😊💕🙌 Hoy doble capítulo, seguimos por Elche, gracias por vuestros likes y comentarios, me animan a seguir. Me lo estoy pasando genial con este par de guapas imaginándome historias sobre ellas, gracias por todo de nuevo, nunca hubiera imaginado tener tantas lecturas, seguimos, ¡vanica!
Narra Mónica
Después del incidente en el paseo marítimo fuimos a tomarnos algo a una terraza del mismo, no muy alejada de donde estábamos. Yo estaba allí pero a la vez estaba en otro lugar, ver a Javier de nuevo me teletransporto de golpe a los años en los que estuvimos juntos, a lo enamorada que estuve de el, a los planes de futuro que teníamos juntos, si todo hubiera seguido su curso ahora sería madre de dos o incluso tres niños y seguramente mi vida no estaría en Madrid sino allí en Elche. Si hasta tenía el vestido de novia comprado, el no lo sabía pero un día con mi madre paseando por las calles comerciales de Elche y en la zona donde están las tiendas de novias, lo ví y fue un flechazo. Estaba en el escaparate y parecía que lo habían diseñado para mi, entramos sin pensarlo mucho, sin cita previa, sin pensar siquiera en comprarlo pero me lo probé y mi madre y yo nos miramos y sencillamente lo compramos.
Suena a locura, pero fue así de sencillo, fue un flechazo, era pronto todavía para comprarlo, pero ya teníamos casi fijada la fecha de la boda y era una de las cosas que había que hacer, me hubiera gustado que estuviera mi padre, mi hermano o mis tías porque no pero fue algo tan sencillo, junto a mi madre, tan sutil que sencillamente, me lo probé y me lo llevé a casa.
Ahora que pienso después de romper con Javier y de no volver a pisar Elche en una larga temporada no se que hizo mi madre con el vestido, supongo que lo donaría a alguna asociación o lo regalaría a alguna novia necesitada, en el club de jubilados siempre se contaban las penurias de gente del barrio y se solían ayudar unos a otros.
El vestido era sencillo pero muy bonito, parecido al traje que llevo Vanesa en la gala de los Goya del año pasado, de ese estilo, con ese tipo de hombreras, tenía un escote generoso por delante y por detrás, resaltaba mi pecho y mi figura, me quedaba como un guante la verdad, en aquella época hacía más deporte que ahora, no se si ahora entraría en la seda del mismo.
V.- Mónica....- tenía a Camarón encima de mis rodillas, miraba a Mónica extrañado, casi como yo, estaba como ausente desde el encontronazo con su ex.
M.- Dime, perdona estoy algo dispersa, lo siento
V.- ¿Javier?
M.- No, bueno si, bueno no se.- dije algo dubitativa. No es que me guste todavía ni nada de eso, pero me han venido recuerdos de aquella época de golpe y los estoy procesando. Perdona, te estoy haciendo poco caso, ¿Decías?
V.- ¿Quieres hablar?.- Mónica me había contado esa época de su vida pero tampoco muy al detalle, por ejemplo no me había dicho que Javier era así de guapo.
M.- A ver... venga ¿Qué quieres saber? Pequeña cotilla.- dije sonriendo
V.-¿Yoooo?,me ofendes Carrillo.- dije con una mano en el pecho mientras con la otra acariciaba la cabecilla del perro.
M.-Venga dispara
V.- Es muy guapo Mónica....pero mucho mucho, tienes los ojos como tu, hubierais tenido unos hijos preciosos.- dije para quitar hierro al tema y sacarle una sonrisa, cosa que hice y que hizo que ella se relajara un poco.
M.- Si, es muy atractivo, físicamente y cuando hablas con el también, te enreda sutilmente y yo caí en sus redes, me enamore hasta los huesos, éramos del mismo barrio, nos conocíamos de siempre, fue una temporada con los amigos de mi hermano y una cosa llevo a la otra. Pasó una temporada en Madrid mientras yo estudiaba y allí comenzamos a tontear y enrollarnos y la cosa fue a más y a más hasta que .....
