Especial por Carnaval y no por San Valentin? 🤨👍
Dumbledore prácticamente estaba en las nubes al planificar el evento de Carnaval. No pudo negarse cuándo lo propusiste, era una de tus festividades favoritas después de Halloween y Navidad. Quisiste traer tus costumbres latinas hasta Hogwarts. Y, claro, habías viajado de vuelta a tu país de origen para traer más de una docena de espuma de Carnaval, polvos negros, polvos pica pica y demás cosas con las que disfrutabas de molestar a tus amigos más cercanos, e incluso, a personas al azar que pasaban y corrían con la mala suerte de ser manchados.
La mayoría de profesores parecían estar en desacuerdo con ese evento, y con la mayoría me refiero a, únicamente, Snape. Los demás parecian contentos con la idea.
Llegaste a la puerta de Dumbledore, con una gabardina hasta los tobillos, que llevaban bolsillos por dentro. Al entrar, Snape se encontraba hablando seriamente sobre reconsiderar la cancelación del Carnaval en Hogwarts. Con el mentón en alto, pasaste a un lado de él, plantándote en frente del escritorio.
"Albus, aquí está una parte de lo que acordamos" avisaste abriendo tu gabardina, dejando ver seis botellas de espuma de Carnaval, siete bolsitas transparentes con polvo negro, verde, amarillo, rojo y azul. Y una sospechosa funda grande de pelusilla de color rojo casi café. "Éste de aquí, es el más vendido" comentaste señalando la pelusilla roja.
"Curioso" murmuró Dumbledore, pasando sus dedos por cada fundita y botella. Snape rodó los ojos mientras suspiraba.
"Espero que siga en pie el evento, Albus" él asintió entusiasmado, declinando ante la propuesta de Snape.
Saliendo satisfecha del despacho de Dumbledore, seguida de Snape, te dirijiste a tu habitación para recontear tu mercancía. Antes de irte, Severus te empujó contra una pared, poniendo su rodilla entre tus piernas, pero sin llegar a tocar más allá de lo que tocaría con la protección de su habitación. "Esto no es una buena idea, T/n" no te inmutaste ante la repentina acción de él, que si bien te había tomado desprevenida, no habías relevado alguna expresión que le hiciera saber que estabas sorprendida y hasta un poco intimidada.
"No seas aguafiestas, Sev. Es un cambio bueno, hasta tu podrías disfrutar del Carnaval" murmuraste cerca de él, subiendo tus manos para acariciar la parte de atrás de su cabello. Rozaste su pierna con tu muslo que estaba dejando de ser cubierto por tu falda, lo escuchaste suspirar antes de volver a dejarte libre. "Espero que esto no se salga de tus manos". Advirtió antes irse.
Acomodaste tu falda y esta vez sí llegaste a tu habitación. Hiciste aparecer todos los productos de Carnaval en la habitación de Dumbledore y suspiraste mientras te dejabas caer en la cama. Carnaval era al día siguiente y ya estabas agotada, no habías vuelto a hablar con Snape desde esta mañana y pensaste en hacerlo en la cena o al día siguiente.
No te presentaste en la cena.
Habías quedado inconsiente en el mundo de los sueños que el tiempo pasó desapercibido para ti. Con cansancio, te preparaste y saliste de tu habitación, llegaste al Gran Comedor, ibas tarde y Dumbledore esta dando el aviso del Carnaval, te disculpaste y fuiste a tu asiento, al lado de Snape. Comiste con desgano, él se sorprendió al pasar el desayuno sin tus divagaciones sobre, literalmente, cualquier cosa. "Nena, ¿estás bien?" murmuraste afirmativamente, sin darle importancia al hecho de que te había llamado por un apodo sin estar en su habitación o en la tuya. "Estás cansada" afirmó, lo miraste y le diste una irónica sonrisa, haciéndole saber que no querías ser molestada en ese momento.
Te recostaste por última vez en tu cama, escuchando los gritos de los estudiantes de fondo mientras se sumergían en el Lago Negro, que pronto, literalmente, estaría negro. Pretendías volver a dormirte pero el toque insistente en tu puerta te lo impidió, refunfuñando, te levantaste y abriste la puerta, encontrando a Severus de pie, ya sin su capa. "¿Me dejaras pasar?" preguntó con ironía, "Como sea." murmuraste y te hiciste a un lado. Sabías que Snape no estaría molesto por cómo actuabas ese día, él sabía que estabas molesta con todo el mundo mientras no estuvieras bien descansada o no hubieras comido. "Estarán afuera por un largo rato" anunció señalando tu ventana, "Carnaval son tres días seguidos" avisaste mientras bostezabas. Él rió y se acomodó en tu cama, "Y nosotros estamos de vaciones por tres días seguidos, así que ven, recuéstate y duerme un poco, amor" su tentadora oferta te hizo sonreí genuinamente por primera vez en el día. Con un poco más de ánimo, gateaste sobre la cama para alcanzarlo, descansaste tu cabeza en su brazo, cerca de su pecho y tu cuerpo cayó rendido a su lado. Pasaste uno de tus brazos por debajo de él y entrelazaste tus manos detrás de su espalda. Snape posó su mano en tu cintura mientras ofrecía pequeños circulos suaves en ésta. Pegaste tu oreja a su pecho, escuchando sus latidos que siempre lograban arrullarte. Antes de dormir, Snape entrelazó sus piernas, poniéndo una arriba de la tuya y tú ponías tu otra pierna encima. Finalmente, pudiste relajarte y dormir pacíficamente.
