¿Qué creyeron? ¿que los iba dejar así? Ps no Chummys, sería incapaz después de tan larga espera...
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—¡Pero ¿De donde demonios sacaste esa estupidez?! —la voz golpeada de su amigo lo hizo pegar un salto en el banco—!¿Quién mierda te dijo eso?!
Su amigo seguía chillando en el teléfono y él solo podía separar el aparato en medio de una mueca. Quizás había sido peor el remedio que la enfermedad.
—¡Dime ¿Quién fue el infeliz Taehyung?!
—No Jimin ...
—¡¿Fue JungKook?!
Oh no...
—¡¿Qué?¡ ¡No por fa-
—Ohh si fue Jungkook... ¡te juro que mandaré su bisexual trasero a Narnia! Deja que lo...
—¡Que no! ... ¡Cielos no! !¿Quieres calmarte de una vez?! —resopló contra el celular—N-no fue nadie...
—¡Mientes!... Una idea así no pudo venir de ti. Tu eres el jodido tipo más seguro de ti mismo, del mundo. Nunca dudas de ti... ¡¿Quién fue?!
La ansiedad empezó a invadirlo . Jimin era como un perro cuando se olía que algo andaba mal.
—¡N-no importa! ¡¿Me vas responder sí o no?!
—Taehyung
—¡Ya!... ¡¿sabes qué? Déjalo así—dijo zarandeando su mano libre. Luego botó aire con agotamiento
¿Cómo se le había ocurrido eso? Y ahora ¿Cómo lograría que su amigo lo olvidara?
—No digas nada, no me hagas caso, olvídalo... yo solo-
—No—la voz de Jimin resonó fuerte como un latigazo y eso lo obligó a callarse—No creo que estés allí esperando porque Hoseok vuelva... ni por un segundo lo creo
—Y... ¿Por qué estas tan seguro?
Otra vez ese maldito tono apagado
—Pues porque tú mismo lo has dicho tigrecito —El apodo. Ese que usaba Jimin siempre que quería algo de él o cuando solo quería ser tierno—tu sabes y estas consciente, que él no volverá ¿Cómo podrías estarlo esperando?... Esperarlo después de todo sería muy...
—¿Tonto? —completó con un leve tinte de amargura
—Exacto... y tú no eres hombre tonto cariño. Mas bien eres el hombre más sensato que conocido en mi vida. Incluso demasiado para tu propio bien—su amigo estaba usado su tono más considerado y él no sabía cómo sentirse. Ser frágil delante de Jimin era algo con lo que no estaba familiarizado—tu jamás harías una cosa como esa. Eso podrías dejárselo a un tipo como yo, que siempre hace tonterías en nombre del amor...
Sonrió involuntariamente
—Jimin
—Yo soy yo el impulsivo emocional ¿recuerdas? —continuó el chico— el romántico incorregible que siempre entrega el corazón sin medir las consecuencias... Y tú, el que siempre me salva el culo—su panza se contrajo querido una risa— No quiero ni pensar donde estaría, si no estuvieras a mi lado.
—La parte dramática no es necesaria babe...
—No es drama, es la verdad — reafirmó— Tu siempre estas allí reteniéndome de volar demasiado alto y evitando que mis alas se quemen.
—Estas dándome mucho crédito poeta. No creo que sea tan así
—Sabes que si... ¿Recuerdas cuando a los 16 evitaste que escapara con ese motociclista de Asados Kahul ? ¿Hangin creo que se llamaba?
Taehyung apenas alcanzó a atrapar la risotada ahora en la garganta
—¿Han-gil?
—Si, ese—con una mano a la frente el fotógrafo realmente empezó a batallar consigo mismo para no reírse con ganas, acordándose del susodicho—Teníamos la misma edad, nos gustaban las mismas cosas ¡éramos igual de gays! Y aunque él siempre fue lindo contigo, tú nunca confiaste en él... ni tampoco en mí—rememoró—desde entonces siempre has sido así conmigo, protegiéndome de mis propias locas emociones.
