hablando, la primera Deidad aparte de Athena y Heracles que mostraba amor a los humanos, tenía que ser respetuoso y no dejarse llevar. -¡Soy un Santo de Athena! ¡No debo pensar de esa manera, menos con una Diosa! Aunque... tampoco es que sea tan santo después de recibir la armadura dorada. Agh, ¡divago en mis propios pensamientos!-.

-¿Te puedo lavar la espalda?- Los pensamientos de Seiya se fueron al escuchar la pregunta de Amaterasu. -Se que aun estas resentido por las heridas y tendré cuidado, pero agradecería que me permitieras hacer eso-.

No viendo como negarse, Seiya salió de las termas, asegurándose que este bien atada la toalla en su cintura y se sentó en una parte de las termas cerca de las aguas donde la gente se limpia antes y después de entrar a las aguas.

Una vez en la posición inicial, Amaterasu tomo la esponja que estaba a un costado, la lleno de jabón y comenzó a limpiar su espalda con sumo cuidado. La Diosa noto varias cicatrices en la espalda de Seiya, todas debieron ser de entrenamiento y combates a muerte que el joven debió librar desde una edad temprana.

Por estar de espalda a ella y su nerviosismo, no fue capaz de ver el sonrojo en las mejillas de Amaterasu. Ella también esta nerviosa, nunca ha hecho algo tan atrevido como entrar a un baño con un hombre, pero sus razones eran más que suficientes para armarse de valor y entrar aun con su nerviosismo. Ha notado las cortas miradas de Seiya a su cuerpo y le parece tierno como el castaño intenta comportarse a pesar de sus hormonas, y al mismo tiempo le da una sensación cálida y de orgullo ver que a los ojos de Seiya, su cuerpo le parece hermoso.

-Seiya... gracias- dijo de la nada Amaterasu.

Seiya dejo su nerviosismo y miro sobre su hombro a la Diosa, sorprendido por esas palabras. -¿Por que me das las gracias?-.

-Por todo lo que has hecho... te involucramos a ti y a Athena en un problema interno que fue nuestra culpa y me salvaste de Kagutsuchi, y no solo a mi, sino a todas las razas sobrenaturales y Dioses de mi Panteón, y puede que del mundo entero. No tengo manera de pagarte todo tu esfuerzo-.

-No pelee porque esperara una recompensa, lo hice porque era lo correcto. Si quieres recompensarme de alguna manera, que se formara y mantenga esta alianza entre el Panteón Sintoísta y el Santuario es más que suficiente-.

-Aun así no me parece suficiente para ti. Siempre he creído que quienes más se esfuerzan son quienes mejor deben ser recompensados. Así que al menos te ayudaré con tus heridas...-.

Seiya no entendió lo que dijo, pero su cuerpo se tensó al sentirla abrazarlo por detrás y envolver sus brazos alrededor de su estomago y pegando todo su cuerpo a él. Seiya sintió como la sangre iba a su rostro y se esforzaba para que no fuera a "otra parte".

Sabía desde que la vio que Amaterasu tiene un cuerpo esbelto y muy voluptuoso, probablemente era la mujer más desarrollada que haya conocido o conocerá, y sentir como sus pechos se pegan a su espalda lo ponía sumamente nervioso, y el calor del vapor de las aguas no ayudaba... sino se controlaba podría perder el control y cometer un pecado en este mismo lugar, debía de mantenerse sereno.

Pero su nerviosismo se fue un momento al sentir como una energía lo envolvía. La energía que sentía no era Cosmos, pero era una energía pura y cálida que lo envolvía. Noto que el origen de la energía es Amaterasu, donde su cuerpo esta rodeado por una fina capa dorada. Seiya también sintió como las heridas de quemadura que aun conservaban se cerraban y desaparecían.

-¿Qué es esto?-.

-Es Senjutsu. Es el arte de usar la energía natural de los seres vivos y las plantas. Es un arte que se practica comúnmente todas las razas del Panteón Sintoísta y del Panteón Chino, lo practicamos más que la magia, ya que tiene muchos beneficios que la magia no otorga fácilmente. Uno de ellos permite que una persona restaure la energía vital de otra a través del Senjutsu, pero para eso se necesita tener todo el contacto de piel posible para que la energía le llegué correcto a la persona con la que se usa- explico la pelinegra con detalle.

-Por eso entraste aquí: para usarlo para curarme- Seiya ya entendió porque la Diosa entro de la nada. Como esto necesitaba el mayor contacto de piel posible, debían de estar al menos desnudo de arriba cada uno, pero eso podría considerarse un escandalo a todo el Panteón Sintoísta si alguien los descubriera y le traería problemas a Amaterasu y su reputación, por lo que hacerlo en las aguas termales donde nadie los vería y él desnudo con solo una toalla en la cintura y ella con una toalla en todo su cuerpo hacía posible.

Incluso, Sagitario sentía como las quemaduras y heridas que aun dolían, empezaban a dejar de doler de a poco.

-Debiste haberlo explicado desde el inicio-.

-¿Te molesta verme con solo una toalla?- Pregunto Amaterasu, un sentido bromista surgió en ella al querer molestar un poco a Seiya.

-No, ¡digo, si! ¡Digo no! Es que... ¿que clase de hombre no le gustaría ver a tan hermosa mujer con poca ropa?- Las palabras le salieron solas por el nerviosismo, antes de darse cuenta de lo que dijo. -¡No tomes mis palabras mal, no soy un pervertido ni nada! ¡Es solo que no estoy acostumbrado a esto!-.