V.- Hasta que te puso los cuernos, ¡Qué cabrón!
M.- Bueno, hasta que me pidió matrimonio.....y después ya me enteré de los cuernos, que para más inri no debían de ser los primeros, mi madre me lo advirtió pero no lo quise ver y en fin.... una época oscura de mi vida
V.- ¿Después de cortar?
M.- Si, mientras estuvimos juntos pues muy bien, ya has visto, es encantador, pero igual que lo era conmigo lo era con toda la que se le cruzaba por el camino.
V.- Yo siempre te voy a cuidar Mónica.- dije seria
M.- Uy que seria te has puesto, ven dame un beso anda.- Se levantó de la silla, dejando a Camarón en el suelo y me besó despacio, dejándome un te quiero al final del beso.
V.- ¿Otra cervecita?, para mi novia favorita..
M.- Venga otra y nos vamos a casa
V.-¡Camarero!
Narra Vanesa
Mónica estaba ausente, estaba claro cual era el motivo, tampoco quería atosigarla y forzarla a hablar del tema pero la verdad quería saber más, ella me había contado cosas pero intuía que se guardaba algo para ella.
No soporto las mentiras en las relaciones, si hay dudas, es mejor dejar marchar, es mejor no forzar porque el daño que puedes hacer es grande, yo la verdad casi siempre he dejado, no estoy orgullosa de ello pero si que estoy orgullosa de no haber hecho daño a gente intencionadamente, creo que he tenido claro cuando han sido polvos y sexo rápido y cuando he querido tener algo más en serio, y si estoy con alguien estoy a full.
Que decir de como estoy con Mónica, a fullllll, cada poro de mi piel respira por ella, muchas veces le digo que donde estaba escondida en Madrid para que no la encontrara antes, y ella se mea de la risa y siempre responde que estaba secuestrada por un ogro malvado pero que llegué yo y la salvé.
Hemos cenado tranquilamente, filetes empanados y tortilla de patata, marca chef Jesús, el padre de Mónica cocina muy bien, después de las novelas cocinó la tortilla y le había quedado deliciosa, Mónica y él se fueron a ver las noticias.
Mi chica no se suele perder ningún telediario, deformación profesional le digo que es, y hoy estando en casa de sus padres no iba a ser la excepción. Ella y su padre se van al salón y aprovecho para hablar con María mientras recogemos la mesa y fregamos los platos.
V.- María.- dije con confianza
Ma.- Dime hija
V.- ¿Te ha contado Mónica algo de esta tarde?.- dije con voz baja
Ma.- Si, algo me ha comentado, lo de Javier, que casualidad la verdad
V.- Y tanto, María...
Ma.- Dime
V.- Mónica me ha contado parte de esa etapa de su vida pero creo que no me ha contado todo... o más que contarme lo que pasó como se quedó ella, creo que no quiere que...
Ma.- Ella se quedo destrozada.- María habló muy seria, su tono de voz casi se quebró.
V.- Bueno... yo no quisiera que pienses...
Ma.- Vanesa tranquila, pienso que quieres lo mejor para Mónica, y esa época fue muy mala para ella, ven vamos a tomarnos un café en la terraza y hablamos tranquilas. Si sabe que te estoy contando cosas me mata. Es una parte muy privada de ella que sólo conozco yo, su padre y por supuesto su hermano que fue la que le ayudo en Madrid.
V.- Vamos si.- dije también seria. Cogí el azucarero y la leche, María la cafetera y las tazas de café, y nos sentamos en la terraza, hacía fresco pero no nos importo, cogimos chaquetas y nos sentamos a charlar tranquilamente, como lo haría con mi madre en total confianza, mientras Mónica y su padre veían el telediario.