El gesto de Taehyung decayó un poco
—Quizás es fácil para mí hacerlo contigo, pero pierdo la visión cuando se trata de mi
—Error—contestó inmediatamente el mayor—me atrevo a decir que contigo eres incluso mucho peor. Al punto de que a veces parece que...—hizo una pausa—que no piensas en tus propios sentimientos
—Qué dices... eso no es cierto
—¿Qué no? A las pruebas me remito—le refutó— ¿Quién fue el que, en el momento más difícil, no lo pensó dos veces y dejó ir a su pareja de 4 años, porque y cito "vio la realidad de su relación"? Y ni yo, pude hacerlo cambiar de opinión... ¿No fuiste tú? —Sí, eso era cierto—Fuiste tan firme por encima de tu dolor... y de una forma tigrecito, que tengo que reconocerte que me preocupó. Pero al final entendí que así necesitabas resolverlo. Mas racional que emocionalmente... ¿acaso lo olvidaste?
—No, claro que no
—Entonces ¿Por qué ahora dudas?
Taehyung cerró los ojos y exhaló con fuerza
—No lo sé Jimin... quizás porque esta vez, me está tomando mucho recuperarme
—¡Pero eso es normal!—Chilló nuevamente —y no tiene nada que ver con esa pendejada que estás diciendo. Tu no estas allí porque estés esperando a nadie. Estas allí porque eres terco y no te gusta recibir ayuda—soltó muy seguro—Porque te caíste y no querías que te viéramos lidiar con tus heridas. Así haces siempre con todo. Te caes, analizas mil veces tu error, te limpias las rodillas solo y te levantas caminando con estilo otra vez. El detalle es que tus caídas siempre fueron en lo profesional, nunca en lo sentimental, porque siempre fuiste un maldito hijo de puta suertudo en ese sentido. Por eso te está costando más, solo es eso...
Otra vez una leve sonrisa quiso hacer presencia en su rostro
—Pero es una circunstancia Tete... algo que no cambia quién eres. Tu sigues siendo el mismo Kim Taehyung con el que crecí. El Kim Taehyung agudo y criticón, que es mi mejor amigo. El tipo en el que confío. Y si yo confió en él, tú no debes dudar.
Su gesto se ensanchó contemplando lo afortunado que era por tener a Park Jimin cómo amigo.
—Creo que ya recordé porque te amo
—Pues más te vale que no lo olvides nunca, desgraciado ingrato —ahora sí no pudo contener la suave carcajada se le salió. Ese enano siempre hacia eso con él—¿mejor?
—Bastante... gracias babe
— Ahora me haces el favor y le dices al imbécil ese, que te está metiendo idioteces en la cabeza, y que no me quieres decir quién es... que se guarde sus pensamientos en el orto. Nadie bebé, ha sido más realista en este asunto que tú, desde el día uno—Taehyung pensó en su vecino, meditando que si el tipo no fuera un perro coqueto, no tendría problemas en tirarle a Jimin como si fuera un chihuahua, para que le mordiera las pelotas— No es tu culpa ser un neófito en rupturas conyugales.
El fotógrafo parpadeó
—Umm... no sé si me estas animando o me estas insultando
—Ninguna de las dos... te estoy recordando. —explicó— Te estoy recordando lo que eres. Te estoy recordando lo que ya tú sabes. No sé por que lo necesitas, pero si lo que quieres es un espejo que te recuerde tus miserias, aquí estoy cariño, siempre para ti.
—Wao eso fue muy lindo
—¿Verdad que sí?... es que YO soy muy lindo. Valórame imbécil
—Pero yo lo hago... siempre he cuidado de tu enamoradizo trasero ¿Eso te parece poco?
Taehyung había recuperado su ánimo. Un jadeo de sorpresa se escuchó y luego uno, dos...tr-
—¡Pues ser maduro y realista para todo, tampoco es ser mejor! ¿sabes? —contratacó el modelo y eso lo hizo encogerse divertido, como quien hace una travesura. Seeh... se sentía mejor
Se recompuso
—No sé qué quieres decir con eso—fingió indiferencia
—Vamos Tae, reconoce que a veces eres terco e inflexible y todo quieres racionalizarlo. Pero igual al final también terminas cagándola. No te haría mal de vez en cuando solo hacerle caso a tu corazón
El fotógrafo abrió y cerró la boca. Su amigo tenía razón, por algo estaba allí ¿no? Sin embargo, él siempre saldría dignamente.
