El castaño omega guarda los libros necesarios en su mochila. Cuando va saliendo de la biblioteca, se despide de la encargada. En sus manos tiene un hotdog, uno que Seokjin tuvo la decencia de hacerle después de dejarlo sin cenar la noche anterior. No sabe de donde el alfa saca dinero o comida, pero mientras tenga que comer, está bien.
Quita el papel aluminio en el que el perro caliente está envuelto. Está a punto de darle la primera mordida cuando un olor fuerte a alfa lo rodea, es amizcle y agradable para su nariz.
—¡Jungkook, espera! —Yoongi se acerca a él, por sus espaldas. Es un primo, también alfa, de Seokjin y un año mayor al omega— Tengo que darte esto.
—Buenas tardes, Yoongi-hyung —le habla amable.
Por lo que el más bajo sabe, Yoongi era un alfa amable y bueno como Namjoon. Así que por eso Jungkook se siente tranquilo de tenerlo cerca. Sus ojos son verdes claros y su cabello es casi blanco, al igual que su piel. Tiene la cara bien marcada pero sus facciones de chiquillo no se pierden.
—Buenas tardes, Jungkook. Mira, la señorita SanHye te envía esto —le entrega un papel bien doblado—. Si aceptas, debes firmar ahí, en la línea de abajo.
Jungkook la abre y es una nota, donde la maestra le pide de favor al omega darle asesorías a Yoongi de álgebra. Jungkook tuerce sus labios, mirando el rostro esperanzado del rubio.
—¿Qué tanto lo necesitas? —Muerde su hotdog y habla con la boca llena.
—Bastante. Éste no ha sido mi mejor semestre.
—¿Cuál es la calificación de tu último examen? —Se apoya en una pierna, mirándole fijamente.
—Un... 25 de 100.
—Uh, sí estás jodido.
—Gracias —se ríe— ¿Entonces?
—Está bien, lo haré. Ehh... —se mueve, buscando donde dejar su comida—Detenme esto un momento.
—Claro —el chico lo toma, sonriendo.
—¿Tienes un lapicero?
Yoongi asiente, buscando en el bolsillo de su mochila. Saca uno de tinta negra y se lo pasa a Jungkook. Mira como el omega firma con dificultad, apoyando en su pequeña mano.
—¿Es todo? —Toma de vuelta su comida y pone una mano en su estómago. Sólo quiere llegar a casa y dormir.
—Ajá —mueve su cabeza de arriba a abajo, luego sonríe viendo el marcado vientre de Jungkook—¡Wow! Está creciendo. Jamás pensé que Seokjin llegaría a tener bebés. La tía Kim está furiosa.
Jungkook tuerce los labios. Lo sabía, porque el día que Seokjin le dijo a su madre él estuvo ahí. Y lo trató como la peor basura del mundo. Dijo que era una omega fácil y aprovechado.
—Créeme que lo sé —muerde el último pedazo de la salchicha.
—Pero tranquilo, DaeHyung está feliz de que su hijo haya encontrado a su omega.
El castaño asiente con media sonrisa. Jungkook no conoce al padre de Seokjin pero sabe que es omega como él, tal vez eso lo hace un poco más comprensivo.
Jungkook oye un gruñido desde atrás y un brazo pasa por su cintura. Mira a un lado y es Seokjin, con el ceño fruncido. Ya no huele más a hierbabuena. Ahora es un olor que apesta y no sabe descifrar.
—¿No deberías estar en clase? —El alfa azabache le pregunta a su primo, apretando la piel que sobresale de la cintura de Jungkook.
—Horas libres, primo —sonríe grande—. Estaba platicando con Jungkook sobre mis asesorías.
—¿Qué asesorías?
—Me dará asesorías de álgebra.
—Jungkook no sabe álgebra —dice el alfa en contradicción.
—¿Qué? Jungkook tiene el mejor promedio de toda tu generación en álgebra y casi todas las materias.
