Paraisos Prohibidos | KookTae

yoongifem

112K 10.8K 8.5K

Taehyung y Jimin son un par de hermanos adoptivos que viven en la comunidad gitana de su pueblo bajo el manto... Еще

Booktrailer NUEVO
Booktrailer VIEJO
Capítulo 1: Nuevo Empleo.
Capítulo 2: El Préstamo.
Capítulo 3: ¿Por qué es así?
Capítulo 4: Inevitable.
Capítulo 5: Casi.
Capítulo 6: El Beso.
Capítulo 7: Nuevas Sensaciones.
Capítulo 8: Hotel.
Capítulo 9: La Salida de Rose.
Capítulo 10: La Llegada de Yoongi.
Capítulo 11: Sentimientos Encontrados.
Capítulo 12: En la comunidad.
Capítulo 13: La Extraña Dama.
Capítulo 14: Extraños Comportamientos.
Capítulo 15: Búsqueda.
Capítulo 16: Respuestas.
Capítulo 17: Los Amantes.
Capítulo 19: Verdades.
Capítulo 20: Te Quiero.

Capítulo 18: No tengo miedo.

2.3K 279 181
yoongifem

Sentado a la mesa, Daehyun esperaba con el ceño fruncido a que sus hijos bajaran a comer. Lo que le había contado Jisung hacia un rato no se iba de su mente, pero la conversación con ese viejo colega lo dejaba tranquilo en cierto modo.

Sentía en su interior que no era la solución, porque, después de todo, Jungkook no era como Seokjin. ¿Iba a poder lidiar con todo eso?

Sunhee lo observaba en silencio, intentando descifrar que le pasaba o que lo había hecho cambiar de opinión, pues cuando apenas despertaba andaba de buen humor.

—¿Te sucede algo? —preguntó finalmente Sunhee, sin poder evitarlo.

—No, solo tengo sueño. ¿Dónde están nuestros hijos? Quiero que desayunemos todos juntos.

—No sé, pero no deben tardar.

Como por arte de magia, el primero en bajar las escaleras fue Jungkook, seguido de Lalisa y luego Seokjin, quien se tardó un poco más. Los tres saludaron a sus padres mientras tomaban asiento y se servían en sus platos las delicias que Nayeon y Yangmi preparaban siempre.

Mientras todos se alimentaban con normalidad, Daehyun sentía que no podía sacar su mirada de Jungkook. Mientras más lo veía, menos podía creer que andaba saliendo con Taehyung. ¿En qué momento había perdido el rumbo? Aunque para ser sincero... ¿Quién no lo perdería con Taehyung?

Tan pendiente estaba en eso, que ni se percató de que Yoongi no estaba en la mesa.

Se aclaró la garganta, llamando un poco la atención de todos, y en cuanto tuvieron sus miradas sobre él, habló: —Quiero anunciarles que pasaremos las fiestas con los Park. Tuve el placer de hablar con ellos hace un rato y nos acompañaran para las fiestas. Este fin de semana llegarán a la región y se instalaran en su vieja casa de campo, en donde vivían antes de irse a la ciudad. —miró a Jungkook.— Jihyo está muy ansiosa por volver a verte.

Sunhee sonrió entusiasmada y dio unos aplausos suaves. Siempre había sido muy compinche con la señora Misha, por lo que verla de nuevo le entusiasmaba.

—¿Ah sí? —dijo Jungkook, no muy entusiasmado.

—Si. Recuerdo fueron muy cercanos unos años y espero siga siendo así, porque me han contado que se ha vuelto una mujer muy hermosa y siempre me ha agradado para ti. Se que estas por estudiar, pero también me gustaría que te fueras encaminado, tener una esposa y... formar una familia, así como Seokjin lo está haciendo con Jennie. —miró al mayor.— Por cierto, la boda ya tiene fecha.

Seokjin no pudo evitar atragantarse, teniendo que tapar su boca mientras tocia: —Estas haciendo las cosas muy rápido. —se quejó.

