Gianna...
Hablaba con una amiga cuando vi por el rabillo de mi ojo a Mike, Izan y Dante caminar sin sentido, mirando a todos preocupados. Al verme no dudaron en acercarse.
-Disculpa querida, en otro momento continuamos- le sonreí y fui hasta ellos.
-Gia- el menor me abrazó -¿Has visto a Vic?-
Negué comenzando a preocuparme -¿qué pasa?- espere a recibir una respuesta de parte de mi amigo pero él simplemente miraba a los chicos con pesar.
-Ellos- señaló a un par de hombres -son los dueños del prostíbulo y el tipo que abusaba de Víctor ya no esta, al igual que él-
Todo dentro de mi se removió, mis piernas se vencieron pero Izan me sostuvo de la cintura -¿Estas bien?-
-Si, búsquenlo aquí abajo. Yo iré al piso de arriba-no estaba bien, tenia miedo y no sabía la razón exacta.
-No voy a dejarte sola- tomó mi mano.
-Puedo hacerlo, ustedes no se separen y quédense junto a Mike-
Sin que nadie notara mi nerviosismo, camine apresuradamente hasta la escalera con uno de mis guardias, subí corriendo, esperando encontrarlo. Al estar en el piso superior lo recorrí entero sin poder ubicarlo.
-¿No has visto a un rubio de ojos verdes?-
-No señorita- el mozo contestó.
-¿Dónde están los baños?-
-Allí- señaló las dos puertas.
-Gracias- le sonreí -pide que pongan música a todo volumen y que la fiesta empiece-no perdí tiempo.
Cerrada estaba jodidamente cerrada esa puta puerta y sabía que dentro debía estar Víctor, ni siquiera lo pensé. Tomé la pequeña pistola que traía escondida y dispare. El metal cayó al suelo y entré, el guardia que me acompañaba se quedó cuidando.
Lo que me encontré fue como si una chispa se hubiera encendido y tomará cada parte de mi consumiendo la cordura que había tenido hasta el momento.
Vic estaba en el suelo de rodillas con la nariz ensangrentada, su labio completamente roto y un tipo lo tenia del cabello mientras lo hacia darle una mamada. No tenia pantalón y sus rodillas se encontraban lastimadas.
Mire a mi alrededor encontrando un pequeño florero sobre el mármol donde estaban los lavabos. Con cuidado fui hasta él y se lo partí en la cabeza, haciendo que lo dejara y se volteara hecho una furia para verme a mi.
-Gia- sollozó el rubio en el suelo.-vete por favor-
-¿Te gusta jugar?- me dirigí al cerdo -Tú y yo vamos a jugar-
-Señorita Rizzo- su piel se había vuelto pálida.
Víctor tosió sangre y me alarme por lo que trastabille yendo a él.
-Mira el daño que te hizo- mis ojos se empañaron -perdona por no poder protegerte-
-No llores rojita- esbozó una sonrisa -no es tu culpa, es lo que soy-
-Dame tu saco- le pedí a mi seguridad y se acerco a entregármelo -Quiero que te vayas-
Nego.
-Por favor, vete. Greg te revisara- me sentía muy culpable por no cuidarlo -por favor-
-Ven conmigo-
-Tengo que arreglar cosas con él-
-Gia-
-Vete Víctor, no vas a querer ver esta parte-
Se puso de pie como si nada hubiera ocurrido y me tomó de la mano -Vamos, no quiero que te ensucies las manos por mi-
-Ya están sucias-no sentía nada de pena al decirlo -están lo suficientemente sucias como para no determe-
-Rojita- acarició mi mejilla.
-¿Ahora eres la puta de ella?- el tipo sonrió. -Señorita es muy bueno manándola, se lo recomiendo-
-¿Que dijiste?- me agaché a tomar un trozo del material filoso.
-No merece que lo defienda, él se lo buscó-
Le sonreí, me deslicé con delicadeza a su lado y clave el pedazo en su abdomen.
-AYUDA-
-GRITA, QUE NADIE TE OYE-
-Maldito niño, me las vas a pagar- esculpió en dirección a Vic.
-Lánzamelo- uno de mis hombres tiró su bastón táctico y lo tomé en el aire. -Vuelve a amenazarlo, vamos. Te reto-
-Gia-
Estaba cegada -REPITELO- grité mientras iba contra él, lanzó su primer puño sin éxito, lo esquivé golpeando sus costillas con el objeto. Cuando se sostuvo para buscar aire volví a arremeter contra él, esta vez en la cabeza.