El omega sonríe feliz de, al fin, ser apreciado por un alfa.
—No sabe álgebra para ti.
Yoongi rueda los ojos, y se ríe leve.
—Si, como digas. Nos vemos después, Jungkookie, para acordar horarios y todo eso.
—Claro, hyung. Será un gusto trabajar contigo.
El alfa rubio se va por la izquierda, palmeando el hombro de su primo.
Seokjin suelta la cintura de Jungkook, posicionándose frente al omega.
—No lo harás, ¿verdad?
—¿Por qué no?, me darán puntos extras.
—No los necesitas, tienes las calificaciones al límite.
—Wow, gracias por darte cuenta —dice, sarcástico.
—Además, ¿qué es esa mierda "será un gusto"? —Trata de imitar su voz—¿Ahora trabajas de puta? Porque yo quiero, ah no, espera, ya me has dado el servicio. Y gratis, que detalle —se burla de él.
El labio inferior de Jungkook tiembla, pero no quiere llorar frente a él.
Restriega sus ojos pero eso sólo hace que sus lágrimas salgan. Tapa su rostro y solloza fuerte, sus fuerzas para detener su llanto se han ido.
—Se le dice ser a-amable, ¿sabes? —Alza la cara, bañada en lágrimas—Al parecer es algo que a ti no te enseñaron a ser.
Molesto, Seokjin lo toma de la mandíbula, haciendo que el omega chille de miedo.
—¿Estás diciendo que mis padres no me educaron? ¿Y que me dices de ti? ¿Tus padres no te enseñaron a no entregarle el culo al primer alfa que tocara tu puerta, literalmente? Oh, espera, ¿también eso es ser amable? —Aprieta su agarre y Jungkook exclama, esperando que alguien lo escuchase y detuviera a Seokjin.
—¡Seokjin, suéltalo! —La voz de Namjoon ruge de un lado de ellos. Es gruesa y suena bastante molesto.
—No te metas en esto. Tú ve con tu omega, a mi déjame con el mío —gruñe, mostrándole los dientes al otro alfa.
—Y tu puta madre —lo jala a un lado, apartándolo de Jungkook, quien rápido corre a los brazos de Jimin—. Tú no eres así, Seokjin.
Los ojos de Seokjin ahora están rojizos de furia, su respiración es pesada. Aprieta la camisa de Namjoon, buscando calmarse.
—Tranquilo, Jin. Estamos bien. Somos amigos y no vamos a pelear.
Asiente, inhalando hondo y mirando al omega llorar de reojo. Jimin también luce molesto, y si no fuera porque está abrazando a Jungkook, ya estaría sobre Seokjin. El omega de Namjoon era algo... rebelde.
Mío. Mío. Proteger. Cachorro. Su alfa interior le pide a gritos, él sólo niega su cabeza.
—Ven, vamos a otro lugar para que te calmes —el alfa castaño le hace una seña y éste asiente.
Namjoon se lleva a Seokjin lejos de Jungkook, y Jimin se queda con el castaño, sentándose en la banca más cercana.
—Ya, Jungkook. Estamos solos.
Limpia sus lágrimas, pero éstas no dejan de salir. Tose en su mano y solloza.
—Tenía miedo —dice—. Pero no por mi —aprieta la tela de su camisa que cubre su estómago.
—Lo sé, yo también tenía miedo. Namjoon se volvió loco cuando sintió el olor de Seokjin. Sabía que algo malo pasaba.
—¿Por qué me trata así? —Pregunta al aire—¿Yo qué le he hecho?
—No sé, Kookie —suspira—sólo es un alfa estúpido que no sabe valorar al omega que tiene enfrente.
—Fui muy estúpido al pasar su celo con él. No sé como acepté yo-yo era...
—Virgen, también lo sé. Creo que te gustaba mucho y confiaste en él.
—Soy un tonto.
Se sienta sobre la cama, secando su cabello y suspirando.