Amaterasu no pudo aguantar más y estallo en carcajadas por lo tierno y divertido que se veía Seiya sonrojado intentando dar una explicación, el antiguo Pegaso no pudo hacer nada más que agachar la cabeza al notar que le estaban tomando el pelo.

La Diosa del Sol dejo de reír y procedió a hablar: -Lamento por eso, pero eres tan lindo sonrojado que no pude evitarlo. Y entiendo lo que dices, fue mi culpa por entrar sin avisar y no explicarte, pero creo que sabes porque hice esto. Así que guardemos esto como nuestro pequeño secreto, ¿vale?-.

-De acuerdo- respondió Seiya más calmado, pero aun nervioso.

-Aun así eres lindo nervioso, parece que el nombre de "Santo" cabe bien contigo, ya que no pareces haber estado con una mujer antes-.

-Eso no es cierto- Amaterasu parpadeo sorprendida ante la respuesta negativa de Seiya. -Si hablas de que soy virgen, te digo que deje de serlo-.

-Oh... ¿en serio?- Por alguna razón, a Amaterasu no le gusto oír eso. -¿Y quien es la afortunada para compartir cama con un poderoso guerrero como tu?-.

-Nadie desde que me vi obligado a hacer el ritual después de volverme un Caballero Dorado-.

-¿Ritual?-.

A pesar del ambiente y que hablaba con una mujer, a Seiya no le molestaba hablar de este tema, ni que fuera algo secreto o importante.

-Una regla del Santuario es cuando una persona obtiene su armadura, tiene que pasar por una especie de "ritual" de entrenamiento, que básicamente es que el Caballero debe perder la virginidad a la semana de obtener su armadura, esto sirve para que el Caballero no sea seducido en alguna misión por una mujer y le impida completar su misión. Es una regla obligatoria para cada persona del Santuario que obtiene su armadura, aunque para aquellos que obtienen una armadura dorada a tan joven edad deben esperar a los 15 años para hacerlo, aunque Saori cambio la edad de permiso para el ritual a los 17. No importa con que mujer lo hagas, con tal de que cumplas el ritual-.

Creyó que Saori o el Patriarca cambiarían esa regla, pero parece que hasta ellos ven la necesidad y útil de eso, ya que al ser casi todos hombres, fácilmente uno podría ser seducido y engañado por una mujer y asesinado sin darse cuenta, hay registros de que ha pasado antes y por eso esa regla se ha mantenido hasta ahora.

Él no siguió esa regla cuando obtuvo la armadura de Pegaso porque solo tenía 13 años, pero cuando obtuvo la armadura dorada hace unos meses, ya con 17, tuvo que aplicarla, así como el resto de sus hermanos.

Shiryu tuvo más facilidad al tener a Shunrei como pareja, no sabe como lo hizo Shun, ya que ha visto que tiene una gran conexión con la Amazona de Camaleón aunque no puede asegurar que le haya pedido que se acostara por lo vergonzoso que era; pero él, Ikki y Hyoga tuvieron que ingeniárselas, en su caso tuvo que ir a un burdel, no sabe como lo hicieron los demás, ellos no se preguntan que hacen en su intimidad, se tienen el suficiente respeto para evitar eso.

Como dice el dicho: un caballero no tiene memoria.

-Ya entiendo, suena algo lógico- dijo Amaterasu, pero por su voz aun sonaba un poco molesta al escucharlo. Por un lado, entendía la lógica detrás de esa regla, pero por el otro, le molestaba saber que una cualquiera tomo la pureza del castaño. -¿Y que pasa con las mujeres?-.

-Las Amazonas y Saintias no entran en esa regla, las Saintias deben ser doncellas puras para servir a Athena y con las Amazonas siempre existe el peligro de que alguna quede embarazada, así que no se le aplica. Esta regla es más para los hombres, ya que siempre en el Santuario hay más hombres que mujeres-.

-¿A los Caballeros se le permite tener pareja?- Pregunto, con una curiosidad en sus ojos que en su mirada era anhelante.

-En el pasado, no, ya que los Caballeros debían de dedicar sus vidas a luchar por la paz de la Tierra y por Athena, pero en los últimos siglos se les ha permitido a los Caballeros tener relaciones con el sexo opuesto para darles un trato más "humano". De hecho, uno de mis hermanos tiene pareja y escuche que planean casarse en unos meses-.

Amaterasu seguía abrazando a Seiya para curarlo con el Senjutsu, pero el castaño ya no estaba nervioso, conversar de cosas en el Santuario, sin importar si estos fueran temas como intimidad de Santos o lo que hace al día le sirvieron para relajarse. Siempre era bueno que alguien escuchara a uno.

-¿Y tu... ¿tienes pareja?- Amaterasu sonó extrañamente ansiosa por esa pregunta. Seiya la miro sobre su hombro con una ceja, pero no dijo nada ante el pensamiento que solo debía ser simple curiosidad, ya que él trajo el tema.

-No... y la verdad no estoy interesado en buscar novia por ahora. Aun hay muchas cosas que hacer en el Santuario tras la Guerra Santa contra Hades: reparar las construcciones aun destruidas, entrenar nuevos aspirantes a Santos, cumplir misiones para el Santuario... honestamente suena a mucho trabajo del cual requerirá mucho tiempo-.