—Si, a mí también me lo parece y Jihyo no creo que sea el tipo de mujer que quiero para mí. —dijo Jungkook.

—No me interesa. En esta casa se hace lo que yo digo. —exclamó Daehyun.

—Bueno, pero conmigo no vas a decidir con quien me voy a casar o cuando. Yo no soy como Seokjin.

Si, justo lo que imaginaba. Jungkook siempre había sido un rebelde. Quizás le había dado muchas libertades. Le faltaba mano firme.

—¿Disculpa? Tú vas a casarte con quien yo te diga.

—Lo que escuchaste, papá.

—¿Desde cuándo crees que puedes desobedecerme? Estas muy contestador últimamente. Creo que te he dado demasiadas libertades.

—Que te diga la verdad no significa que este faltándote el respeto. Yo no voy a casarme hasta cuando yo lo decida y con quien yo decida.

—Vas a hacer lo que yo te diga Jungkook, quieras o no. —alzó un poco más la voz. Comenzaba a perder los estribos.

—¿Vas a decirme hasta en que posiciones se lo debo hacer? —aquello dejo sin palabras a Daehyun, pero también a Seokjin y Lalisa, quienes miraban perplejos el espectáculo. Hasta los vaqueros que desayunaban tranquilos en la cocina estaban sorprendidos. Desde allí se escuchaba todo.— No sé qué sucede contigo, papá, pero a mí no vas a manipularme ni a hacer de mi vida lo que se te antoje.

Molesto, Jungkook apartó el plato y se levantó, dispuesto a irse, pero Daehyun no se lo permitió, poniéndose de pie también para hacerle frente.

—¿Qué parte no entiendes? ¡Vas a casarte con quien se me dé la regalada gana! Tú haces lo que yo te ordeno.

—¿Y qué parte no entiendes tú que no pienso obedecer eso? ¡Si pretendes manejar mi vida como se la manejas a Seokjin estas muy equivocado! Jihyo solo es una amiga y así se quedará. No me importa lo que tú o quien sea quiera. Si tanto te interesa, follatela tú.

Los ojos furiosos de Daehyun estaban que echaban fuego de la ira, más al escuchar así de atrevido a Jungkook. Hacía tiempo venia desafiándolo y ya no tenía la paciencia, por lo que no pudo evitar alzar su mano y estamparla en su mejilla, dándole un cachetazo que dejo rojiza su lechosa piel.

Lalisa tapó su boca sorprendida al mismo tiempo que Seokjin, quienes no esperaban que eso sucediera. Sunhee por su parte comía imperturbable. Lo que ese metido hiciera o no le daba igual. Por ella se podía morir que le iba a dar igual.

Jungkook se tomó, sin quitarle la mirada a su padre. Su cabello largo cubría parte de su cara y su respiración era agitada de la bronca que cargaba encima. Ambos se miraban furiosos, y quizás, un tanto arrepentidos.

Sin decir más, Jungkook dio media vuelta y poco más que voló a la salida, saliendo en busca de su coche como un rayo, bajo la mirada de su padre.

Seokjin negó indignado, porque cuando creía que su padre al menos no era un mierda con sus otros dos hermanos, iba y se comportaba como un salvaje, como siempre solía hacerlo. Y como era de esperar, había perdido el apetito, así que solo se puso de pie y subió de dos en dos las escaleras, teniendo en mente llamar a Jennie para salir por ahí y despejarse de toda esa mierda.

Lalisa comió en silencio y Sunhee ni siquiera lo miró.

Al final, Daehyun también huyo, pero a su oficina.



***



La frustración invadia por completo el cuerpo de Jungkook, sin poder quitarse de la mente la pelea que había tenido con su padre. ¿Por qué de pronto le quería buscar pareja? ¿Acaso se había enterado de lo suyo con Taehyung? Su cambio había sido tan repentino de un día a otro que no le sorprendía.