Ma.- Como te he dicho Mónica se quedo destrozada, de manera literal, yo a Javier lo calé enseguida, guapo, divertido, encantador, un encantador de serpientes... no se, el sexto sentido de las madres, si alguna vez sois madres lo entendereis. Pero Mónica estaba muy enamorada, bebía los vientos por el y no veía más allá de Javier a todas horas.
V.- Ya... y cuando ya se entero de que le era infiel...
Ma.- Fue un buen mazazo para ella, prácticamente tenían la fecha de la boda fijada a falta de ultimar algún detalle, anillo de compromiso, en fin, Javier tiene aquí negocios, sus padres son de aquí, Mónica pensaba dejar su trabajo en Madrid y buscarse algo por alguna tele local de aquí
V.- ¿En serio?, iba a dejar todo por el...- dije bastante alucinada
Ma.- Si, tenían pensado formar una familia, bueno lo típico en estos casos y de repente pues Javier tiene un desliz y Mónica descubre la infidelidad, una de tantas porque luego amigos y amigas que se suponen que eran comunes ya le abrieron los ojos y ella se quedó expuesta a la vergüenza, al dolor, se quedó rota...
V.- Madre mía, Mónica....
Ma.- En esa época le tocó elegir entre irse a Antena 3 o quedarse en la 1, se junto todo a la vez, pero tuvo un momento de lucidez, eligió irse cambiar de aires, cambió de canal, y se quedó en Madrid, tardó mucho en volver a Elche, volvía pero no salía de casa, nos visitaba y nada más.
V.- ¿No bajaba a la playa?.- pregunte preocupada
Ma.- No, no, nada. Venía se acurrucaba en el sofá junto a su padre y se pasaban las horas hablando, leyendo, viendo la tele y poco más. A mi se me rompía el corazón porque no era ella, ya ves como es, tiene luz por donde va, no lo puede evitar, le pasa desde que es una niña, le sonrien los ojos.
V.- Si, es verdad, es una pasada, muchas veces le digo que ilumina el lugar donde está y ella me lo niega y se rie de mi.
Ma.- Si, siempre lo niega pero en esa época te puedo asegurar que no iluminaba nada, pero poco a poco con el cambio de trabajo, de aires, con su hermano y Marta en Madrid pues comenzó a ser ella de nuevo, ya comenzó a salir por aquí de nuevo con sus verdaderas amigas, las que siempre estuvieron junto a ella y ahora que está contigo... que te voy a decir Vanesa, está feliz, muy feliz.
Maria apuró su café, intentando aguantar las ganas de llorar, tal para cual con su hija, me daba una ternura infinita, su madre y ella, María hablando de su hija con tanto amor hacia ella y Mónica por no mostrarme esa parte de ella escondida y guardada en lo más profundo de su alma.
Ma.- Vanesa.. solo quiero pedirte una cosa
V.- Lo que quieras María
Ma.- Solo quiero pedirte que no le hagas daño, que no la mientas, que si por alguna razón dejas de quererla, o si tienes alguna duda sobre vuestra relación que la hables con ella, ya ves como es, le gusta hablar y entenderse con la gente, no soporta la mentira, no por lo de Javier, no las soporta desde siempre pero a raíz de lo de Javier mucho más. Hoy podeis estar bien pero mañana quien sabe, puedes dejar de quererla o ella dejar de quererte a ti, o se os puede cruzar otra persona y....
Las dos mientras hablábamos mirábamos a través del ventanal del balcón de la terraza a Mónica y a su padre. Los dos estaban sentados en el sofá, Mónica apoyada junto a él, con Camarón en su regazo, los dos riéndose de algo que estaban hablando en el hormiguero.
En ese momento se giró y nos pilló mirándola y solo nos sonrío y nos lanzó un beso con la mano, la foto de María y de mí tenía que ser de traca, las dos con cara boba y con la baba ya camino del suelo de la terraza.
V.- María... yo....no se que me depara el futuro con Mónica, no soy adivina, no te puedo decir que vaya a terminar mis días junto a ella, espero que sí, porque no he querido a nadie como la quiero a ella, pero si que te prometo que nunca le voy a hacer daño, a sabiendas quiero decir. No voy a mentirle. Nunca.
