la belleza siempre ha sido un factor de éxito en algunos campos de la vida. las personas reconocidamente bellas lo tomaban en su mayoría como un don, mientras que otras pensaban que era una maldición, que les robaba lugares en un estilo de vida que no podían hacer más que mirar de lejos, todo porque no estaban a la altura de los estándares.
los estándares nunca fueron algo alto para hyunjae. su belleza otorgada lo convirtió en el estándar y nunca se quejó.
en realidad, encontraba una perversa alegría en ello, en ser algo que casi nadie podía alcanzar o estar muy cerca. mantenía su ego en alto por la forma en que las pupilas se agitaban cuando se mencionaba su nombre o se encontraba su presencia en la habitación. sus rivales solo le impulsaban a rociar una colonia extra, a llevar un color más brillante, a elevar más su flequillo, a añadir otra capa de brillo de labios sobre sus ya brillantes labios.
sólo le impulsaban a ser mejor, mejor que ellos.
hyunjae se familiarizó con su nueva agencia más rápido de lo que esperaba. su contrato con su anterior agencia terminó tras cinco años de modelar para sus revistas y de ser invitado a desfiles de moda por todo el país, ya sea para criticar o para desfilar por la pasarela.
su trabajo sigue siendo el mismo, pasando sus días en el moderno edificio arreglándose en una habitación, pasando a otra para cambiarse de ropa de lujo y, finalmente, entrando en el estudio del sótano, con una sonrisa en la cara mientras se prepara para empezar a posar para las intermitentes cámaras.
para él era natural, al igual que su belleza, mirar fijamente a la cámara o a algún lugar detrás de ella y no parpadear nunca, ni siquiera ante los flashes y las luces más brillantes que le rodean cada vez que le hacen fotos. siempre ha terminado sus sesiones de fotos con educación, con sus modales inclinando la espalda hacia abajo y haciendo rodar su lengua con palabras de agradecimiento y alegría por el buen trabajo realizado.
al ser alto y poderoso y muy solicitado por toda la empresa y sus empleados, hyunjae se encuentra con frecuencia subiendo a lo alto del ascensor para llegar a los pisos superiores y conseguir sus horarios y solicitudes y oportunidades del propio ceo. una vez incluso se enteró de que el hombre mayor también lo llama para que pueda mirarlo con disimulo, comprobarlo y tener la belleza de hyunjae para sí mismo en lugar de para los demás.
hyunjae se rió para sus adentros y se paseó por el piso más alto; la inexplicable e innecesariamente enorme oficina del ceo, con un amplio y lujoso rincón para su secretario. hyunjae puede haber movido las caderas más de lo habitual, más de lo necesario, pero estaba bien, disfrutaba de los ojos que le miraban, tratando de ver a través de su ropa.
una y otra vez, pronto llegó el verano y hyunjae odiaba el calor. odiaba el calor, el sudor de éste. recibió un mensaje para reunirse en la oficina para discutir el desfile de la colección de otoño y, francamente, hyunjae estaba un poco cansado y quería tener su propio desfile allí. en algún momento a lo largo de sus meses en la nueva empresa, millones de ojos no le servían de nada si él no estaba mirando el silencioso espectáculo de belleza que hyunjae preparaba en casa sólo para sus ojos.
escuchó un par de elogios de algunos trabajadores sobre cómo siempre estaba entusiasmado y feliz, listo para tener reuniones y entrar en la oficina del ceo para acordar shows y sesiones de fotos. hyunjae respondía con asentimientos, exagerando un poco en su entusiasmo, pero no le importaba, siempre funcionaba en ellos, hacía que le creyeran y lo apreciaran aún más.
era cierto, hasta cierto punto. siempre se alegraba de subir en el ascensor, contando a lo largo de los números rojos y digitales mientras aumentaban uno a uno. su sonrisa era siempre amplia y divertida cada vez que entraba en la oficina y tomaba asiento en uno de los sofás frente al amplio escritorio de caoba.
hyunjae prestaba atención a cada palabra que se decía, le importaba lo suficiente como para saber los detalles de dónde le pondrían, qué haría. sin embargo, no le importaba lo suficiente dónde sería la cena de la empresa o cuánto se espera que les beneficie la sesión de fotos. sabía con certeza que el ceo tiene el suficiente orgullo como para organizar la cena en los restaurantes más elegantes y que el 75 por ciento de los beneficios son exclusivamente para hyunjae.
después de asimilar lo que le importaba, los ojos de hyunjae volvieron a brillar mientras los movía sutilment —o tal vez no tan sutilmente— y dejaba que se entretuvieran para asimilar lo que realmente le importaba más.