¿En qué momento se habían descuidado? ¿Seokjin había sido tan tonto de abrir la boca? ¿O Hosoek? ¿O Yangmi? Podía ser quien sea, ¿Y si se estaba premeditando? No no, hasta ayer ni siquiera habían mencionado la idea de que empezara a pensar en el matrimonio. Tenía que ser su relación con Taehyung, no había de otra. La lógica le decía que se trataba de eso.

Estacionó en el primer café que encontró y se alivió al notar que era un ambiente silencioso y tranquilo en cuanto entró. Se sentó junto a una de las ventanas y la camarera no tardó en acercarse, pues no había nadie más allí.

Para disimular, Jungkook simplemente pidió un cortado, aunque con suerte se lo terminaría. Su estómago se encontraba completamente cerrado.

Miró para afuera, aun pensando en lo sucedido, cuando sus ojos captaron algo completamente inesperado: Doona bajaba de su coche y cruzaba la calle, yendo exactamente al café en el que estaba.

En cuanto Doona entró, su mirada vagó por el lugar, cayendo finalmente en él. Era evidente que lo estaba buscando. ¿Acaso lo había seguido?

Se mantuvo en silencio, viendo como ella se acercaba lentamente a su mesa, hasta que se detuvo a unos pocos centímetros.

—¿Puedo sentarme? —preguntó Doona.

—¿Qué hace aquí?

Al no tener respuesta, Doona simplemente decidió sentarse frente a él.

—Yo... me preocupé en cuanto te vi así. Sé que debes tener muchas preguntas sobre mí, sobre que hacía siguiéndote, pero quiero que sepas que puedes hablar conmigo si algo te afecta. Yo voy a escucharte siempre.

Jungkook ni siquiera pestañeaba viéndola. Algo en ella se le hacía sumamente cómodo y familiar, como si existiera una conexión a pesar de apenas haberla visto un par de veces.

Si, consideraba que era muy raro que ella lo hubiese seguido, pero eso solo significaba que había vuelto a la hacienda. ¿Qué buscaba esa mujer allí?

—Es algo difícil de explicar y entender. —dijo simplemente, porque, aunque tuviera muchas dudas sobre ella, sabía que no se las contestaría aún.

—Créeme, lo que me digas lo entenderé.

Jungkook pensó un instante. Quizás no era buena idea confiarle sus secretos o sus problemas personales, pero a esa altura y con lo que su padre pretendía hacer, sentía que todo daba igual.

—Mi padre quiere que me case y él buscará a mi pareja. —hizo una pausa al darse cuenta que uso mal las palabras.— Más bien... ya buscó a alguien.

—O sea, alguien que no quieres.

Asintió: —Yo ya tengo pareja. No hace mucho, tenemos poco tiempo. Unos meses quizá.

—¿Cómo se llama ella? —preguntó, interesada.

—Es que ese es el problema... —observó como Doona lo escuchaba con suma atención, más con una mirada de preocupación y afecto que otra cosa.— No hay un ella, es un él.

Los ojos de Doona se abrieron un tanto sorprendidos, sus cejas se elevaron y su cabeza se inclinó un poco. Si, esa era la reacción general de la gente. Primero se confundían y luego comenzaban las preguntas desubicadas e ignorantes.

—Oh... ¿es un chico? —su semblante se suavizó a medida que lo pensaba, aunque Jungkook no sabía exactamente qué era lo que pasaba por la mente de esa mujer.

—¿Ve cómo es difícil? —jugó con unas servilletas de papel que tenía a un lado, doblándola con suma perfección en varias partes, evitando un poco la mirada curiosa de Doona.— Mi padre prácticamente va a obligarme y mi madre... Bueno, a ella parece no interesarle.

Doona apretó los labios, deseando saber que decirle exactamente para levantar sus ánimos, pero es que se esperaba cualquier cosa menos eso. Claramente no le molestaba, creía que cada quien podía amar a quien sea, solo que nunca pensó que le pasaría eso con Jungkook, su bebé.