Tiene puesto un boxer y una camiseta sencilla, es su segunda ducha de la tarde. En realidad los últimos días han sido bastante frescos, pero sus hormonas alocadas habían decidido dejar su cuerpo caliente y sudoroso.
Cuando cree que es suficiente, vuelve al baño para colgar la toalla húmeda ahí. Se acerca al espejo y hace una mueca. Mueve su cabeza a la izquierda y ve manchas moradas y rojas al rededor de su mandíbula, del lado derecho está igual. Las toca y se sienten calientes, pero no duelen tanto como creyó.
Busca por toda la casa alguna crema para el dolor pero es inútil, no hay nada que sirva.
Su timbre el tocado un par de veces, eso lo obliga a ponerse unos shorts cómodos y abrir. El olor a alfa es fuerte, pero no masculino.
—¿Si? —Abre la mitad de la puerta, sólo su cabeza se asoma y su cuerpo queda detrás de la madera.
SunNi lo empuja con todo y puerta, abriéndose paso dentro de la casa.
Ella siempre viste elegante. Hoy traía un vestido rojo, adherido a su estilizado cuerpo y unos zapatos de tacón, negro. Su cabello estaba atado a una fuerte coleta alta.
—¿Dónde está mi hijo? —Pregunta, mirando con una mueca de desprecio la casa.
—Trabajando, supongo. No está aquí.
—¿Y tú qué? —Le mira con la ceja alzada—¿Te quedas todo el día aquí, de flojo?
El omega niega, rápido.
—Yo quiero trabajar pero Seokjin no me deja, señora.
Ella sonríe de lado, satisfecha.
—Me alegra saber que mi hijo tenga poder sobre ti.
Jungkook muerde sus labios, evitando decir algo.
—¡SunNi! ¡SunNi! —La mujer se alerta, caminando veloz a la puerta. Ahí aparece su omega, ella rápido se acerca a él para confirmar que no tuviera ningún problema—Estoy bien, tranquila. Le llamé a Seokjin y dijo que no está aquí, pero creo que ya te has dado cuenta.
—Si, sólo éste chiquillo está, al parecer.
—Buenas tardes, Jungkook —Dae saluda al otro omega, amable—. Mucho gusto, soy el papá de Seokjin.
—Mucho gusto.
SunNi gruñe y pone un brazo en la cintura de su omega, el cual se pega a su costado, olfateándola.
—Seokjin no está pero, si gustan esperarlo pueden pasar y sentarse, no es ningún problema para mi.
—Eres muy amable, Jungkook —Dae le sonríe, jalando la mano de su alfa para sentarse en los viejos sillones.
Jungkook sonríe triste.
—Yo... les ofrecería algo de tomar pero-
—Estamos bien, chico. Tranquilo. Ve a descansar si gustas, luces cansado.
Al castaño le empezaba a agradar Dae. Era bueno y le trataba con delicadeza.
—No, eso no es educado. Irme y dejarlos aquí.
—A mi no me molesta —admite el hombre.
—A mi sí —la alfa dice dura y recibe un codazo su pareja.
—Cuando estaba embarazado de Seokjin todo lo que quería era dormir con mi alfa —se pega a la mujer y ésta lo recibe, ronroneando.
—Si, yo también quiero dormir. Pero sólo.
—Oh, si. A algunos les parece molesto y agotador tener a su alfa cerca.
Quisiera cuando menos tener uno, piensa, asistiendo a lo que Dae dice.
Segundos después, Seokjin entra, luciendo apurado y con una bolsa de comida en la mano.
—Lamento llegar tarde —les dice a sus padres—. Jungkook, ve a la habitación.
El omega, para no causar problemas, comienza a caminar.
—¡No! —Dae dice—¿Por qué no dejas que el chico coma con nosotros? Debe tener hambre.
Seokjin suspira pero al final asiente, indicándole al omega que fuera a la cocina.