a veces estaba sentado en su escritorio y hacía clic con el mouse, probablemente editando imágenes. otras veces estaba escribiendo en su teclado lo que hyunjae suponía que eran correos electrónicos formales que debían enviarse. cuando su escritorio estaba vacío, estaba de pie en su círculo, guiando las presentaciones o ayudando al director general en sus explicaciones y discusiones.
sabía quién era. lee juyeon era muy popular en los pisos de la empresa y lo que tienen. hyunjae oyó hablar de él desde su primer día aquí. vio cómo los trabajadores se limpiaban la baba —metafóricamente— cuando juyeon estaba presente o después de que pasara por allí. vio cómo la lujuria y el deseo brillaban en los ojos de los trabajadores cada vez que juyeon estaba cerca.
a decir verdad, hyunjae no los culpaba en absoluto. él sentía lo mismo, o quizás incluso más por el secretario.
pero cuando hyunjae empezó a observarlo de lejos, el interés era un poco inexplicable. ¿acaso a todo el mundo le gustan de repente los chicos fríos? ¿no le suelen gustar a la mayoría de la gente los chicos sonrientes y dulces? ¿cómo es que casi todo el mundo —en realidad todo el mundo— se interesa de repente por un chico cuyos labios nunca se curvaban en una sonrisa ni tenían otra cosa más que la frialdad en sus palabras?
le molestó a hyunjae la primera semana de su recién descubierta atracción por el otro hombre. a veces, incluso, se revolvía en su cama de tamaño king y gemía para sus adentros al pensar que alguien miraba con disimulo al hombre por el que se sentía atraído mientras él estaba solo en su cama.
a veces, hyunjae no tenía suficiente control sobre sus pensamientos y los dejaba libres para que vagaran quizás demasiado lejos.
en sus momentos de soledad en su apartamento, su mente volaba por la habitación con imágenes de juyeon. lo visualizaba en muchos escenarios, algunos que hyunjae probablemente nunca admitiría en voz alta.
hyunjae pensó en cómo sería el otro con ropa que no fuera formal o ajustada e incómoda. cómo se vería juyeon con unos jeans un poco holgados y una camisa que le colgara de los hombros lo suficiente. aunque no parecía el tipo de persona que lo hiciera, hyunjae pensó en juyeon en su cocina, preparando su cena favorita para disfrutarla más tarde.
¿juyeon prefería el vino o el champán? en las dos cenas en las que ambos estuvieron presentes, juyeon aceptó ambas opciones y las bebió con facilidad y gusto. pero hyunjae quería saber qué bebida le hacía arder más y mejor la garganta, qué bebida le mareaba más y le hacía disfrutar lamiendo las gotas de alcohol de sus labios.
hyunjae se preguntaba si juyeon usaba una sola colonia o si cambiaba de fragancia cada vez que un frasco estaba vacío. a menudo olía el fuerte aroma a madera de cedro cuando pasaba junto a su escritorio, pero otras veces su nariz captaba el olor a salvia sclarea que flotaba ligeramente en su esquina.
en algún momento, hyunjae adquirió una especie de obsesión por el otro. pensaba en él día y noche, empezó a distraerse en sus reuniones porque captaba la lengua de juyeon sacando para mojar sus labios y su mano subiendo para apretar su cuello, moviendo la cabeza en círculos para aliviar los músculos tensos de su cuello.
el modelo quería acercarse a él y deshacer los nudos de los músculos por sí mismo. quería probar si sus manos eran lo suficientemente buenas para eso, o quizá sus labios, ¿juyeon se tensaría si hyunjae le besaba la nuca o se relajaría con su tacto y le daría más espacio para arrastrar sus labios?
hyunjae sintió que su garganta se tensaba unos días más tarde, cuando juyeon estaba sentado en su escritorio y escribía rápidamente en su teclado. el secretario movió la cabeza, los oídos de hyunjae captaron el gemido desnudo que dejó sus labios junto el crujido de su cuello. juyeon se movió en su asiento y hyunjae ya no pudo apartar los ojos de él.
cuando lo miró, los ojos de hyunjae se abrieron un poco más que antes, probablemente tratando de adivinar qué tenía la tinta negra que abrazaba el hombro de juyeon y tocaba la base de su cuello. hyunjae quería saber si el tatuaje estaba en la manga de juyeon o en su espalda.
a partir de las suposiciones y opciones de hyunjae de lo que podía ser el arte, llegó a la conclusión de que lo que veía era un ala. le pareció ver una pluma, una tan oscura y puntiaguda con otra gemela conectada a ella sin espacio entre ellas. era un pájaro, muy probablemente, con su ala cubriendo el hombro de juyeon y su cuerpo bajando por la espalda del chico.
