Rogaba a todos los dioses existentes que Draken estuviera a salvo
Hatsume no entro al hospital, prefirió quedarse fuera de aquel sitio lúgubre donde docenas de vidas se perdían dia con dia
El Brr del celular la saco de sus rezos, era un mensaje de Mitsuya
"Draken se salvó"
Fue lo que tenia aquel texto, sonrio mientras sus ojos se llenaban lágrimas
No perdería a su casi hermano
No pudo aguantarlo mas, gemidos poco audibles y desgarradores se descargaban desde su garganta, sus cuencas oculares no podían dejar de derramar aquel liquido salado
A los pocos segundos sintió unos brazos rodeandole, apoyandola contra su pecho
Era Mikey, el cual también estaba llorando
──Ken-chin me asustó mucho, no soportaría perderlo──le dijo a la chica, mientras la consolaba con ese abrazó y se consolaba a si mismo──no soportaría perder a ambos
Así pasaron los minutos, consolidándose mutuamente, llorando en silencio, compartiendo el momento mas intimo para ambos
Poder llorar con libertad
Consolándose mutuamente con pequeñas muestras de cariño como caricias
Y allí estaban ambos, sentados fuera de aquel hospital en un lugar apartado de la entrada, donde claramente se escuchaban festejos sobre la victoria de ToMan
──Eres linda──menciono Mikey, acompañado del canto melodioso de la corriente del viento, que poco a poco golpeaba sus rostros──Eres una chica linda, pero no por eso eres una chica débil──las repentinas palabras de Manjiro anonadadaron a la femenina, la cual se endulzo ante aquellas fraces──La primera vez que te vi dije "Una chica con un tatuaje, es genial"──Hatsume se sonrojo por aquello, recordando como en su idiotez de niños, Mitsuya, Draken y ella compartían una la única neurona servible en sus cerebros y se habían echo el mismo tatuaje en la cabeza──Es raro asimilar o explicar lo que en este momento siento pero . . . realmente me hace feliz el haberte conocido
──A mi también me hace feliz el haberte conocido Mikey
──Pero no es solo eso . . .──murmuro mirando el piso sin saber si lo que diría era realmente correcto o no──cuando eramos niños . . . Siempre supe que te gustaba Shinichiro-nii──mencionó, ocasionando que el pecho de la chica doliera, al recordar a su crush de la infancia──Lo veías a el y te ponías feliz, y yo era feliz al verte asi, pero en el fondo de mi . . ., no me gustaba que yo no fuera el causante de tu felicidad──y con mucha delicadeza tomo la mano de la chica, como si se tratase del mas frágil de los cristales, y un cristal hermoso ante los ojos del chico──no quiero remplazar a mi hermano ni nada de eso, solo . . . Dejame ser el causante de tu felicidad
Mikey siempre callaba muchas cosas, pero ya no quería callar lo que sentía por la chica, y más ahora que su mejor amigo estuvo rozando la muerte, no quería que algo similar sucediera con Hatsume, y aunque le doliera tendría que hacer algo para que eso no sucediera
Pero no lo haría en ese momento
Hatsume no salia de un problema, por que se metía en otro
──"Te veo aquí en una semana, acepta con un golpe"──Eso fue lo que Hanma le había mencionado, y no sabía por que lo había "aceptado"
Caminando fuera del hospital donde se encontraba Draken, estaba dando un sinfín de vueltas, bajo los radiantes rayos de sol cuando diviso a alguien que le traía curiosidad máxima
Hanagaki Takemichi
Sin esperar nada fue hacía el, por dos motivos
Uno:Agradecerle el haber salvado a Draken
Dos:Saber quien diablos es el
──Takemicchi-kun──Hablo para llamar la atención del rubio
──Hatsume-san, ¿¡Me va a alabar por lo genial que fui el tres de agosto!?──respondió ¿emocionado? No sabría decirlo
──Si y no, antes que nada, quítate esa ropa" te vez ridículo──Hablo sincera, la felicidad que desprendía el rubio decayó en un mil porciento──Gracias Takemichi-kun, sin ti Ken habría muerto, ni trabajando mil años para ti podría pagar lo que hiciste esa noche──Dijo haciendo una reverencia ante el, lo cual ocasionó los nervios del Hanagaki al no estar acostumbrado a que alguien tan genial como esa chica se inclinara ante el
──N-no es n-necesario inclinarse
──Si lo es, pero no es lo único que quiero hacer . . . ¿Quien diablos eres Takemichi?──dijo manteniendo una postura firmé, Takemichi quedo mudo ante la pregunta de la joven──Supe que intentaste impedir la pelea contra Moebius, intentaste ser un guarda espaldas, nos estuviste siguiendo, ¿tienda de discos?, ¿veintiséis años?──cuestionaba sin titubear, como si aquello fuera algo que hubiera estado ensayando toda la vida──No me contestes hoy nada, pero espero algún saber mas de ti, Tekemichi Hanagaki
Y dejando al chico sudando frío se marcho lejos de aquél hospital, en dirección a su siguiente destino
──Buenas tardes señora Baji, vengo a apoyar a su hijo con su tarea de matemáticas──dijo a la mujer que abrió la puerta de su destino, el hogar de Keisuke
──Pasa, mi hijo esta en su habitación──le invitó a pasar la amble mujer
Haciendo una reverencia y quitando sus zapatos de dirigió a la habitación del pelinegro, intentando descifrar la razón por la cual la había llamado
La chica toco tres veces la puerta, hasta que Baji la abrió, cuando Hatsume lo vio empezó a reír ligeramente al verlo con su peinado y gafas de ñoño, pero no lo hizo al ver que en sus manos tenia un gatito negro
──Para que me citaste, N-E-R-D──Comento burlándose de su apariencia de ñoño, y entrando a cu cuarto sin pedir permiso
──Deberías tener mas respeto en una casa agena──continuó bromeando el pelinegro──pero ya que estas aquí . . . ¿Me ayudas con matemáticas? Ñ──dijo extendiendo su cuaderno de la misma materia
Hatsume rodo los ojos, nunca pensó que la excusa que le dio a la mamá de Keisuke para verlo se volviera realidad
No protesto ni nada, solo le arrebato aquel cuaderno mientras comenzaba a resolver los ejercicios, riendo ante la pésima caligrafía del ojinegro
Diez minutos, solo tardo diez minutos para resolver los ejercicios, la chica no entendía como se le podían hacer complicados al chico
──Ten──comento aventando aquella libreta, la cual fue epicamemte atrapada por el contrario, el cual sonrió al ver su tarea resuelta──Ahora, ¿para que me citaste?