Al estar de espaldas a la Diosa, Seiya no vio la decepción en el rostro de Amaterasu cuando dijo que no estaba interesado en tener pareja, aunque ella entendió tras escuchar la explicación. El Santuario acababa de pasar el último de tantos conflictos que han tenido los últimos años con muchas bajas, tomará mucho tiempo sanar las heridas y reparar los daños.

Pero que no estuviera interesado por ahora no quería decir que no lo este en el futuro. Amaterasu se aseguro de recordar eso. El tiempo no es problema para una Deidad.

A pesar de su explicación razonable, esa no era la única razón por la que Seiya no buscaba novia. Sabe que tomará tiempo en su corazón para superar a Saori. A pesar de su deseo de estar con ella más como un Caballero o amigo, debe reconocer los límites y las consecuencias que habría si decide dejar salir lo que siente. Ya no es un niño que grita a cada rato, debe convertirse en un hombre y cumplir las responsabilidades que acepto.

En su corazón nunca olvidará que amo a Saori Kido, pero ahora debe crecer y superar eso. No será fácil, pero tiene que hacerlo para crecer y cumplir sus responsabilidades, así como respetar el sacrificio de todos sus camaradas que pelearon en nombre de Saori, de Athena.

Después de un minuto más, Amaterasu rompió el abrazo que tenía con Seiya, volviendo a sentarse a cierta distancia de la espalda del castaño. -Con esto debería bastar para lo peor. Solo deberías seguir sumergiéndote en las aguas termales durante algunas horas en los siguientes días y listo-.

-Gracias por la ayuda, Amaterasu- dijo Seiya volteando a verla, pero cuando la vio recordó que solo la cubría una toalla y la situación en la que estaba, por lo que volvió a sonrojarse y fijar la mirada al frente. -Lo siento-.

Amaterasu se rio, aunque también apenada. -Prometo encontrar la manera de recompensarte como se debe, hasta entonces espero que seamos cercanos a partir de ahora y en adelante, Seiya-.

FIN FLASHBACK.

A pesar de que no hicieron nada indebido y Amaterasu solo lo hizo para ayudarlo a sanar, no puede evitar recordarlo con cierta pena al reconocer que le gusto ver el cuerpo semi-desnudo de Amaterasu, y que no le molestaría verlo de nuevo.

-Ahora que lo pienso, Kiki ya tiene que cumplir esa regla- pensó. Cuando Kiki obtuvo su armadura dorada tenía 13 años, pero ahora con 17 esta obligado a cumplir esa regla. Miro de reojo a Xenovia y Akeno. -Me pregunto que cara pondrán si escuchan eso- a pesar de la gran tentación de decirles, no lo hizo. Eso es algo que Kiki tiene que resolver cuando llegue el momento.

-¡Bueno!- Azazel aplaudió, devolviendo a todos a la realidad. -Creo que ya todo esta dicho y hecho. Fue una buena historia y es interesante saber más sobre un evento tan importante como el que nos acaban de contar, pero creo que podemos dar por finalizada esta reunión. Los que quieran irse pueden retirarse a sus casas o quedarse y hacer sus deberes aquí, o lo que sea. Pero que no se les olvide que en pocos días nos iremos al Inframundo-.

-Azazel tiene razón, así que será mejor que se preparen, estarán todo un mes entrenando sus habilidades, si tienen que avisarle a alguien que no estarán por un tiempo o hacer algo antes de irse, háganlo ahora- dijo Penemue.

-Deberé avisarle a Matsuda y Motohama, así como a mis padres...- murmuro Issei para si mismos.

-Por tus padres no te preocupes, "casualmente" ganaron un sorteo para un viaje a Miami, así que no hay que preocuparse porque ellos noten tu ausencia. Se les veía muy felices- dijo Azazel.

La ceja de Issei tembló al escuchar lo que hizo el Ángel Caído, no porque estuviera molesto con él, al contrario, agradece que se tome esa consideración con él y sus padres, lo que le molesta es que ellos no le dijeron nada, ahora entiende porque ayer estaban emocionados.

-No se si son muy despreocupados, si confían mucho en mi para no preocuparse de lo que hago, o al contrario, no se preocupan mucho por mi- Issei creía que era más la primera y última.

-Yo y mi séquito volveremos al Consejo Estudiantil, tenemos que terminar el papeleo que queda y después repartir panfletos...- dijo Sona, ajustando sus lentes.

-Lo mismo aquí...- dijo Rias.

-Yo pasaré más tiempo con Natasha, y si cualquier de ustedes quiere venir a conversar conmigo es bienvenido. Cuando termina la semana en que debo quedarme, iré a Kyoto antes de volver al Santuario- dijo Hyoga.

-¿Para que irás a Kyoto?- Pregunto Seiya.

-Iré a ver a ese médico para que pueda explicarme la situación de Natasha y ver si hay alguna manera de ayudarla-.

-Ha...-.

-¿De que médico hablan?- Pregunto Shoko curiosa.

-Cuando Arles tomo el puesto de Patriarca, los últimos dos años antes de la Batalla de las Doce Casas, hizo un contacto con médico que tenía la cualidad de sanar heridas sobrenaturales que no eran capaces de curarse con el Cosmos. Cuando Saori tomo el puesto de Athena, decidió conservar contacto con ese médico porque sus habilidades podrían resultar muy útiles- explico Hyoga.

-De hecho, fui a ver a ese médico después de que despertará del coma que me dejo la Espada de Hades, para asegurar que hubiera ninguna consecuencia en mi cuerpo cuando los chicos me curaron- agrego Seiya.