—No conozco mucho a esa señora, solo a Daehyun, y se lo duro que él puede llegar a ser.

—Ella es un poco especial conmigo. A veces pienso que no existo para ella... —en sus palabras había una clara señal de dolor y resignación al hablar de Sunhee. Para él ella era su madre, por lo que su falta de cariño le afectaba más de lo que parecía.

Doona apretó un poco los puños de solo saber que esa tipa no trataba como debía a su bebé, pero debía controlarse por el momento, ya tendría tiempo para eso.

—A mí no me importa con quien estes, me importa que seas feliz. —alzó una mano y acarició su mejilla algo colorada, sin siquiera dudarlo. Eso sorprendió a Jungkook, mas no se apartó.— Se que soy una completa desconocida para ti, pero yo te conozco hace años. Somos más cercanos de lo que puedes imaginar.

—Me gustaría saber más sobre eso, señora, en verdad.

—No puedo decirte aun, cariño, pero quiero que sepas que ansié durante muchos años un acercamiento así y Daehyun nunca me lo permitió. —bajo su mano a la de Jungkook y la apretó suavemente, queriendo darle apoyo.— Puedes contar conmigo para lo que sea. —Jungkook la observaba perplejo mientras la escuchaba, y aunque no sabía que quería exactamente, confiaba en ella. Miró como metía una mano en su chaqueta de cuero, sacando una tarjeta, la cual le extendió.— Cualquier cosa que necesites, llámame. Yo estaré ahí para ti. Si Daehyun no entiende que así no se hacen las cosas, con mucho gusto te recibiré en casa, mi vida.

Jungkook tomó la tarjeta, viendo su número y datos personales, los que seguro le daba a sus clientes. Podía leer ahí que era medica pediatra.

—Gracias por escucharme. —asintió, y sonrió sin poder evitarlo, haciéndola sonreír también.

—Yo pagare lo que sea que hayas pedido.

—No, lo pago yo. —miró el lugar.— Aunque parece que la mesera se fue hasta Brasil a cosechar los granos. —largó una risita. Esa tipa si se tardaba.

—Déjame hacerlo, por favor.

—Bueno... está bien. —sonrió.

Cuando la mesera finalmente llevo el café a su mesa pidieron uno más. Doona tenía el tiempo suficiente como para seguir escuchando a Jungkook. Quería saber todo de él, así que escucharlo durante un tiempo más no fue sacrificio alguno para ella.



***



Jennie caminaba junto a Seokjin por la ciudad. Malteada en mano, se quejaba totalmente escandalizada sobre la fecha de la boda. Al igual que su amigo, a ella también le habían dado la noticia, y por supuesto que no le gustaba.

Su disgusto no pasaba por Seokjin, sino por el hecho de que no pudiera elegir. Después de todo, Seokjin se volvía cada vez más y más en una especie de mejor amigo.

—¡No puedo creerlo, de verdad! Pusieron la fecha sin siquiera consultarnos. —se quejó Jennie, para luego darle un sorbo a su bebida.

—Ahora te das cuenta de que a mi padre no le importa lo que otros piensen. Siempre hace las cosas como le parecen a él no más.

—Pues casémonos. —volteo a verlo, decidida.— Nos casamos y nos vamos. Así, tendremos toda la libertad que queramos. Cuando ya no dependamos de ellos, de nuestros padres, ahí veremos qué pasa.

Seokjin se quedó pensando en sus palabras. Por una parte, tenía razón, porque eso les iba a dar la libertad financiera que necesitaban, pero por el otro odiaba la simple idea de estar lejos de Hoseok. Ahora que finalmente Rose no estaba en la hacienda, sentía que tenía el camino libre.

—Pero así jamás volveré a estar hacienda, y eso significa perder toda oportunidad con Hoseok. —largó un quejido, pasándose las manos por la cara.— ¿Por qué no puedo ser mujer? Maldita sea. —gruñó.