—Pues en el recuento de daños, mi mente se equivoca menos que tu corazón... lo siento, paso—soltó mirándose las uñas
—Por dios que terco eres...
—No te quejes de mi terquedad... que gracias a ella te salvé de Hangil el motociclista—recordó — Y mira que me costó. Estabas muy enculado...
Su amigo hizo un chasquido de lengua que claramente oyó
—¿Qué quieres que te diga? Siempre me han gustado grandotes—dijo sin la mínima vergüenza—Y no negarás que el tipo tenía todo en su lugar...
—Pero tú no enloqueciste por él solo porque estuviera bueno—le dijo enterrando su mirada y arrastrando las palabras— Tú te enamoraste de él como un idiota, porque fue el primer tipo que fue sobre ti de frente y sin ocultarlo—las memorias de aquellos días escolares se hicieron presente— Vivíamos rodeados de niñatos imbéciles que fingían ser heteros con novias y en las duchas babeaban mirándonos el culo o la polla. Que decían ser bien machitos con su uniforme de futbol y se venían en los pantalones con solo en beso nuestro. El tipo solo fue el primero que quiso succionarte la vida en público y sin inhibiciones, y eso te encandiló, pero después resulto ser mucho peor.
—Ahh si... ya lo recuerdo. Igual fue lindo mientras duró—comentó el mayor todo nostálgico y Taehyung giró los ojos negando.
—Todavía recuerdo todo lo que tuve que hacer, para evitar que cometieras la burrada de irte con él
—Allí me di cuenta de la capacidad maldita que tienes, eres terrible cuando te lo propones
—No escuchabas razones ¿Qué querías que hiciera? Pero tu... malagradecido, te enojaste y hasta me dejaste de hablar por semanas
—¡Porque me engañaste! Fingiste que ibas acompañarme solo a despedirte y pedirle que me cuidara mucho y yo te creí ¡Te aprovechaste de mi inocencia!
—Mas que inocente, fuiste un iluso. Te advertí que no te dejaría ir ¿Cómo mierda me creíste?
Ahora si no luchó por contener la carcajada de burla
—¡Eras mi mejor amigo idiota! yo realmente confiaba en ti—comentó indignado— Además siempre te ví como alguien muy inteligente... ¿qué me iba imaginar que ibas a hacer algo tan estúpido como pinchar los neumáticos de su moto y no contento con eso, también a las de todos sus compinches?
—No podía arriesgarme a que usaran otra moto. Tiempos desesperados, medidas desesperadas
—Bastardo...desde entonces aprendí a leerte. Eres un vil mentiroso profesional y loco, además. Recuerdo cómo te reías de mi
—No me reía de ti tarado, sino de ellos—aclaraba divertido— era muy gracioso verlos llorar por sus motos desinfladas
El fotógrafo estaba disfrutando recordar ese momento. De hecho, se sostenía la barriga igual que aquella vez
—¿Y cómo carajos iba yo a saber... cuando no hablabas y solo te retorcías partido de la risa?
—Qué te digo... lo disfruté bastante—de pronto paró—Bueno, al menos hasta que tu novio y sus amigos gorilas se me fueron encima.
—Medio bar quería hacerte picadillo, Incluyéndome.
—Seeh... fue una sorpresa cuando tiraste la mesa y tomaste mi mano para salir de allí. Creí que me dejarías morir
—Lo consideré... da gracias a que luego pensé en tu bello rostro todo morado.
—Igual fuimos a parar a la comisaría. Aún recuerdo la cara de mamá... Ni cuando boté por accidente las cenizas de abuela, se enojó tanto—revivió con una mueca—Y tú todavía me reclamabas...