-¡Entonces yo también voy!- Se unió Serafall con una sonrisa. -Si esto es para ayudar a Nata-chan, no puedo faltar-.

-"¿Nata-chan?"- Repitió Hyoga el sobrenombre que la Demonio le puso a su hija.

-Hermana, no puedes ignorar tus deberes como Maou cuando quieras, no olvides tu posición- regaño Sona a su hermana mayor por su actitud tan despreocupada y hasta irresponsable.

-¡Pero es por el bien de Nata-chan! ¡Mi corazón no soportaría si algo malo le pasara a la pobre niña!- Respondió Serafall de manera un tanto dramática. -Además que Sirzechs y yo somos los que más hacemos papeleo de los cuatro Maou, que Falbium y Ajuka hagan algo también aparte de dormir todo el día y encerrarse en su laboratorio respectivamente-.

Sona solo suspiro rendida. No importa lo que haga, su hermana nunca la escuchara.

-Creo que tu hermana tiene razón, Serafall- ambas hermanas miraron sorprendida a Hyoga, que fue el que hablo. -Aunque agradezco mucho tu preocupación hacía Natasha, no hace falta que desvíes tus deberes por nosotros, será como una revisión médica humana, nada más. Ese médico es muy bueno en su trabajo, te lo aseguro. Te prometo que serás la primera que le informe de su situación-.

-Mnh...- Serafall hizo un puchero mientras sus mejillas se sonrojaban levemente ante lo apuesto que se veía Hyoga a sus ojos al hablarle. -No quiero, pero tienes razón... y si me lo dices de ese modo no puedo negarme...-.

Los lentes de Sona se desencajaron mientras sus ojos estaban abiertos de la sorpresa... Serafall escucho e hizo caso a las palabras de alguien, un hombre para mayor sorpresa. Serafall nunca escuchaba a nadie que no sean sus padres o Sirzechs a menos que la situación sea critica.

Pero este Santo Dorado hizo que su hermana lo escuchara con unas palabras... además al ver el rostro de su hermana, que era uno que nunca antes había visto, más la preocupación que demostraba por la hija adoptiva del Santo de Acuario hicieron que Sona sumará dos más dos para llegar a un resultado.

Y un segundo después, se puso de pie frente a Hyoga tomándolo de las manos.

-¡Por favor, cásate con mi hermana!- ¡Este hombre era el indicado para su hermana y para controlarla! ¡Por el bien de su dignidad y de sufrir menos vergüenza debe de unirlos!

-¡So-tan, ¿pero que dices?!- Exclamo Serafall de vergüenza con el rostro sonrojado por las palabras de su hermana.

-¡Hahahaha! ¡En verdad que uno nunca se aburre en este lugar!- Río a carcajadas Azazel.

El sequito de Sona miraba con gran sorpresa como su Rey le rogaba a un Santo Dorado que se casará con su hermana, al igual que Issei, Asia y Gasper. Akeno y Rias se taparon sus bocas para ocultar las risas que soltaban mientras que Seiya miraba burlonamente a Hyoga, Penemue suspiraba pero tenía una sonrisa en el rostro y Serafall hacía lo posible para alejar a su hermana de Hyoga, mientras que la Sitri seguía rogándole al rubio para que se casara con su hermana.

Por estos momentos de diversión en grupo era que valía la pena luchar por el mundo y el futuro, para que momentos así nunca acaben.
..................................

(En el Santuario)

Marín abrió los ojos bajo su mascara, estando de pie a las afueras de su templo. -Es raro en mi ponerme nostálgica, creo que ya me afecta la edad-.

Ella había estado recordando todo lo sucedido hace años con el Dios Kagutsuchi cuando se formo la alianza entre el Panteón Sintoísta y el Santuario. Muchas cosas cambiaron luego de la Guerra Santa contra Hades, esa alianza fue una de las más destacadas. Probablemente recordó todo el asunto porque fue en ese evento que tomo la decisión para volverse la primera Amazona Dorada de la historia.

FLASHBACK.

Marín estaba de rodillas en la sala Patriarcal, delante de Athena y del recién nombrado Patriarca Nicole. Habían vuelto al Santuario tras que Seiya se curara de sus heridas de la batalla contra el Dios del Fuego Sintoísta.

Luego de que ella y Seiya dieran sus respectivos informes sobre lo que paso en Kyoto, podían retirarse, Seiya lo hizo al volver a su templo, pero ella seguía hincada, necesitaba el permiso para hacer lo que quiere.

-Marín, ya te puedes retirar a las barracas de las Amazonas- dijo Athena al ver aun a la Amazona de Águila en el salón.

-Lo se Athena, pero quiero hablarle a usted y al Patriarca sobre una decisión que he tomado durante mi estancia en Japón- dijo Marín.

Saori levanto una ceja. Parece que Seiya no fue el único en aprender algo de aquel suceso. -Tienes permiso para hablar, Marín. ¿Cuál es la decisión que has tomado?-.

-Gracias. Y sobre la decisión... me he decidido a ser más fuerte, y a convertirme en un Santo Dorado-.

Athena y Nicole se quedaron callados ante lo dicho por la pelirroja y se miraron sin saber que decir. Nunca en la historia una Amazona alcanzo el rango dorado, y no era fácil adquirirlo, ya que se necesita despertar y dominar el Séptimo Sentido, algo que no cualquiera puede despertar. Seiya y los demás lo despertaron al ganar experiencia en combate y poner sus vidas en riesgo durante la Batalla de las Doce Casas, excepto por Shun que ya lo tenía despertado desde hace mucho.