—Mmm, pues puedes... ¿Operarte? —no veía otra alternativa a sus deseos.

Seokjin largó una carcajada. Si pensaba eso era solo para agradarle a Hoseok, porque en realidad estaba bien seguro de ser un hombre.

—No, no quiero ser trans. Soy gay, pero a veces pienso en que si hubiera sido mujer todo sería tan fácil. Aunque, luego veo como es papá con Lalisa y sé que todo hubiera sido igual de difícil, porque papá jamás iba a aceptar que estuviera con un trabajador.

—Es cierto... —se quedó un momento pensando, mientras daba otro sorbo a su malteada.— Además nos viene la regla y tenemos que aguantar a depravados por doquier.

—Ambos sexos tienen sus desventajas...

—Sabía que te iba a encontrar tarde o temprano. —escuchó Seokjin detrás suyo, por lo que volteo a ver para confirmar que efectivamente se trataba de Rose. Ya decía él que esa voz era muy familiar. Lo malo era tener que cruzársela en la ciudad.— Ya sé que fuiste tú el desgraciado que puso esas joyas entre mis cosas.

Seokjin no pudo evitar sonreír con maldad, viéndola de arriba a abajo, divertido. Jennie solo prefirió quedarse a un lado, disfrutando el show en primera fila.

—¿Ah sí? ¿Y cómo sabes?

—No te diré quien me lo dijo, pero si te diré que te vas a arrepentir.

—¿Una muerta de hambre como tú me viene a amenazar? Por favor. —largó una risita, realmente divertido con la situación. ¿Quién se creía esa chirusa?

—No me subestimes, Seokjin, no tienes idea de lo que soy capaz. —exclamó Rose, realmente muy seria como para solo estar allí intentando meter miedo.

—Hagas lo que hagas tendré algo más fuerte para defenderme, así que adelante, da tu primer golpe, haz lo que se te dé la gana que no me va a importar. Al final la victoria siempre la tendré yo.

—No, Seokjin, no la tendrás. Ya sé que quieres acostarte con Hoseok y déjame decirte algo. —alzó su dedo índice de forma amenazadora y se acercó más a él, haciéndole frente.— No lo lograras, ¿Y sabes por qué? Porque a él le gusta la vagina y un buen par de tetas, cosa que tú nunca tendrás.

La sonrisa amenazó con borrarse del rostro de Seokjin por un momento, pero se contuvo, manteniendo la sonrisa. Estaba que se lo llevaba la verga de solo oírla y ver su cara de mosquita muerta, ¿Cuándo iba a poder deshacerse finalmente de ella?

—¿Te digo una cosa, querida? Hoseok y yo nos besamos, y se la puse dura, dura. —se cruzó de brazos, tomando una actitud más desafiante.— No te imaginas, me comió la boca como no tienes idea.

—¿Y eso cuando lo soñaste? —se carcajeo, en verdad fascinada con lo que oía. Ese estúpido en verdad se creía sus fantasías.— Seokjin, eso nunca pasó.

—Sucedió, Rose, y es tan real como el hecho de que lo perdiste. Acéptalo de una vez.

—Yo no lo perdí, Seokjin, solo perdí mi trabajo en tu casa, uno bastante malo de hecho, porque ahora trabajo en un lugar donde estoy más tranquila, sin aguantarte a ti, ni a la malcriada de tu hermana, ni a tu madre, ni al closetero de tu padre. —sonrió, sabiendo que lo había dejado en jaque con eso. No solo tenía recuerdos en su mente de todos los años que trabajaba ahí, sino que Nayeon era su mayor confidente y le pasaba cada mísero chisme en esa hacienda.— Pobre Jungkook, es el único que se salva en esa casa de dementes y ahora lo tengo comiendo de mi mano, tal como te tendré comiendo a ti también en un tiempo.

Jennie solo los observaba, sin poder superar lo de Daehyun closetero. ¿De dónde sacaba eso?