era un águila. hyunjae pudo verlo cuando juyeon se paseó por la oficina en la reunión de la semana después de que hyunjae quedara hipnotizado por una pulcra línea de arte sobre la piel. juyeon no llevaba chaqueta, la parte superior de su cuerpo sólo quedaba cubierta por la fina camisa blanca que era estupenda para el clima cálido, pero no para la obsesión de hyunjae.
el pájaro estaba pegado a su espalda, desde el hombro hasta la mitad de la columna vertebral, con detalles que hyunjae sabía que la camisa era demasiado gruesa como para poder atravesarla. estaba volando, con las alas extendidas casi como un escudo en la espalda del chico, el pico del pájaro apuntaba justo al centro de la nuca de juyeon. el tatuaje carecía de colores, sólo tonos de negro que resaltaban el dibujo y su diseño.
hyunjae pensó que le quedaba bien a juyeon. pensó que era algo que podría hacerlo intimidante y fuera de su alcance, como un águila. pero, aunque juyeon tuviera esa intención con el tatuaje, el secretario no tenía ni idea de cómo lo hacía aún más deseable para que hyunjae le pusiera las manos encima. lo hacía aún más tentador y atesorable para que hyunjae lo tuviera.
hyunjae escuchó al ceo dar las gracias a los invitados y decirles que la reunión había sido exitosa, sólo entonces se dio cuenta de que había pasado casi una hora soñando y analizando su fantasía de vida en la habitación. necesitaría un repaso de lo que se dijo en la reunión, pero decidió que se preocuparía de ello más tarde. por el momento, hyunjae asintió con una sonrisa cuando el ceo le pidió que se quedara un rato para discutir algo después de que el mayor acompañara a sus invitados afuera y probablemente también al estacionamiento para una despedida apropiada y formal.
el modelo esperó hasta que se perdieron de vista, sus ojos volvieron rápidamente a su única compañía en la gran sala. juyeon ya estaba de nuevo en su escritorio, haciendo clic repetidamente en su ratón y luego deslizándose en su silla hacia un lado y observando cómo caían algunos papeles de la impresora. hyunjae se acercó al hombre más joven, situándose junto al escritorio en lugar de dejar que los separara.
los ojos de juyeon eran desinteresados e indiferentes cuando levantó la vista ante la presencia cercana. fue una mirada en blanco antes de que se diera la vuelta y sacara los papeles para engraparlos. hyunjae se mordió el interior de la mejilla durante unos segundos antes de hablar, disimulando su creciente irritación, "¿no me preguntarás si quiero algo? o tal vez no me preguntarás, no sé, ¿empezarás una conversación conmigo?" juyeon siguió moviéndose como si no hubiera nadie allí, hablando con él.
el secretario hacía clic e imprimía otra pila de papeles antes de detener su silla junto a la gran máquina y mirar a hyunjae una vez más, "no soy tu secretario ni tu camarero para servirte el café. y no tengo nada que discutir contigo en una conversación". juyeon cogió la pila de papeles recién impresos y los engrapó, acercándose al escritorio y agarrando el subrayador de neón para marcar algunas cosas.
los labios de hyunjae se separaron con una sorprendente incredulidad. el hombre que tenía delante le estaba haciendo hervir la sangre, haciendo que su mente se bloqueara y su lengua se anudara, quedándose a la vez sin ideas y sin palabras. juyeon apartó entonces la cadera de hyunjae, colocando los papeles donde sus pantalones apenas tocaban la parte superior del escritorio, "los asientos están ahí. espera a tu jefe donde te ha pedido".
juyeon se levantó una vez que terminó su frase -su exigencia- y se puso la chaqueta, sin escatimar una mirada a hyunjae antes de salir hacia el ascensor. hyunjae lo observó, sin palabras una vez más, mientras el secretario lo dejaba solo en la oficina.
no estaba precisamente enfadado o molesto, hyunjae estaba más sorprendido y frustrado por el trato del otro. ¿quién se creía que era para tratar así a hyunjae? el modelo no tenía ni idea, ni explicación. sin embargo, sabía que juyeon, sin duda, le haría doblar las rodillas de la ansiedad y quizá también le haría replantearse sus decisiones por la intimidación de su mirada hacia él.
hyunjae se burló de sí mismo, dándose la vuelta para ir a dejarse caer de nuevo en los asientos de cuero. juyeon realmente pensaba que había hecho algo, ¿eh? bueno, si le había hecho algo a hyunjae, entonces definitivamente lo estaba haciendo aún más terco. quizás también más interesado en lo que el hombre tenía detrás de todo ese comportamiento intenso, pero hyunjae no admitiría eso directamente en voz alta.