-Marín, ¿sabes de la dificultad de lo que dices?- Pregunto Nicole.

-Entiendo que ser un Caballero Dorado no es tan fácil como suena, y que hay una gran brecha entre el poder de un Caballero de Plata y uno Dorado a pesar de ser solo un rango de diferencia, pero viendo lo poco y nada que han sido mis contribuciones a las amenazas que han azotado al planeta y al Santuario, y que ahora más que nunca se necesitan a todos los Caballeros Dorados posibles ante cualquier enemigo que salga de repente y los planes que quiere realizar mi Diosa, no debo conformarme con mi poder actual, debo ser más fuerte si quiero ser de utilidad para Athena y mis camaradas; por eso he tomado esta decisión-.

-¿Y porque nos dices esto? Si lo que quieres es volverte más fuerte, deberías entrenar para lograrlo, de ninguna manera nos opondríamos a tu idea- pregunto Saori.

-Por que para mi objetivo, necesito de un entrenamiento especial para despertar el Séptimo Sentido que es requerido, por eso...- Marín alzo la cabeza, aun con la mascara, Athena y Nicole podían ver la determinación que ardía como llama en los ojos de la mujer. -Quiero que me den permiso para acceder a los pergaminos secretos de la biblioteca del Santuario para leer la información de como se entrenaban los Santos de Piscis, que es el signo que me corresponde-.

Los pergaminos secretos son pergaminos y enseñanzas de Patriarcas y Caballeros de generaciones que pasadas que tenían información que solo los Caballeros Dorados, el Patriarca y Athena tenían permiso de ver. Entre la información se hallaban notas de algunos sucesos importantes, lugares secretos pero vitales, técnicas que Santos del pasado crearon y registraron por si algún Santo del futuro las requería, instrucciones de entrenamientos especiales para Caballeros, etc.

Lo último era lo que quería sacar Marín, necesitaba de la información del entrenamiento que dejaron escritas los Caballeros de Piscis anteriores a Afrodita para despertar el Séptimo Sentido, así como dominar las técnicas de Piscis.

La mirada de Nicole se puso seria mientras pensaba en lo pedido. Lo que pedía Marín no era algo que se escuchara todos los días, pero en esta situación en que el Santuario no tiene ni a la mitad de sus Santos y solo tienen a cinco Santos Dorados recién nombrados con dos próximos en entrenamiento, no estaban listos para otra Guerra Santa si alguna Deidad del Olimpo se atrevía a ir contra la palabra de Zeus y los atacara.

-El entrenamiento que quieres pasar no será fácil, podrías incluso morir...-.

-Conozco y acepto los riesgos, señor-.

El nuevo Patriarca compartió una mirada con Athena, quien opinaba igual que sus pensamientos.

-De acuerdo, Marín. ¡Yo, como Patriarca, te concedo el permiso de usar los pergaminos secretos de la biblioteca del Santuario para tu entrenamiento como Santo Dorado de Piscis! ¡Por el bien de nuestra Diosa, debes terminar tu entrenamiento y ganar la armadura dorada a cualquier costo!-.

-¡Si, su santidad!-.

FIN FLASHBACK.

Cuando busco en los pergaminos, encontró que los Santos de Piscis tenían dos métodos de entrenamiento diferentes pero similares. Uno de ellos es entrenarse para que su cuerpo y Cosmos se acostumbren a las fragancias dulces de las Rosas Demoniacas, así como cualquier otro tipo de fragancia con instrucciones de como hacerlo. Por lo que parece, la mayoría de Santos de Piscis, incluyendo a Afrodita, se entrenan de esa manera.

El segundo método de entrenamiento consistía en dominar rosas cuya fragancia era venenosa en vez de dulce que aturde los sentidos, para ese entrenamiento, quien se someta a él debe ingresar un veneno letal a su cuerpo y pasar un proceso para acostumbrarse. Este método de entrenamiento daría a un Santo de Piscis más poderoso de la media, pero era en extremo letal y con poco margen de supervivencia, por lo que no muchos siguen entrenamiento. Hasta donde esta registrado, solo tres Santos de Piscis se han sometido y sobrevivido a este entrenamiento.

Marín eligió el segundo por lo poderoso en que se volvería al superarlo, entendía que al ingresar veneno a su sangre la probabilidad de morir era más alta de lo normal, pero sino arriesgaba su vida en esto, no mercería ser una Amazona. Además que exponerse a tan peligro la dejo entre la vida y la muerte varias veces, lo que la ayudo en su proceso de alcanzar el Séptimo Sentido.

Si fuera honesta, la mujer no volvería a pasar por ese entrenamiento, pero si es necesario entonces no dudaría. Entre sufrimiento, agonía, luchando entre la vida y la muerte, lo logro: su cuerpo acepto el veneno en su cuerpo, ahora su sangre era venenosa, y que además pudo despertar el Séptimo Sentido gracias a eso. Aprender y dominar las técnicas de Piscis y el Séptimo Sentido fue más fácil a comparación.

Aunque también trajo sus consecuencias, ya no podía entrar en contacto físico con ninguna persona o lo mataría de envenenamiento, aislándola del resto del mundo. Pero a pesar de eso, Seiya y los demás no la dejaron sola, no necesitaban tener contacto físico para que mostrarle que no estaba sola, que todos los Caballeros de Oro eran sus camaradas y familia.