Esta vez Seokjin ya no pudo mantener la sonrisa. Esa absurda pelea comenzaba a fastidiarle.

—No te tengo miedo, perra asquerosa. No eres nada a mi lado, solamente eres una mugrienta sirvienta y así te vas a quedar. Ni creas que te voy a creer, así que haz lo que desees que te estaré esperando para darte el doble de lo que sea que se te esté pasando por esa cabecita de nuez que tienes. —escupió con rabia, ya sin poder aguantar decirle en la cara lo que había pensado siempre de ella, totalmente envidioso.

—Si es que queda algo de ti luego de la bomba que lanzare. —sonrió Rose, y lo hizo con tanta confianza, que Seokjin comenzaba a tener miedo.— Cuídate si puedes, desgraciado infeliz. —volteo dispuesta a irse, pero se detuvo, volviéndolo a ver.— Y por cierto... Cuando vayas a tu casa, fíjate en como tu papi mira a Taehyung. Quizá pronto tengas un nuevo padrastro.

Largó una carcajada, divertida con su expresión llena de horror y confusión y le tiró un besito, alejándose finalmente de allí.

Jennie siguió con la mirada como se iba y se puso delante de Seokjin, llamando su atención: —Estaba muy segura de sus palabras, Seokjin. Creo que en verdad tendrás que tener cuidado.

—No le tengo miedo... no tanto. Que haga lo que quiera, pero por ahora necesito saber de qué mierda hablaba. ¿Le dijo closetero a Daehyun?

Jennie asintió.

—Si lo de tu padre es cierto... te debe muchas explicaciones.

—Definitivamente si, y si es cierto, creo que ahí tendría la última oportunidad de ser como desee sin que él me joda la vida. Tengo que investigar, saber si esa mugrienta solo lo dijo por fastidiarme.

—Pero no te olvidaras de mi si eso sucede, ¿o sí? —preguntó, con un tierno puchero que Seokjin no puedo pasar por alto.

¿Qué estaba pasando? ¿Por qué se veía tan linda?

—No... claro que no...

Jennie sonrió satisfecha y miró la hora en su delicado reloj de muñeca.

—Debo irme ya, le dije a mamá que solo daríamos un paseo, pero quiero que volvamos a salir en la noche como aquella vez, ¿Va?

—Claro, cuando quieras.

La muchacha dejo un beso en su mejilla y simplemente se fue, pensando en que ojalá pronto Seokjin supiera el chisme, porque aquello se ponía cada vez más bueno.



***



Taehyung corrió a Jungkook en cuanto lo vio llegar, preocupado por lo que había escuchado desde la cocina durante el desayuno. Saber que se había ido con el coche tan rápido, molesto, ofuscado... simplemente le aterraba. Manejar así no era bueno.

Ahora que lo veía sano y salvo, se sentía más tranquilo.

—¿Estas bien? Escuché todo hoy, me tienes preocupado desde temprano. —exclamó Taehyung, acortando la distancia para darle un abrazo.

—Si, tuve un problema con mi papá... Ya sabes...

—¿Sabes? —se separó a verlo.— Creo que no sospecha nada, Jungkook, directamente lo sabe. Por algo quiere juntarte con otra persona, ¿No? Su decisión fue muy repentina.

—Pero no sé cómo pudo enterarse, nos hemos ocultado bien...

—¿Alguien te vio anoche? ¿Ese Jisung quizás?

—Debe de ser él. —asintió, pensando, aunque no recordaba haber visto a nadie en la noche.— Es el único que está aquí todo el día.

—Seguro nos vio o algo y le dijo a tu padre. —Jungkook asintió, largando un suspiro.— Hay que ver que sucede.

—Si te llega a decir algo, no dudes en decírmelo. Ante todo, no quiero que te haga algo. —dijo, realmente serio, lo que le dio algo de miedo a Taehyung.

¿Hasta dónde era capaz de llegar Daehyun?