Fue bueno poder relajarte esos dos días con Severus pero ya era el último día de Carnaval, ya tocaba meterse al Lago Negro como todos los demás. Preparaste tu traje de baño y te lo pusiste, cubriéndote con tu capa, fuiste a buscar a Snape, esperándo que se uniera a ti. Obviamente se negó, no estaba de acuerdo con esto desde el principio, no tenía que meterse allí.
Te dirigiste al Lago Negro, recibiéndo las miradas de todos los estudiantes, algunos maravillados por verte, sabiéndo que tú eras la principal organizadora de este evento. Le dedicaste una sonrisa feliz a todos y quitaste tu capa dejándo ver tu traje de baño. "Miren eso..."susurró Ron, recibiendo un golpe en la parte de atrás de su cabeza por parte de Hermione, "Compórtate, Ronald".
Te impulsaste hacía atrás y saltaste, provocando un gran chapuzón. Ya con los demás en confianza, empezaron a tirarte espuma de Carnaval mientras tu hacías globos con un poco de agua y colorante y los tirabas a los que podías ver. Pasaste la mitad de la tarde divirtiéndote tanto con los alumnos como con tus colegas. La barba de Dumbledore, antes blanca, ahora tenía una mezcla de colores entre negro y rojo pero su alegre sonrisa no dejaba su rostro. Lo estabas pasando bien, claro, pero te faltaba Snape, deseabas que él llegara aquí y jugara contigo o con lo demás. Justo cuándo aceptaste la idea de que él no llegaría, llegó.
Al igual que tú, llegó con una capa cubriéndolo, todos se callaron al verlo llegar, te recostaste sobre el agua y flotaste hacía él "¿Snapy que estás haciéndo aqui?" preguntaste dulcemente, él rodó los ojos y murmuró por lo bajo, "No puedo creer que vaya a hacer esto" se quitó la capa de sus hombros, dejándo a todos con la boca abierta. Pusiste una sonrisa ladina mientras veías la estupefacción de todos. Las de cuarto jadeaban al ver el torso desnudo de Snape, que no era el más musculoso pero tenía lo suyo, medio trabajado con los brazos fuertes y un poco anchos, unas cuántas cicatrices en sus bíceps y pectorales, y ligeras, casi imperceptibles marcas de arañazos en su espalda, que solo se podían distinguir si alguién se fijaba bien, te sonrojaste al verlas, sabiendo que habías sido tú la creadora de esos arañazos, y por último un poco de barriguita sobresaliendo, que te encanta abrazar, así cómo él abraza y amasa la tuya con cariño.
Lentamente se sumergió en el lago, llegando a tu lado, el ambiente de antes volvió rápidamente, pero nadie se atrevía a ensuciar con espuma ni mucho menos con polvos a Snape.
Te pegaste a él, siendo más ligera por el agua y solamente te quedaste allí con él, disfrutando el momento. Hasta que sin previo aviso, él reventó un globo con colorante encima de tu cabeza. "¡Esto es la guerra, Severus Snape!" exclamaste profundamente ofendida. Tú también empezaste a pelear contra él, con los demás siguiendo tu ejemplo. Debido al gran momento que estaba pasando él, no se atrevió a regañarlos.
Ahora realmente estabas divirtiéndote, manchando a Snape y hundiéndolo debajo del agua. Claro, ahora él parecía más que interesante para las chicas e incluso algunos chicos. "Más te vale, Severus, que después de esto, no tengas un club de admiradores merodeando en tu sombra" advertiste, él sonrió y te atrajó más a él. "Tú serías la fundadora de ese club, de todas formas" reíste y lo miraste con una ceja alzada, "¿Qué te hace pensar que soy tu fan?", sonrió contra tu frente y la besó suavemente.
Ya todos habían salido del Lago, pero tú y Severus prefirieron quedarse allí, disfrutando de la luz de la luna iluminándolos, él paso sus brazos por tu cintura, pegándote a él, tú lo abrazaste por el cuelo y besaste sus labios derrochando amor. "Te amo tanto" ronroneaste contra sus labios, y eso bastó para que lo tengas comiéndo de la palma de tu mano por completo.Nada podría arruinar ese momento... Salvo el Calamar Gigante yendo a reclamar sobre el estado de su hogar.
Borrador del 27 de febrero que olvidé subir jsjdjs. <3