nunca admitiría su masoquismo por hombres como él.
hyunjae tampoco admitiría al día siguiente que su mal humor se debía a que estuvo dando vueltas en la cama toda la noche, con el tono exigente de juyeon resonando en sus oídos y el tatuaje de su espalda apareciendo detrás de los párpados de hyunjae cada vez que cerraba los ojos. pudo sentir a su mánager andando de puntillas a su alrededor toda la mañana y eso sólo lo irritó aún más. cuando su horario previsto terminó por la tarde, hyunjae le dijo a su mánager que se fuera y que podía ir por su cuenta después de terminar algo personal.
el modelo también ignoró las palabras del gerente de que el ceo estaba ausente hoy, hyunjae asintió y le espantó de nuevo antes de entrar en el ascensor y quedarse quieto mientras la caja metálica subía los pisos lentamente. hyunjae atribuyó las pequeñas punzadas en su estómago a su hambre, y no a los pensamientos de lo que pasaría una vez que el ascensor se detuviera y saliera para estar cara a cara y a solas con juyeon de nuevo.
no le sorprendió la visión que recibió hyunjae una vez que salió del ascensor. juyeon estaba en su escritorio, con los codos apoyados en el borde del mismo y sus pupilas moviéndose mientras leía lo que había en su pantalla. las zapatillas de hyunjae no hacían ruido en el suelo mientras caminaba, pero juyeon lo vio entrar en silencio. el secretario miró a hyunjae durante un segundo más que podría considerarse una mirada y no un vistazo antes de volver a su pantalla: "el ceo no está aquí. vuelve mañana por la tarde".
"no estoy aquí por él". hyunjae se alejó un paso de la mesa de juyeon, con los brazos estirados a su lado y los ojos fijos en el hombre que tenía delante. "¿por qué estás aquí, entonces? ¿qué quieres?" juyeon le miró desde detrás de la pantalla del portátil, sus ojos brillaban por el reflejo de las luces, pero aparte de eso eran sólo cielos oscuros y sin estrellas.
la mente de hyunjae se quedó en blanco ante las simples preguntas.
¿por qué estaba allí? ¿qué quería?
mierda.
¿por qué estaba allí? ¿qué quería?
hyunjae no lo sabía. no tenía más planes que estar delante de juyeon una vez más y enfrentarse a él. hyunjae no pensó en lo que diría o haría después de estar en la oficina con juyeon. así que, hyunjae se quedó sin palabras. su mente era una tormenta de nada, vacía excepto por una mezcla incoherente de voces.
¿por qué estaba allí?
de acuerdo, contestándose a sí mismo, hyunjae estaba allí para sacar a juyeon de su mente. estaba allí para olvidar el tono del secretario y sus miradas. era una confrontación, se dijo hyunjae. quería enfrentarse a juyeon y preguntarle quién demonios se creía que era para tratar a hyunjae de esa manera. tal vez, después de recibir su respuesta, hyunjae tenía un plan lejano de discutir y pelear con el otro. tal vez incluso quería decirle alguna grosería por despecho y molestia, maldecirlo e insultarlo como si no hubiera un mañana.
¿qué quería?
bien, respondiéndose a sí mismo de nuevo, hyunjae quería a juyeon. también quería empezar una pelea. ¿qué pasa con sus conflictos y contrastes? hyunjae también estaba confundido. quería golpear a juyeon hasta al menos romperle la nariz, pero hyunjae también quería pasar sus dedos por los mechones de carbón de juyeon y peinarlos él mismo. quería maldecirle por ser un imbécil, pero hyunjae también quería besar a juyeon sin aliento y decirle lo atractivo que le parecía. quería abofetearle y patearle y descargar toda su frustración sobre él, pero hyunjae también quería sentir los brazos y el pecho de juyeon y trazar las puntas de sus dedos sobre su tatuaje mientras se acercaban.
hyunjae parpadeó de nuevo, enfocando de nuevo su visión en el hombre que tenía delante, notando que sus dos cejas se alzaban en señal de expectación. el modelo se aclaró la garganta y se acercó un paso más al escritorio: "quiero tu atención". las cejas de juyeon se alzaron un centímetro más antes de que volviera a mirar su pantalla, con aburrimiento en su voz mientras respondía a hyunjae: "creo que deberías ir a descansar, lee hyunjae. tu llamada no será atendida aquí".