—Podemos ir a la comunidad si te echa. No es mucho, pero al menos tendremos donde quedarnos. —dejo ver su bella y adorable sonrisa rectangular, haciendo sonreír a Jungkook también.— Si algo sale mal, saldremos juntos adelante, te ayudare en lo que sea.

—Gracias, bebé. —acarició su mejilla, aprovechando que no había nadie en aquel costado de la hacienda.

Acortó la distancia y dejo besos en sus suaves labios, esos a los que no renunciaría por nada del mundo, los que lo volvían loco.

—Te quiero, te quiero demasiado.

—Yo también te quiero, bebé.

—¿Quieres que te levante el ánimo? —tomó sus manos, entrelazando los dedos como unos auténticos enamorados.— Haremos lo que tú quieras.

—Salgamos por la noche, quiero estar contigo a solas, donde nadie nos conozca ni nos vea. Poco me importa lo que suceda hoy, solo sé que necesito tenerte.

—Está bien, bebé, pero hay que seguir siendo precavidos, ¿Sí? —Jungkook solo asintió como niño bueno y volvió a darle un besito.— Vayamos al trabajo mejor. Se acumuló un poco y eso te distraerá.

—Claro, amor.



***



Anocheciendo, Daehyun dejo su auto en la entrada como de costumbre y bajo junto a todas sus cosas, pensando en que debía hablar con Jungkook. Durante todo el día no había hecho más que pensar en eso, arrepentido por su actuar.

Se había ido de la casa a la empresa un poco después de que Jungkook se fuera, pensando que allá se iba a distraer lo suficiente, mas no fue así. Jungkook era su favorito e increíblemente lo quería más que a nadie hiciera lo que hiciera, estuviera o no con Taehyung.

Entró a la casa y subió apurado las escaleras, tirando todas sus cosas tal como venían al sillón de su despacho, incluido el saco de vestir y aquella apretada corbata.

Mientras desabotonaba los primeros botones de su camisa y se arremangaba las mangas, bajo las escaleras y se dirigió a la parte de atrás, yendo a los corrales. Tal como pensaba, ambos se encontraban trabajando, haciendo sus tareas como debían.

Se quedó un momento observándolos, sin poder creer aun que esos dos tenían algo.

Por un momento, se percató de la mirada de Jungkook sobre él, así que decidió acercarse. El azabache anotaba lo que necesitaban, lo que faltaba o se estaba por acabar para ir al mercado central al otro día, pero al notar que iba hacía donde estaba, simplemente dejo de hacerlo.

—Debo hablar contigo. —dijo Daehyun. Él no solía andarse con rodeos.

—¿Y ahora qué? —bajo los brazos, aun sosteniendo la planilla y el bolígrafo.

—No te pongas a la defensiva... —tomó aire, mirando un poco el lugar antes de volver a verlo.— Quería pedirte disculpas por lo de hoy en el desayuno. No debí golpearte, pero es que fuiste muy maleducado estos días y me saturé.

Jungkook alzó las cejas, sorprendido. ¿Su padre se estaba disculpando con él por eso? No recordaba que lo hubiese hecho con Seokjin luego de haberlo golpeado en cuanto se enteró que le gustaba un chico, y eso que apenas tenía 14 años.

—No tengo por qué ser una descarga del estrés de tu trabajo. Yo también tengo muchas responsabilidades aquí y sin embargo no trato mal a la gente.

—No dije que lo fueras, simplemente explote y por eso te vengo a pedir disculpas. De igual modo pienso que no entiendes que estaba pensando en tu futuro.

—Ah... sí, con respecto a eso... —se cruzó de brazos, aun con las cosas del trabajo en la mano.— Realmente espero que no estés pensando buscarme pareja. Yo sé cuándo será el momento para tener una relación seria con alguien. Por ahora necesito concentrarme en mi carrera, en mis propios negocios. ¿No crees que una pareja vaya a ser una distracción demasiado grande para todo eso? —hizo una pausa, pero Daehyun parecía no querer decir nada aún. Sus ojos algo entrecerrados le hacían saber que lo estaba analizando, estaba pensando.— O... Es que acaso quieres que no cumpla todos mis propósitos. Tal vez hay algo que aún no me has dicho.