Aunque por eso mismo también se condeno a una soltería eterna al no poder estar con ningún hombre sin matarlo. A ella no le importaba, su cuerpo y vida estaban dedicados a la paz y a Athena, tampoco le interesaba estar en una relación; su corazón solo le perteneció a un hombre, pero ella fue muy estúpida y testaruda para reconocerlo y lo perdió en la Guerra Santa contra Hades.

Incluso ahora, aun suspira su nombre en sus pensamientos.

-Aioria...-.

...............................

En el basto Inframundo Bíblico, ocultos en una guarida lejos de cualquier ciudad Demoniaca, los restos de la Facción del Viejo Satán se ocultaban preparando su ataque contra el actual gobierno que los derroco en pos de ideas como "igualdad", "cooperación", "paz".

Esos ideales le asqueaban a todos los Demonios del Viejo Satán, así como a cualquier otro Demonio de Sangre Pura que creían firmemente que el talento lo era todo, y que esforzarse era una perdida de tiempo y un vano intento de los débiles de alcanzarlos. Los Demonios eran seres de caos que debían acabar con los Ángeles y destruir y/o gobernar a los humanos. Esos eran los ideales de la Facción del Viejo Satán que los motivaba, además del deseo de venganza por perder la guerra civil.

Actualmente, Shalba era el líder supremo de la Facción de Demonios de la Brigada del Khaos. Perder a Katerea y Crusserrey fue un golpe a su fuerza militar, pero también le facilito al quedarse con el mando de todo su ejercito y no tener opiniones divididas con otros líderes.

Aunque Shalba apoyaba los ideales de su ancestro y los de su facción, no dejaba que el orgullo lo cegará tanto como sus difuntos camaradas, él era más analítico y oportunista, esperaría su oportunidad para atacar al gobierno actual donde más les duele a sus líderes y sabía cuando podría necesitar de apoyo, aunque sin olvidar su orgullo.

Pensó que podría aprovecharse de lo débil que estaba el ejercito de Hades y que la Diosa Perséfone no sabía nada de batallas, pero ahora ve que se equivoco al subestimar a esa Diosa, además que aunque le duela admitirlo, esos Jueces pueden acabar con el en cualquier momento, así que debe ser prudente al no provocarlos.

Sabe que no puede contar más con la ayuda del Inframundo Olímpico, están demasiado ocupados con su conflicto con Athena y con sus números siendo reducidos cada vez más, no dejará que use a sus Espectros a menos que la beneficie en su lucha.

Tampoco le pediría ayuda a la Facción de los Héroes, su orgullo y honor no le permitían aceptar ayuda de unos humanos, sin importar si el líder de esto tiene la Longinus más poderosa de todas, iría en contra de sus creencias supremacista.

Y tampoco podría contar con Vali. A pesar de ser el descendiente de Lucifer, él estaba en contra de los ideales de su Facción y prefería hacer lo que quiera con ese grupo que ha reunido. ¡Era indignante que ese niño tenga la sangre de Lucifer! Además de un malagradecido, ya que es por esa sangre que es tan poderoso con su Sacred Gear.

Sus informantes le avisaron que en un mes se dará la reunión de jóvenes Demonios, sería una buena oportunidad de atacar, asesinando a los Demonios de la siguiente generación, pero en esa reunión también estarán los cuatro Maou, además que ha escuchado que el Dios Odín de Asgard planea visitar el Inframundo por esa mismas fechas. Shalba no se condenaría a la furia de uno de los Dioses más poderosos del mundo.

También esta usar a ese joven Demonio que hizo un trato con él para darles información a cambio del poder; pero esa basura era tan débil y arrogante hasta para él que no valía la pena. Lo usaría hasta que ya no lo necesite más y luego se desharía de él.

Por ahora observaría los movimientos del actual gobierno y esperaría el momento idóneo para atacar, el tiempo recompensa los que esperan y se preparan, algo que sus difuntos camaradas nunca entendieron.

-¿Te sigues rompiendo la cabeza buscando como atacar, Shalba? Te vendría bien relajarte, conozco a un par de chicas en las tropas que estarían encantadas de ayudarte-.

Shalba gruño y frunció el ceño de fastidio al escuchar esa voz pedante, pero que conocía tan bien para su mala suerte. Se giro hacía la persona que se atrevió a irrumpir su oficina privada.

Era un hombre joven apuesto de cabello castaño oscuro corto de ojos verdes que usaba una armadura similar a la suya, salvo que esta era verde claro con líneas rojas y en sus hombros colgaba una capa de color rojo vino.

-¿A que vienes a molestar ahora, Rokudo? ¿No deberías estar ocupado organizando los soldados?-.

La persona delante de él era Rokudo Beelzebub, un descendiente del Beelzebub original y su medio hermano menor. Era normal para los Demonios tener amantes y engendrar hijos hasta en la época de los primeros Maou. A diferencia de él y sus antiguos camaradas, Rokudo siempre fue más del tipo que prefería acción en batalla, bebidas y mujeres.

Katerea lo describió una vez como "bárbaro" y tenía que admitir que tenía razón, pero la fuerza de su medio hermano era algo muy destacable, ya que fue el único de los descendientes Maou de su lado que ha enfrentado a Sirzechs y sobrevivido, aunque también le ha generado cierta obsesión de vengarse con Sirzechs por humillarlo, algo que podía entender.

Rokudo sonrió arrogantemente. Él no tenía la misma elegancia y aire de superioridad que él y los otros descendientes de los originales Maou, tenía un aire más parecido a Vali, probablemente porque ambos eran amantes de la batalla.