—¿Y Qué esperabas? Tenía 16 años y creía que era el amor de mi vida. Tú, tus papas y mi tía, estaban en mi lista negra. Yo solo veía que me separaban de mi príncipe azul gay
—¡¿Lista negra?! Nos gritabas que nos odiabas... solo te calmaste cuando el policía explicó que tu príncipe azul gay, tenía 3 cargos por pensiones alimenticias atrasadas y una cuarta embarazada.
Un dramático y falso suspiro, resonó en la línea
—Igual fue una desilusión fue muy fuerte. Con él di mi primera mamada. Sufrí mucho
—2 semanas. Hasta que te invitaron a tu primera semana de la moda en París.
—Pero fueron 2 semanas muy tristes
—Nunca le agradecí tanto a Channel y sus diseños.
—Si, y allí fue donde despegó mi carrera de modelo en las grandes ligas. Nada de comerciales escolares o pasta dental.
—¿Ves? Al final mi terquedad fue lo mejor para ti—presumió satisfecho
—Pues sí, si no fuera por ti seguro hoy estaría en algún bar de mala muerte, rodeado de borrachos. Luchando para mantener mis pantalones en su lugar.
—Bueno, igual las cosas no resultaron muy distintas—razonó moviendo los hombros—hoy día media corea busca meterse en tus pantalones
—Pero soy mejor escogiendo a quien quiero en mis pantalones.
—Ni tanto... con eso de que nunca abandonaste esa manía tuya, de buscar tu príncipe azul gay—ironizó volviendo a poner los ojos en blanco
—Pues en eso nunca me harás cambiar de opinión... no importa si crees que no es realista—respondió firme—No es malo querer aspirar a una relación ideal, con todas las de la ley
—No, lo malo es ver en cada sapo un príncipe... y luego llorar porque siempre, no
—Pues el cuento dice que hay que besar sapos, para encontrar al príncipe
—Besar Jimin, la felación no está en el cuento
—¡Vete a la mierd-
—Y hablando de sapos ¿Cómo está Jackson? No has dicho una sola palabra de él desde que empezamos la llamada y eso es raro... ¿están bien?
—Emm sí—el sonido clásico de cuando carraspeas se escuchó. Taehyung levantó una ceja—claro... muy bien
—¿Seguro?... Porque no te siento tan convencido eh...
—No, no, en serio... estamos bien... más que bien en realidad—¿risita nerviosa? —por eso quiero que vuelvas pronto
—¿Y eso? ¿Qué pasó?
El sentido arácnido de Taehyung se activó
—Nada... cuando regreses te cuento
— Jimin... sabes que no me gustan los misterios
—¡No insistas!... te lo diré, pero cuando vuelvas. Sirve que te apuras en vol-... espera estoy llegando a casa
Atreves del celular se escuchó la voz conocida del Sr Kang, el amigable seguridad del edificio de Jimin. Lo que indicaba que el chico estaba entrando en el estacionamiento subterráneo del lugar y seguro paraba para mostrar su identificación.
—Listo... como te decía, más te vale que-
—¿Qué haces en tu apartamento? —lo cortó. En verdad tenía curiosidad, pero también quería cambiar el tema del regreso. Tenía cosas que arreglar antes—pensé que con lo que le había pasado a Moonbyul irías a consolarte en los brazos o mejor dicho, el pene de Jackson.
—Me ofende que creas que puedo pensar en sexo con Moony herida....
—Ajá, pero...
Taehyung sabía que siempre había un pero
—Pero lo cierto es que... aunque quisiera tampoco podría. Jackson están en Madrid, regresa en unos días—su boca se apretó para no reír — Y bueno mi apartamento queda más cerca del hospital, así que mejor vine por ropa aquí.
—¿Ropa?
—Sí... hoy voy a cuidar a Moony. No quiero que la pase solita.
—Y su familia ¿Dónde está?
—Sus padres y sus hermanos pequeños, fueron a Hawai por estos días. El resto está en Ulsan
—Uff lejísimos—comprendió haciendo una mueca
—Su pariente más cercano es un primo que tiene poco de estar en el país y que está en la Universidad de Daedeok. Viene en camino, pero llegará hasta mañana.