Daehyun se relamió los labios, totalmente secos, captando por donde pretendía llevar Jungkook la conversación, pero simplemente fingió no saber que era lo que quería que le dijera. Pensaba que aún no era el momento.

—Claro que quiero que los cumplas, eres mi hijo, pero de igual modo los Park vendrán. Shindong está interesado en que Jihyo salga contigo. Ustedes fueron pareja hace años, ¿Verdad? Se llevan bien, no te costara tratarla.

El azabache negó. Él seguía con el mismo cuento, intentaba convencerlo. Pensaba que iba a hacerlo "entrar en razón" aunque muy lejos estaba de ese cometido.

—No, papá, no quiero nada con ella. Es mi amiga, sí, pero no pienso regresar. Solo fue una relación de pubertos, han pasado muchos años.

—Al menos disimula ¿no? Haz como hace tu hermano.

—La tratare como siempre ha sido, una amiga. —sentencio, y Daehyun supo que así iba a ser tratara lo que tratara.

—Solo haz lo que te digo. —no pensaba darse por vencido, no por ahora.— Además, él tiene contactos en la universidad a la que iras, te puede ayudar eso.

Jungkook no pudo evitar sonreír. La situación le daba gracia. Su padre seguía insistiendo aun sabiendo que no iba a lograr nada. Cada palabra que salía de su boca, solo le hacía saber que estaba en lo correcto. Se delataba taaanto.

Él realmente sabía que andaba con Taehyung, o como mínimo que había cierto contacto.

—Está bien. —dijo simplemente, al menos para zafar de la conversación por un instante.— Iré a seguir con mi trabajo.

Daehyun asintió, y antes de que se fuera, lo tomó del brazo y le dio un pequeño abrazo, palmeando su espalda. Se separó a verlo un instante y luego simplemente se fue, dejando a Jungkook perplejo.

Esa era la actitud que probablemente Seokjin esperaba de él. La que probablemente él esperaba de Sunhee, aunque ambos sabían que nunca lo iban a tener, por algún u otro motivo.

Los secretos eran muchos, aunque a ese ritmo, estos saldrían rápidamente a la luz.



***

Como les va? :3 Espero que bien.

Como siempre, pretendia que fuera más largo pero me duelen las manos y lo prometi para hoy. Siento si hay errores xd

¿Qué creen que haga Rose? aAaadh no se bien que preguntar, equis xd Sorry si no esta tan bueno el cap, pero con lo que le dijo Rose a Seokjin, se viene bueno el bardo, porque ahora va a estar atento a cosas que antes no uwu

Saludos y las loveo.

Jungkook peliazul porque si.

POR CIERTO. JUNGKOOK FUEGO, TAEHYUNG AGUA ISFIDFN En un fic que tengo planeado les puse esos poderes y ahora no me arrepientosakdakd

Продолжить чтение

Вам также понравится

864K 127K 101
Toda su vida fue visto de menos y tratado mal por las personas que decían ser su familia, estaba cansado de que todas las noches llorara por aunque s...
169K 4.5K 30
la tipica historia de universos viendo otros universos atraves de pantallas flotantes que aparecerán en sus mundos aunque también agregare otras cosa...
Too Sweet lala

Фанфик

45.9K 8.6K 40
Cassiopeia Polaris, melliza de Draco y princesa de la familia Malfoy - Black, vuelve a Inglaterra luego de estudiar dos años en Durmstrang, pero.. po...
1.5M 136K 41
¡Está historia ya no está disponible para su adaptación!. →Dónde Jungkook es el padrastro de Jimin y descubre que Jimin tiene OnlyFans← - Quiero que...