Se desestabilizó y cayó de rodillas -no puedes...-mi tacón se clavo en su mano extendida, grito y fue como un incentivo.
Rei-Vienes a mi fiesta- lo tomé del cabello comenzando a arrastrarlo dejando un rastro de sangre hasta uno de los cubículos -tocas a mi chico- lo solté haciendo que su cara golpeara el suelo -y luego ¿lo violas?- sostuve de nuevo un mechón de pelo -Voy a jugar contigo hasta que me canse hijo de puta-
Metí su cabeza al inodoro ahogándolo, mi boca se ensancho en una gran sonrisa de lado, sintiéndome satisfecha de sus intentos de salir.
-Gia- sus brazos me rodearon por detrás -lo vas a matar-
-Eso quiero-
-Quiero hacerlo yo, necesito hacerlo- susurró en mi oído.
-Vic estas herido-
-Déjamelo a mi por favor-
Suspiré rendida y lo saqué, vomito un poco de agua mientras se arrastraba fuera.
-Perdón, pido perdón- me observó a mi con toda la cara roja y lastimada. -hare lo que desee-
-Dame tu cuchillo- el rubio me pidió.
-No se si...-
-Lo tienes en el muslo rojita, ya lo vi-
Puse una mueca -¿como sabes eso?-
-Dámelo-
Se lo entregué -ten cuidado-
Asintió y luego vi como su rostro se endurecía por completo viendo al violador -quítate el pantalon-
-No hare nada que tu desees niñato- comenzó a reírse -vas a matarme pero jamás dejaras de ser un prostituto que use cada vez que quise, como se me dio la gana. Tus gritos de dolor y suplica eran gloriosos para mi-
El pecho del chico subió y bajo erráticamente, y antes de que hiciera algo de lo que iba a arrepentirse. Acuné su rostro lleno de lagrimas -Tu no eres eso-
-Tiene razón -hipo. -solo soy un...-
-No lo eres Víctor, eres dulce, bueno y tienes todo el potencial de ser quien desees en la vida. Dime que quieres y lo traeré para ti-
-Te quiero a ti- me besó -solo a ti- juntó nuestras frentes -pero también quiero lastimarlo, por mucho tiempo-
-Clava ese cuchillo en su brazo y retuércelo hasta que sientas que algo se rompe- le expliqué -eso no lo va a matar pero sufrirá para luego desmayarse. Lo demás lo haremos en casa-
Hizo caso a todo lo que le dije, verlo sonreír mientras lo hacia me relajo un momento. Él estaba dañado, esos tipos lo habían dañado.
Se vistió con ropa que uno de mis hombres le dio y salimos del baño bajando al primer piso nuevamente.
-Él es- tartamudeó señalando al dueño de donde estaban secuestrados, me pare viéndolo a él. Su labio cortado hizo que derramara una lagrima.
-Gia- sus hermanos nos encontraron, mientras yo solo observaba a Mike quien entendió lo que quería.
-Ve con ellos, los tendrás a todos en el cuarto dentro de cuatro horas- busque con la vista a Greg quien al verme se acerco a mi. No me iría sin pedirle que revisara a Victor.
-Estás pálida ¿te sientes mal?- colocó su mano en mi frente -no es eso-
Negué -ocurrió algo, puedes...-
Miro a los chicos detrás y frunció el ceño -lo entiendo, iré a casa por mi maletín y luego a la tuya.-
-Te quiero- besé su mejilla y la del pelinegro.- a ti igual-
-Solo cuida a esos chicos y no llores fosforito, o me hare cargo y no quieres que queme todo este lugar-
Rei negando, volviendo con los hermanos -¿Nos vamos?-
Asintieron.
Mientras íbamos al coche jadeé, recordando que me había doblado el tobillo mientras subía las escaleras. A simple vista no parecía nada pero sentía como apretaba donde estaba la tira del tacón. Probablemente no sería nada y en casa le pediría a mi amigo que lo revisara por mi.
-Te tengo- Izan me cargó -es hora de que nosotros te cuidemos-
Agradezcan que no estaba mas inspirada y que hay un capítulo dedicado a la tortura, porque sino jaja, esto era de todo menos apto para ustedes.
En fin... lloré.
Se les quiere
Voten y comenten
Abrazo de koala
Nela<3