el modelo apoyó las palmas de las manos en el borde del escritorio y se apoyó en ellas, acercando su cara a la de juyeon. se recompuso lo suficiente, apartando su fastidio y respirando hondo para tener paciencia, "te quiero a ti, lee juyeon. quiero tu atención. siempre consigo lo que quiero". juyeon hizo clic en un patrón de su ratón antes de retroceder en su silla hasta la máquina de imprimir, su estruendo fuerte en la oficina vacía, salvo por las voces tranquilas de los hombres.
hyunjae supo que juyeon iba a seguirle la corriente cuando vio que una curva de sonrisa se dibujaba en la comisura de los labios del secretario mientras introducía los papeles impresos en un sobre. "¿la gente que siempre consigue lo que quiere se pasa semanas mirando sus intereses?" hyunjae volvió a erguirse, la sonrisa de juyeon aumentó en su rostro mientras cerraba el sobre y se levantaba de su asiento, copiando la postura anterior de hyunjae e inclinándose sobre el escritorio, mirándole con una sola estrella que brillaba con una mezcla de picardía y peligro en sus ojos.
"algunos intereses están fuera de tu alcance, cariño". juyeon recubrió el apodo con sarcasmo, relamiéndose los labios mientras miraba a hyunjae de arriba abajo, observándolo con desinterés en todas sus facciones. "si no puedo tenerte a ti o a tu atención, nadie más podrá". hyunjae odió la risa de juyeon tras su respuesta. juyeon se rió de la insistencia de hyunjae reclamando con una risita burlona, quizá también de lástima, al final. "eso no es algo que tu decidas".
hyunjae se sintió completamente molesto ante eso. quiso gritarle a juyeon, pero lo único que hizo en su lugar fue reflejar la posición de juyeon, poniendo sus caras a sólo un suspiro de distancia, "no me hagas repetirlo". juyeon sonrió ante la débil amenaza, inclinando la cabeza hacia un lado mientras sus miradas se entrelazaban intensamente. el secretario movió su mano hacia arriba y la colocó sobre la mandíbula de hyunjae, su pulgar en un lado mientras sus otros dedos se extendían por el otro lado de la misma.
"no me hagas repetirlo". con la lengua de juyeon presionando para hacer rodar su " me" con más énfasis fuera de su boca, sus dedos agarraron simultáneamente, apretaron más la mandíbula de hyunjae en su agarre. "ve a descansar. hoy no se responderá a tu llamada aquí". los labios de hyunjae se separaron y sus ojos se ensancharon un poco más, oscureciéndose con un poso de fastidio y más deseo que crecía en ellos ante el poder al que se enfrentaba.
hyunjae sabía que estaba entrando directamente en la boca del lobo. hyunjae sabía que juyeon no sería más que peligro y maldad para él. hyunjae sabía que debía alejarse y permanecer aún más lejos del hombre que casi le rompió la mandíbula por la fuerza de su agarre hace apenas un segundo. hyunjae sabía que no debía seguir allí de pie mientras juyeon volvía a tener una expresión inexpresiva y se sentaba de nuevo en su silla.
sin embargo, hyunjae se estaba obsesionando.
hyunjae se estaba obsesionando con el olor de juyeon. hyunjae se estaba obsesionando con la poderosa presencia de juyeon. hyunjae se estaba obsesionando con la figura de juyeon. hyunjae se estaba obsesionando con la voz de juyeon. hyunjae se estaba obsesionando con la piel de juyeon sobre la suya, ahora que la sintió aunque fuera con un toque de amenaza, de dominio, de peligro.
a los ojos de cualquiera, hyunjae estaba siendo imprudente y pidiendo directamente riesgos sobre sí mismo, pero para hyunjae, estaba siendo él mismo, un hombre con intenciones y necesidades claras. un hombre que sabía abiertamente lo que quería. la mano de hyunjae se movió para agarrar la de juyeon que se posó rápidamente sobre el ratón de su portátil. juyeon le miró con una ceja levantada, su expresión no cambió incluso cuando hyunjae volvió a colocar su mano donde estaba en su mandíbula.
hyunjae presionó sus dedos sobre los de juyeon, burlándose del fuerte apretón que el más joven le había hecho hace apenas un minuto. el modelo sonreía mientras juyeon se lamía el labio inferior, siguiéndole la corriente a hyunjae y apretándole la mandíbula como antes. eso hizo que la sonrisa de hyunjae se volviera más perversa, sus ojos brillaron diabólicamente mientras los dejaba caer en una caída borrosa, su cabeza se inclinó un poco hacia atrás y sus labios se separaron levemente, sonando más bien a respiración mientras preguntaba: "¿qué pasa si yo quiero que me lo repitas?"