Ma.- Eso espero Vanesa, cariño... si es que ....
V.- Dime
Ma.- Si se entera de esto me mata
V.- No te va a matar eres su madre, dime no me dejes ahora así...
Ma.- Esto no lo sabe ni su padre, una tarde paseando por la avenida comercial, entramos a una tienda de novias porque vimos un vestido de novia en el escaparate que le encantó.
V.- ¿Si?, y..
Ma.- Lo tiene en su armario guardado, ella no lo sabe, es en la parte que guardo yo mis abrigos de inviernos, trajes, y cosas que no solemos usar todos los días
V.- Ahí va... y ella sabe que todavía lo guardas
Ma.- No se... Mónica no me ha preguntado por el vestido desde aquellos días, es muy parecido a lo que llevaste el día de la gala de los goya, cuando te vi me acordé del vestido de novia y supongo que Mónica también
V.- No me dijo nada... si que me dijo que le gustaba muchísimo, toda la zona de los hombros, aunque lo mío llevaba pantalón debajo
Ma.- Si, si ya me fijé, y era muy bonito, pero la parte de arriba es así, todo en seda, parecía una diosa griega cuando se lo probó, estaba preciosa, bueno yo que voy a decir, si soy su madre, je, je.
V.- Seguro que estaba divina, así que está el vestido ahí mismo donde dormimos
Ma.- Justo ahí, al lado de la cama
V.- Pues....
M.- Pero bueno, que conversación os traeís entre manos vosotras dos, ¡Eh!
V.- Bah, nada, temas de actualidad, novelas turcas y partidas de cartas que juega tu madre en el club, nada relevante.- dije así como quien no quiere la cosa para intentar disimular.
M.- Si, si, mientes Martín, no sabes mentir, te huelo la mentira a kilómetros
V.- Ves María, imposible mentirle a tu hija, soy un libro abierto para ella
Ma.- Ay mis amores, que gusto veos tan contentas, bueno yo me retiro, a leer un rato y a dormir, tu padre viene más tarde, insomne perdido como tu hija mía. Dame un beso anda.
M.- Beso y abrazo, te quiero mamá.
Ya en la cama, Mónica leyendo y yo cotilleando el móvil....
M.- ¿Que os llevabais mi madre y tu en la terraza después de cenar? Os he estado observando, a ratos muy serias.
V.- Ah nada, cosas de suegras y nueras nada más
M.- Vanesa... sabes que te lo voy a sacar tarde o temprano, no aguantas ni un asalto sin desembucharlo todo
V.- No tengo nada que decir de verdad.- A ver como salía yo del embrollo del vestido de novia que estaba a dos metros de la cama donde estábamos echadas.
M.- Vane...o me dices la verdad o...
V.- Mónica, tienes un vestido de novia guardado en el armario y yo me muero de ganas de que te lo pruebes porque sé que me voy a derretir cuando te vea de novia, y que le den por saco a Javier el guaperas porque es gilipollas por no querer estar con una mujer como tu. Ala ya te lo he dicho.- Lo solté todo seguido, deprisa, apoyada sobre uno de mis brazos, mirando a Mónica, a escasos centímetros de su cara porque la cama de uno cinco hacía que estuviéramos muy juntas en ella. Después de desembuchar le dejé un tierno beso en los labios.
M.- ¿En serio? ¿Ha guardado mi madre el vestido?
V.- Si, y está ahí.- dije señalando la puerta del armario
M.- Buff, me he puesto hasta nerviosa. ¿Quieres verme de novia?
V.- Es lo que más quiero en este mundo cariño. Verte de novia para mi.
Allí estábamos en pijama, en una minicama, con un vestido metido en el armario, con unas ganas locas de ver a Mónica vestida de novia...
Mi novia, toda para mí.
Mi Mónica
¿Se probará el vestido?