-Si lo hice, pero me aburrí después de un tiempo y vine a molestar a mi querido hermano y ver si podía contribuir en algo- respondió Rokudo.

Shalba gruño, pero no tuvo de otra que compartir sus informes con Rokudo, era el último aliado poderoso con el que podía contar y era demasiado insistente como para decirle que se largue y se limite a seguir ordenes. Al igual que el resto de los descendientes de los Maou originales, él no era de seguir ordenes, sino de hacer lo que se le da la gana, que a veces le ordenara hacer algo y él hiciera caso era porque lo que le ordeno era lo que quería hacer.

-Al pareces el gobierno actual planea hacer una reunión de jóvenes Demonios en un mes más, donde se reunirán varias influencias poderosas del Inframundo. Pensé en hacer una movida, pero es demasiado arriesgado. Aunque ese chico que tengo de espía me dice que después de la reunión, se realizara un torneo de Rating Game para ver el nivel actual de los jóvenes Demonios y sus noblezas-.

-¿Oh? ¿Quieres atacar en medio de ese torneo?-.

-Suena a una buena oportunidad, además que eso daría la oportunidad de matar a algunos jóvenes Demonios, eso sería un gran golpe al gobierno actual de Sirzechs-.

-Mnh...- Rokudo asintió con gesto pensativo. -Parece que tienes todo bajo control, así que me retiro, llámame si necesitas que mate a alguien- se dio la vuelta y camino a la salida.

Shalba observo a su hermano alejarse con sospecha. Últimamente él ha estado actuando extraño, además que es raro que haya entrado sin avisar a su oficina preguntando por sus planes y yéndose así nomas.

-¿Qué es lo que tramas, Rokudo?-.

El mencionado se detuvo frente a la puerta, sin girarse respondió: -¿De que hablas, Shalba?-.

-¡No juegues conmigo! He recibido reportes de que has estado fuera de la base muchas veces durante las últimas semanas y que te has teletransportado a diferente partes del mundo, ¿qué es lo que tramas?-.

-Nada que te afecte. Simplemente busque entre los viejos archivos que nuestro viejo y sus amigos dejaron ante de morir, y encontré algo interesante y que podría darme una ventaja contra Sirzechs-.

Shalba no se perdió el detalle de que su medio hermano se refirió a él y no a ellos como grupo. -¿Qué clase de ventaja?-.

-No lo se. Cuando lo encuentre lo sabré, solo se que esta relacionado con la Maou Leviathan original-.

-¿Esa mujer?- Shalba conoció a la Maou Leviathan original antes de que muriera durante la Gran Guerra. Fue la mujer más bella del Inframundo en su época, además de que habían rumores de que a pesar de que tenía varios amantes, estaba enamorada del Lucifer original, pero nunca se confirmo. -No parecía del tipo que guarda cosas-.

-Lo se, eso lo hace más interesante- Rokudo abrió la puerta de la oficina. -Bueno, ya te contaré lo que encuentre, o tal vez no...-.

El sonido de la puerta cerrándose se escucho en la oficina. Shalba suspiro agotado y se sentó en la oficina. Si no necesitará a Rokudo por su fuerza que, aunque odiaba admitir, era superior a la suya aun con el poder de Ophis que se le fue dado, lo hubiera matado hace mucho.
...............................

(En Taka no Hama)

Amaterasu estaba en su templo revisando algunos asuntos que tenía que atender de su Panteón como la líder. Revisa que todos los Dioses Menores se comporten, lee y verifica los informes de los líderes Yokais de los cuatro puntos cardinales, algunos asuntos con el Panteón Chino, con quien Tsukuyomi estaba teniendo conversaciones para establecer una posible alianza.

Hablando de alianzas, debe de prepararse cuando la alianza de las Tres Facciones vengan a su territorio. Aun falta un mes para eso, pero mejor tener listo todo desde ya.

Luego de unos minutos más de papeleo, pudo terminar pronto. Ahora con eso listo, pudo enfocarse en un asunto que la ha estado intrigando demasiado y que ha investigado personalmente, encontrándolo interesante.

-Con permiso- Tsunahi entro a la oficina de su Diosa, cargando una pequeña pila de papeles. -Aquí están los informes de nuestros Shinimagis sobre la recolección de almas de este mes-.

-Gracias por traérmelos, Tsunahi. Déjalos en la mesa, los revisaré en un rato más- indicio Amaterasu.

La Diosa Menor asintió y dejo los informes en la mesa, cuando iba a retirarse, vio que su Diosa estaba observando algo a través de un círculo mágico. Aunque podría ser irrespetuoso, Tsunahi se acerco un poco a ver.

-Si puedo preguntar, Amaterasu-sama, ¿qué esta observando?-.

-Ah, es algo que he estado investigando personalmente, y es algo muy interesante- Amaterasu no le molestaba compartir esto con Tsunahi, confiaba totalmente en ella. -Se trata de la espada Kusanagi-.

La Kusanagi-No-Tachinari era uno de los tres tesoros de Japón, además de ser la espada que el Dios Susanoo ofreció a Amaterasu después de matar al Dragón Maligno Orochi para permitirle volver al Taka no Hama. La espada era un arma divina de gran poder que tiene las bendiciones de Amaterasu, pero en toda la historia nadie ha sido capaz de usarla. Al parecer porque la espada no ha encontrado a nadie digno de empuñarla en todo el tiempo, y se ha mantenido resguardada en uno de los templos principales de Amaterasu en Japón.