—Ps entonces sí... supongo que es lo mejor —aceptó, pero luego reaccionó—aunque Jimin tú no eres muy bueno cuidando nada. Hasta una planta se te muere amigo—afirmó burlón tapándose la boca, pero el sonido de su risa se le escapó por la nariz
—!Cierra la boca!... no es gran cosa avisar cuando alguien tiene dolor o cuando necesita ayuda. Eso es un trabajo que yo puedo hacer.
—Bueno sí, al menos la vida de Moony no está totalmente en tus manos. Hay médicos y enfermeras.
—¿Vas a seguir jodiendo?
Aunque era divertido gastar a Jimin, prefirió no seguir provocándolo. Tosió
—Ok, no... de hecho, tengo que preparar algo para mí otra vez. He tenido que darle todo mi pollo a Tannie mientras hablamos.
—Bien... porque yo tengo que escoger que voy a llevarme para dormir
—¿Y tienes?... No puedes llevar lencería Park Jimin, se trata de cuidar a una enferma, no de armar un lio
—Por supuesto que tengo baboso—contestó filoso el modelo— para que sepas, Jackson y yo también tenemos noches de solo cucharita.
—Ok mucha información. Adi-
—Espera—lo detuvo su amigo cuando estuvo a punto de cerrar—antes de que cuelgues. No creas ni por un instante, que no me di cuenta de cómo cambiaste el tema hace un rato. Ya no somos adolescentes Tigresito, puedes engañar a cualquiera menos a mí
El menor botó aire por la nariz con fuerza, dejando caer sus hombros.
—Maldito seas, Hangil—dijo más para sí mismo y Jimin rio del otro lado de línea
—Ya suelta a Hangil... solo quiero decirte una cosa—su tono dulce había vuelto—No sé qué está pasando por tu cabeza, ni porque de pronto pareces muy consternado, cuando antes la tenías clara. Pero sí quiero que sepas algo—advirtió—Él único que te conoce mejor que yo Kim Taehyung, solo eres tú. No dejes que nadie te haga dudar de eso. Si necesitas que te lo recuerde otra vez, aquí estoy. A un botón en tu cel, porque soy el #1 en marcación rápida. O mejor vente ya y deja esa mierda—Taehyung sonrió pensativo—Yo te cuido y tú me cuidas ¿recuerdas?
Nuevamente su gesto se amplió de solo recordar esa vieja frase de ellos
—Seeh... yo te cuido y tú me cuidas—repitió, sintiendo todo demasiado tierno—En serio Minie, a veces me pregunto ¿Por qué no me enamoré de ti?
—Lo hiciste... en la secundaria. No te hagas el amnésico. Literalmente salían corazones de tus ojos y no disimulabas que querías empalarme degenerado— el fotógrafo llevó una mano a sus ojos y empezó a carcajearse sin emitir el sonido— hasta que probaste tu primera polla y te diste cuenta que eso era algo, que no verías mucho conmigo. Allí se te pasó... lo único bueno fue, que nunca nos gustaron las mismas.
—Oh Dios no... no me imagino llorando por la de Hangil el motociclista como tu...
—Eres un...
—Te quiero babe
Reído cerró la llamada sin esperar el próximo insulto. Sostuvo su sonrisa, por un minuto mas, clavando distraídamente su mirada en el celular en su mano. Jimin había conseguido sin mucho esfuerzo exorcizar, al menos parte de sus dudas y estaba bastante agradecido. Con un suspiro, sus ojos por fin abandonaron el aparato, dirigiéndose a un costado hacia la base de la nevera, donde su cachorro ya acariciaba a morfeo tirado de patas arriba. Seguramente lleno de todo el pollo que había comido. Su pollo
—No creo que quieras croquetas ¿no Tannie?
Para qué decir que el animal ni lo registró. Su vista entonces se encontró con el bol lleno de vegetales que tenía frente a él sobre la isla. Su boca hizo un exagerado puchero, que más parecía una mueca.
—Al menos será bueno para la dieta.