──Quiero hablar de dos cosas──el ambiente se puso tenso ante la seriedad que puso el pelinegro, todo esto se hubiera puesto incómodo si no fuera por el gatito negro que se restregaba en los cuerpos de ambos, los cuales estaban sentados en el suelo──Hanma, ¿que fue lo que te dijo Hanma en la pelea contra Moebius──Interrogo sin intentar ponerla nerviosa, la chica suspiró
──El dijo que quería verme en una semana en el mismo lugar donde peleamos contra el, el me dijo: "acepta con un golpe" y yo lo golpee, no se que hice──lo ultimo lo murmuro con la cabeza gacha
──Esta bien, hiciste bien──animo Kisuke a la chica──Si te acercas a Hanma podremos destrozar los planes de Valhalla──hablo firme, sorprendiendo a la chica──y bueno . . . lo siguiente que diré quiero que lo tomes con calma ¿Okey?
──Claro
──Ya hay una fecha exacta para la liberación de Kazutora──Hatsume casi hiperventila
──No estoy lista para verlo fuera──hablo con sinceridad, y tenia razón, ¿como podría ver a la cara al asesino del amor de su infancia? Y peor aún ¿como podría tan siquiera estar serca del chico que quiere ser él asesino de su actual amor?
──Yo . . . estuve preparándome dos años para este momento, y aun así no se que hacer es por eso que te involucre en esto, lo lamento──confesó sintiéndose mal por no saber que hacer con sus amigos
──Eres un idiota, supongo que te lo dicen seguido──soltó una risa nasal sin gracia──pero yo acepté ayudarte, además, ¿hubiera sido peor que cargaras con todo ese peso tu solo? Compañero
──¿Compañero?──replico el contrario un poco aturdido
──Desde ahora somos compañeros . . . Baji si hacemos algo mal, cargaremos ambos con la culpa
──Eso suena mal, pero estoy contigo──comenzó a sonreir como solía hacerlo, un pequeño maullido les interrumpió──¿Tienes hambre Pake j?──pregunto el pelinegro mientras se retiraba sus gafas y se desataba su coleta, aquella acción endulzo a la joven, el ver como aquel chico que era una bestia cada que tenia hambre tomaba entre sus brazos a aquel felino y lo trataba con sumo cuidado
La femenina se sentía ligeramente mas tranquila después de hablar con Keisuke, al saber que el compartía aquel sentimiento de no saber que hacer, cosa que era totalmente comprensible, ambos eran jóvenes, unos niños que recientemente pasaron a la adolescencia, unos niños que soñaban en grande
Un ejemplo de aquellos sueños era el de Baji, cualquiera pensaría que el sueño de aquel adolescente era dominar todo Japón con su pandilla, pero no era así, el soñaba con abrir una veterinaria junto a su amigo Chifuyu, un gángster con grandes sueños
Y Hatsume, aunque ella pensara que su sueño es tonto, ella quería ser piloto de carreras, era algo con lo que fantaseaba cada que sube su moto y siente el viento chocar su rostro con velocidad
Dos adolecen que sueñas ser adultos para cumplir sus metas, dos adolescentes que se visualizan en un futuro feliz
Lastima que uno de ellos nunca dejara de la misma edad para siempre
──Mamá, ¿tardaran mucho en volver?──Preguntaba una pelinegra de siete años mientras apretaba con fuerza un osito de peluche color rosado
──Volveremos en una semana cariño──hablo la madre de aquella pequeña niña, una mujer hermosa de ojos azules y cabello castaño
La mujer se despidió de su pequeña a la vez que se dirigía a el auto, donde la esperaba su esposo, un pelinegro de ojo marrón
Hatsume Koshigaky, era la pequeña niña que quedaba en brazos de su abuela paterna mientras se despedía de sus padres, los cuales marchaban a un viaje de negocios
Si tan solo ella hubiera sabido que seria la ultima vez que los vería se hubiera asegurado de abrazarlo mas
De haber pataleado para que ellos se quedaran con ella
Pero el hubiera no existe, pero ahora ocho años después, no se daba cuenta de aquello