-¿Pasa algo con la espada Kusanagi, Amaterasu-sama?- Pregunto preocupada Tsunahi, la espada era un tesoro y un arma importante para el Panteón Sintoísta.

-Si, pero no es para preocuparse, sino que puede que todo lo contrario- Tsunahi no entendió. -Los últimos meses, Kusanagi ha estado emitiendo una extraña energía de vez en cuando, como si reaccionara a algo... o a alguien-.

-¿Me esta diciendo que la espada eligió a alguien para ser portada? ¿Quién?-.

-Eso es lo interesante... creo que la espada ha elegido a Seiya de Sagitario como su portador- revelo con una pequeña sonrisa.

-¡¿Qué?! ¡¿A un Santo Dorado?! ¿Esta segura?- Pregunto Tsunahi. Una cosa es que la espada eligiera a alguien, pero que esa persona sea un servidor de otro Dios, aunque sea Japonés, podría considerarse algo que muchos no creería.

La Diosa del Sol asintió. -Si, la espada reacciona cuando Seiya viene a nuestro reino escoltando a Athena, pero no lo hace cuando Athena viene en compañía de otros Caballeros, además que la espada reacciono por el asunto de Kokabiel, como si supiera que Seiya estuviera luchando. Esas son pruebas irrefutables de que el arma lo eligió como su portador-.

-Es increíble...- pensar que uno de los tesoros más importantes de Japón elegiría a un Caballero Dorado entre todos los candidatos era sorprendente, como mínimo. -¿Se la va a entregar?-.

-Normalmente lo haría, aunque puede que a varios no les agrade que les ofrezca esa arma a un servidor de una Deidad fuera del Panteón, con lo que hizo Seiya por nosotros hace años lo hace más que digno y ni Susanoo ni Tsukuyomi estarían en contra... pero el problema es que los Caballeros de Athena no usan armas para pelear-.

-Pero Seiya-dono usa arco y flechas...-.

-Supongo que no usan armas que no vengan de las armaduras. No lo se, lógica de griegos- se encogió de hombros. -Aunque...-.

La Diosa recordó cuando informo a Athena y a sus Santos sobre la historia de la Excalibur original y sus siete partes, pero recordó más la historia de Athena sobre la Excalibur del Santuario, de como antes era un arma que trascendió y se volvió la técnica de los Santos de Capricornio.

-Tal vez tenga una manera de que pueda aceptarla sin que vaya en contra de sus reglas de no usar armas...- susurro. -Tsunahi, quiero que llames a Hachiman, hay algo de lo que quiero hablarle-.

-Entiendo- Tsunahi no necesito nada más para saber lo que pensaba su Diosa, había servido a ella por tanto tiempo que ya sabía lo que planeaba. Sin decir otra palabra se retiro para cumplir la orden.

Amaterasu miro por la ventana que había en el lugar con una sonrisa. Sabía que antes de darle la espada a Seiya, tenía que pedir permiso a Athena, ya que una Diosa de otro Panteón no puede regalarle algo como eso a un servidor de otro Dios de diferente Panteón, se vería como si intentara de reclutarlo, pero no veía motivos para que Athena negará esto.

-Y además, puedo pedirle permiso para tener la oportunidad de salir y en un futuro, casarme con Seiya- Amaterasu si que planeaba a futuro.
.................................

N/A: Doble capitulo exprés. Ya con esto finalmente el siguiente capitulo irán al Inframundo, donde Seiya quedará con la boca abierta al ver lo diferente que es el Inframundo Bíblico comparado al de Hades.

También les adelanto que al final del siguiente capitulo, se introducirá un nuevo personaje que será uno de los nuevos Caballeros Dorados, aunque no será tan nuevo porque lo reconocerán cuando la vean.

Y sobre algunos datos, la conexión de Seiya y Amaterasu ya en este punto es platónica, Amaterasu ha dejado en claro el amor que siente por Seiya, y Seiya todavía no es capaz de ver lo que siente por Amaterasu por su propia negación de no tener nada con una Diosa, pero le agrada mucho estar con ella.

Otra cosa que se vio fue como Marín obtuvo los conocimientos para alcanzar el rango dorado. Yo pienso que es de lógica que los Santos del pasado hayan guardado registros de muchas cosas que podrían servir a los del futuro, aun cuando hay cosas que un Caballero debe aprender por si mismo como el Séptimo Sentido.

Y creeré eso de que hay dos métodos para ser Caballero de Piscis para no contrastar el hecho de que Afrodita no tenía sangre envenenada y Marín si tiene, ya que eso de la sangre es algo de TLC.

¡Y si! ¡Seiya tendrá la espada Kusanagi! Para los que no leyeron Assassin, Seiya recibió esa espada y se convirtió temporalmente en un Gladiador y la uso como armadura para enfrentar al Aioria del Mundo Perdido poseído por Zeus. Seiya no usará la espada como una exactamente. Se explicará más adelante, pero Seiya usará la espada como técnica al igual que Shura y Shiryu usan a Excalibur como técnica. Desde el inicio del fic tenía planeado que Seiya la recibiera.

Y sobre ese Rokudo Beelzebub, es un villano OC que cree para darle un reto al Clan Gremory y vean un poco de la realidad de los verdaderos combates, además de darme una oportunidad de que Issei se incruste la gema de Albión que aun tiene y de introducir a un personaje de DxD que no aparece hasta mucho más adelante. Si quieren saber quien es, tendrán que esperar.

Sin nada más que decir me despido. Visiten y comenten el resto de mis historias por favor. CHAO.

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