Mas tarde después de haber cenado, ordenado su cocina, revisando un poco su trabajo y llevado a Tannie a hacer sus necesidades, por fin se disponía a dormir. Eran poco más de las 10 de la noche cuando con pasos lentos subía las escaleras rumbo a su habitación, con su mascota siguiéndole. Su mente divagaba nuevamente en las palabras de su mejor amigo
Jimin tenía razón. Su vida siempre fue guiada más por su mente, que por sus emociones, hasta en los peores momentos. Ese era él para todo. Y había demostrado que en el terreno amoroso, pese a su inexperiencia en derrotas, no era la excepción.
Demonios, el mismo fue quien tomó la iniciativa de terminar, porque por encima de sus sentimientos, no era idiota. Él podía ver las cosas con objetividad. Le había dolido como la mierda y aun así lo había hecho, aunque llorara noches enteras por su decisión. Luchar por acostumbrarse a la ausencia de Hoseok derribó su alma por tantos días que llegó a perder la noción del tiempo y aun así, hizo de tripas corazón y nunca dudó. Dudar después de casi dos meses de estar definitivamente separados, cuando ya incluso había noches en que podía dormir sin echarlo de menos, no tenía sentido. No era lógico.
—Maldita sea—refunfuño cepillándose los dientes
¿Cómo pudo haberlo olvidado? Todo estaba allí, tan claro. Todas las pruebas de que Jin se equivocaba. Él lo sabía, siempre lo supo ¿Y tuvo que llamar a su mejor amigo para que sé lo recordara?
Absurdo...
Pero ¿Por qué se dejaba embaucar así? ¿Por qué últimamente siempre se dejaba joder por Jin? Y no de la forma en que uno esperaría. Resopló frustrado viendo su reflejo en el espejo del lavamanos
Quizás ese era el problema. Su puta lujuria por ese hombre le estaba dando demasiado poder sobre él.
En que mal momento se le había ocurrido a Jin hablarle de su interés. En que mal momento se le había ocurrido a él escucharlo. Si no lo hubiera hecho, hoy no le importaría que anduviera de juerga con el niñato ese y podría seguir viéndolo como quien mira una cucaracha. O al menos ignorarlo.
Seeh con ignorarlo bastaría. De hecho, sería de gran ayuda...
Odiaba verlo y no dejar notar hasta el mínimo detalle en los pliegues de su ropa. Odiaba verlo y que su mente evocara la textura de sus labios carnosos, el sabor de su lengua traviesa, o el olor de su colonia. Mierda, la fuerza de sus manos y el tamaño de su...
—¡Basta Taehyung! ¡No más!... ¡Borra a ese hombre del sistema! —se reprendió a sí mismo escupiendo la pasta dental y respirando profundo
Salía de su baño masajeando la mascarilla en su rostro, cuando sus pasos se detuvieron al escuchar el ruido de un motor conocido, acompañado de música alta, mientras el reloj sobre su mesita de noche marcaba las 10:30. Caminó hacia ella para apagar la lámpara, pero inevitablemente terminó acercándose a la ventana y asomándose
¿Qué? La ventana quedaba en el trayecto...
Llegó en el justo en el momento en que veía a la alta figura de Jin salir de su casa para dirigirse a su auto ¿del lado del copiloto? Voces masculinas se escucharon, antes de que el vehículo arrancara y desapareciera de su vista. Su puño se cerró sobre la tela de la cortina, cubriendo la ventana lentamente.
Era obvio que otro hombre conducía y Taehyung imaginaba de quien se trataba. Había sido una tónica frecuente estos últimos tres días. Le llamaba la atención la forma en que el hombre llegaba tan tarde, a altas horas de la noche y luego amanecía en su puerta para discutir el fulano plano de su remodelación. Tan radiante y fresco, que estrellarle sus nudillos en su bella nariz era un impulso que tenía que controlar. Otro resoplido y Taehyung caminó hacia su cama donde Tannie hacia un ovillo en medio de las sábanas.
Se dio la vuelta y pesadamente se dejó caer sentado sobre en el edredón. El movimiento despertó a su cachorro, pero el pequeño solo levantó la cabeza un poco y cambiando su posición volvió a su sueño. Su amo por su parte continuó con la mirada fija al frente por unos segundos, hasta que su seño se frunció. Su mente había tomado una resolución
—Al diablo con todo... la verdad es que molesta—dejó salir arrastrando las palabras en un murmullo, mientras sus manos involuntariamente sujetaban la tela de cobertor —la verdad es que me pudre lo que haces Jin ... y al infierno que te odio por eso...
Taehyung había decidido finalmente tirar para sí mismo todas las cartas sobre la mesa y no luchar más por evadir las cosas. Tenía claro que esa sensación que le sacaba la piedra y lo ponía violento últimamente al ver a su vecino, obedecía a una sola razón.
La nueva actitud de Jin hacia él pero, sobre todo la que tenía hacia el bien aparecido ese, que no intentaba disimular ni un poco.
Tenía que aceptar que eso le retorcía las tripas, cabreándolo a un nivel frustrante. Pero más frustrante era ser consciente, de que no era la primera vez que eso le pasaba.
Él reconocía perfectamente a esa araña peluda que crecía con frecuencia dentro suyo, por su vecino. Al fin y al cabo, se había familiarizado bastante con ella a lo largo de sus idas y venidas con él, en esos días. Incluso estaba pensando en ponerle nombre a la hija de puta.
¿Para negarlo más? No tenía sentido. Era mejor admitirse a sí mismo, de una vez y por todas, que ver a Jin avanzar sobre alguien más, lo irritaba sobremanera. Su instinto incontrolable y estúpidamente, lo tomaba como una afrenta. Y todo por culpa de una territorialidad desubicada e insólita que pronto lo invadía.
Cualquiera diría celos, para él era su maldito ego sangrando por la herida.
Se había acostumbrado a tener al hombre encima, sin descanso dejando claras sus intenciones a pesar de sus continuos rechazos. Verlo mostrar tanto interés por un tipejo x, cuando hasta hace solo unos días rogaba por su culo y gemía sobre su boca, era una patada a su hígado.
¿Que no tenía derecho a esas emociones después del desastre de esa noche? Sí, lo sabía ¿Qué era toxico y muy egoísta? también. Pero si servía de consuelo, él era el menos feliz con la situación. Le reventaba saber que se sentía así por el tipo. Sin embargo, el detestarlo no cambiaba que era así.
Que siempre había sido así...
Cerró sus ojos, respirando con serenidad. Escudriñando su interior para sacar toda su verdad, como un veneno que debía liberar.
—Y una mierda... no más farsas Taehyung—soltó serio levantando su barbilla
Si iba ser gala de su sensatez, iba dejar toda la pendejada y seria completamente franco consigo mismo respecto a Jin. Mil veces se había preguntado, por qué mierda ese hombre lo afectaba tanto. Mil veces había querido buscar esa explicación en Jin, cuando en el fondo Taehyung siempre supo la respuesta. Porque la respuesta no estaba en Jin, sino en él.
El fotógrafo siempre supo que todo el jodido meollo del asunto y el origen de toda esa tensión que sentía alrededor de su vecino, no habían iniciado con sus primeras peleas o las primeras confesiones sucias del tipo. La realidad era que él se había sentido atraído por Jin desde el día uno en que el hombre puso un pie en ese lugar. En el primer instante que sus miradas conectaron y sus ojos sin querer fueron a parar a sus labios. Aquel momento en el que por primera vez, se encontró con su sonrisa, mientras bajaba de su jeep, con solo una enorme bolsa deportiva al hombro y un perchero en la mano.
Bueno Chummys... espero que les hayan gustado....
Digamos que Jin sin querer esta presionando los límites mas protegidos de la personalidad de nuestro calculador y racional fotógrafo. ¿Será que sale ileso?🤣🤣🤣
¿Han oído ese refrán que dice... el nene que no llora no mama? Pues bien, este nene no sabe llorar, porque nunca ha tenido que hacerlo... hasta ahora😏
Si ven alguna faltita, por favor excúsenme🥺 Prometo no perderme esta vez. Nos leemos en la próxima y una vez mas mil gracias por seguir allí😊😊😊
Con amor ReyKary 😘